La desregulación de la internet satelital permitiría la adecuación de la legislación argentina al marco internacional. La compañía del magnate Elon Musk planea asentarse en el país, junto con otros destinos de la región que aún no fueron alcanzados.
El decreto de desregulación firmado por el Presidente Milei abre al país a la inversión internacional, dando un marco de reglas de juego más estables y convencionales, en línea con los estándares internacionales.
Y en particular, el decreto incluye la desregulación del sistema de internet satelital, lo cual permitirá avanzar en la llegada al país de la empresa Starlink que dirige el magnate Elon Musk. Se trata de una de las empresas tecnológicas de internet de banda ancha más importantes del mundo, y muchos de sus servicios son pensados con estándares de bajo costo para su universalización. Esto fue particularmente exitoso en muchos países africanos.
Hasta ahora, la empresa no había podido ingresar en el país debido a que la regulación argentina obligaba a acordar un previo acuerdo con ARSAT, la empresa estatal que creó el kirchnerismo en 2006. Si se ratifica el decreto del Presidente Milei, esta limitación dejará de tener vigencia y Starlink podría llegar a la Argentina en el año 2024.
De hecho, la Argentina figura en el sitio oficial de la empresa como uno de los destinos de desembarco para el año próximo, junto con otros destinos como Bolivia, Paraguay, Uruguay, Guyana y Suriname. Si se concretara este programa de cobertura, entonces únicamente Cuba y Venezuela (ambos bajo regímenes socialistas totalitarios) quedarían fuera de los servicios.
Una de las ventajas más prominentes que ofrece Starlink es su fácil acceso para las regiones rurales, algo especialmente relevante para un país como Argentina en donde el sector agropecuario representa un peso esencial en la vida económica.
Por otra parte, los servicios de Starlink se adaptan muy eficientemente a entornos en donde la densidad poblacional es relativamente baja, como ocurre en amplias regiones del interior del país en donde hoy los servicios de internet operan con dificultades.
Pero el servicio también ha probado su resiliencia en zonas urbanas, especialmente en los casos más recientes en Estados Unidos con una conectividad que compite contra las proveedoras más establecidas. De replicarse en Argentina, pone en riesgo el oligopolio de las telecomunicaciones que tienen empresas como el Grupo Clarín.