A nivel global, ha ido creciendo el descontento en relación a las medidas de confinamiento utilizadas para ralentizar la propagación del coronavirus. En Europa, le han pedido a los ciudadanos durante meses permanecer en sus hogares, y algunas naciones han implementado políticas estrictas de cuarentenas forzadas lo que ha generado protestas a lo largo del continente.
En la capital de Dinamarca, Copenhagen, una efigie de la primera ministro, Mette Frederiksen, fue incendiada durante las protestas anti confinamientos que se dieron en el país. Alrededor de su cuello colgaba un mensaje que se decía “ella debe y debería ser asesinada”.
Las manifestaciones contaron con la participación de alrededor de mil personas, de las cuales cinco fueron detenidas por haberse tornado violentas, según declararon las autoridades; de las cuales tres fueron acusadas por violencia o amenazas de violencia en contra de los oficiales.
Entre las consignas destacaba el grito “Libertad para Dinamarca”. El grupo responsable de esta convocatoria se hace llamar “Men in Black” (hombres de negro).