En el estado de Tennessee se introdujo un proyecto de ley en ambas cámaras legislativas estatales para permitirle a los padres que prevengan el aborto.
La medida le daría un procedimiento legal en el que, si la mujer quiere abortar y el hombre no, éste último sea capaz de hacer una petición en la cual se le prohíba a la embarazada abortar al niño de ambos.
En caso de hacer esta exigencia, deben existir suficientes elementos que demuestran la intención de la madre de abortar, y en los primeros catorce días desde que se introduzca la petición, habrá una audiencia en donde ambas partes presentarán “sus pruebas.”
La ley, hasta los momentos, no hace diferencia con los casos especiales, como violación.
Si una mujer es obligada, por ley, a no abortar y no sigue la decisión, podría ser sometida a juicio en una corte civil o en una corte criminal y ser condenada en concordancia con la gravedad de su crimen.