La duración de la guerra en Ucrania, que vuelve a bordear el riesgo nuclear, dado que Kiev denuncia que Rusia va a disparar misiles desde la central de Zaporiyia, empieza a provocar cansancio en la población de Rusia.
Tan sólo un día después de que Vladimir Putin admitiera que el conflicto bélico que él mismo inició va a ser «largo», el Centro Levada —al que Moscú considera un agente extranjero— ha difundido que entre agosto y noviembre ha crecido del 44 al 52% la proporción de ciudadanos rusos favorable al comienzo de negociaciones de paz con Ucrania. Ese apoyo es mayoritario entre los jóvenes.
Este jueves Kiev ha denunciado que Rusia ha desplazado misiles a los terrenos de la central nuclear de Zaporiyia y se dispone a lanzarlos desde allí. La jornada deja además la imagen del Papa Francisco emocionado al recordar a los ciudadanos de la Ucrania «martirizada» por la guerra.