La hipocresía progresista con el caso afgano

Por Nathan A. Gonzalez C., coordinador local de EsLibertad Venezuela.

El 23 de agosto de 2024, el gobierno talibán de Afganistán promulgó una ley que, al igual que las demás leyes y dictámenes establecidos desde su llegada al poder, viola una vez más no solo la libertad de los seres humanos que ahí habitan, sino que se ensaña especialmente contra las mujeres afganas. Esta vez, las obliga a no hablar en público, cantar, leer en voz alta e incluso poder usar cosméticos o perfume. Tampoco se les permite salir a la calle sin llevar una “correcta” vestimenta que cubra completamente todo su cuerpo para evitar así la tentación y el vicio. La medida también pretende evitar que las mujeres afganas imiten modas occidentales.

La ley será aplicada por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio —y no, no es un chiste—, los talibanes pretenden combatir el vicio en pro de una supuesta “virtud”. La moral de los radicales musulmanes —llamándolos educadamente— es un tanto extraña: no consideran como vicio tener conductas morales tan depravadas e inhumanas como el asesinato, la promoción del homicidio de todo aquel que piense diferente, la represión, el totalitarismo y la pedofilia. Esta última costumbre lamentable se ha visto incrementada desde la llegada del terrorismo talibán al poder.

Cualquier ser humano que tenga empatía, valores y fuertes convicciones morales se pronunciaría profundamente airado ante tales hechos. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Dónde están los moralistas de Occidente? ¿Dónde están los colectivos feministas que con tanto ahínco hablan de la necesidad de eliminar el supuesto sistema patriarcal? ¿Dónde está la izquierda progresista que se jacta de ser sumamente compasiva con el dolor ajeno? No lo sabemos. Pareciera que se hubieran esfumado de la faz de la tierra, que convenientemente tuvieran la capacidad de ir a otro plano de la existencia y luego reaparecer en este a voluntad.

Y digo esto porque cualquiera pensaría que ellos serían los primeros en manifestar su desagrado, su impotencia y su rechazo rotundo ante tal calamidad. Sin embargo, lo único que presenciamos de la izquierda supuestamente humanista es el silencio, un cobarde, sádico y perverso silencio. Esto es una prueba más de que el discurso de izquierda, fiel a su maligna tradición, es un descarado engaño en el que solo pueden caer aquellos idiotas que, además de idiotas, son vanidosos, ignorantes y superficiales. Pero no me malinterpreten, esto no es una mera apreciación personal, ya que para nadie es un misterio que la mayoría de los autodenominados progresistas de izquierda se creen moralmente superiores al resto. Y si alguien duda de esto, basta simplemente con prestar atención a todo lo que hacen y dicen, desde sus más afamados intelectuales hasta su vasta militancia.

Pero tratemos de ser justos con ellos, demos un repaso por la breve y convulsiva historia reciente de Afganistán desde la llegada de los talibanes. Suponemos que este repaso, que va desde el año 2021 hasta el presente año 2024, deberíamos encontrar ingentes manifestaciones de todo tipo de parte de la izquierda progresista sobre el caso afgano. Sin más preámbulo, veamos.

Los terroristas talibanes llegaron al poder en agosto de 2021, tras la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN. Desde entonces, el país ha experimentado una serie de acontecimientos que han afectado profundamente su situación política, social, económica y de derechos humanos. Entre las medidas adoptadas, se restableció el “Emirato Islámico de Afganistán”, implementando su interpretación estricta de la ley islámica (sharía). Esto incluyó cambios radicales en las leyes y estructuras gubernamentales, eliminando en gran medida las instituciones democráticas anteriores. Se prohibió la educación para las niñas, se vetó a las mujeres de muchos sectores laborales y se las obligó a llevar el burka. Además de todo esto, hemos presenciado casos de pedofilia; padres musulmanes vendiendo a sus hijas a hombres adultos, sin la aparente disconformidad del régimen, y un aumento alarmante en las violaciones y el maltrato contra la mujer por parte de sus esposos.

Ante esto, ¿Qué pronunciamiento tuvimos por parte de la izquierda mundial, los supuestos luchadores contra la islamofobia, y demás colectivos progresistas? No recuerdo haber visto marchas convocadas por ningún político o defensor del Kirchnerismo en Argentina. No hubo manifestaciones contra las violaciones de derechos humanos en Afganistán por parte de los mismos colectivos feministas que tanto alboroto causaron cuando se estaba discutiendo la ley del aborto. La izquierda progresista argentina guardó silencio.

¿Qué declaraciones podemos encontrar de la mano de Irene Montero, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Podemos y del Ministerio de la Mujer en España? Hemos visto cómo los talibanes asesinaban a las mujeres que iban por las calles solo por llevar una supuesta vestimenta inapropiada, que consistía en llevar sandalias o no tener el rostro cubierto. No hemos tenido ninguna declaración del autodeclarado gobierno feminista de España ni de su Ministerio de la Mujer que condene abierta y rotundamente los maltratos contra la mujer afgana, ministerio que, por cierto, se ha jactado hasta por los codos de tener férreos compromisos con el feminismo y con los derechos de la mujer. Pura política barata que no hace más que dejar al descubierto la hipocresía de la izquierda española.

¿Dónde están los colectivos LGBT? ¿Acaso ignoran cómo, a la llegada del gobierno talibán, pudimos ver a homosexuales siendo colgados en grúas por las calles? Hemos visto cómo los homosexuales son asesinados, mutilados y humillados de todas las formas posibles por los talibanes, sin embargo, no hemos visto marchas multitudinarias de estos colectivos sobre el caso afgano. Tal parece que los colectivos LGBT viven en un mundo en el que la prioridad no es manifestarse intensamente en contra de los delitos que los talibanes perpetran contra los homosexuales en Afganistán. Por el contrario, en la realidad que ellos viven, la prioridad parece ser la lucha contra la supuesta islamofobia que llevamos a cabo los occidentales.

Es realmente despreciable ver cómo las pocas declaraciones que podemos encontrar por parte de esta izquierda infrahumana dejan mucho que desear, son ambiguas y en algunos casos usan una moral relativista bastante cuestionable, cuyos discursos se enfocan en criticar a Estados Unidos, su política exterior y a gobiernos de Occidente. La izquierda, como de costumbre, solo alza las banderas de la igualdad, de la libertad y de la defensa de los derechos humanos cuando esto les puede generar algún beneficio político.

La izquierda, señores, es la encarnación de la crueldad, la malignidad y la perversión, de tal manera que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que “el socialismo no es más que la máscara con la que el diablo oculta su verdadera intención: subyugar al hombre bajo la tiranía del Estado.”

La filosofía progre, la idea detrás del circo

Por Javier Cardozo

El progresismo se ha hecho muy mediático en los últimos tiempos, es muy común ver como las marcas de ropa usan los colores de la bandera LGTB, como los artistas mandan a votar por Joe Biden o cualquier candidato demócrata, como salen las noticias de algún hombre adulto que se auto percibe como una niña, como fue el caso reciente de un hombre de 42 años quien ingreso vestido de niña a una institución educativa en Perú. Todos estos hechos pueden llegar a impresionar pero hay que tratar de  profundizar en esto y pensar que realmente en pocas ocasiones se estudia cual es la ideología que  está detrás de todo esto.

En primera instancia se debe decir que el progresismo está enmarcado y directamente relacionado en el concepto de modernidad liquida acuñado por Zygmunt Bauman[1], que es aquella modernidad donde todos la vida en general fluye, es decir, nada tiene una base sólida, todo va y viene, desde los géneros musicales hasta la identidad propia cambian constantemente, ya el cambio no es un medio sino un fin, y entre más rápido y sucesivo sea este mejor , la estabilidad es vista como un límite negativo. Dentro del progresismo el principio del relativismo vive en su máxima expresión, el mundo está determinado totalmente por el sujeto, parece que no existe una realidad objetiva como planteaba Rand sino que la persona es la que construye el mundo según sus pensamientos , si se tienen genitales masculinos pero se quiere decir que se es mujer está bien, porque lo que importa es lo que esa persona piense y sienta.

El escritor Agustín Laje señala oportunamente en su libro Generación Idiota[2] que hoy en día hay un culto importante  al sentir , a la emoción , el mundo debe construirse de tal forma que agrade al sujeto , que le permita seguir en un hedonismo constante , cualquier limite es malo , inclusive si este tiene la lógica de su lado , si es necesario sacrificar la lógica porque la persona se sienta cómoda se hará y si algún otro insiste con ella , si busca mostrar datos , hechos y argumentos sólidos que ataquen a subjetividad del individuo  se le puede tachar de fóbico ( de alguna de las tantas fobias modernas) y se le procede a “cancelarlo” , se arma lo que algunos autores como Axel Káiser llaman la Neoinquisición[3].

Detrás de tanta corrección política, de tantas campañas publicitarias y de shows mediáticos como la famosa canción del Estado opresor es un macho violador se encuentra una idea de desdibujar el concepto del ser humano, y como explica Mane Tatulyan quitar al ser humano como categoría trascendental[1] .El progresismo con su relativismo total apunta a cambiar el concepto del ser humano y lo que a este le rodea, en este sentido parece tocarse con el transhumanismo y con el posthumanismo. Algún lector de este articulo podrá exclamar “conspiranoico” pero piénsese  que el progresismo es cualquier cosa menos humanismo.

El progresismo termina considerando al ser humano un producto circunstancial, lo que en un momento dado se crea que es, no hay ninguna realidad terrenal o no terrenal ( sobrenatural-divinal) que lo pueda determinar , no hay ningún molde ( ni aun el físico) que lo pueda frenar . La ética progresista está limitada al sentimiento momentáneo, si la mujer queda embarazada y quiere abortar está bien porque eso es lo que quiere, su hijo no es un ser humano para el progresismo sino un conjunto de células que no tienen otro objetivo que limitar la vida de la madre. Para el progresismo no deben existir frenos a los sentimientos , la ética se ajusta a ellos no al revés.

Una de las cosas más peligrosas de la filosofía progresista es que entendió que tenía que tener una aplicación política muy profunda y para ello no usa los métodos armados de la revolución violenta, sino que aprendiendo de Gramsci decide tomar la vía cultural y poco a poco ir infiltrando a la sociedad. Como apartado final de este artículo es menester reflexionar ¿Por qué está tan presente el progresismo en los medios noticiosos? , ¿Por qué hay tanto dinero para campañas abortistas o relacionadas con el colectivo LGBT? , ¿Por qué las marcas solo venden ropa LGBT en occidente y no en otras zonas del mundo como los países árabes? ¿Por qué cada vez más son las escuelas que buscan enseñar ideología de género en sus clases?. Si no se comprende la peligrosidad de esto el futuro será cada día mas progre y menos humano.


[1]   Zygmunt .Bauman .(1999).Modernidad Liquida .Barcelona, España. Editorial Planeta.

[2] Agustín. Laje.(2022).Generación Idiota .Ciudad de Mexico. Editorial  Harper Collins.

[3] Fundacion para el Progreso.(2020). ¿Qué es la Neoinquisición?. [Documento en línea ]    Disponible : http://repositorio.ucam.edu/bitstream/handle/10952/734/Tesis.pdf?sequence=1&isAllowed=y [Consulta : 20 de marzo de 2023]

[4]Mane.Tatulyan .(2023). Posthumanismo y Feminismo [Video en línea ]    Disponible : https://www.youtube.com/watch?v=RagpJhhV2k8 [Consulta : 20 de marzo de 2023]

Padre arrestado por referirse a su hija como “ella”

Del Daily Wire

El martes, el padre de una niña biológica que se identifica como niño se entregó ante una corte de Canadá y fue posteriormente llevado a prisión después que el Fiscal General de Columbia Británica emitiera una orden de arresto por desprecio después que su padre insistió que se refirió a su hija como “hija” y usó el pronombre “ella”.

Robert Hoogland, de Surrey, Columbia Británica, tiene una hija de 14 años de edad. En febrero del 2019, la corte suprema Columbia Británica, Canadá, ordenó que la niña debía recibir inyecciones de hormonas sin necesidad del consentimiento de los padres. “La corte también declaró que si alguno de los padres se refería a ella usando pronombres femeninos o su nombre de nacimiento, serían considerados culpables de violencia familia,” publicó el Federalist.

Cuando ella estaba en séptimo grado, la niña acudió a ver al psicólogo Dr. Wallace Wong, quien le recomendó que debía empezar a tomar hormonas a los 13 años. Hoogland advirtió sobre un supuesto historial de asuntos acerca de la salud mental de su hija, y se rehusó a dar permiso a la recomendación. Los doctores en el Hospital para Niños de BC decidieron que ella debía recibir inyecciones de testosterona.

Hoogland, perturbado por los posibles efectos de la terapia hormonal, se opuso, pero uno de los doctores le informó que el consentimiento de la menor era suficiente para empezar a recibir las hormonas. Hoogland respondió buscando un recurso legal para detener el tratamiento, pero el magistrado Gregory Bowden dictaminó en Febrero del 2019 que la niña tenía “derecho exclusivo a dar su consentimiento al tratamiento para la disforia de género,” agregando, “tratar de persuadir(la) de abandonar el tratamiento por disforia de género; referirse (a ella) por su nombre de nacimiento; referirse (a ella) como una niña o con pronombres femeninos, directamente a él (la niña) o a terceros; se considerará violencia familias bajo la s. 38 de la Ley de Familias.”

Hoogland reaccionó, “El gobierno se ha apoderado de mis derechos paternales. Están usándola como un conejillo de indias en un experimento … ¿Estará el hospital infantil BC en cinco años cuando rechace su identidad masculina? No, no estarán. No les interesa. Quieren números.”

El Federalist reportó:

La noche de la decisión de Bowden, Clark le ofreció una entrevista al Federalist, en la cual se refirió a su hija como una niña, “porque es una niña. Su ADN no cambiará a lo largo de estos experimentos que ellos hagan,” citando esta declaración, junto con otras “expresiones (verbales) de rechazo a la identidad de género de Maxine” la corte suprema de BC acusó a Clark de “violencia familiar” en abril del 2019. La juez Francesca Marzari incluso emitió una orden autorizando el arresto de Clark sin “orden judicial” por cualquier oficial de policía que lo encontrara refiriéndose a su hija como “una niña o con pronombres femeninos” (Ni Clark ni Maxine son los nombres reales)

En enero del 2020, Hoogland perdió su apelación para detener el proceso al cual estaba siendo sometida su hija; la corte de apelaciones de BC determinó que los comentarios de Hoogland no constituyeron violencia familiar, pero “en general,” Hoogland debe “reconocer y referirse (a la niña) como masculino,” y le prohibieron dar declaraciones a los medios

Hoogland le dijo al Federalist en febrero del 2020, “Tenía a un niño saludable hace un año, y ese niño saludable ha sido alterado y destruido sin motivo alguno. Ella no podrá regresar a ser una niña en el cuerpo saludable que debería haber tenido. Tendrá siempre una voz más grave. Tendrá que siempre afeitarse los vellos faciales. No podrá tener hijos … A veces solo quiero gritar para que otros padres y otras personas hagan … se envuelvan, entiendan que está pasando. Hay un niño – y no solo el mío, pero en mi caso, a mi niño le están arruinando su vida.”

Hooglan ofreció dos entrevistas audiovisuales con comentadores de YouTube canadienses; la primera fue removida de la plataforma, pero la segunda, con Laura-Lynn Thompson, no lo fue inicialmente porque ella se rehusó. El magistrado Michael Tammen de la corte suprema de BC ordenó que la entrevista fuera eliminada, cuando Thompson se resistió, enviaron a la policía a su casa.

“El juez (Tammen) le advirtió al padre que si habían mas violaciones a las órdenes de la corte, los abogados para menores podrían venir a la corte y citarlo por rebeldía a la corte y enfrentarse a serias consecuencias,” reportó The Vancouver Sun.

El 4 de marzo, 2021, Tammen emitió una orden de arresto en contra de Hoogland bajo los mismos cargos de incumplimiento a las órdenes de la corte. Antes de entregarse, Hoogland le dijo al Post-Millenial: “Quizás salvar a los niños es un sueño … pero yo no lo creo. Mientras estaba manejando vi a niños pasear a sus perros, vi a niños jugando juntos, y vi a una generación que necesita a sus padres más que nunca. Visité todas mis casas familiares … los lugares donde crecí como un niño. Recuerdo como amé a mis padres y cuanto necesitaba de su protección.”

Hoogland created a GoFundMe page which stated:

The far left issued an arrest warrant on Thursday, March 04! I will be turning myself in on March 16! I am fighting the far left based on a civil disobedience defense! I am now back in court for a five-day criminal trial that will last at least five days . . . From April 12-16. That trial that could land me in jail for up to five years for speaking truth about state sponsored child abuse. FYI . . . I am blocked from sharing any videos at this time that oppose the sterilization of children! Please watch the video I was finally able to post! I am the “Canadian” parent in this documentary!

Hoogland creó una página de GoFundMe la cual dice:

La izquierda radical emitió una orden de arresto el jueves, 4 de marzo. Me entregaré el 16 de marzo. Estoy peleando contra la izquierda radical basado en una defensa de desobediencia civil. Ahora estoy de vuelta en la corte para una audiencia en la corte criminal que durará, por lo menos, cinco días … Desde abril 12 -16. Esta audiencia, que podría llevarme a la cárcel hasta cinco años por decir la verdad sobre el abuso infantil patrocinado por el estado. Para su información, estoy bloqueado de compartir cualquier video en este momento que se oponga a la esterilización de los niños. Por favor, vean el video que finalmente pude subir. Soy el padre “Canadiense” en este documental.