El presidente argentino, Javier Milei, pronosticó la víspera que, dentro de 100 días, la economía de su país estará «mejor» que ahora y «con menos inflación», a lo que sumó un posible efecto rebote derivado del levantamiento del cepo cambiario.
Al ser preguntado por Ámbito sobre el tema, Milei respondió: «Mejor que hoy, sin dudas; con menos inflación».
Consultado sobre el levantamiento del cepo cambiario, contestó que si se lograba superar ese escollo, «el nivel de actividad rebotará fuerte», al tiempo que las reservas internacionales estarán «mucho más altas» que en el presente.
Tras hacerse público el dato de inflación para precios mayoristas correspondiente al mes de febrero, Milei celebró el valor (10,2%) y lo comparó con la tendencia de esa variable hasta el mes de diciembre, que giró en torno al 50% mensual.
Posteriormente, se hizo eco de un post en el que se alude a un ajuste en el valor estimado de la inflación interanual al cierre de 2024, publicado por HSBC, que pasó de 210% a 176%, todavía bastante elevado.
HSBC
Fuerte ajuste de su previsión para la inflación 2024. Venía de 210% anual y ahora estima 176%. Informa que el proceso de desaceleración es importante.
Se eliminan las cláusulas que obligaban a las empresas a transitar por trámites completamente innecesarios y arbitrarios, cuyo único propósito era encarecer tanto las importaciones como los productos nacionales, en detrimento del bolsillo del consumidor.
El Gobierno sigue profundizando el proceso de desregulación para favorecer la competencia, y de esta manera hacer rendir mejor el bolsillo de la gente. La Secretaría de Comercio confirmó oficialmente la eliminación de la “Declaración Jurada de Composición de Producto (DJCP) ”, una decisión que beneficiará a millones de consumidores argentinos.
Esta regulación exigía a los fabricantes nacionales de productos textiles, así como también a los importadores de estos bienes, la presentación de información sobre la composición porcentual y el material de sus productos (cosas que ya estaban perfectamente detalladas en la etiqueta de los mismos y era redundante).
Se estima que solamente con esta regulación absurda, la industria textil absorbió costos equivalentes a los US$ 5 millones cada año, y alrededor de 1 millón de trámites registrados solamente en 2023. También se encarecieron artificialmente los precios de los productos importados.
En última instancia, todos estos costos fueron trasladados a los consumidores finales, que sufrieron una debacle inflacionaria sobre la indumentaria en mucha mayor medida que en cualquier otro rubro relevado en el IPC.
Los requisitos de información no servían para informar a los consumidores (nuevamente, era información que ya aparecía en la etiqueta de los productos), y tampoco para el Estado a los fines de poder recaudar o clasificar los productos en cuestión por razones de nomenclatura comercial. Se trataba de una regulación abiertamente absurda y carente de toda utilidad.
La resolución N° 49/2024 firmada por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, deja sin efecto las regulaciones normadas por las resoluciones N° 26/96, 850/96 y 404/16. Se verán abaratados los costos sobre una amplia gama de productos, entre los cuales se encuentran los insumos textiles (hilados y tejidos), las confecciones, y finalmente los insumos para la industria del calzado.
La criptomoneda más famosa del mercado volvió a sorprender con fuertes subas desde finales del mes de enero. Solamente en el último año acumuló un incremento de casi el 160% en dólares, principalmente explicado por las subas de febrero.
El Bitcoin registró un nuevo e histórico repunte que comenzó en la última semana del mes de enero, y se profundizó notoriamente a lo largo de febrero. La criptomoneda más popular del mundo rozó la barrera de los US$ 63.000 por unidad en el día jueves, anotando así una variación diaria positiva de casi el 0,3% frente a la jornada anterior.
Son los valores más elevados registrados desde noviembre de 2021, cuando la criptomoneda había alcanzado sus últimos récords. Llegó a un piso en torno a los US$ 16.800 dólares entre noviembre y diciembre de 2022, y desde ese momento desencadenó un nuevo ciclo alcista que perdura hasta el día la fecha.
Solamente en los últimos 5 días la cotización en dólares del Bitcoin se incrementó en un 18,6%, y hasta un 42,4% en el último mes. Con estos movimientos, la criptomoneda demostró un gran costo de oportunidad para todos los tenedores de dólares (y más aún considerando que la divisa cayó en la mayoría de los mercados alternativos con respecto al peso).
En los últimos 6 meses la cotización del Bitcoin se incrementó más de un 137% frente al dólar (partiendo de un piso de US$ 25.811 en el 1° de septiembre de 2023), y casi un 160% con respecto al 1° de marzo del año pasado.
El Bitcoin demoró casi 3 años en volver a alcanzar sus máximos históricos, y a partir de la presente recuperación podría volver a superarse a sí mismo, como lo hizo sistemáticamente desde su lanzamiento al mercado.
También se registraron subas semanales muy importantes sobre el Dogecoin (50%), Solana (23%), ETH (13%) y Tether (10%).
Todas las variables macroeconómicas del país sugerían una explosión hiperinflacionaria para finales del año 2023. Las medidas de emergencia tomadas por el Gobierno lograron evitar la debacle, y los desequilibrios poco a poco comienzan a ceder.
El Gobierno kirchnerista dejó plantada una hiperinflación que se hizo casi palpable en las primeras dos semanas del mes de diciembre, cuando los precios aumentaban a razón del 1% todos los días. Este ritmo tan violento de remarcaciones convalidaba una variación anualizada en niveles hiperinflacionarios.
La herencia económica del kirchnerismo fue una de las más dramáticas de la historia argentina, y puede resumirse en los siguientes aspectos: desequilibrio de las finanzas públicas (más de 5 puntos del PBI en conjunto con los intereses de deuda), un Banco Central quebrado con una deuda remunerada de 11 puntos del PBI, un déficit cuasi-fiscal por otros 10 puntos y una descomunal deuda comercial con importadores, y finalmente un gran problema de “sobrante de dinero” artificialmente reprimdio por medio de controles y poner el cepo cambiario.
A partir de este escenario caótico, el Gobierno del Presidente Javier Milei ordenó la ejecución de un programa de ajuste ortodoxo con el objetivo de contener el estallido. El INDEC dio a conocer que la tasa de inflación minorista correspondiente al mes de enero cerró en torno al 20,6% con respecto a diciembre del año pasado, y los precios llegaron a aumentar hasta un 254,2% en los últimos 12 meses.
Los precios de ciertos bienes y servicios llegaron a subir no menos de un 44% mensual, como por ejemplo los servicios de corte de pelo y algunos artículos de cuidado personal. Las tarifas de transporte aumentaron un 26% mensual, y este rubro destacó entre los aumentos.
El precio promedio de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó un 20,4% en enero (ligeramente por debajo del promedio general para el IPC), mientras que los precios de la indumentaria crecieron en un 11,9%, y los servicios de educación solamente aumentaron un 0,4% respectivamente (algo común para un mes de enero).
De no haberse instrumentado un profundo ajuste fiscal y monetario en tiempo récord, tanto la demanda de pesos como la dinámica de los precios habrían desembocado en la consumación de la tercera hiperinflación de la historia argentina. En el mes de enero se observó una ligera tendencia bajista con respecto al alza del 25,5% de diciembre, y más aún si se tiene en cuenta la tendencia estacional propia de enero.
Los desequilibrios macroeconómicos que dejó el kirchnerismo habrían convalidado una tasa de inflación mensual superior al 50% (una hiperinflación) de no haberse producido el proceso de ajuste. Esta vez, el gran esfuerzo que encabeza la sociedad tiene un horizonte por delante.
El Gobierno logró consolidar un superávit financiero (aún después de intereses) de por lo menos $1.206.985 millones en el mes de enero, denotando una estricta disciplina fiscal que el Ministro Caputo resumió como sencillamente innegociable.
Al mismo tiempo, el Banco Central bajo la tutela de Santiago Bausili logró acumular un saldo de divisas por US$ 6.000 millones de dólares desde el 10 de diciembre, consolidó la aceptación de los bonos BOPREAL como un instrumento para retirar pesos y desarmar la bomba de deuda comercial con los importadores, y finalmente se logró que la base monetaria estricta (reservas de encajes y circulante) permaneciera relativamente estable desde diciembre. Los aumentos de precios no tuvieron mayor convalidación monetaria, la inflación pierde el combustibleque necesita para seguir perpetuandose.
En el segundo día de sesiones, el oficialismo busca avanzar en un consenso para obtener la mayoría de los votos no solo en general, si no que también en particular para una serie de artículos clave.
Sesión del día 31 de enero 2024
Arrancada a las 10:00 am puntual, Unión por la Patria intentó evitar que comenzara la sesión pero La Libertad Avanza y sus bloques aliados consiguieron el quórum con 133 diputados y dieron inicio a un debate que podría tardar días.
El vocero presidencial ratificó las estadísticas de alta frecuencia que miden las principales consultoras privadas, y el dato definitivo para la inflación del mes de enero será dado a conocer por el INDEC el próximo 14 de febrero.
Comienzan a vislumbrarse los primeros registros correspondientes a la inflación del mes de enero. El vocero presidencial Manuel Adorni ratificó públicamente los pronósticos de las consultas, con lo cual es probable que los precios hayan aumentado alrededor de un 20% al cierre de enero, con respecto al mes anterior.
Existen por lo menos dos elementos importantes a destacar. En primer lugar, el Gobierno tuvo éxito a la hora de evitar la hiperinflación (definida oficialmente como un 50% de inflación mensual) debido a un arsenal de medidas de emergencia para contener el desastre económico que dejó el kirchnerismo y la gestión de Sergio Massa.
En segundo lugar, se observa una marcada desaceleración del ritmo de los aumentos de precios, a pesar de haberse eliminado los controles del Gobierno anterior. Esto no solo se aprecia con la variación mensual (que habría caído del 25% al 20% o al 16% entre diciembre y enero), sino fundamentalmente por la comparación intermensual de las dos últimas semanas del mes.
Inflación enero 4 semanas (falta esta que estamos transitando), acumula 16,4% mensual. A este ritmo no parecería que llegue al 20%. pic.twitter.com/BlB2njMvGk
Pese a todo esto, es muy probable que la tasa de inflación interanual (en comparación con los últimos 12 meses) siga aumentando hasta mediados de 2024, y muchas consultas sugiere que podría llegar a oscilar entre el 300% y el 400%, para luego derrumbarse nuevamente en la segunda mitad del año.
Es necesario volver a recordar la situación de partida del Gobierno actual, y es que los precios en las primeras dos semanas de diciembre aumentaban a razón del 1% todos los días, lo cual conducía a una dinámica que hubiera llevado a una tasa anualizada del 3.678%.
Esta es la caótica dinámica que el equipo económico del Presidente Milei logró evitar, una situación que sin lugar a dudas habría conducido al país a la disolución del tejido social y a niveles de pobreza estructural nunca antes vistos.
El impuesto hoy grava todos los autos 0km de más de 14 millones de pesos con un impuesto del 25%, mientras que Milei decretó subir este piso a 19 millones y bajar el tributo al 20%.
Gracias a un decreto que publicó el presidente Javier Milei este jueves a las 00 horas, la compra de autos cuyo valor es inferior a los 20.000 dólares dejará de estar gravada por el polémico «impuesto al lujo». Este tributo había generado enormes distorsiones de precios que habían puesto en jaque a los fabricantes de autos.
De esta manera, el Gobierno asegura que comprar un auto deja de ser un lujo en Argentina, y se corrige un error técnico, que no se había salvado durante el mandato de Alberto Fernández a propósito, que hacía que autos populares del mercado paguen un «impuesto al lujo».
Con la inflación que hubo en los últimos meses, todos los modelos del segmento chico y de entrada de gama quedaron afectados por este gravamen el 25% que impactaba en los 0km con un precio de venta al público a partir de los 14 millones de pesos.
Luego de la inflación del Massazo, ya no quedaban 0km por debajo de esa barrera, y la compra de cualquier auto nuevo entraba dentro de la categoría de «auto de lujo» por lo que quedaba alcanzado por el tributo que ascendía hasta el 25% para la categoría más baja.
Luego, los autos a partir de los $27 millones de pesos pagaban una tasa efectiva del «impuesto al lujo» del 50%, destruyendo completamente el mercado automovilístico. El problema es que estos valores se habían establecido en 2014, durante el gobierno de Cristina Kirchner, donde realmente solo afectaban a autos de alta gama, pero nadie actualizó las escalas y se terminó abarcando todos los autos 0km.
A partir de ahora, ningún auto por debajo de 19 millones de pesos pagará este impuesto. Luego, entre este valor y 36 millones de pesos (unos 35.000 dólares) pagarán una cuota de 20%; y la siguiente categoría, para valores mayores, pagará como máximo un tributo del 35%.
Se espera que bajen los precios de los 0km
Actualmente, todos los modelos del segmento chico tienen alguna versión impactada por el impuesto al lujo. Ellos son Fiat Cronos, Peugeot 208, Volkswagen Polo, Renault Sandero,entre los más populares. En estos casos, podría verse una reducción en su precio final de hasta el 25%.
En el segmento de SUV chicos pasa lo mismo. Volkswagen Nivus y T-Cross, Chevrolet Tracker, Citroën C4 Cactus, Fiat Pulse, entre otros, también pagan este impuesto actualmente y deberían ver una reducción del 25%.
En el caso de la gama media, modelos como Toyota Corolla Cross y Toyota Corolla, también están alcanzados por la medidaen su primera escala, por lo que se debería ver una caída en el precio, aunque también podría compensar la inflación esperada del 25% para enero y no modificarse su precio.
Luego, hay modelos que están alcanzados por la segunda escala, como es el caso del Volkswagen Taos o el Ford Territory, que pasarán de pagar un impeusto del 50% a uno del 20%, por lo que podrían ver una caída del 30% en su precio final.
El programa garantiza la disciplina fiscal, y al mismo tiempo apuesta por las políticas “del lado de la oferta” para estimular el potencial productivo del país. El gran objetivo del Gobierno será producir un giro de 180° en la cosmovisión de los impuestos que se pagan en Argentina.
El Gobierno del Presidente Javier Milei prepara la que posiblemente pueda ser la reforma tributaria más importante que se haya visto desde el retorno de la democracia. Y si bien todavía no se han dado a conocer los detalles de la misma, es casi un hecho que se verán afectados los principales componentes de la recaudación, pero también aquellos que no son representativos pero que generan grandes distorsiones en el funcionamiento de la economía.
Argentina mantiene una cantidad insólita de impuestos, tasas y contribuciones, pero lo cierto es que el grueso de la recaudación (aproximadamente el 90%) se concentra en los 10 gravámenes más comunes (Ganancias, IVA, impuestos al comercio exterior, contribuciones patronales, etc).
La reforma que lanzará el Gobierno de Milei hará foco en dos cuestiones fundamentales: reducir la presión tributaria efectiva como porcentaje del PBI de manera compatible con la disciplina fiscal, y por otra parte reducir drásticamente la proporción de los impuestos particularmente distorsivos como porcentaje de la recaudación total.
Argentina mantiene un nivel anormalmente elevado en ciertos impuestos que en el mundo o bien no existen, o bien se mantienen en niveles acotados por su gran distorsión sobre los mercados. Ejemplos de esto hay de sobra, pero pueden mencionarse las retenciones a la exportación, los derechos a las importaciones, el impuesto al cheque, el impuesto de Bienes Personales, y los impuestos al trabajo en blanco, entre muchos otros.
La reforma buscará reducir especialmente estos impuestos distorsivos, que perderán cada vez más terreno dentro de la estructura tributaria, hasta eventualmente ser eliminados por completo en muchos casos. Los cambios que propondrá el proyecto del oficialismo tendrían vigencia a partir del 1° de enero de 2025, dando así un margen prudencial para poder ajustar las finanzas públicas del Gobierno nacional en 2024.
Hasta ahora, las medidas impositivas del ministro Caputo se centraron en la generación de recaudación, tanto por la vía de los incentivos (efectos laffer) como por cuestiones de proactividad (hay impuestos que son se más fácil recaudación, y más aún en tiempos de emergencia).
El Gobierno resolvió una suba temporal hasta el 15% sobre las retenciones de economías regionales seleccionadas, y elevó la tasa del impuesto PAIS hasta el 17,5% respectivamente. Paralelamente, se modificó el régimen de Bienes Personales para favorecer el pago por adelantado (hasta 5 años), ofreciendo tasas reducidas y facilidades de pago. También se aprobó un esquema de rebajas programadas para este impuesto.
Todas estas medidas fueron necesarias para gestionar la crisis que dejó plantada el kirchnerismo y el proceso hiperinflacionario que ya estaba latente durante las primeras semanas de diciembre (los precios subían a razón del 1% cada día). La hiperinflación se evitó gracias al pragmatismo y la determinación que demostró tener el Presidente Milei a la hora de tomar decisiones difíciles, y muchas veces por fuera de los anhelos ideológicos ideales.
Este sábado 27 de enero «Impulsa Tu Economía» (ITE) llevará a cabo un taller de planificación financiera con el objetivo de que las personas, especialmente quienes viven dentro de Venezuela, adquieran el conocimiento y las herramientas necesarias para tomar mejores decisiones financieras.
Dado que el conocimiento financiero es de aquellos que no todos en la población dominan, ITE se propuso hacer accesible el mismo para que las personas tengan la capacidad de analizar, «organizar y planificar sus finanzas personales de forma efectiva, con el fin de alcanzar metas financieras especificas en el mediano-largo plazo y mejorar su posición financiera a nivel general en el futuro».
El taller tiene una duración aproximada de 03 horas, de 9:00am hasta las 12:00pm (GTM-4), y se dictará a través de Google Meet —virtual—. Sin embargo, quedan las puertas abiertas para hacer seguimiento de los participantes para que puedan afianzar el conocimiento y llevarlo a la práctica en su día a día.
(Instagram: @Impulsatueconomia
Además, los participantes contarán con material guía que los ayudará en el proceso de planificación de sus finanzas personales —y familiares—.
Cabe destacar que la cultura financiera de la sociedad venezolana es muy pequeña, en comparación a otros países, y que eso no les ayuda en la toma de decisiones en la precaria realidad que vive la población en el campo económico y político. Muestra de ello es el desconocimiento de algunos instrumentos financieros que si se pueden aprovechar en el país, a pesar de la crisis.
No obstante, el taller tiene plazas abiertas para aquellos que deseen aprender y se encuentren fuera del país, con los mismos beneficios[*].
[*] Si desea más información, puede visitar la cuenta de Instagram de la marca en: @Impulsatueconomia y dejar un mensaje.
La Argentina registró un infame récord mundial de inflación al cierre de 2023, oficialmente con un salto de precios en torno al 211% para un período de 12 meses. La gestión kirchnerista dejó montada una hiperinflación escondida en precios relativos artificialmente distorsionados y una fuerte represión financiera sobre el mercado cambiario.
El kirchnerismo abandonó el Gobierno dejando un triste récord histórico de inflación, que no solo fue la más elevada que haya registrado Argentina en 32 años, sino que además fue la más alta del mundo.
El INDEC confirmó que los precios minoristas medidos por el IPC se dispararon más de un 25% en diciembre, el último mes de la gestión de Massa, y al mismo tiempo la variación interanual con respecto del mismo período de 2022 arrojó un salto del 211,4%. No se veía algo ni remotamente similar desde 1991.
Oficialmente la tasa de inflación interanual de Argentina superó a la que tuvo Venezuela en el mes de diciembre (193% según estimaciones confiables), y por supuesto se separó cómodamente de los registros de cualquier país del continente. La inflación argentina se ubicó incluso por encima de la de Líbano (casi en un empate técnico en torno al 211%).
Pero la herencia del kirchnerismo no se limita a este escenario tan catastrófico, sino que además el brutal deterioro de los precios relativos y la represión artificial del tipo de cambio dejaron montada una virtual hiperinflación “escondida”y a la vuelta de la esquina. Precisamente la principal apuesta del Gobierno entrante fue evitar a toda costa el estallido de un proceso tan traumático y terrible como la hiperinflación.
De hecho, las primeras mediciones para el mes de diciembre arrojaban un salto de precios en torno al 1% por día, lo cual suponía una tasa anualizada con valores estratosféricos.
Tras las medidas adoptadas y el importante apretón monetario que llevó a cabo el Banco Central de Santiago Bausili, la hiperinflación pudo evitarse exitosamente, aunque la sociedad sigue atravesando un costo social muy doloroso en respuesta a los descalabros cometidos durante los últimos cuatro años.
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