De Alt Media
El Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) ha finalizado su tramitación con la introducción de un artículo (27 a), que describe un «protocolo de crisis» con el que la Comisión Europea —el Ejecutivo comunitario— puede exigir a uno o varios grandes proveedores de servicios de internet en casos de crisis grave que apliquen inmediatamente medidas «específicas, efectivas y proporcionadas» para prevenir, eliminar o limitar cualquier contribución —o sea, contenidos— a «amenazas graves».
Se trata de una medida de excepción que afecta al derecho fundamental a la libertad de expresión, pero para cuya aplicación, según esta nueva norma, no parece necesario establecer control judicial alguno.
La resolución ha sido introducida a raíz de la invasión de Ucrania por Rusia y la «manipulación de la información online», según afirma abiertamente la propia Comisión en su nota informativa. Y la idea es establecer un sistema de bloqueo de información rápido —de «moderación»— en casos «excepcionales» o como respuesta a una crisis.
Es, por medio de esta medida, que se procedió a bloquear toda información considerada «peligrosa» con respecto a la guerra en Ucrania.