El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se ha desvinculado del atentado con bomba perpetrado el domingo en la ciudad turca de Estambul, que dejó al menos seis muertos y decenas de heridos, tras las acusaciones vertidas por el Gobierno turco contra el grupo, considerado por Ankara como una organización terrorista.
«Lo primero de todo, ofrecemos nuestras condolencias a los familiares de las víctimas y deseamos una pronta recuperación a los heridos. No tenemos nada que ver con este incidente y es bien conocido por el público que no atacamos directamente a civiles ni aprobamos acciones dirigidas contra civiles», ha dicho el Mando del Cuartel General del Centro de Defensa Popular (HSM) a través de un comunicado.
Así, ha defendido que el PKK «es un movimiento que mantiene una lucha honrada y legítima por la libertad» y ha resaltado que el grupo «actúa a partir de una perspectiva que busca crear un futuro común, democrático, libre e igualitario en la sociedad de Turquía». «Desde este punto de partida, que ataquemos a la población civil de cualquier forma está totalmente descartado», ha argüido.