Caracas. – La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dio a conocer este lunes, el fallecimiento, a sus 76 años, de su ex primer vicepresidente, Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, muy recordado por su férrea postura contra la tiranía chavista.
Nacido en 1949, ordenado sacerdote el 19 de abril de 1975, y obispo en mayo de 1990, Moronta ejerció buena parte de sus funciones en la Diócesis de Los Teques, estado Miranda. Durante 25 años, hasta 2024, sirvió como arzobispo de Táchira, cuando en medio de problemas de salud fue sustituido por monseñor Lisando Alirio Rivas.
De allí, pasó a retiro como Obispo Emérito de la diócesis en noviembre del 2024, pero se mantuvo como primer vicepresidente de la CEV.
La Diócesis, vía redes sociales, indicó que se han decretado tres días de duelo en toda la Iglesia local, y “se ordenó redoblar las campanas como signo de luto”, además “de izar la bandera pontificia a media asta en todas las parroquias y entes eclesiales de la región”.
Su velatorio será durante tres días consecutivos en la catedral de San Cristóbal, como parte del protocolo establecido para honrar su legado pastoral.
Cabe señalar, sin embargo, que medios a favor del chavismo recuerdan que desde 1996 Mario Moronta expresaba su apoyo a la lucha social que llevó a Hugo Chávez, aunque en el último tiempo aumentaron sus críticas al narcorégimen de Nicolás Maduro.
Los fieles recuerdan uno de sus últimos discursos, durante la misa del Santo Cristo de la Grita, en la cual proclamó: «un verdadero católico no persigue a sus hermanos porque piensen de manera diversa… y lo vuelvo a repetir», mensaje que arrancó sonoros aplausos.
Se convirtió en una de las principales voces que denunció violaciones a los Derechos Humanos y persecución de jóvenes acusados falsamente como «terroristas» por la Fiscalía y la policía política.
«¿Por qué no se persiguen a los irregulares que invaden nuestros campos y a los mafiosos que esclavizan a tantos adolescentes y hacen negocio con el narcotráfico y la trata de personas?», fue otro de los reclamos públicos, que generó molestias en el narcochavismo.
Pero, ahora, tras su repentino deceso, la CEV convocó a los fieles a elevar oraciones por su descanso eterno y reconoció su “servicio generoso, fiel y comprometido con la misión evangelizadora de la Iglesia en Venezuela”.
Oriana Aranguren estudia Ciencias Fiscales, mención Aduanas y Comercio Exterior, y es cofundadora del capítulo Ladies of liberty Alliance (LOLA) Caracas, desde donde se promueve el liderazgo femenino en el movimiento libertario. También, es Coordinadora Nacional de EsLibertad Venezuela.
“la autoridad sobre el niño no debe ser vista como propiedad ni como mandato, sino como una custodia temporal orientada a cultivar la futura autonomía del menor, una que debe concebirse como una forma de custodia funcional y revocable, cuyo único fin es permitir que el niño alcance su autonomía lo antes y mejor posible”
Oriana Aranguren
Una de las contadas falencias de la teoría liberal y/o libertaria es que es una filosofía para adultos, en el sentido en el que pretende resolver problemas o conflictos de personas que tengan sus facultades de juicio bien desarrolladas, o la madurez que solo se alcanza con el tiempo, dejando poco o nada de teoría para solucionar asuntos que competen a los infantes. En este marco, entonces, me propongo en este ensayo crear una especie de guía para una teoría libertaria sobre la infancia y la libertad, dejando en claro que, puesto que es un tema que podría dar para un libro entero —quizá lo haga en un futuro, porque es de los temas que personalmente me interesa mucho—, esto no pretende ser una teoría irrefutable, absoluta, sino más bien una guía que puede permitir a otros abordar el asunto de forma robusta, teniendo una brújula y un mapa que les sirva en el camino al desarrollo teórico.
Asimismo, para no hacer esto muy largo y fácil de leer, dividiré el tema en 5 partes, las cuales permitirán construir una teoría coherente sobre la infancia, en la que la autoridad sobre los niños sea compatible con los principios de libertad individual, propiedad de sí, y derechos negativos. La primera parte abordaré el tema sobre el vacío del liberalismo sobre la infancia y la libertad; en la segunda parte, tocaré el tema de la ética del cuidado y los límites morales de la autoridad parental; en la tercera, daré las bases, groso modo, para una teoría jurídica de los derechos del niño; luego, en la cuarta parte, hablaré de las implicaciones para la educación y la formación del juicio crítico; y termino por hacer una propuesta institucional para una pedagogía libertaria y emancipadora —este último ligado un poco a la educación, porque, a mi juicio, tiene mucho que ver en este tema—.
Con esto en mente, comencemos la primera parte.
El gran vacío teórico del liberalismo sobre la infancia
En el liberalismo clásico y el libertarismo, el individuo es visto como un ser racional, autónomo y propietario de sí mismo —podemos verlo desde Locke hasta Rothbard, quienes ven la libertad como la no interferencia en las decisiones del individuo, y la legitimidad del poder se supedita al consentimiento explícito o implícito de quien lo recibe, en donde el sujeto político siempre aparece como un adulto racional, capaz de tomar decisiones por sí mismo—. Sin embargo, esta concepción —a veces un tanto mítica— tropieza con una figura incómoda, casi olvidada, que desafía todos sus supuestos: el niño, en la medida en que estos no son plenamente racionales, no pueden consentir válidamente, no poseen autonomía funcional, y no obstante son sujetos sobre los cuales se ejerce autoridad legítima.
Así, entonces, el liberalismo puede que esté partiendo de una ficción metodológica —el individuo ya formado—, o al menos incompleta, para hacer sus propuestas. Si bien puede que la misma sea útil para construir modelos normativos, está desconociendo —u oscureciendo, no mostrando— la realidad biográfica y psicológica de los seres humanos, que es el hecho de que todos nacemos dependientes y vulnerables. Por tanto, la infancia representa un problema teórico de primer orden para el liberalismo, porque, ¿Cómo se justifica la autoridad parental, la educación obligatoria o la exclusión del niño de los pactos sociales, sin traicionar sus principios fundamentales sobre el “individuo”? Desde nuestro espectro ideológico, en su mayoría, no se ha explicado cómo se pasa de la infancia a la ciudadanía plena —aunque algunos se han centrado en la educación libre, no obligatoria, como necesaria para el buen desarrollo del niño y el individuo, no lo han hecho con intención de tratar el asunto directamente, si no, nuevamente, por temas de moralidad y el respeto al proyecto de vida de adultos, o de padres hacia sus hijos, olvidándose de estos últimos, en cuanto ser individual—. No se ha formulado con claridad quién tiene autoridad sobre los niños, por qué, hasta cuándo, y con qué límites, dejando asa zona a la tradición, a la costumbre, o al Estado —si es que cabe en ello—, generando muchas veces polémicas[1] o contradicciones que aún no ha resuelto.
La autonomía, el consentimiento y la fragilidad de la infancia
Para comenzar con las bases, estimo necesario aclarar que la autonomía no es un código binario de sís y nos —sí/no—, sino un continuo, por lo que la pregunta no debería ser si los niños son autónomos, sino cuánto, cuándo, en qué ámbitos y con qué condiciones empiezan mostrarse más maduros. Es decir, ¿Qué criterios definen la madurez? ¿Quién los evalúa? ¿Cómo evitar que esa excepción se convierta en excusa para la dominación arbitraria de, por ejemplo, por ser los más directos, los padres? Estas preguntas son importantes si recordamos que desde el libertarismo se defiende que se ha de respetar la capacidad de dirigir la propia vida de cada individuo sin coacción externa, por lo cual cabe preguntarse, ¿En qué nivel el infante o adolescente puede dirigir su vida y, en consecuencia, en qué grado ha de respetarse dicha condición?
Otro punto a tener en cuenta es que los niños no pueden consentir válidamente muchas de las cosas que los adultos sí pueden: contratos, relaciones sexuales, votaciones, transacciones económicas, lo cual genera una paradoja: nosotros defendemos que la imposición sin consentimiento es ilegítima, pero al mismo tiempo se avala múltiples formas de autoridad sobre seres que no pueden consentir aún —y si el consentimiento es el mecanismo que legitima el poder, entonces puede que estemos hablando, partiendo de estas premisas, de poderes ilegítimos—[2]. Por tanto, sin una teoría libertaria del desarrollo del niño, la tutela puede fácilmente derivar en dominación, e incluso justificar abusos físicos, psicológicos o epistémicos bajo el pretexto de “protección” o “educación”.
La autoridad como custodia
A este respecto, creo que podríamos comenzar a dilucidar la cuestión si partimos de la idea de que la autoridad sobre el niño no debe ser vista como propiedad ni como mandato, sino como una custodia temporal orientada a cultivar la futura autonomía del menor, una que debe concebirse como una forma de custodia funcional y revocable, cuyo único fin es permitir que el niño alcance su autonomía lo antes y mejor posible. En este sentido, dicha custodia no sería un derecho absoluto, sino una delegación derivada del derecho del niño a alcanzar su plena libertad, implicando lo siguiente: (1) la autoridad parental queda justificada por la incapacidad temporal del niño, no por tradición ni biología; (2) el niño es un sujeto de derechos desde el nacimiento —o desde la concepción; ya eso es un debate para otro día y no compete a este texto—, aunque no tenga aún plena agencia; (3) todo ejercicio de poder sobre el niño debe estar orientado a su empoderamiento progresivo, no a su domesticación; y (4) en lugar de ver al niño como un “no-ciudadano”, lo vemos como un ciudadano en desarrollo, cuyo cuerpo y mente deben ser respetados como semillas de una libertad futura que ya tiene valor moral en sí misma.
De este modo, al redefinir la relación entre adultos y niños bajo el concepto de una custodia orientada a la emancipación, logramos resolver la aparente paradoja que la infancia presenta al liberalismo, porque la autoridad sobre el infante ya no se fundamenta en una ficción de propiedad o en una tradición arbitraria, sino en el deber de cultivar la libertad futura de un individuo —el poder está puesto al servicio de su desarrollo—.
Asimismo, la autoridad parental queda legitimada por la fidelidad al mandato de los representantes por empoderar al infante hasta que pueda consentir por sí mismo, como un ciudadano libre y soberano, por lo cual no depende del consentimiento del infante, sino de su fidelidad al mandato de empoderarlo hasta que pueda consentir por sí mismo, como un ciudadano libre y soberano.
Continuará…
[1] Tan solo vean el caso de Rothbard hablando de los derechos del niño y la posibilidad de que los padres puedan comerciar con ellos, en su obra: “La ética de la libertad”, capítulo 14.
[2] En su momento, Rothbard sostuvo que los niños son personas con derechos negativos, y que los padres no los poseen como propiedad, sino que tienen un contrato implícito de tutela hasta que el niño sea capaz de ejercer su autogobierno[2]. Pero en ningún momento desarrolla con claridad el cómo medir esa capacidad, ni qué límites tiene la autoridad paterna sobre el niño, cayendo nuevamente en el vacío.
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha vetado por decreto en la madrugada de este lunes las tres leyes que daban beneficios a los jubilados aprobados por el Congreso el jueves 10 de julio, alegando «graves deficiencias técnicas» y «un afán de evitar que «el Gobierno caiga en viejas prácticas inconducentes».
«La sanción de los proyectos de ley en examen implica la aprobación de gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que conllevaría que, para su eventual cumplimiento, el Gobierno caiga en las viejas prácticas de la emisión monetaria sin respaldo, el aumento de impuestos o el endeudamiento, recetas que, luego de más de 100 años de historia, ya han sido probadas inconducentes», reza el decreto 534/2025 firmado por Milei y publicado en el Boletín Oficial.
Asimismo, el mandatario argentino ha alegado «graves vicios reglamentarios» en la aprobación de las leyes en el Senado y «graves deficiencias técnicas», así como una previsión de financiamiento «manifiestamente insuficiente».
De esta forma, ha impedido la aprobación de tres leyes que aumentaban las pensiones, reinstalaban la moratoria de la jubilación —que permitía a personas que alcanzaban la edad requerida, pero no contaban con 30 años de cotización acceder a una jubilación— y dotaban de nuevas pensiones no contributivas a personas con discapacidad.
Las normativas, de haber entrado en vigor y según el propio Milei, supondrían un gasto adicional de más de USD$ 5.17 millones en 2025 y más de USD$ 12.5 millones en 2026, suponiendo, respectivamente, el 0,9% y el 1,68% del PIB, así como un incremento del 6% sobre el gasto previsto.
Las fuerzas de EE. UU. y Armenia tienen previsto realizar una serie de maniobras militares conjuntas entre los días 12 y 20 de agosto, según ha informado este sábado el propio Ministerio de Defensa armenio.
Las actividades, que se desarrollarán en territorio armenio bajo el nombre ‘Eagle Partner 2025’, contarán con la participación de las Fuerzas Armadas de Armenia, el Ejército de EE. UU. en Europa y África y la Guardia Nacional de Kansas.
El objetivo de los mismos es «preparar y ejecutar las operaciones de mantenimiento de paz», además de realizar simulacros de evacuaciones médicas. También, permitirá mejorar la interoperabilidad de las unidades e intercambiar prácticas de control y comunicación táctica.
Cabe señalar que estas maniobras tendrán lugar a pesar de que Rusia es uno de los principales aliados de Armenia, unas relaciones que se han deteriorado durante los últimos años a medida que Ereván registra un acercamiento a países más occidentales.
El Gobierno de Costa Rica ha solicitado este sábado a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, que ponga en pausa los aranceles anunciados este pasado jueves mientras continúan las conversaciones acerca de estos gravámenes, a fin de aliviar la preocupación de los exportadores costarricenses y de diseñar una estrategia que permita al país centroamericano hacer frente a este «reto».
«Costa Rica, al igual que otras 184 naciones del mundo, se ve afectada por la reciente decisión del Gobierno de EE. UU. de imponer aranceles a los bienes exportados a ese mercado. Si bien el arancel del 10% correspondiente a nuestras exportaciones es el mínimo, somos conscientes de las preocupaciones que le genera a nuestro sector exportador», ha expresado el ministro de Comercio Exterior del país, Manuel Tovar, en un comunicado en el que ha apelado a «la confianza y la serenidad» de sus «socios» norteamericanos «durante este espacio de diálogo positivo».
Así las cosas, desde Comercio Exterior han solicitado a las autoridades estadounidenses «una pausa en la implementación del incremento arancelario mientras continúan las negociaciones correspondientes», de tal forma que el equipo ministerial pueda trasladar a los representantes del sector productivo y exportador toda la información relativa al «alcance y origen de la medida adoptada por EE. UU.».
Entretanto, el Ejecutivo de Costa Rica ha asegurado que continuará trabajando en la defensa de los intereses del país, la mitigación de los efectos de esta decisión y la protección de la competitividad de las exportaciones nacionales.
En la misma línea, Tovar ha señalado que —en respuesta a una petición de Presidencia— su equipo está trabajando ya en el análisis del contenido y alcance de la resolución adoptada por Trump, así como en la coordinación de «una estrategia para atender este reto y procurar restablecer las condiciones de mercado previas» a la misma.
A este fin, Costa Rica ha emprendido hasta la fecha «acciones puntuales» como la creación de un equipo interinstitucional de alto nivel, la apertura de canales de diálogo con el sector exportador, la intensificación —«de manera muy constructiva»— de las conversaciones con EE. UU., o la diversificación de mercados «con el fin de promover una mayor inserción de nuestra economía en el mundo».
«Tal es el caso de los acuerdos con Ecuador, los Emiratos Árabes Unidos, las negociaciones en curso con Israel, así como las discusiones para sumarnos al acuerdo transpacífico CPTPP, por citar algunos», ha ejemplificado el ministro.
Cabe señalar que este reclamo llega después de que Donald Trump anunciase este jueves la imposición de nuevos aranceles a decenas de socios comerciales que incluyen un mínimo global del 10% y gravámenes a partir del 15% para aquellos países que tengan superávit comercial con el país norteamericano.
Así lo declaró en una orden ejecutiva que mantiene sin apenas cambios las tasas básicas para muchos de los socios comerciales.
El texto, difundido por la Casa Blanca, incluye una lista de casi 70 países, además de la Unión Europea, a los que se aplicarán aranceles específicos que oscilan entre el mínimo de 10% y el 41%, como es el caso de Siria.
Aquellos estados que no figuren en el listado tendrán un gravamen predeterminado del 10% y todos entrarán en vigor —salvo excepciones— el próximo 7 de agosto, según se lee en el decreto firmado por Trump pocas horas antes de la fecha límite original del 1 de agosto.
El senado de EE. UU. ha aprobado este sábado el nombramiento de la exjuez y expresentadora de Fox News, Jeanine Pirro, como fiscal del distrito de Columbia en Washington D. C., lo que la convierte en la principal fiscal federal de la capital estadounidense.
Pirro, que ya desempeñaba el cargo de manera interina desde principios de mayo, ha salido refrendada por 50 votos a favor y 45 en contra, en el marco de las múltiples votaciones que tendrán lugar este fin de semana en la Cámara Alta para la aprobación de cargos de la Administración Trump.
Cabe señalar que la expresentadora llegó al cargo tras el reemplazo de Ed Martin, quien perdió el apoyo de los republicanos, lo que supuso no poder ser designado en el Senado. Trump alabó ya en mayo su currículum profesional y su trayectoria televisiva.
«Jeanine fue fiscal adjunta del condado de Westchester, Nueva York, y posteriormente se desempeñó como jueza del condado y fiscal de distrito, donde fue la primera mujer elegida para dichos cargos», mantuvo entonces el mandatario norteamericano.
Igualmente, sostuvo que ha sido «una firme defensora de las víctimas», como demuestra su «pionera» oficina contra la violencia doméstica en su fiscalía.
Trump destacó también la carrera de Pirro ante las cámaras de Fox News, en donde ha presentado su propio programa durante diez años —Justicia con la juez Jeanine— y, hasta su nombramiento, el programa de ‘The Five’, «uno de los programas de mayor audiencia de la televisión».
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