Las mayores rebajas se observaron en los precios del agua embotellada, debido a la quita de impuestos que impulsó el Gobierno. El país converge hacia estándares internacionales de inflación por primera vez en casi dos décadas, gracias a la credibilidad del Banco Central.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que el IPC de Uruguay tuvo una caída del 0,36% en el mes de julio, la segunda variación deflacionaria en lo que va del año 2023. Con este resultado, la tasa de inflación interanual se desplomó al 4,79% con respecto al mismo período del año pasado.
La inflación retrocedió al nivel más bajo de los últimos 18 años, la última vez que se situó por debajo del 5% fue en diciembre de 2005. Uruguay converge hacia estándares internacionales de inflación después de un largo período con tasas oscilantes entre el 6% y el 10% anual.
Los precios acumularon un aumento del 3,4% en los primeros 7 meses de 2023, menos de la mitad de lo que se registra en Argentina para un solo mes corriente. En los últimos 12 meses, la tasa de inflación interanual cayó fuertemente desde el 9,56% de julio de 2022.
En lo que va de la administración de Luis Lacalle Pou la inflación se desplomó del 9,16% al 4,79% interanual. El índice de precios promedio para la división de alimentos y bebidas no alcohólicas cayó un 0,34% en julio, mientras que la indumentaria bajó hasta un 0,7% con respecto al mes pasado.
Las carnes y sus productos derivados bajaron en un promedio del 0,73%, la leche, los huevos y los productos lácteos aumentaron un 0,75%, el precio de los alquileres subió un 0,44% y el valor de las viviendas se mantuvo prácticamente inalterado en el mes.
El ítem que registró el descenso mensual más importante fue el agua embotellada, que llegó a retroceder hasta un 24,16% en Montevideo y sus alrededores. Esto se debe a la quita de impuestos impulsada por el Gobierno, en respuesta a la escasez de agua que afectó a la región.
La tasa de política monetaria establecida por el Banco Central fue rebajada por segunda vez consecutiva hasta el 10,75% nominal anual a partir de julio, el nivel más bajo desde noviembre del año pasado. Aún así, se mantiene en un nivel cómodamente positivo en términos reales.
La autoridad monetaria recuperó su reputación durante la gestión de Lacalle Pou, garantizando su independencia del poder político de turno y siguiendo una estrategia completamente ortodoxa para combatir la inflación (similar a la que aplica Brasil con Roberto Campos Neto).
El Banco Central establece un rango objetivo de inflación del 6% como máximo y con un límite inferior del 3%, ligeramente superior al de las economías desarrolladas pero aún dentro de parámetros convencionales. La tasa de inflación ya se encuentra dentro de los rangos establecidos.