Caracas. – La aerolínea panameña Copa Airlines anunció la extensión de la suspensión temporal de sus vuelos hacia y desde Caracas hasta el 15 de enero de 2026, debido a los riesgos planteados por la tensión en el Caribe con el despliegue militar estadounidense.
La medida impacta a pasajeros que viajan entre Panamá y Venezuela, por lo que la aerolínea anunció alternativas de conexión y políticas flexibles para los usuarios afectados. La compañía comunicó la extensión mediante un mensaje en X, donde reiteró que la medida es preventiva y se mantendrá vigente hasta la fecha anunciada.
Entre las razones, la aerolínea también planteó que una de las razones para suspender las operaciones, es la condición actual del aeropuerto internacional de Maiquetía, cuya pista de aterrizaje principal debe ser reparada.
Esta es la tercera extensión de la suspensión de vuelos anunciada por Copa, desde que lo hizo por primera vez el pasado 4 de diciembre y la renovó el 12 de diciembre, en medio de las tensiones entre Venezuela y EE. UU. por la lucha de Washington contra el narcotráfico en el Caribe y Pacífico.
La suspensión de vuelos Panamá–Caracas estará vigente hasta el 15 de enero de 2026. No obstante, anunció este miércoles que operará a partir del próximo 20 de diciembre una frecuencia diaria entre Panamá y la ciudad venezolana de Maracaibo, mientras mantiene cesantes el resto de los traslados hacia Caracas.
Tras un vuelo de prueba el martes al Aeropuerto Internacional La Chinita, en Maracaibo, Copa anunció en un comunicado: «La Aerolínea ha determinado que operar hacia este aeropuerto es seguro y confiable, dado que cuenta con sistemas de aproximación que mitigan el riesgo operacional asociado a eventuales intermitencias en las señales de navegación».
La aerolínea precisó que el vuelo CM703 partirá del Aeropuerto Internacional de Tocumen, que sirve a la Ciudad de Panamá, a las 12:14 hora local (17:14 GMT), llegando al Aeropuerto Internacional de La Chinita en Maracaibo, Venezuela, a las 14:58 hora local (18:58 GMT), mientras que el vuelo de regreso, CM713, saldrá de Maracaibo a las 15:58 hora local (19:58 GMT), aterrizando en Panamá a las 16:46 hora local (21:46 GMT).
“El problema con esos venezolanos es que creen que ser pacifista es ser pendejo y es sinónimo de no recurrir a las armas cuando se hace necesario. Esto es: entreguismo, servidumbre voluntaria. No entienden de estrategia, ni de legítima defensa.”
Lucid Kuaimare
Es lamentable que, ¡DESPUÉS DE TANTO!, se siga insistiendo en el error de tratar la tragedia venezolana como un problema político, y no como lo que es: un problema de seguridad y justicia. En Venezuela no aplica la lógica política —o al menos no en el sentido en que se entiende hoy—, así de sencillo. Hoy tenemos a personajes que quieren reducir la situación a una “pugna política”, ignorando la realidad que golpea a los venezolanos en su cotidianidad —énfasis en “venezolanos” en su “cotidianidad”, porque a ellos no los golpea eso, ellos viven como reyes, tanto dentro como fuera del país—.
Señor/a, con las bestias no se razona; ellos no se guían por la lógica de la negociación, del diálogo, derechos o procesos electorales cuando ostentan el poder, sino por la lógica de la fuerza para saciar su hambre de poder. Pero hoy tenemos a personajes que piensan que las oraciones o rezos a dioses —que de seguro se mofan de nosotros—, la fe en una comunidad internacional —la misma que ha permitido y sigue permitiendo atrocidades en el mundo, haciéndose cómplice por omisión— y la convicción de que existe un “pueblo bravo” —sin reparar en su poca inteligencia—, sumado a una retórica sensacionalista, se traducirán en un cambio real en el país.
Todo aquel que hable de paz para sostener una esclavitud pacifista es, simplemente, y así lo digo, un soberano imbécil, un infante cuya valoración de contexto no debe ser considerada en lo más mínimo. La resistencia no violenta solo funciona cuando el adversario tiene un límite moral, y éste no es el caso en Venezuela. Ya lo he dicho en infinidad de textos, y no me cansaré de repetirlo: “Ningún tirano en la historia ha salido por buenos modales, ni ha entregado el poder con una sonrisa. Si bien es cierto que algunos recularon por presiones predominantemente pacíficas, en el escenario venezolano eso nació muerto —aunque muchos se empeñen en no aceptarlo—».
El problema con esos venezolanos es que creen que ser pacifista es ser pendejo y es sinónimo de no recurrir a las armas cuando se hace necesario. Esto es: entreguismo, servidumbre voluntaria. No entienden de estrategia, ni de legítima defensa. Ya en su momento hablé de, por ejemplo, cómo durante las protestas en Venezuela, en distintas etapas, no hubo una canalización hacia acciones concretas —¿Toma de cuarteles? ¿Todos a Miraflores? Y si quiere algo no violento: ¿Plantones en absolutamente todos los cuarteles?—, sino que nos encontrábamos con focos de protestas sin orden, sino mera manifestación de descontento, pero sin estrategia para una rebelión, con los costos que ello implica.
¿De verdad creyeron que trancar por meses las calles en unas urbanizaciones, o algunas avenidas en alguna parte del país, incluyendo Caracas, iba a hacer caer un grupo criminal vestido de institucionalidad? (2017). Ojo, yo estuve allí, salí a la calle —después de ver un episodio en la entrada de la Unexpo que me encolerizó como nunca antes—, siendo mujer, tragué lacrimógenas como muchos otros, salí corriendo, y en muchas ocasiones simplemente estuve de cerca observando —estudiando, analizando, reflexionando, entendiendo, comprendiendo, con la profunda curiosidad que siempre me ha caracterizado—. Casi nadie sabe eso, porque en ese entonces seguía siendo miembro de una organización religiosa y, si se enteraban en la iglesia que andaba en ello, iba a perder privilegios, o al menos un buen llamado de atención me ganaba —que no significa que ellos estuvieran ajenos a lo que pasaba en el país, eso es imposible—.
Ya para el 2019 había entendido mucho… tanto, que acepté que ese no era el camino, tal y como se estaba presentando, hasta tanto el venezolano no comprendiera que un cambio no va de retórica, fantasías, o exponer la vida en vano, sino de dar la sangre —de ser necesario— con un plan concreto, con fines concretos, que pase por limpiar toda la peste de la casta política que hoy pretende un cambio en el país; la misma clase que no ha sabido canalizar el descontento para una rebelión en el país, sino que la ha enfriado cada vez que ha tenido la oportunidad.
A juicio de muchos, llegará un tercero a salvarlos —independientemente de quién sea—, y con éste pensamiento pueril niegan, de facto, la historia misma del país; reniegan del hecho de que la fuerza es un componente esencial de la libertad. Señor/a…, usted debe entender que el pacifismo no es sinónimo de ausencia de conflicto, sino una forma de gestionarlo. La trampa siempre ha estado en apelar a la retórica pacifista para caer en la pasividad o en la repetición de procesos diplomáticos que se han probado, en absolutamente todas las veces, fracasados —no podía ser de otra manera, y eso lo entendían los pocos clarividentes que había en Venezuela a finales del siglo XX y principios del XXI—.
Ya va siendo hora de dejar de hablar de “paz” como sinónimo de ausencia de tensión porque uno de los bandos está sometido por el terror. Esto no es otra cosa que colaboracionismo por omisión —una categoría en la que, recalco nuevamente, se encuentra la comunidad internacional—. Cuando se han agotado todas las vías y el mal que se intenta evitar es mayor que el daño de la acción violenta, la guerra se convierte en un imperativo moral, porque parte de la legítima defensa, y no hay pecado en la legítima defensa, así como no lo hay en la verdad.
Puede que llegue un moralista diciendo: «Pero estás llamando al caos”. Pues, a éste idiota le respondo: “¡NO! ¡Estoy exigiendo realismo frente a la barbarie!”. Es que ni el mismo Dios de muchos cristianos, esos que hoy hablan de paz y no violencia porque “Dios actuará por nosotros”, se traga ese discurso estúpido. Si ese Dios del que tanto hablan es el mismo que yo conozco, YHWH, Jehová, Yawéh, etc., he de decir, metafóricamente hablando, que ya debe ser un Dios vegetal, poco funcional, por cuanto le da un ataque cerebral cada vez que escucha esas tonterías, dado su desacuerdo.
Y ya que he entrado en el tema de Dios, y escribo sobre la marcha, recuerdo en este momento Mateo 5:38-42, cuando Jesús, en el sermón del monte, habla de “poner la otra mejilla”. La gran mayoría malinterpreta el pasaje, tanto los opresores para pacificar a los oprimidos como los tibios para justificar su inacción. En el contexto histórico, esto no significaba que los cristianos no debían defenderse si alguien los atacaba en absolutamente todos los escenarios, porque el acto de “golpear la mejilla” no se toma como una herida de gravedad o mortal, sino un insulto. Es decir, Jesús dijo, estrictamente, que si alguien te vituperaba, insultaba, o incluso golpeaba con intención de provocarte, la respuesta debía ser evitar el conflicto. Es más, si somos más rigurosos, no es sólo que Jesús no dice “deja que te maten”, sino que, al poner la otra mejilla, es como si estuviera diciendo: “Oblígalo a tratarte como a un igual”, es decir, un acto de resistencia no violenta, pero desafiante, como si dijera: “Me has golpeado como a un animal, pero aquí estoy, mírame a la cara, soy un hombre y no me vas a quebrar.”
O sea, aquellos que hablan de Jesús como un pacifista pendejo, ¿De verdad está hablando del Jesús de la Biblia? ¿Habla del mismo Jesús que no dudó en usar la fuerza física cuando vio la injusticia y la profanación del Templo, en lugar de ponerse a orar en una esquina esperando que “la comunidad internacional” de Jerusalén interviniera? (Juan 2:15). Jesús en ningún momento negó la legítima defensa; su fin fue, simple y llanamente, enseñar que el cristiano no debía desquitarse o vengarse del otro por un acto tan tonto como un insulto, que era mejor conservar la compostura y demostrar superioridad en carácter. La prueba irrefutable de lo que digo la señala Pablo en Romanos 12:17-18, donde dice, explícitamente, “si es posible, hasta donde depende de ustedes, estén en paz con todos”, y Lucas 22:36, cuando el mismo Jesús manda a comprar una espada, en un escenario de peligro donde la protección física era necesaria. Al respecto de éste último texto, algunos puede que salgan con el verso de Mateo 26:52, donde Jesús desincentiva el uso de la espada y dice que la guarden, porque el que use la espada “perecerá por la espada”. A simple vista, pareciera una contradicción, pero me parece curioso cómo los religiosos priman el verso de Mateo y la “paz”, la pasividad ante el mal, sobre Lucas, diciendo que “Jesús no les pidió a sus discípulos que portaran un arma para protección o defensa propia” —es lo que dice la organización JW—. Esto, de plano, es totalmente falso, una mala interpretación. En realidad, los textos se complementan, en contextos distintos, y son claves para entender que el cristianismo original, contrario a lo que la mayoría de los religiosos de las diferentes vertientes sostienen, no es una doctrina de pasividad, sino de discernimiento estratégico, si se quiere, una lección sobre el propósito de la fuerza.
Jesús reconoce el derecho a la defensa cuando manda a comprar la espada en Lucas 22:36, y éste mandato marca o delinea un momento de transición, porque hasta ese momento él los protegía milagrosamente, pero de allí en adelante, dado que el mundo es hostil y Jesús reconocía que el mal existe, los discípulos debían ser responsables de su propia subsistencia y seguridad. Es decir, Jesús manda a los presentes a buscar medios físicos para la legítima defensa, más en un marco en el que los caminos de Judea del siglo I estaban llenos de bandoleros —el viajero con una espada no buscaba dar un golpe de Estado, más bien intentaba no ser asesinado en el camino—. Más adelante, ya con las espadas, en Mateo 26:52, cuando van a arrestar a Jesús en Getsemaní, Pedro saca la espada y corta la oreja de un sirviente, pero Jesús cura la oreja y dice las palabras del versículo a Pedro, no condenando a la espada en sí —eso no tendría sentido si él mismo los mandó a comprarla antes y permitió que cargaran con ella—, sino a la acción de Pedro en ese contexto en específico, que fue impulsiva y pretendía interferir con la misión por la cual él fue enviado a la tierra, a saber: sacrificarse por muchos (Juan 3:16). Entonces, si acaso ha de tomarse alguna enseñanza de Jesús más allá de evitar la violencia impulsiva, comprendiendo bien el contexto, es que los que vivan por la espada, en el sentido de usar la agresión como primera opción ante todo contexto, terminan destruidos por esa misma violencia. Ergo, es una advertencia contra el militarismo ciego y la venganza personal, no contra la protección de la vida. Ten la espada, pero discierne bien cuándo usarla.
¿Estoy diciendo con ello que Jesús apoyaría una revolución militar para derrocar a un régimen? Pues, depende desde qué punto de vista lo vea y de los objetivos que quiera alcanzar. Eso es un debate con muchas matizaciones que deberían hacerse por separado, para luego integrarlas. En principio, la premisa bíblica, que media desde el Génesis hasta Apocalipsis, es que ningún régimen humano podrá solucionar los problemas de la humanidad, y en ese marco, habría que ver el fin del cambio de gobierno —estrictamente hablando de la Biblia y su posición—. Pero ya me extendí. Paro aquí. En lo que respecta a Dios, dije todo eso por no hablar de las veces que el mismo YHWH, ese que pide “amar al enemigo”, no escatimaba en destruir a los enemigos de su pueblo, incluso enviando a su mismo pueblo, después de agotar las vías racionales —porque solo los hombres van de razón, las bestias van de violencia—.
Caracas. – La Administración Federal de Aviación de EsE. UU. (FAA) difundió este martes una nueva alerta (Notam) dirigida a las principales aerolíneas del mundo, en la cual advierte sobre un empeoramiento de la situación de seguridad al volar sobre Venezuela, incluyendo riesgos para aeronaves en todas las altitudes y fases del vuelo.
En un aviso oficial, la agencia alertó que las amenazas pueden afectar sobrevuelos, aterrizajes, despegues y aeronaves en tierra, y pidió a las aerolíneas extrema precaución al operar en el espacio aéreo controlado por la narcodictadura de Nicolás Maduro.
Esta notificación actualiza y refuerza advertencias previas emitidas en noviembre de 2025. En aquel momento, la agencia señaló un aumento en la interferencia con sistemas de navegación satelital (GNSS) y mayor actividad militar venezolana, factores que persisten y motivan la renovación del aviso.
Esta alerta provocó la suspensión indefinida de rutas por parte de varias aerolíneas internacionales, como Iberia, TAP Air Portugal, Avianca, LATAM, Gol y Turkish Airlines. También, la advertencia ocurre en paralelo al mayor despliegue militar de EE. UU. en el Caribe en décadas, mientras el presidente de EE. UU., Donald Trump, intensifica la presión para sacar del poder a Maduro.
Aunque la FAA no prohíbe directamente los vuelos sobre Venezuela —a diferencia de la restricción total para aerolíneas estadounidenses hacia el país desde 2019—, insta a evaluar riesgos con rigor. Por ello, muchas rutas comerciales evitan ahora el espacio aéreo venezolano (FIR Maiquetía – SVZM) y optan por desvíos por Colombia u otras regiones.
Caracas. – Un grupo de venezolanos residentes en Perú logró esta semana la retirada oficial de la estatua de Hugo Chávez ubicada en un espacio público del municipio Chincha, tras cumplir con todos los trámites legales exigidos por la Municipalidad local.
La acción no respondió a un acto impulsivo o violento. Se trató de una jornada organizada, cívica y consciente, impulsada por venezolanos que no olvidan el daño causado por el narcochavismo, y quienes —según los datos que han colocado en espacios en las redes sociales— se identifican como connacionales que siguen defendiendo la memoria histórica, incluso lejos de casa.
Los ciudadanos venezolanos presentaron sus solicitudes de manera institucional, respetando cada paso administrativo hasta alcanzar un acuerdo oficial con el ayuntamiento.
De acuerdo con los organizadores, la iniciativa surgió como una expresión cívica de rechazo al legado del chavismo y como un acto de memoria histórica, impulsado por migrantes que aseguran no olvidar el impacto político, social y económico que dejó el modelo impulsado por el exmandatario venezolano.
La municipalidad de Chincha confirmó que la estatua ya fue retirada del espacio público, en cumplimiento del acuerdo alcanzado con la comunidad organizada. Como parte del mismo consenso, se prevé que en ese lugar sea colocado un busto o estatua del Libertador Simón Bolívar, figura histórica acordada como nuevo símbolo para la zona.
Caracas. – Un nuevo grupo subversivo favorable al narcochavismo se dio a conocer este pasado fin de semana, gracias a un video que difundió por redes sociales. Se trata del «Movimiento Revolucionario Garapayla», cuyos miembros aseguran estar preparándose para enfrentar la intervención militar estadounidense en contra del «Cartel de los Soles».
Las imágenes muestran a varios integrantes armados con rifles tipo AR-15 y AKS-47, en su mayoría de apariencia civil y no correspondientes a equipamiento militar estándar, y el vocero, que no hace pública su verdadera voz, afirma estar listo para enfrentar a EE. UU.
Analistas señalan que el grupo podría estar conformado por paramilitares o por militares activos o retirados que operan fuera de la cadena formal de mando, y señalan que el patrón recuerda a colectivos armados usados históricamente como fuerza de intimidación y propaganda.
Igualmente, indican que no es disuasión real, sino una puesta en escena. Rifles civiles, narrativa grandilocuente y timing político, porque cuando los Estados pierden control, aparecen milicias improvisadas para simular fuerza.
Por ello, advierten que se trata de más ruido que poder. Pero el mensaje es claro: el régimen apuesta a la radicalización, no a la estabilidad.
La reciente aprobación judicial en Delaware de la venta de PDV Holding (PDVH), matriz de Citgo, a Amber Energy —filial del fondo buitre Elliott Investment Management— por apenas USD$ 5.900 millones (con cierre pendiente de licencia OFAC en 2026), marca la consumación de uno de los mayores despojos patrimoniales en la historia de Venezuela. Citgo, valorada en al menos USD$ 11.000-13.000 millones, con tres refinerías clave en EE. UU. y una red de distribución estratégica, deja de ser un activo nacional. Esta pérdida no es solo culpa de las deudas acumuladas por expropiaciones y defaults soberanos, ni exclusivamente de las sanciones estadounidenses: es el resultado directo de la equivocada y ambigua estrategia jurídica del board ad hoc de PDVH, controlado por la oposición y reconocido por OFAC desde 2019.
El board ad hoc, nombrado por la Asamblea Nacional de 2015 y figuras como Juan Guaidó, tenía un mandato claro: proteger Citgo como activo venezolano frente a embargos. Las licencias OFAC (como la General License 7C y extensiones) autorizaban operaciones para mantener el control opositor y desplazar al régimen de Maduro, no para aliarse tácticamente con sus representantes ni facilitar una venta forzada. Sin embargo, en la práctica, PDVH ha coincidido en objeciones y apelaciones con la República (gobierno de Maduro), condenando la subasta como “robo” mientras negociaba settlements selectivos con acreedores. Esta “alianza de facto” diluyó la resistencia total que exigía el interés nacional, priorizando acuerdos parciales que allanaron el camino a la ejecución judicial.
La estrategia fue catastrófica por su ambigüedad: defender el activo mientras se “vende” controladamente. PDVH objetó bids bajos para “maximizar valor” y reinició rondas de subasta, pero negoció pagos selectivos con “los que quiso” —principalmente bonistas PDVSA 2020 (vistos como fondos buitres), y algunos arbitrales—, sin atacar frontalmente a los grandes acreedores como Crystallex o ConocoPhillips. Esto no desarticuló la subasta; al contrario, facilitó su avance al eliminar obstáculos legales parciales, dejando remanentes insuficientes y exponiendo el activo a una venta subvalorada.
El error más grave fue no declarar bancarrota Chapter 11 para PDVH. En 2024 se discutió seriamente esta opción, que habría impuesto un “automatic stay” para detener la subasta ordenada por el juez Stark, permitiendo reorganizar deudas, negociar convenios de pago con acreedores senior y potencialmente incluir reclamos legítimos como los del “holocausto petrolero” (despidos masivos post-paro 2002-2003). Aunque no garantizaba prioridad alta para estos (como daños por violaciones DDHH), sí habría forzado un esquema de pagos estructurado, preservando Citgo para Venezuela. No se presentó por temores estratégicos (riesgo de no detener la ejecución, dilución de valor), pero esto entregó el activo sin lucha final.
Irónicamente, el liderazgo del board ad hoc incluye figuras vinculadas al paro petrolero de 2002; su fracaso en la conducción de dicho conflicto contribuyó directamente a los despidos masivos que generaron el “holocausto”.
Mientras la junta ad hoc hizo esfuerzos titánicos por excluirlos de la subasta y marginarlos del proceso, destacando su falta de transparencia y priorizando a fondos extranjeros, este cronista llevó a cabo una activa y audaz estrategia triangular: presentó múltiples mociones de intervención bajo la Regla 24, apelaciones y objeciones invocando violaciones a derechos humanos y expropiación inversa, posicionándose como un factor de disrupción real en el procedimiento. Quien esto escribe, primer litigante venezolano en actuar con comparecencias directas en este complejo caso ante la corte de Delaware, ha avanzado hacia la creación de un Qualified Settlement Fund (QSF) inspirado en precedentes como el de las víctimas del 11-S, un mecanismo virtual que promete llevar sociego y reparación justa a las miles de víctimas del holocausto petrolero, independientemente del resultado final de la subasta y de los esfuerzos de la PDVSA ad hoc por silenciar sus reclamos.
En resumen, la estrategia de PDVH no fue de salvación nacional, sino de gestión ambigua que terminó en capitulación. Defender y vender al mismo tiempo es incompatible; en derecho, o se resiste totalmente o se pierde. Venezuela paga hoy el precio: un activo estratégico en manos de buitres, sin remanente significativo para el país.
Es hora de exigir responsabilidades a quienes, con mandato de protección, facilitaron este despojo —mientras por aquí demostramos que una lucha genuina por justicia histórica y patrimonial es posible—. Pero la lección es clara: ambigüedad antinacional cuesta patrimonios irrecuperables, y solo la defensa intransigente de las víctimas venezolanas ofrece esperanza real de reparación.
Eso está en manos de María Corina Machado, y una comisión de la verdad y un tribunal especialísimo que juzgue los crímenes contra Venezuela.
Mientras tanto, hacemos realidad el QSF para la malograda Familia Petrolera.
Caracas. – La casa de la madre del exdiputado opositor Fernando Orozco, secuestrado por el narcorégimen chavista, fue allanada nuevamente este pasado jueves, en una acción marcada por el vandalismo y en la cual los agresores advirtieron que la casa ya era de ellos.
En un video difundido en redes sociales, Janina Orozco, hija del exparlamentario, denunció esta nueva agresión. La persona encargada de cuidar la vivienda fue seriamente amenazada por los funcionarios policiales.
La joven recordó que su padre fue detenido el 25 de noviembre. «Ellos fueron sacados de sus casas en la noche. No solamente fueron secuestrados, sino que también se robaron sus pertenencias de cada casa y se llevaron los carros familiares», dijo.
En esta ocasión, los esbirros se robaron todos los alimentos que habían en el inmueble. El partido Voluntad Popular, al cual pertenece Orozco, denunció la situación en sus redes sociales con el siguiente mensaje:
«Ayer, 11 de diciembre, el régimen volvió a irrumpir en la casa de la madre del diputado Fernando Orozco. Robaron la comida y amenazaron a la persona que la cuida, diciéndole que se fuera porque ‘esa casa ahora es de ellos».
Mientras ocurre esta situación, Orozco, su hijo Brayant, su esposa Dilia Castillo y su expareja Carolina Briceño siguen detenidos y desaparecidos, sin fe de vida ni información oficial.
Caracas. – Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela han cometido graves violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad durante más de una década, afirmó este jueves la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela.
El informe aseguró que miembros de la GNB cometieron ejecuciones, «detenciones arbitrarias, violencias sexuales y sexistas, así como actos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes».
Estos abusos están documentados desde 2014 «en el contexto de protestas y de acciones de persecución política», agregó el grupo de investigadores.
La misión documentó hechos que según ella «demuestran el papel de la GNB en la represión sistemática y coordinada contra opositores o percibidos como tales, desde hace más de una década», denunció Marta Valiñas, presidenta de la misión, citada en un comunicado.
Los investigadores encontraron que la GNB “fue un actor central en la comisión del crimen de lesa humanidad de persecución por motivos políticos” y que utilizó fuerza excesiva durante los picos de protestas en 2014, 2017, 2019 y 2024 para aplastar la disidencia contra Nicolás Maduro.
Según un comunicado sobre los hallazgos: “El informe detalla cómo la doctrina de ‘seguridad nacional’ de Venezuela ha fusionado las funciones militares y policiales, legitimando la militarización de la seguridad pública y ampliando el papel de la GNB en operaciones destinadas al control social y la represión interna”.
Esta semana, durante una reciente alocución, Diosdado Cabello aseguró que el régimen venezolano se prepara para “pasar de la lucha no armada a la lucha armada” en caso de una intervención extranjera. El dirigente afirmó que una confrontación “no duraría 48 horas ni tres días” y llamó a la organización para un escenario bélico prolongado.
No obstante, esas palabras contrastan considerablemente con sus acciones en el pasado en escenarios de aparente peligro para él, pues, en esos episodios críticos —como el 11 de abril de 2002—, Cabello se ocultó mientras otros daban la cara. Por ello, su retórica actual busca más aparentar fortaleza, pese a que tanto él como la cúpula del régimen han evitado históricamente cualquier confrontación real.
Su discurso, en definitiva, no coincide con la realidad: hasta ahora, el chavismo no ha enfrentado un adversario militar equiparable y ha dependido más de la represión que de la capacidad de combate, aunque sí han arremetido contra estudiantes desarmados, incurriendo en cientos de asesinatos.
Por esta razón, el genocida jerarca del narcorégimen que somete a Venezuela es seleccionado como el Borrego de la semana.
Caracas. – El presidente guerrillero de Colombia, Gustavo Petro, emitió este miércoles un mensaje sugiriendo al jefe del «Cartel de los Soles», Nicolás Maduro, permitir una transición política en Venezuela, mientras condena al mismo tiempo la posibilidad de una intervención militar por parte de EE. UU.
En sus redes sociales, el mandatario colombiano difundió un mensaje, abordando principalmente la situación de Venezuela en medio de la creciente tensión con la administración de Donald Trump. «Es más democracia el problema de Venezuela y es hora de una amnistía general y de un gobierno de transición con la inclusión de todos», escribió el mandatario izquierdista en la red social X.
«Maduro debe entender que la respuesta a una agresión externa no es solo un alistamiento militar sino una revolución democrática», explicó el mandatario colombiano, en una especie de recomendación al jefe del narcochavismo.
La respuesta de Petro, según lo señalado por diversos medios, se da en respuesta a las represalias tomadas este mismo día, en contra del cardenal Baltazar Porras, a quien, aparte de no permitirle viajar fuera de Venezuela, le revocaron su pasaporte.
«Es una amnistía general, no extender la cárcel», indica Petro. «La patria de Bolívar no debe ser invadida ni por extranjeros, ni por retóricas vacías, ni por cárceles del alma. La patria de Bolívar se defiende con más democracia y soberanía”, señaló finalmente.
El mensaje ha sido considerado en redes y webs periodísticas como un cambio de narrativa por parte del gobierno colombiano, que, si bien ha defendido al narcochavismo, ahora lo insta a bajar la guardia ante lo que parece ser, la irremediable decisión de la Casa Blanca por desalojar a Maduro del poder.
El gobierno de Maduro debe entender que la respuesta a una agresión externa no es solo un alistamiento militar sino una revolución democrática. Es con más democracia como se defiende un país no con más represiones ineficientes.
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