Guillermo Cueto, ex-agente de la CIA, dijo en diálogo con Radio Mitre que el ataque hacia Cristina fue “un montaje”, destacando que el índice de fallo de la bala del arma usada para supuestamente cometer un magnicidio es de 0,0003%, por tanto, la razón por la que no ocurrió el suceso fue que la persona armada, en realidad, nunca cargó el arma. Algo extraño, porque el sujeto en cuestión ya tiene experiencia con el uso de armas, por lo que es poco probable que se le pasara ese detalle.
Ante los hechos, Cueto afirma creer que el sujeto “no estaba ahí para cometer un magnicidio, sino para hacer la apariencia de un magnicidio”. También dice creer que este montaje responde a “un movimiento político de personas con poder que planificaron toda la reacción social después del acto”, con el fin de compadecer los cargos de Cristina en la mente del pueblo argentino. Luego de las declaraciones, la Secretaría de Derechos Humanos presentó una denuncia contra el ex-agente por calificar el intento de magnicidio como “un montaje”, alegando que el mensaje de Guillermo Cueto busca “animar o estimular a la persecución o el odio contra Cristina Fernández de Kirchner y el sector político que ella representa”.