Por Isaac Parra, coordinador local de EsLibertad Venezuela y Fellow Content Creator de FEE en español.
Si hay algo que no le deseo a nadie — excepto a los responsables de la catástrofe venezolana— es amanecer, no un día, sino años, con la incertidumbre de no saber qué vas a comer hoy, mucho menos los próximos meses, porque tus ahorros o el dinero que cae en tus manos desaparece como ceniza por culpa de la inflación. Afortunadamente, el mercado siempre ofrece soluciones a todos los problemas.
En algún punto vivir la crisis de Venezuela te da la claridad de que las intervenciones del Estado en todos los aspectos de la sociedad, y especialmente en la economía, no traen nada bueno.
Ante este desahucio, las únicas esperanzas están en soluciones al margen de la legalidad. Tal es el caso de la dolarización de facto que se ha experimentado en los últimos 5 años, donde la desobediencia civil ha llevado al régimen a someterse a las fuerzas del mercado, de alguna forma liberalizando los controles de cambio.
Sin embargo, hay que hacer honor a la verdad y señalar que la dolarización no es sostenible. Entre otras inconveniencias para el individuo, como la escasez de billetes o el acceso limitado a las plataformas digitales, y a nivel macroeconómico, las deudas con entidades financieras; la más importante es que el dólar y el bolívar tienen los mismos problemas estructurales, y esto se está comenzando a ver en la economía Estadounidense con la crisis del Silicon Valley Bank.
Por lo tanto, es necesario verle la otra cara a la moneda y buscar una solución que escape de estos problemas estructurales. La mejor solución hasta ahora parecen ser las criptomonedas y la tecnología Blockchain que se escapan del control gubernamental. Si bien no necesitas saber cómo funciona el motor de combustión para manejar un auto, siempre es bueno tener una idea básica de cómo funciona. Así que antes de contarte acerca de sus usos específicos, te dejo un video que explica cómo funciona blockchain.
Cómo puedes ver en el video, el diseño de las criptomonedas ataca el principal síntoma de la crisis estructural que enfrenta Venezuela, la inflación o en este caso particular, la hiperinflación, mientras ofrece una vía para atraer recursos del extranjero que ayuden recuperar fuerzas productivas.
Es por esto que Venezuela se encuentra en el top 3 en la adopción de Bitcoin e incluso el algún punto fue número 1 en volumen de transacciones.
Entre sus beneficios están:
- Permiten a cualquiera proteger sus ahorros y hasta hacerlos crecer en el largo plazo, sin necesidad de enfrentarse a los engendros de la burocracia y la centralización.
- Permiten realizar compras en línea y pagar servicios que suelen estar bloqueados para Venezuela. Lo cual le facilita a los pequeños emprendedores importar tanto mercancías a mejores precios y como bienes de capital para ser más productivos. Esto es especialmente notable en tiendas de tecnología, y algún que otro puesto de comida de jóvenes emprendedores.
- Facilitan las transferencias internacionales, reduciendo los costos por tarifas y las demoras, evitando las restricciones cambiarias. Permitiendo a venezolanos recibir remesas de familiares en el exterior. De forma similar, los freelancers y trabajadores remotos las utilizan para recibir pagos de sus clientes y empleadores en el exterior.
Síntoma del éxito de esta tecnología en Venezuela es que se encuentran carteles de Bitcoin en las carreteras y calles de Caracas.
Si bien esto le ha generado a las criptomonedas bastante popularidad en los últimos años, también han surgido desafíos y riesgos asociados con su uso. Uno de los desafíos principales es la volatilidad del mercado y sus fluctuaciones de precio extremas que pueden afectar negativamente a los inversores (a corto plazo) y a la confianza en la moneda digital. Sin embargo, a medida que este ecosistema ha madurado, se ha notado que el riesgo de esta fluctuación ha disminuido.
Por otro lado, aunque Venezuela ha estado entre los países con la mayor adopción de criptomonedas, sigue siendo limitada. Para 2021, 3 mil negocios aceptaban criptomonedas como medio de pago; —anecdóticamente, puedo decir que el 70% de las tiendas de tecnología (o al menos las más grandes) aceptan criptomonedas—. Por lo que la mayoría de su utilidad en la vida cotidiana por el momento se limita a ser pasarelas de pago internacionales y una reserva de valor a largo plazo.
La buena noticia es que estos desafíos ya están siendo superados con diferentes mecanismos de resolución de conflictos —puede ver aquí algunos ejemplos de contratos inteligentes que ofrecen garantías—, así como también, aquellas que disminuyen el riesgo de fraude.
En la medida que se den a conocer y se implementen soluciones para estos desafíos, es muy probable que las criptomonedas se conviertan en una parte cada vez más importante, incluso esencial, del sistema financiero global, especialmente en aquellos mercados capturados por los abusos del Estado como Venezuela.