El periodista estadounidense Tucker Carlson ha afirmado en una entrevista con el ‘podcaster’ Lex Fridman que, antes de su viaje a Moscú, sus abogados le advirtieron de que podría ser arrestado dependiendo de su trato con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
En concreto, Carlson expresó que «dependiendo de las preguntas» que le hiciera a Putin, «podría ser arrestado o no».
«Tuve otra llamada con un abogado jefe y me dijo: ‘Bueno, mira, mucho dependerá de las preguntas que le hagas a Putin. Si te ven demasiado amable con él, podrían arrestarte cuando vuelvas [a Estados Unidos]'», indicó. Por ello, también agregó que esta la descripción de «un país fascista».
Por otra parte, Carlson insistió en que no le preocupaba en absoluto su seguridad en Rusia. «No sentí ni una pizca de preocupación durante los ocho días que estuve allí», precisó.
Asimismo, el periodista reveló que durante su estancia en territorio ruso era vigilado por los servicios de espionaje estadounidenses, que filtraron a los medios de comunicación información sobre su reunión con el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. y de la CIA Edward Snowden, que vive asilado en Rusia.
«Estaba siendo intensamente vigilado por el Gobierno de EE. UU.», aseveró el expresentador de Fox News, agregando que Snowden le había pedido no difundir información sobre la reunión, por lo que no se lo dijo «a nadie».
«[El portal] Semafor publicó este artículo sobre la información que obtuvieron de las agencias de inteligencia de Estados Unidos […] en un país supuestamente libre, publican este artículo diciendo que me había reunido con Snowden como si fuera un crimen o algo así», continuó.
«El hecho de que filtren información contra mí, de que los servicios de inteligencia de Estados Unidos participen activamente en la política y los medios de comunicación estadounidenses, es algo inaceptable. Eso hace imposible la democracia. No se puede defender eso», criticó Carlson.
Cabe destacar que, entre otras cosas, el periodista expresó que al público estadounidense se le miente descaradamente sobre el conflicto en Ucrania.
A su juicio, no solo pasa con la narrativa de una supuesta victoria ucraniana, sino también en los detalles más sutiles de la confrontación, debido a «los medios de comunicación que realmente solo sirven a los intereses del Gobierno de EE. UU.».
«Supongo que el nivel de mentiras al respecto estaba empezando a volverme loco», explicó, agregando que decidió hacer la entrevista con Putin para «hacer llegar más información a Occidente, para que la gente pudiera tomar sus propias decisiones».
Además, Carlson aseveró que las sanciones antirrusas solo perjudican a Estados Unidos. «Son las sanciones que cambiarán para siempre EE. UU., nuestro nivel de vida, la forma en que funciona nuestro Gobierno. Eso, más que cualquier otra cosa en mi vida, arruinó a Estados Unidos. Imponer esas sanciones de la forma en que lo hicimos fue una locura», lamentó.
En adición, expresó que, mientras que Moscú, «exactamente dos años después de las sanciones, totalmente aislada de los sistemas financieros occidentales, expulsada de SWIFT», es una ciudad «bonita», donde no hay «pintadas», «vagabundos», «gente consumiendo drogas en la calle» ni «basura en el suelo» y todo está «totalmente ordenado», en EE. UU. se ven todos estos problemas.
En este sentido, dijo: «[lo que vi] no me hizo amar a Putin, me hizo odiar a mis propios líderes, porque crecí en un país que tenía ciudades como esas, que eran ciudades agradables que eran seguras, y ya no tenemos eso», concluyó.