El abogado de inmigración, John de la Vega, explicó a través de su espacio semanal, La Hora del Inmigrante, las nuevas medidas implementadas por el gobernador republicano por el estado de la Florida, Ron DeSantis, para evitar que la inmigración ilegal siga aumentando en su localidad.
La lista de fracasos de Biden es larga y crece cada día
Para muchos, la elección de Joe Biden representaba una vuelta a la normalidad, la moderación, la unidad y la competencia. Por desgracia, su presidencia solo ha dado paso a la hiperdivisión, la política inmoderada, la venalidad y la asombrosa incompetencia. La lista de fracasos de Biden es larga, y crece cada día. Pero aquí están los puntos más destacados de esa lista.
El primero, por supuesto, es la desastrosa retirada de Afganistán. Biden retiró nuestras tropas antes de sacar a nuestros civiles, titulares de tarjetas verdes y aliados, y luego tuvo que volver a enviar tropas para ayudarles a salir. Pero incluso entonces, Biden no consiguió sacar a todo el mundo, a pesar de haberlo prometido. Y además de dejar varada a la gente, la evacuación dejó en manos de los talibanes armas, vehículos y equipos por valor de miles de millones de dólares, abandonó una base estratégica en la lucha contra el terrorismo y permitió la liberación de terroristas duros encarcelados.
Otro desastre de Biden ocurrió en la frontera sur. El número de inmigrantes ilegales que entraron en el país este año, todo por la negativa de Biden a hacer cumplir nuestras leyes de inmigración, es impresionante. Esa cifra incluye a miles de los llamados solicitantes de amnistía, que generalmente son liberados en el país con la orden de que se presenten a una audiencia en un futuro lejano, una orden que a menudo se ignora. También incluye a personas no vacunadas o infectadas con COVID-19, así como a miembros de bandas, narcotraficantes, traficantes de sexo e incluso personas incluidas en listas de vigilancia por terrorismo. El deber principal del presidente es “velar por la fiel ejecución de las leyes”. Biden no lo ha hecho deliberadamente. Eso es un delito impepinable.
Junto a estos dos desastres está el de la inflación. Los precios están subiendo vertiginosamente, sin fin a la vista. Encima de lo que ya supone un cruel impuesto a los pobres y a los que tienen ingresos fijos, Biden quiere gastar billones más, lo que solo hará que la inflación sea aún peor. Además, la economía está sufriendo cuellos de botella en la cadena de suministro, con barcos que esperan semanas para llegar a los puertos, y una escasez de trabajadores y camioneros para ocuparse de ellos una vez que llegan.
Una de las principales causas de la actual inflación son los altos precios de la energía, producto de las políticas energéticas de Biden. Al asumir el cargo, Biden canceló inmediatamente el oleoducto Keystone XL, que habría dado empleo a unas 11.000 personas. El petróleo que habría llegado a través del oleoducto seguirá entrando, aunque por medios más costosos y contaminantes (camiones y ferrocarril). Al mismo tiempo, Biden dio su aprobación al oleoducto Nord Stream de Rusia a Alemania. Al mismo tiempo que restringía la producción nacional de petróleo y gas, lo que provocaba un aumento de los precios del gas y la calefacción, Biden pedía a la OPEP y a Rusia que suministraran más petróleo y gas para reducir esos precios.
Biden ha adoptado plenamente la política de identidad en la burocracia federal. Muchos de sus nombramientos han sido seleccionados en función de su raza, sexo, condición LGBT, etc., y no porque fueran las personas más cualificadas disponibles. Biden también ha restablecido la formación en teoría racial crítica para los empleados federales. De este modo, su administración refuerza, en lugar de refutar, las mentiras venenosas que ahora se extienden por nuestro sistema educativo y en el cuerpo político.
Otro fracaso de Biden ha sido su mala gestión de la pandemia del COVID-19. Biden heredó el enorme beneficio de las vacunas contra el coronavirus producidas por la Operación Warp Speed de la administración Trump. Su respuesta a la pandemia de COVID a partir de entonces se ha caracterizado por frecuentes retrocesos en sus políticas. El más reciente de ellos es la orden inconstitucional de los mandatos de vacunas, una medida que, anteriormente, el presidente dijo que nunca haría. Como resultado, el país se enfrenta a la dimisión y el despido de policías, bomberos, personal sanitario y de las fuerzas armadas. Peor aún es que, a pesar de la disponibilidad de las vacunas, han muerto más personas por COVID-19 durante la presidencia de Biden que durante la de Trump.
Biden ha politizado a fondo la aplicación de la ley federal. Su Departamento de Justicia no trata por igual a los delincuentes. Ha impuesto duros castigos y largas detenciones previas al juicio a los que el 6 de enero irrumpieron en el Capitolio, pocos de los cuales cometieron actos de violencia o destrucción de la propiedad. A lo sumo, eran culpables de allanamiento y obstrucción de un procedimiento gubernamental, delitos que han sido cometidos con frecuencia por grupos de izquierda (recordemos, por ejemplo, las audiencias de Kavanaugh). Contrasta el tratamiento de los acusados del 6 de enero con, por ejemplo, el tratamiento del DOJ a los alborotadores de Antifa y BLM que intentaron quemar un juzgado federal en Portland, un delito federal mucho más grave. Y ahora el DOJ ha dirigido su atención a los padres que se quejan de que las escuelas racializan y sexualizan a sus hijos.
El ejército ha sido igualmente politizado bajo la administración Biden. Su función es ser una amenaza letal para los adversarios extranjeros, no un partidismo político o un experimento social de ideas de woke. Pero los generales y almirantes a cargo saben que la administración Biden es esclava de la política de identidad; así que, para promover sus carreras, introducen conceptos woke en el ejército a expensas de su función básica. Y con respecto a esa función básica, Biden —a la vez que respalda importantes aumentos del gasto en muchos programas nacionales— ha dejado al ejército con un presupuesto reducido, en términos de poder adquisitivo. Al mismo tiempo, nuestros adversarios hacen sonar sus sables.
Por último, merece la pena comentar el carácter de Biden. Biden es propenso no solo a embellecer la verdad, sino a mentir descaradamente. Su campaña mintió sobre el portátil de su hijo Hunter, diciendo que los informes bien fundamentados sobre su contenido eran desinformación rusa. Mintió sobre los negocios de Hunter, incluido el posible tráfico de influencias, con los chinos. Mintió sobre lo que dijo Donald Trump en relación con las protestas de Charlottesville. Mintió sobre Kyle Rittenhouse, afirmando que el adolescente era un supremacista blanco incluso antes de que comenzara su juicio. A lo largo de su carrera política, ha plagiado y contado chorradas sobre cosas que se supone que ha hecho (pero que no ha hecho).
Biden no ha conseguido prácticamente ningún éxito como presidente. Pero, como atestigua la lista anterior, ha producido el valor de toda una vida de grandes fracasos en menos de un año.
Popularidad de Biden continúa en caída libre
De acuerdo a una encuesta realizada por USA Today/Suffolk University Poll, la popularidad del actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sigue cayendo de manera acelerada y los republicanos lideran con amplia ventaja para las venideras elecciones de medio término pautadas para el año 2022.
Según el estudio, alrededor de un 60% de los ciudadanos del país rechazan el desempeño del mandatario y no quieren que se presente para un segundo término.
Así mismo, los republicanos estarían liderando con casi doble dígitos para ganar los comicios del año que viene.
Desglosamos algunos resultados que está encuestadora encontró:
- 46% de los encuestados creen que Biden ha hecho un peor trabajo como presidente del que creían, de los cuales un 16% votó por él en las pasadas elecciones.
- 64% de los americanos no quieren que el presidente se lance nuevamente como candidato a la presidencia, lo que incluye un 28% de demócratas.
- La aprobación de la vicepresidente, Kamala Harris, se encuentra en un 28%, en contraste con un rechazo de un 51%.
- Si las elecciones fueran hoy, los republicanos sacarían un 46% de los votos; mientras que los demócratas solo conquistarían un 38% del electorado.
- Un 66% de los encuestados considera que el país está yendo en una dirección errada; sólo un 20% cree que Estados Unidos va por el camino correcto.
La popularidad del presidente Joe Biden ha sido la que ha caído con mayor rapidez en la historia moderna.
Apoyo hacia Joe Biden por parte de independientes se desploma
La popularidad del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sigue en caída libre. La más reciente encuesta realizada por The Grinnell College National Poll, así lo afirma, y le da hasta ahora su peor resultado con los votantes sin afiliación partidista.
La encuesta, que se basó en los resultados emitidos por J. Ann Selzer of Selzer & Company, recordó que, en el año 2020, el actual presidente de la nación logró alcanzar un 54% de los votos independientes, en comparación con un 41% que logró ser conquistado por el expresidente, Donald Trump. Sin embargo, de acuerdo al estudio de opinión, una contienda entre los mismos candidatos actualmente solo le otorgarían un 28% de ese grupo a Biden; mientras que Trump se alzaría con un 45%.
Así mismo, esta encuestadora informó que hay tres áreas en la cuales el presidente no logra alcanzar una aprobación superior al 50%. En primer lugar, un 37% de los encuestados aprueba la gestión de Biden, mientras que un 50% la rechaza; en segundo lugar, solo un 27% aprueba su trabajo en materia migratoria, mientras que un 58% lo rechaza; por último, cuando se trata de la economía del país, un 36% tienen una percepción positiva en contraste a un 53% que la desaprueba. Solo un 36% cree que la situación económica mejorará en un año, 11 puntos por debajo de la percepción que había en marzo.
Popularidad de Joe Biden se desploma
De acuerdo a una encuesta realizada por Quinnipiac, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra en un momento de baja aceptación por parte de los ciudadanos.
Los niveles de desaprobación del presidente subieron de un 43% en agosto a un 50%; mientras que su aprobación bajó de un 46% a un 42%.
Al dividirlo por grupos políticos, los republicanos rechazan la gestión de Biden en un 91%, los independientes en un 52% y los demócratas en un 7%.
Con respecto a su política exterior, un 59% la cataloga como negativa, con un 60% de americanos que afirman que los Estados Unidos tendrán que retornar a Afganistán.
Los analistas de esta encuestadora aseguran que “si algunas vez hubo una luna de miel con el Presidente Biden, ya se acabó.”
Israel ataca instalaciones nucleares de Irán
Un ciberataque presuntamente cometido por el Mossad de Israel, causó daños severos a las instalaciones nucleares de Irán que, probablemente, ocasionarán el cese de operaciones hasta el año 2022.
El ataque se produjo un día después que los representantes del gobierno iraní presumieron sobre sus nuevas centrifugadoras, que acelerarían significativamente el proceso para la creación de armas nucleares.
“Dos representantes de la inteligencia informaron que el daño fue causado por una explosión que destruyó el sistema independiente de energía interno que alimenta las centrifugadoras que enriquecen el uranio,” reportó el New York Times. “Los miembros de la inteligencia, que hablaron bajo la condición de anonimato para poder describir la operación israelí, dijeron que la explosión causó daños severos en la capacidad de Irán para enriquecer el uranio y que podría tomarles al menos 9 meses la restauración de la producción.”
El ataque ocurre en momentos en que el presidente Joe Biden busca un acuerdo nuclear con Irán.
Irán ya ha prometido tomar acciones de «venganza» en contra de Israel por el ataque.
Salen al público fotos de niños migrantes detenidos en condiciones de hacinamiento
Desde hace semanas se ha denunciado las condiciones inhumanas en las cuales se encuentran miles de menores de edad en los centros de retención, de los cuales algunos, se encuentran sobrepoblados.
Varios testimonios de los niños, según algunos abogados que lograron hablar con ellos, explican que deben dormir en el piso y que no se les permite asearse con la frecuencia que a ellos les gustaría, además, varios de ellos ya han cumplido el tiempo máximo que por ley pueden permanecer en esos recintos, a pesar de ello, siguen detenidos.
En las redes sociales ya se hicieron públicas algunas fotos que demuestran las condiciones paupérrimas de estos centros, a continuación, el material:
Administración Biden gastará $86 millones en habitaciones de hoteles para migrantes en frontera
De acuerdo a un reporte de Axios, la administración de Joe Biden va a gastar $86 millones de dinero recaudado por impuestos para ofrecerle habitaciones en hoteles a los migrantes que están arribando en números récord a los Estados Unidos.
Según Axios, el número de extranjeros que están entrando en la frontera sur del país norteamericano está requiriendo una cantidad importante de recursos estatales para poder atender a las familias, y a los menores que están ingresando por sí solos y que hasta el día de hoy, por lo menos unos 13mil se encuentran en custodia de las instituciones americanas y en condiciones inhumanas.
Los hoteles destinados para atender a estos grupos de migrantes se encontrarían mayoritariamente en Texas y Arizona de acuerdo al reporte.
En esta oportunidad, el número que pareciera estar incrementándose de manera repentina son las peticiones de asilo, mayoritariamente, ciudadanos de Centroamérica.
Reporte: China presionará a Biden para que revierta políticas de Trump
La reunión se daría en Alaska entre representantes de la administración de Joe Biden y del Partido Comunista de China, y tendría por objetivo negociar la terminación de las políticas implementadas por el gobierno de Donald Trump en contra del país asiático.
Según un reporte del Wall Street Journal, Yang Jiechi y Wang Yi, un alto miembro del partido comunista chino y el Ministro para el Exterior respectivamente, planean discutir con el secretario de estado, Antony Blinken y el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, la eliminación de las sanciones y restricciones en las entidades e individuos provenientes de China. El diario además afirmó que “Las medidas que China está pidiendo que reviertan incluye el límite que existe sobre las ventas de Estados Unidos hacia compañías chinas, como en las empresas de telecomunicaciones; las restricciones de visado a los miembros del partido comunista, estudiantes chinos y periodistas de medios estatales; y el cierre del consulado chino en Houston.”
Algunos expertos han asegurado que China cree estar en condiciones de hacer este tipo de peticiones en estos momentos. Según un exrepresentante del Departamento de Estado bajo la administración Obama, Daniel Russel, “China siente que tiene el viento de nuevo a su favor, que oriente se está levantando y occidente desapareciendo.”
Según los representantes de Xi Jinping, la idea de llevar a cabo esta reunión fue de la administración Biden.
En el reporte no se hace referencia a discutir la responsabilidad de China con respecto a su manejo negligente de la pandemia ni a sus intentos fallidos de cubrir la información en torno a este nuevo virus.
21 estados demandarán a Biden por cancelación de proyecto del oleoducto de Keystone XL
Una de las primeras decisiones administrativas tomadas por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, al asumir el ejecutivo, fue la cancelación del oleoducto de Keystone XL, la cual le generó crítica dentro de varias uniones de trabajadores, políticos y gobiernos de otros países.
21 estados de la nación norteamericana se han sumado a un esfuerzo conjunto y bipartidista para demandar al presidente por haber tomado esta decisión.
La demanda se introdujo en la Corte del Distrito Sur del estado de Texas y se alega que Biden abusó de su poder al haber cancelado este proyecto en su primer día como presidente. El argumento se estructura gracias a una provisión que se logró incluir en una legislación fiscal que requirió que el presidente de ese momento (2011), Barack Obama, aprobara o determinara que ese mismo proyecto no era de interés nacional dentro de un periodo de 60 días.
Los estados demandantes son: Texas, Montana, Alabama, Arizona, Arkansas, Georgia, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Mississippi, Missouri, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Utah, Virginia del Oeste y Wyoming.







