Donald Trump está dispuesto a apoyar un proyecto de ley para aplicar duras sanciones contra Rusia que algunos republicanos han estado impulsando durante meses, pero solo si se le proporciona pleno control sobre el levantamiento de las nuevas restricciones, según el medio Politico.
El medio, que dice citar una fuente familiarizada con el asunto, dijo que la aprobación del nuevo paquete de sanciones solo es posible si la Casa Blanca conserva la autoridad exclusiva para supervisar la política exterior de EE. UU.
Actualmente, el proyecto de ley del senador republicano Lindsey Graham prevé un arancel del 500% a los países que compren petróleo y uranio ruso, que Trump solo puede suspender por 180 días, mientras que el presidente quiere libertad para levantar totalmente las restricciones.
«La versión actual sometería las decisiones de política exterior del presidente a la microgestión del Congreso a través de un proceso de resolución conjunta de desaprobación. […] Eso para nosotros es un imposible», aseveró el funcionario, que explica que «el proyecto de ley necesita una autoridad de exención completa» para que el Congreso no tenga poder para cuestionar a Trump en caso de que este decida poner fin a las sanciones.
Cabe señalar que se indica que el deseo de Trump de controlar las sanciones también se debe a su deseo de preservar la posibilidad de un avance en las negociaciones con Rusia, indicaron dos funcionarios de la Casa Blanca.
Otras dos fuentes señalaron que, a pesar del apoyo de la Administración al borrador, aún tiene que llegar a un acuerdo con los legisladores sobre el alcance de la autoridad de exención. El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, reconoció que el lenguaje de la exención sigue estando sujeto a negociación.







