El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serhi Lisak, ha informado este lunes de la muerte de dos personas, después de que las bombas lanzadas por las fuerzas rusas cayeran sobre un edificio en la ciudad de Níkopol.
A través de su canal de telegram, Lisak a precisado que «después del almuerzo, los racistas han atacado Níkopol con artillería pesada. Han atacado una empresa privada. Han matado a dos de sus empleados: una mujer de 51 años y un hombre de 50 años».
Asimismo, ha añadido que otro hombre de 49 años ha resultado herido por una mina, así como por metralla. «Ha sido hospitalizado en estado de gravedad moderada», ha contado, ilustrando la información con imágenes del edificio dañado.
Cabe mencionar que Níkopol, así como el resto de la región, han estado bajo el asedio de la artillería rusa casi a diario desde el inicio de la invasión. Recientemente se ha restablecido el suministro de agua para un tercio de los residente de la ciudad, después de que fuera interrumpida como consecuencia del ataque sobre la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka.