El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha defendido este miércoles con vehemencia la reforma de las pensiones que ha sacado a miles de personas a las calles de todo el país y ha derivado en mociones de censura contra su Gobierno, subrayando que se trata de una ley «necesaria» y que, al aplicarla, previsiblemente este mismo año, piensa en el «interés general del país».
Macron ha roto este miércoles el silencio mantenido desde que el pasado viernes su Gobierno forzó la aprobación parlamentaria de una polémica reforma, a costa de que el lunes se votasen dos mociones de censura que obtuvieron un apoyo sin precedentes en la actual legislatura por parte de la oposición.
El presidente, que esperará a la evaluación de la ley por parte del Consejo Constitucional para promulgarla, ha explicado que, cuando se incorporó al mercado laboral, Francia tenía apenas diez millones de pensionistas y, para la década de 2030, «habrá 20 millones».
Estas afirmaciones ocurren en un contexto donde muchos se han manifestado en contra de la reforma al sistema de pensiones, llevando a enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, saqueos y quemas de contenedores de basura.