Este martes, la subsecretaria de Defensa de EE. UU., Kathleen Hicks, ha declarado que los países miembros de la OTAN deben estar preparados para «una guerra prolongada».
Durante una intervención en la cumbre de la Alianza que tiene lugar en Washington, la alta funcionaria alabó el aumento de gastos en el sector de Defensa hecho por varios países.
Además, indicó que ahora hay más colaboración con las empresas tecnológicas comerciales. «La producción importa. La producción es disuasión», dijo durante su discurso.
«Y eso incluye asegurarnos de que estamos preparados para la posibilidad de una guerra prolongada, para la que todos los aliados deben estar preparados, y no solo en Europa», enfatizó.
En este marco, agrega que, mientras la OTAN busca «disuadir la agresión» en su contra, «sabemos que los competidores y adversarios siempre tienen voto». «Por eso tenemos que estar preparados para lo que pueda venir», indicó.
En ese contexto, reiteró la necesidad de «acelerar el crecimiento de nuestra capacidad industrial de defensa colectiva [de la OTAN] y la producción», así como «adoptar de forma más rápida y responsable las nuevas tecnologías allí donde puedan aportar un valor añadido militar», como por ejemplo la biotecnología.