Este jueves las autoridades ucranias han explicado que aspiran a reducir un 20% el consumo de energía con recortes en hogares, transporte y alumbrado; Herman Halushchenko, director del Ministerio de Energía, también ha asegurado que los consumidores están respondiendo al llamamiento a disminuir “de manera voluntaria” el uso de electricidad.
“Hay una caída del consumo, observamos una bajada voluntaria. De no ser suficiente, estaremos obligados a llevar a cabo cortes forzados”, ha dicho en una entrevista en la televisión pública. Además, Halushchenko ha contabilizado más de 300 ataques rusos contra infraestructuras energéticas del país desde el pasado 10 de octubre.
Por su partem la gobernadora regional de Ivano-Frankivsk, Svitlana Onyshchuk, ha informado de “graves daños” en la central termoeléctrica de Burshtin, en el oeste, mientras el país se enfrenta a los primeros cortes en el suministro eléctrico para permitir a las empresas de energía reparar las instalaciones dañadas.
Ciudades como la capital, Kiev, y Járkov, en el noreste, han anunciado restricciones al uso del transporte público con motor eléctrico y han reducido la frecuencia de los trenes del metro. La administración de la región nororiental de Sumi, fronteriza con Rusia, ha dicho que no habrá agua, ni transporte eléctrico, ni alumbrado público durante todo el día.