El cáncer de la corrupción: una consecuencia de las restricciones a la libre acción humana

Por Roymer Rivas, Coordinador Local de EsLibertad Venezuela y Teórico del Creativismo Filosófico.

Hoy día se escucha hablar mucho sobre la corrupción; dudo que una persona, más si se encuentra en Venezuela, sea ajena a este fenómeno. Esto es así porque la corrupción es un mal generalizado, un cáncer en metástasis. Pero ¿Por qué la corrupción es un cáncer? Para responder esta pregunta y encontrar las similitudes entre el fenómeno social y la mortal enfermedad, primero hay que saber qué es y/o significa corrupción, qué es el cáncer y cuáles son sus causas.

El término “corrupción” proviene de las palabras latinas corruptio y corrumpere; la primera hace alusión a la acción de alterar o destruir por putrefacción, por lo que, en palabras simples, es la acción de pervertir y/o dañar; mientras que la segunda significa arruinar, echar a perder, quebrar, hacer estallar; con esto en mente, se puede entender por qué el termino está relacionado con suciedad, inmoralidad, decadencia, ilegalidad y degeneración.

En este sentido, la corrupción es, pues, una alteración del orden establecido, un quiebre del proceso, una perversión de lo que debería ser; y esto puede ocurrir tanto en el ámbito privado como en el público, siendo esta última en donde más se presenta. Cuando un funcionario usa los medios, funciones o recursos públicos para beneficio propio, no está haciendo más que alterar el orden mediante la perversión de sus funciones y, en consecuencia, dañar a la sociedad.

La corrupción no es nueva, corre paralelo con la historia de la humanidad; apelando a la Biblia, por ejemplo, ya hace por lo menos unos tres mil quinientos años que la ley de Moisés condenó el soborno, que eran las dádivas con la que se conseguía que la autoridad hiciera algo en favor de una persona (Éxodo 23:8; Deuteronomio 10:17, 19). En ese entonces ya se tenía claro que los actos de corrupción socavan la estructura de la sociedad pues “cegaba los ojos de los sabios y torcía la palabra de los justos”. El Rey Salomón escribió al respecto que “con justicia, el rey le da estabilidad al país, pero el hombre que acepta sobornos la lleva a la ruina” (Proverbios 29:4); es decir, según la Biblia, mientras que la justicia afianza el país, la corrupción las destroza.

Por otra parte, el cáncer hace referencia a cantidad de enfermedades varias que se caracterizan por el desarrollo y división descontrolada de células anómalas. La enfermedad es causada por mutaciones en el código genético (ADN) de las células, es decir, por una alteración de las instrucciones que debería de cumplir cada gen individual que conforma el ADN. Estas alteraciones hacen que la unidad no ejerza su función normal y se convierta en una célula cancerosa.

Pero ¿Cuáles son las causas de las mutaciones genéticas? Por lo menos dos posibles, la primera, aunque se trate de un porcentaje de casos extremadamente pequeño, es que se herede de los padres una mutación genética —nacer con la mutación—, la segunda, que es lo que mayormente ocurre, es que la mutación genética sea ocasionada por diversos factores que no hacen más que alterar el orden establecido, tales como el tabaco, la radiación, algún virus o químico, obesidad, entre otros[1]. Por lo tanto, se puede decir entonces que la corrupción es un cáncer, no solo por la enfermedad en sí y sus consecuencias, sino también por las causas que la generan.

Del mismo modo en que toda célula es propensa a ser cancerosa, todas las personas son propensas a corromperse —sino Dios no hubiera tenido que condenar la corrupción—; este podría ser el componente “heredado”, un gen, por así decirlo, que todos llevamos dentro. Entendiendo esto, a priori, se concluye que cada individuo decide si realizar un acto corrupto, o no, en un momento determinado.

Ahora bien, también es cierto que las circunstancias que rodean a una persona hacen que sea más o menos propensa a corromperse. El cáncer de la corrupción es producto de una sucia modificación de las circunstancias, una alteración anómala o deterioro/perversión de las instituciones sociales que lleva a las personas a apelar a la viveza como una respuesta de supervivencia al contexto en el que se desenvuelve; es por ello que la causal del fenómeno se encuentra íntimamente relacionada con el concepto de acción, por los efectos que las acciones pueden tener sobre las personas y, por extensión, las instituciones.

Axel Capriles lo resume muy bien al decir que “el pícaro —el vivo— es, de hecho, una psicología de supervivencia”[2]; al ser el humano una especie adaptativa, éste desarrolla aspectos en su personalidad para enfrentarse al mundo que les rodea, aspectos que definirán las acciones a realizar en pos de alcanzar sus fines. Por lo que las instituciones, la cultura y, en suma, la estructura social, ejercen una fuerte influencia en las decisiones que toma una persona en su día a día.

Dicho de otro modo, la perversión de las instituciones que permiten la vida en sociedad constituye ese factor que altera el orden social, influyendo en las personas de tal manera que estas se ven obligadas, o por lo menos son más propensas, a realizar acciones que en otras circunstancias no hubieran realizado por no tener los incentivos para hacerlo. Una vez que las instituciones son socavadas, estas dan lugar a “ciertas conductas y estilos de comportamientos” que se transmiten de forma pasiva a la sociedad, a la vez que son “sumamente difíciles de detener” por su inercia y “sólo se apaciguan con el desgaste y el correr del tiempo o con el desarrollo de tendencias contrarias con fuerza suficiente para servir de contrapeso”[3].

La razón por la que las instituciones —jurídicas, mercado, dinero, entre otras—, que son “comportamientos pautados propios y ajenos”[4], modelos repetitivos o patrones de conducta que se llevan a cabo en la sociedad y que surgen de forma espontánea —no deliberada— como resultado de un proceso evolutivo en el que todos los actores sociales interactúan entre sí e intercambian información del tipo practica —tacita e inarticulable—[5], se pervierten, es por intentar organizar ex-profeso a la sociedad; lo que se traduce en restricciones a la libre acción de los individuos.

Para comprender esto es necesario entender que una realidad humana es que cada ser es singular y hace las cosas movido por sus propios deseos internos y no por motivos o deseos ajenos, incluso cuando parece que una persona realiza ciertas acciones motivadas por deseos de un tercero, la fuerza subyacente que empuja a realizar dichas acciones es en realidad su voluntad, sus anhelos. En pos de satisfacer sus deseos, el individuo, que posee un componente empresarial innato, busca, descubre y aprovecha la información que percibe del contexto en el que se desenvuelve para emprender una serie de acciones que terminaran por crear nueva información ex-nihilo que será aprovechada por los demás actores; en consecuencia, la sociedad se coordina y comienza a ajustarse en base a esa nueva información. Todo de forma espontánea.

Así pues, en este proceso, el individuo realiza un cálculo económico subjetivo que le permitirá tomar decisiones con respecto a cuál cree él es la mejor manera de usar los medios a su alcance para lograr sus fines.

Cuando se intenta controlar los campos de acción en los que los actores sociales se desenvuelven, en realidad lo que se está haciendo es tratar de controlar/limitar el libre ejercicio de su empresarialidad innata para valerse de los medios a su alcance que, a su vez, les permitirá alcanzar sus objetivos de la mejor manera posible; el efecto ineludible de este control —coacción— es el estancamiento social y, en casos extremos, la involución.

Como es imposible ir contra la naturaleza humana sin obtener funestas consecuencias, esto no hace más que activar el lado picaresco de las personas como una medida de supervivencia, ya que, dada las circunstancias, es lo único que les permitirá la consecución de sus fines con el menor costo en tiempo, información y/o hasta monetariamente; si bien no en todos los casos, el valor que le asigne cada individuo a los medios y fines dependerá de cada persona —subjetividad— de acuerdo a su contexto.

En efecto, de la misma manera en cómo la corrupción es inherente a la condición humana —un posible acto de corrupción siempre tendrá espacio en el previo cálculo económico subjetivo que realizan las personas para decidir qué acciones emprender con la finalidad de alcanzar sus objetivos—[6], también es cierto que esa condición, ese componente hereditario, no es un cáncer en sí mismo; es decir, la mutación genética heredada predispone a la persona al cáncer —la corrupción—, pero eso no implica con certeza que la persona, y, por extensión, la sociedad, padezca de cáncer. La mutación genética solo lo hace susceptible de padecer la enfermedad —incurrir en un acto de corrupción— si se ve expuesto a determinadas circunstancias —las condiciones del entorno, las instituciones— que, mezcladas, si provocan la mortal enfermedad.

Por tanto, la estructura institucional juega un papel importante a la hora de incentivar la corrupción o, por el contrario, servir de contrapeso a esa condición humana y desincentivar los actos corruptos en la sociedad.

Si una persona al realizar su cálculo económico se fija que el costo de obedecer las instituciones establecidas, el costo de acatar la norma, es superior a los beneficios obtenidos por acatarla, entonces tiene el incentivo para quebrar el orden establecido, saltar el proceso e incurrir en un acto de corrupción, no porque la persona en si misma este enferma y por ello realice un acto de corrupción, sino porque el contexto generó una serie de mutaciones en su ser que le hicieron despertar su viveza con tal de aprovechar de la mejor manera —en base a su cálculo subjetivo— los medios a su alcance para la consecución de sus fines. Por ello, si las personas deciden ejercer acciones al margen de la norma, si una sociedad en general —no casos aislados— es caracterizada por ser corrupta, entonces, a priori, las normas por las que se rigen son ineficientes porque el costo de acatarla es superior a sus beneficios. Todo se resume en ese cálculo económico —valoración de medios y fines— que permite a los actores tomar una decisión que mejor se adapte a sus deseos.

Con todo lo expresado hasta ahora se puede observar como las causas de la corrupción radican en la débil institucionalidad causada por las restricciones a lo único capaz de crear instituciones fuertes y, en consecuencia, una sociedad feraz sostenida en el tiempo, a saber, la libre interacción humana en el ámbito de la propiedad privada.

Esta teoría queda ilustrada con la evidencia empírica cuando se observa la correlación que existe entre libertad[7]  y corrupción; a mayor libertad, menor corrupción, y viceversa[8].

Ahora bien, como todo cáncer, las repercusiones que tiene el fenómeno de la corrupción en la sociedad son nefastas; de hecho, puede causar la muerte del pleno progreso social en caso de no hacer las correcciones que permitan crear las condiciones necesarias para el desarrollo de una sólida estructura institucional.

Para empezar, existen muchos tipos de corrupción y no todas tienen las mismas repercusiones negativas. Sí, la corrupción se presenta cuando quien está en una posición de poder abusa del mismo para beneficios particulares y siempre en perjuicio de la sociedad, pero no todos los actos vierten directamente en los mismos resultados; un soborno para que el parlamento decida aprobar una ley que limite la competencia en el mercado no tendrá las mismas repercusiones que un soborno para omitir una infracción de tránsito; la primera permitirá a cierto grupo de interés crear un monopolio u oligopolio que se traducirá, muy probablemente, en dar a la sociedad productos de baja calidad a un alto precio[9]; la segunda no trasciende de forma activa y material, pues solo queda como un gravamen a la persona que decidió pagar el soborno.

Sin embargo, ambos hechos son perjudiciales; en el primer caso, la sociedad debe conformarse a los malos bienes y/o servicios; en el segundo, si bien no perjudica a otros de forma directa —material—, junto al primero, transciende de forma pasiva, es decir, comienza a transmitirse la información de que con un soborno puedes evitar los altos costos de someterse a la ley —en este caso, derogar el monto que la misma exige; ahorrando de esta manera el tiempo y esfuerzo que requiere su cumplimiento—.

Por esta razón, el costo que paga la sociedad por la existencia de hechos de corrupción, más allá de la mala inversión, de la redistribución de la riqueza, de los efectos negativos en las finanzas públicas que se traduce en pérdida de confianza en el Estado y, a su vez, repercute en baja calidad de vida para quienes dependen de una u otra manera de él[10], o de la baja rentabilidad y eficiencia de las empresas en donde el fenómeno se presenta en altos niveles —mayormente en las empresas estatales—, entre otros problemas; más allá de eso, el costo de la estructura del sistema corrupto —y corruptor— es que perjudica a los más desfavorecidos y afianza la pobreza, ya que ciertos agentes son los más beneficiados por recibir ventajas comparativa sobre aquellos que no pueden incurrir en el mismo hecho por circunstancias cuales sean —o lo pueden hacer pero a un costo mucho mayor—. Al final, “la corrupción no es más que una forma de opresión”[11].

En la misma línea, da la casualidad que quienes se encuentran en el primer escalón de la pirámide de poder, los políticos, son quienes aprovechan sus posiciones para seguir creando condiciones que les permitan obtener más ganancias, y el instrumento que usan para ello son las instituciones jurídicas. No es que la corrupción hace que el Estado cree leyes ineficientes, es que primero se crean las leyes ineficientes y, más tarde, están darán fuerza al lado picaresco de los actores sociales.

Una vez inicia ese proceso, comienza a “multiplicarse la mutación genética”, es decir, el cáncer comienza a extenderse —metástasis—; los políticos se dan cuenta que pueden sacar grandes beneficios de los actos de corrupción y, en consecuencia, comienzan a crear leyes que pretenden hiperregular cada una de las acciones de los individuos para que estos se vean obligados a incurrir en actos corruptos, o, por otro lado, bajo supina ignorancia de la realidad, comienzan a intentar atacar el fenómeno creando discrecionalmente más leyes para controlar a la sociedad pensando que esto ayudara a disminuir la corrupción cuando no hace más que auspiciarla; es como si se tratara de curar el cáncer de mama con más mutaciones genéticas en otras partes del cuerpo, esto es, crear más cáncer. En resumen, sea como sea, los resultados son los mismos.

Por otra parte, el fundamento que sostiene la estructura de la corrupción es aún peor; esto es, que el costo por excelencia que paga la sociedad es su desmoralización y degeneración. Un sistema corrupto inhibe el desarrollo social, erosiona los valores morales a tal punto que, si no se detiene a tiempo, pasa de ser un caso aislado que causa asombro a convertirse en algo normal y necesario para poder sobrevivir —poder desarrollar las actividades económicas—[12].

En ese escenario, los agentes coaccionados “descubren empresarialmente que tienen más posibilidades de lograr sus fines si, en vez de tratar de descubrir y coordinar los desajustes sociales aprovechando las correspondientes oportunidades de ganancia que los mismos generan, dedican su tiempo, actividad e ingenio humano a influir sobre los mecanismos de toma de decisiones del órgano director [Estado]. De manera que un volumen impresionante de ingenio humano —y mayor conforme más intenso sea el socialismo [intervencionismo].— se dedicará constantemente a idear nuevas y más efectivas formas de influir sobre el órgano director con la esperanza real o imaginaria de conseguir ventajas de tipo particular”[13]. En otras palabras, la corrupción llega, crece y se impone en el inconsciente colectivo, los actores sociales comienzan a desear alcanzar un cargo público para comenzar a sacar ventaja personal de ello. De esta manera, ya las personas no comienzan a disciplinar sus acciones en función de los demás, “sino que tratan de hacerse con el poder o capacidad de influir sobre el órgano director, con la finalidad de utilizar sus mandatos coactivos para imponer por la fuerza a los demás ventajas de tipo particular”[14]. La famosa frase de Germán Valdés (Tin-Tan) resume este fenómeno al decir: “yo siempre le pido a Dios que no me dé, sino que me ponga donde haya”.

En resumen, el sistema político tiene los incentivos necesarios para que las personas que se encuentran sumergidas en él se corrompan y comiencen a valerse de sus poderes y funciones para crear el marco institucional/social en el que ellos puedan recibir beneficios particulares. En esta etapa se pervierte la justicia y, en suma, en todas partes inicia un proceso de mutación de las instituciones que termina por hacerlas débiles y arruinarlas[15], la sociedad comienza a decaer.

Si es la libre acción humana, el ejercicio de la empresarialidad, la que permite en un periodo de tiempo crear y fortalecer las instituciones que, a su vez, terminarán por regir las acciones emprendidas por los mismos, que posteriormente dará paso al avance de la civilización, el limitar/restringir esas acciones lo único que hace es condenar a todos a una destructiva espiral descendente rumbo hacia la destrucción. Al desmoralizarse la sociedad, las acciones que los individuos emprendan no serán en función de otros, por lo que no se crea la información necesaria para coordinar a todos los actores sociales, decaen todas las instituciones, dirigiendo así a la misma por un camino rumbo a la más míseras condiciones que se puedan imaginar[16].

Por último, llegados a este punto, es necesario dar respuesta directa a una pregunta: ¿Cómo puede evitarse la corrupción?

Fundamentalmente, eliminando las condiciones que dan fuerza a la corrupción. La arquitectura política, económica, legislativa, cultural y, en definitiva, institucional, de la sociedad debe ser sólida; y, para lograr eso, es necesario respetar la libertad y la propiedad privada de todos los actores sociales.

Solo respetando el proyecto de vida de todos los actores que conforman la societatis, lo cual compromete a establecer límites claros entre la propiedad privada y la pública, se puede evitar la corrupción generalizada y convertir los actos corruptos en hechos anómalos, aislados. La institución legislativa toma fuerza en esta parte puesto que será la encargada de modificar las condiciones presentes que permitirá, al transcurrir un periodo considerable de tiempo, el desarrollo de tendencias contrarias que servirán de contrapeso, abriendo camino hacia la armonía social.

En este orden, el trabajo de la institución jurídica —el derecho— no debe ser crear normas por crearlas, dando paso a la hiperregulación, volviendo al ciclo y alimentando así la enfermedad, sino establecer conceptos claros, no sujetos a interpretación, sobre la propiedad privada que permitan el libre ejercicio de la función empresarial —empresarialidad— de los individuos; es decir, crear el marco en el cual los agentes realicen acciones racionales en base a sus cálculos económicos. Esto se traduce en leyes sencillas, eliminación de procedimientos innecesarios –burocracia—, en más libertad.

En base a esto, se puede inferir que el rol del Estado en la economía será nulo[17]; que el desarrollo social resultante de la libre acción de los individuos llevara a desincentivar la corrupción, tanto en el ámbito público como en el privado, por reconocer y aceptar tácitamente que los beneficios de acatar la norma sobrepasan los costos de acatarla; también, que la libre prensa será un contrapeso importante para este cáncer ya que ayudara a que los fenómenos —mutaciones— externos no se mezclen con la alteración interna —corrupción inherente a la condición humana— o influyan de tal manera que haga despertar al pícaro que todos llevamos dentro[18]; y que la mayoría de los procesos, sino todos, serán transparentes, ya que nadie podrá crear discrecionalmente leyes ni tendrá el poder monopólico de servicios como, por ejemplo, los permisos, subsidios, licencias, entre otros.

Con respecto a la transparencia, la misma legislación basada en propiedad privada sirve de guía a los actores sociales, sobre todo los que trabajan en el sector público, para que estos tengan que rendir cuentas de sus acciones y otros puedan ver/revisar lo que la persona está haciendo.

A modo de conclusión, un resumen:

Los seres humanos poseemos un componente empresarial innato que nos permite aprovechar creativamente los medios a nuestro alrededor para alcanzar los fines que subjetivamente valoramos. Las acciones que realizamos para lograr nuestros objetivos se basan en decisiones racionales que, a su vez, son resultado de un previo cálculo económico en el que se valoran los medios para inferir cuáles serán las acciones concretas a ejecutar que permitirán alcanzar los objetivos planteados.

En este proceso se coordina la sociedad y fortalecen las instituciones que servirán de contrapeso al lado picaresco innato de los actores sociales que les hace propensos a incurrir en actos de corrupción; lado que surge y/o cobra fuerza cuando la libre acción es restringida y, en consecuencia, se dificulta o hasta imposibilita alcanzar los fines bajo elevados principios morales.

En este orden de ideas, cuando se alteran las instrucciones de las instituciones surgidas por un proceso evolutivo en el que interactúan todos los individuos que dan pie a comportamientos pautados y repetitivos entre los miembros de la sociedad y éste comienza a ejercer acciones anómalas, entonces despierta la viveza de las personas como un mecanismo de supervivencia que permitirá alcanzar ciertos fines por medios amorales, es allí cuando mutan, tanto las instituciones como las personas individualmente, y surge el cáncer de la corrupción. Condenando así a la sociedad a una espiral descendente en donde se retroalimentan la pobre institucionalidad y las acciones corruptas en las que incurren los actores, haciendo que cada vez es más normal incurrir en actos de corrupción.

Las consecuencias son nefastas, pues las acciones que antes, en un ambiente libre, se ejercían en función de los demás, dando paso al desarrollo social pleno, ahora comienzan a perder sinergia; lo cual tiene como resultado ineludible la depauperación moral y descoordinación social.

Para evitar esto, entonces, es necesario que las instituciones sean fuertes; y lo único capaz de crear instituciones fuertes es la libre interacción entre las personas en el ámbito de la propiedad privada.

De tal manera que es imprescindible que el marco institucional delimite la propiedad privada, cree las condiciones para respetarla —para el libre ejercicio de la empresarialidad de los individuos—, y sirva de guía a los mismos para la ejecución de sus acciones. A modo de ilustración, las institución jurídica es como el armero que carga con las herramientas que necesita el guerrero en sus batallas, éste no lucha la batalla por él, sino que le sirve de apoyo y base para las decisiones que tome el guerrero en el campo; dicho de otro modo, es guía y apoyo, no conductor; el marco legislativo debe ayudar a los actores sociales a adquirir conocimiento mediante el aprendizaje y el esfuerzo, no regir cada uno de los campos de acción de los mismos.

Para finalizar, cito nuevamente las palabras que se encuentran en la portada del presente escrito: “si el vaso no está limpio, lo que derrames sobre él se corromperá”. Si se pervierte y ensucia la arquitectura social, es decir, la estructura institucional, entonces todas las acciones que en ese marco se realicen serán putrefactas, dañinas, corruptas, y el producto resultante será la pérdida progresiva de la armonía/sinergia de las acciones individuales de cada una de las personas y, junto con eso, el desarrollo social, sustituyéndola por el estancamiento o, en el peor de los casos, la involución social.[*]


[1] Las obras que me ayudaron a entender la mecánica del cáncer fueron las de Gerardo Castorena Rojí titulada “El Libro del Cáncer de Mama”, destaca especialmente el Capítulo I, y el libro de Joseph Márcola titulado “Contra el Cáncer” donde el autor presenta datos interesantes sobre el tema y cómo combatirlo, destacando la introducción y la primera parte del libro (capítulos I-V). A su vez, consulte los “síntomas y causas” en el área de información médica, sección “enfermedades y afecciones”, de la Mayo Clinic en su página oficial; puede ingresar a través de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cancer/symptoms-causes/syc-20370588.

[2] Capriles, Axel. (2008). La picardía del venezolano o el triunfo del Tío conejo. Caracas, Venezuela. Editorial Alfa. Prefacio, pág. 23.

[3] Ibíd., pág. 79. Capítulo titulado “El significado de la picaresca para América”, subtitulo “El truhan como polizón” (párr. 1). Estas palabras ya vislumbran cuales son los medicamentos necesarios para atacar el cáncer de la corrupción, a saber, desarrollar el marco institucional lo suficientemente sólido como para generar una tendencia contraria a la que causó o dio fuerza a los actores sociales para que incurrieran en actos de corrupción.

[4] Huerta de Soto, Jesús. (2005). Socialismo, Calculo Económico y Función Empresarial. Madrid, España. Tercera edición. Publicado por Unión Editorial. Pág. 46.

[5] Ibíd., pág. 69.

[6] Recuerda, al igual que las mutaciones heredadas que pueden dar origen al cáncer, la corrupción es un componente genético hereditario.

[7] Libertad, libertad económica —empresarial, laboral, monetaria, comercial, etc.—, libertad de expresión y fuentes alternativas de información, libertad de prensa, entre otros.

[8] Por citar ejemplos, para el año 2019 el ranking del Índice de Libertad Económica mundial posicionó a Singapur, Nueva Zelanda y Australia entre los 5 países más libres, mientras que, al mismo tiempo, el Índice de Percepción de la Corrupción publicado por Transparencia Internacional los posicionó entre los países en donde se percibe menos actos corruptos; esto contrasta con Venezuela, República del Congo y Eritrea que se encuentran entre los 5 países con menos libertad económica y entre los países con más actos de corrupción en el mundo. Este ejercicio puede compararse con los demás índices de libertades (ver nota 7) en donde se encuentras resultados similares.

[9] Puede ocurrir también que la empresa sea extorsionada, lo que lleva a encarecer los productos/servicios que ella comercializa.

[10] Desvío de fondos que originalmente serían destinados a planes sociales.

[11] En Atalaya, edición de estudio (2000), ¿Por qué hay tanta corrupción? (pág. 3). Publicado por la WatchTower Bible and Tract Society. El articulo puede consultarse en línea: https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/w20000501/Por-qu%C3%A9-hay-tanta-corrupci%C3%B3n/

[12] Huerta de Soto, en op. cit., pág. 119. describe que, como consecuencia de la hiperregulación legislativa, del excesivo control que ejerce el Estado —herramientas que se encuentran entre las características de su concepto de Socialismo—, los seres humanos “pierden el hábito de comportarse moralmente (es decir, siguiendo principios o normas pautadas y repetitivas de acción), modificando paulatinamente su personalidad y forma de actuar que cada vez se muestra más amoral (es decir, menos sometida a principios) y agresiva”.

[13] Ibíd.

[14] Ibíd.

[15] Del mismo modo en cómo la alteración de las instrucciones del código genético de las células hace surgir el cáncer, las mutaciones en las instituciones hace que las “instrucciones” por las que surgió en un principio sean alteradas y no comience a funcionar como debería.

[16] Las consecuencias que derivan de esto son, por ejemplo, distorsiones en los mercados, el florecimiento de la delincuencia organizada —siendo, en muchos casos, los políticos parte de ella— y, debido a la poca confianza en las instituciones y el gobierno de la región, desaliento de inversión. En conclusión, es el mísero camino hacia la decadencia.

[17] En la medida en que cada acción que realizan los individuos se fundamenta en decisiones que, a su vez, fueron precedidas por cálculos económicos subjetivos sobre los medios a su alcance para lograr determinados fines, toda acción humana es económica. Por tanto, si el Estado no controlara la vida privada de cada actor social, sus acciones, entonces, en conclusión, el rol del mismo en la economía será nulo.

[18] En un ambiente libre, uno de los altos costos de incurrir en actos de corrupción seria la exposición pública.

[*] Con este ensayo, el autor participó y obtuvo el segundo lugar del concurso «El costo de la corrupción» llevado a cabo por Cedice Libertad, en alianza con otras organizaciones, en Venezuela en el año 2020.

Comunismo: una hiena manchada

Por Antonio Semprun, coronel de la Guardia Nacional en el exilio.

Tenga presente la siguiente frase: «la hiena manchada es un depredador que caza en grupo”

El comunismo es una hiena manchada, dónde se infiltra pone en práctica aquello de que quien parte y comparte, a saber, se queda con la mejor parte. Esto es precisamente lo que ha hecho en Venezuela el grupo de depredadores que ahora encabeza Nicolas Maduro.

El comunismo y sus cuatreros, después de más de dos décadas, no sólo se han quedado con la mejor parte, sino que han dejado a los venezolanos y al país con la peor parte: una agobiante situación de miseria, carencia y abandono.

Esto lo han hecho desde el poder que secuestraron después de un fallido golpe de estado; utilizan parte de la riqueza que han robado para comprar la complicidad y traición de algunos opositores que en realidad lo que son es mercenarios a dádivas. “Opositores”  que se doblan para no partirse y se conforman con el mendrugo que les arrojan, a cambio de apoyo solapado a cualquier show que monte la tiranía para lavarse la cara.

Venezuela es la mancha roja en el concierto de países latinoamericanos que utiliza sus cuantiosos recursos para extender el cáncer del comunismo a costa de la pobreza en la que han sumido a los venezolanos, y eso no lo ignora el mundo.

En este sentido, la organización criminal que secuestra a Venezuela pretende enviar un mensaje de tranquilidad, de respeto a las instituciones y a las leyes, celebrando unas elecciones falsas y amañadas que sólo esperan el día en que se celebren para anunciar el “irreversible” resultado previamente decidido y así mantener su statu quo.

En este escenario, hay que recordar que no existe precedente en el que una tiranía comunista haya entregado el poder de manera pacífica, razón por la cual se debe presionar en el ámbito nacional e internacional.

En el ámbito nacional, los venezolanos deben estar convencidos que la única manera con la se puede derrotar a la tiranía es con una presencia activa y constante en las calles que haga sentir a los depredadores que no tienen opción alguna  de permanecer en el poder.

En el ámbito internacional, el conjunto de naciones integrantes de los distintos organismos creados a los efectos deben, con acciones concretas, rechazar las imposiciones de los zurdos y no conformarse con la emisión de discursos y condenas verbales que no surten efecto alguno.

Una tiranía que tiene vínculos con narcotráfico y el crimen organizado, que comete delitos de lesa humanidad, que entregó la soberanía del país a cambio de protección, que saqueó el erario nacional, que se ha robado más de veinte elecciones, y pare usted de contar, es una metamorfosis criminal que debe expulsarse del poder con la ejecución de todo lo que implique “acciones inéditas”.

Nueva paralización de refinería de Paraguaná empeorará más crisis de gasolina

Caracas. – El Centro de Refinación de Paraguaná paralizó nuevamente sus funciones desde este pasado sábado, según lo denunció la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), a través de sus redes sociales.

Iván Freites, secretario de la FUTPV, publicó en su cuenta de Twitter que la refinería, ubicada en Falcón, presentó una nueva falla, lo cual obligó al personal a detener las operaciones.

“El reformador de nafta que produce gasolina de alto octanaje se paraliza por problemas en un horno”, indicó Freites en su publicación.

El sindicalista también advirtió, que esta situación reduce la producción de gasolina a 40 mil barriles diarios, insuficiente para atender la demanda interna.

A su juicio, este hecho provoca una caída en la producción de combustible “a 40 mil barriles diarios en Venezuela”.

También, Freites alertó que, con poco petróleo para procesar en las refinerías, la situación en el suministro de combustible se agrava en la nación.

Consideró finalmente, que esta situación empeorará la situación del precario abastecimiento de gasolina que hay a nivel nacional, por lo que recomendó a la gente «a ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo».

La patria que nos quitaron: crónicas de un mísero pueblo sin identidad ni futuro (introducción)

Por Roymer Rivas, escritor y coordinador local de EsLibertad Venezuela.

Mucho se ha dicho y escrito acerca de los diferentes grados de miseria material y moral en la inexorablemente se sumergen los pueblos que quedan sometidos por el Socialismo, o cualquier otra expresión del colectivismo, que cuanto más radical, más miseria induce. Sin embargo, poco o nada se ha dicho sobre la eliminación de la identidad y del sentido de pertenencia, como consecuencia de la perversión de lo que muchos llamamos “patria”, que también inducen estos tipos de sistemas nefastos.

Para vislumbrar la idea, piense que por lo general una madre ama a su hijo, al punto de estar dispuesta a dar su vida para el resguardo de su muchacho. Pero hay veces que una madre pareciera carecer de este afecto y, contra el sentido común, es ella misma la causa de los males de su hijo. Pues, este esto último es el caso de nuestro país Venezuela, ese pedazo de tierra caribeña que alguna vez fue la patria de muchos y que desde hace tiempo ha pasado de ser esa madre buena que naturalmente cuida a sus hijos, a ser el principal depredador de ellos, usándolos cual juguete de diversión mientras los consume lentamente hasta que ya no queda vestigio alguno de su existencia. Y digo que Venezuela “alguna vez fue la patria de muchos” porque hoy día ya no hay patria, nos la han arrebatado; esa especie de espíritu, comparable con ese personaje bíblico que modela la maldad misma conocido como El Maligno, Satanás o El Diablo, que se apoderó de todas las instituciones del país para destruirlas y edificar sobre ellas un Kraken con gigantes tentáculos de observación, control y saqueo de todas las riquezas materiales y espirituales de tierra de nadie, ha vaciado por completo el significado del término “Venezuela”.

¿Qué es “Venezuela”? ¿Qué significa? Para responder a estas preguntas muchos acuden, y con razón, a la nostalgia. Algunos dicen: “Venezuela es su gente”, pero ¿Qué gente? ¿Esa que se levanta todos los días pensando en los problemas del día a día, el cual incluye a veces no comer las porciones necesarias del día a día por carecer de los recursos para ello, y que son incapaces de planificar el futuro con mediana seguridad? ¿Esa gente que piensa solamente en cómo conseguir más dinero para no pasar hambre hoy sin saber si eso le asegurará que no tendrá que buscar un ingreso adicional para no pasar hambre mañana? ¿Esa gente que solo piensa en la inmediatez, desconectada del mundo que le rodea porque cualquier mínima distracción de ir en busca del pan es sinónimo de hambre y cualquier conexión con el mundo en el que habita se traduce en angustia? ¿Esa gente que no ha sido capaz de aguantar las circunstancias de su existencia y valoran menos su vida que la misma muerte? ¿Ese pueblo que ríe, pero por dentro solloza desconsoladamente por la tristeza de residir en las cenizas de lo que alguna vez representó felicidad en unión familiar, sin preocupaciones de un mañana peor? Hoy lo bueno y bonito de “Venezuela” es lo que alguna vez fue bueno y bonito, esa Venezuela bonita es porque haber sido también es una forma de ser, pero no lo es en presente, porque responder esas preguntas con cualquier expresión de temporalidad presente significa decir: “Venezuela es nada”, y la nada es algo malo para nosotros.

He aquí la razón por la que muchos prefieren negar su procedencia y pelear con sus paisanos: Venezuela es porque fue, pero mientras se siga este camino de servidumbre no será en el futuro porque no es, de la misma forma en que no lo es Cuba y Corea del Norte, que solo representan un lugar en el mapa, una historia, y un ejemplo de todo lo que está mal en el mundo llevado al extremo. No hay amor a la patria porque no hay patria que amar; una patria no nos daña, y esta nos ha dañado de la peor manera en que se puede dañar al ser humano, a saber, quitándole su libertad, atentando contra su misma naturaleza, deshumanizándolo en el proceso. Jamás pensé que llegaría el día en el que mi pueblo, nuestro pueblo, sería menos maltratado en el extranjero que en la tierra que lo parió, pero es precisamente así como está pasando hoy. Aun lo pruebo con cada uno de mis sentidos y me cuesta aceptarlo. Mi patria ya no es mía, ni es de nadie. Hoy la tierra que habitamos está usurpada por el mal, es del mal, encarnado en los personajes que controlan a gusto todo lo que está dentro de los límites territoriales que indica el mapa.

Duele… duele que seamos extranjeros marginados en nuestra misma tierra; duele que la situación llevo a una guerra sin tregua entre hermanos; duele el insulto a nuestro intelecto cuando los culpables niegan su culpa y se la adjudican a otros; duele, y duele mucho. No obstante, en nuestro profundo dolor y tristeza hemos aprendido que el humor es un arma del alma para sobrevivir, por eso reímos, porque aunque nos han pisoteado y han querido hacernos a nivel individual lo mismo que hicieron con nuestro colectivo —nuestro pueblo—, no hemos perdido la visión de futuro, de asumir la responsabilidad, a nuestra manera, de encontrar la respuesta correcta a los problemas que se nos plantearon y cumplir con la tarea que la vida nos ha asignado, a saber: recuperar la patria. En nuestra condición, aunque probablemente no sea vigorosa o vibrante, no hemos perdido la esperanza; porque aunque la esperanza a veces puede ser una luz débil, es una luz que nunca se extingue.

En este contexto, con la intención de ilustrar con la acción humana el hecho de que nuestro pueblo ya no tiene patria —aunque puede volver a tenerla en el futuro— y el cómo somos extranjeros marginados en lo que alguna vez fue nuestro país, informo que cada 15 día, los miércoles, saldrán una serie de relatos cortos que muestran de forma supina el día a día de un marginado en sus propias tierras, de un hijo maltratado por su madre poseída. Si bien los relatos serán con personajes ficticios, son veraces y pueden ser representar la vida de cualquiera en el país. Espero que los mismos sean del agrado de cada uno de los lectores. Y bienvenido, esto es: “La patria que nos quitaron: crónicas de un mísero pueblo sin identidad ni futuro”.

El arte underground como forma de protesta contra el sistema

Desde hace mucho tiempo la izquierda se ha apoderado de la cultura para transmitir sus mensajes, desde los intelectuales del momento hasta la cultura pop, que son quienes reciben, vale resaltar, mayor cobertura en los medios.

Sin embargo, en el mundo underground —con poca cobertura— mayormente resalta el arte anti-sistema, crítico, reflexivo y/o consciente. En esto destaca una manifestación del hip-hop conocido como «RAP», genero cuya característica pura es servir como protesta constante.

En este contexto, hoy analizaremos la última canción subida por Anderson Ramírez, conocido con su nombre artístico como MC Hayek, por servir de mensaje reflexivo para todos aquellos que aún siguen apostando por los políticos y el Socialismo.

El título de la obra es: Abre los ojos [rap anticomunista]

El video comienza mostrando personajes como Hugo Chavez, Gustavo Petro y Rafael Correa diciendo que «cuando los pobres dejan de ser pobres (…) se vuelven de derecha», dejando en evidencia que a la izquierda no solo no le interesa sacar a las personas de la pobreza, sino que no les conviene, dado que, según su lógica, pierden votos.

En definitiva, los políticos se han encargado de manipular el discurso populista para hacer creer que les interesa el bienestar ajeno, cuando en realidad es todo lo contrario, los quieren en la miseria para poder seguir ejerciendo el poder sobre ellos.

Esto queda de forma sublime patentado en la canción cuando en el coro se destaca: «Atentos pues, tienes el coco flojo, no existe libertad cuando mandan los rojos. Ellos te quieren pobre, pues pobre tu eres fiel, well, abre los ojos bien… abre los ojos bien.»

Y es que la forma de vivir de los políticos la consiguen saqueando las arcas de riqueza que produce el trabajo duro y el esfuerzo de las personas de a pie, que se desenvuelven libremente en el mercado. En el video se muestra un corto del profesor Jesús Huerta de Soto explicando cómo a través de los impuestos se llevan gran porcentaje de lo que produce una persona común.

No obstante, no todos reparan a reflexionar en este hecho, pues, parafraseando a MC Hayek, «los tienen hipnotizados, creyendo mentiras» al punto de que son capaces de «defender hampones creyendo que es por su bien», cuando en realidad esas personas «solo quieren el poder» y ellos son el medio para conseguirlo.

En esta ceguera, a veces no se dan cuenta de la incoherencia que existe en aquellos que «critican la riqueza» y al mismo tiempo dicen que «sacaran a todos de la pobreza», entonces ¿Ser rico no es malo? ¿Cómo es que sacaran a todos de la pobreza cuando esa condición es, por descarte, lo que es «bueno» para los políticos de izquierda?

No se puede esperar algo bueno de tal contradicción. En palabras de MC Hayek: «¿Qué esperas de un político que vive del voto del pobre? ¿Qué? ¿Que te quiera rico? A ver si piensas (…) ellos son la burguesía [que tanto critican] y viven de tus impuestos, no han trabajado en su vida.» Y es que, como ya mencionamos, el político no trabaja como cualquier otro, sino que «vive del engaño» y del esfuerzo ajeno.

Es importante comprender esto, porque significa que solamente los «empresarios y los obreros» son los que producen riqueza y crean el escenario para tener comida en la mesa, mientras que el político quita pan de la mesa al mismo tiempo que te hace creer que se preocupa por tu alimentación.

«Piensa en un mundo sin empresa, dime ¿Qué tienes? El empresario y el obrero son los que hacen que tu cenes. Más empresa es más trabajo, es más barata tu alacena; el político, en cambio, es la causa del problema», se destaca en la canción.

En definitiva, este mensaje se contrapone a la creencia de que el político está para solucionar los problemas y que podemos esperar algo bueno de ellos. Más allá de compartir o no el mensaje en su totalidad, nadie puede negar que aquellos pueblos que se dejan manipular por sus dirigentes son, de una u otra manera, en mayor o menor medida, miserables.

Mientras que el pueblo culto, con capacidad de criticar el sistema en el que vive, crea el caldo de cultivo para defender la libertad y las instituciones que permiten la innovación y el progreso, en el contraste de ideas.

5 de Julio Día de la Dependencia de Venezuela

Por Ricardo Guanipa d’Erizans.

Hasta que llegaron los militares al gobierno con el inútil teniente coronel Hugo Rafael Chávez Fría en 1998, los venezolanos celebrábamos cada 5 de Julio el glorioso Dia de la Independencia firmada en 1812 por el Libertador de Libertades Simón Bolívar. Pero las cosas cambiaron rápidamente, pues, Chávez asesorado por bandidos de izquierda y centro izquierda le entregó la soberanía de Venezuela a Fidel Castro y su banda de delincuentes en La Habana.

Con esto, los cubanos comunistas comenzaron a manejar a su antojo las instalaciones militares, centros de salud pública, todo el aparato de inteligencia y contrainteligencia de Venezuela, industria petrolera, y un largo etcétera. Desde ahí la Venezuela de Chávez comenzó con su Dependencia de Cuba hasta la fecha por culpa de los miembros de las Fuerzas Armadas que son ascendidos de rango no por meritocracia, sino por simplemente jurar lealtad a Maduro y su temido Cartel de los Soles.

A esa incompetente Centro Izquierda o Izquierda venezolana, llamase socialismo —esa porquería política tercermundista—, le bastaron menos de 24 años para destruir toda Venezuela en lo económico, político, social, científico, cultural, educativo, moral, militar, policial, judicial, salud, turístico, recreativo, laboral, para reconstruir un nuevo país solo comparable con Haití o el país más miserable del continente africano o asiático bajo la complicidad de lideres de Acción Democrática (Henry Ramos Allup) y COPEI (Eduardo Fernandez).

No tengo suficiente espacio para analizar cada uno de los tópicos anteriormente mencionados, por lo que solo revisaremos los mas importantes —bueno, importantes para mí, no sé para usted, cuestión de criterios y conceptos—. Empecemos en lo económico.

Los puertos marítimos de Venezuela en las décadas de los 70, 80 y 90 tenían un altísimo  transito divididos en importaciones y exportaciones solo comparables con países de crecimiento económico, para entonces, como Brasil, Colombia, Argentina, Chile entre otros; cualquier Ministro de Izquierda o Centro Izquierda en la Venezuela de hoy pudiera “También Bolivia”, sin saber el muy animal e inculto socialista que Bolivia no tiene salida al mar.

Pero continuamos, el Puerto de Maracaibo, por ejemplo, tenía una media de cientos y hasta miles de atraco de barcos en sus muelles al año, en lo que va de 2023 exageraría si les digo que 50 barcos han tocado el muelle, la verdad verdadera es que la cifra es mucho menor de 2 cifras, eso sí, los atracos en el puerto superan a los mil por año, me refiero al atraco a mano armada de bandas criminales que actúan impunemente en los puertos para asaltar a trabajadores de la industria petrolera.

Por cierto, la producción de petróleo en 1997 era de casi 3 millones de barriles diarios mientras que hoy la vergonzosa producción de crudo es de 731.000 barriles por día. No alcanzamos ni el millón. Y todo esto se debe, en primer lugar, a que la industria esta siendo operada por sujetos de izquierda, centro izquierda o socialistas calificados cómo trabajadores intelectualmente incompetentes que han devastado las instalaciones con frecuentes accidentes e incendios por impericia y falta de capacitación profesional para asumir ese reto.

Chávez fue un estafador de naturaleza y pensó que dirigir Venezuela era algo simple y comenzó la destrucción de la nación, tragedia que fue heredada por Maduro, un conductor de autobús que no completó estudios de bachillerato y nunca tuvo la inteligencia para generar riqueza —por eso razón no le prestó importancia a entender el tema de economía o ingeniería financiera y se dedicó más al tráfico de drogas—.

En lo educativo, hasta que llegó Chávez al poder Venezuela era una industria educativa para formar profesionales de altísimos rendimientos en sus correspondiente carreras, Economía y Finanzas, Leyes, Ingeniería, Comunicadores Sociales, Medicina, Contaduría, Psicología, Estadísticas, Computación, Comunicaciones, Petróleos, Mecánicos, Aviadores, etcétera; era difícil encontrar a una persona adulta en la década de los 80 y 90 que no tuviera una especialización, incluso, me refiero a cajeros bancarios que tenían 10, 15 ó 20 años trabajando en esas entidades, carreras que no se aprendía en la universidad, sino, en el campo pero tan respetadas como un programador de computadoras o un periodista.

Dolorosamente, eso cambió desde que Venezuela fue gobernada con el socialismo —esa porquería política que alimenta la incompetencia intelectual del chavismo fracasado que destruyó Venezuela—. Ahora hay matones con poder como Diosdado Cabello y el lavador profesional de dinero del narcotráfico como su hermano Jose David Cabello, en sociedad con el adeco contralor Elvis Amoroso, ese tipo de lastre social sustituyeron la masa competente laboral por dar paso a profesionales sin formación educativa como Maduro que sustituyeron la Democracia por Cleptocracia y el Estamento del Estado por Crimen Organizado.   

Sin más que decir, deseo un Feliz Dia de la Independencia de Estados Unidos, que este 4 de julio adornaron sus cielos con fuegos artificiales y un majestuoso show con coloridos drones.

Escasez de gasolina hizo estallar a habitantes de San Fernando de Apure

Caracas. – En San Fernando de Apure no aguantaron más por la escasez de gasolina, y en la noche de este pasado viernes conductores y habitantes trancaron la Av. Intercomunal de la ciudad, exigiendo un mayor abastecimiento de gasolina.

Los habitantes de San Fernando han estado reclamando, pero más insistentemente desde principios del pasado mes de junio, que se regularice el suministro de gasolina para la entidad.

El número de gandolas que envían a esa región es insuficiente, y la escasez tiene paralizados a todos los lugareños, pero sobre todo a los miembros de la Asociación de Ganaderos de Apure (Agapure).

Este gremio se ha quejado de no poder transportar los rubros que produce —muy necesarios a nivel nacional— por no tener gasolina para sus transportes.

La noche de este viernes la situación hizo desesperar a los conductores cuyas placas finalizan en 7 y 8, quienes tenían horas aguardando para llenar los tanques de sus vehículos.

En vista de que el suministro es insuficiente y muchos quedaron por fuera, trancaron la Av. Intercomunal con sus autos para exigir respuesta gubernamental.

Por su parte, la Gobernación chavista de Apure aún no se ha manifestado al respecto.

María Corina asegura que mensaje de Capriles, al igual que el socialismo, busca dividir

Caracas. – María Corina Machado contestó los señalamientos que le hizo recientemente Henrique Capriles, a quien le aseguró que su discurso, al igual que lo hace el socialismo, solo busca dividir a la sociedad para hacerla más débil.

Recientemente, el candidato de Primero Justicia se refirió a Machado, de quien dijo «en lo político, ella le habla a un estrato alto del país».

La abanderada de Vente Venezuela admitió no descubrir las intenciones del mensaje enviado por el candidato de la tolda amarilla. Sin embargo, en una entrevista con el periodista Miguel Ángel Rodríguez, decidió responderle a Capriles.

Machado llamó a que los venezolanos puedan hablar “sin ninguna categoría de esa naturaleza que nos divida”.

“Yo creo que nosotros tenemos más de 20 años viendo las consecuencias terribles que tiene la pretensión de un sistema de dividirnos entre pobres y ricos, blancos y negros, izquierda y derecha, cuarta y quinta”, dijo.

En este sentido, acotó “eso el socialismo lo usa como un mecanismo para hacer a la sociedad y a las personas más débiles”, y consideró que se trata de un discurso que busca dividir a la ciudadanía y hasta a la familia.Igualmente, negó que hable a algún estrato de la sociedad y sostuvo que todas las clases quieren lo mismo: oportunidades.

«Nosotros somos venezolanos, somos todos ciudadanos y punto. Somos todos libres e iguales ante la ley», sentenció.

«No subestimemos a esos venezolanos que han tenido menos oportunidades. Están clarísimos en lo que quieren; quieren vivir con dignidad, no quieren que les regalen nada, quieren vivir de su esfuerzo y comprar lo que les da la gana», puntualizó.

Borrego de la Semana 112: Gustavo Petro

Esta semana, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, desató una nueva controversia tras referirse a la caída del muro de Berlín el 9 de junio de 1989, en una de sus alocuciones en su visita a Alemania, pues, según él, este hecho debilitó a la izquierda en el mundo.

Al respecto, expresó lo siguiente:

«Después de una gran noche neoliberal —como la llamamos nosotros—, neoconservadora le dicen otros, que por décadas —tres o cuatro décadas—, ha dominado al mundo, fundamentalmente a partir precisamente de ese lugar geográfico y del derribo del muro de Berlín, trajo una oleada neoconservadora, una destrucción del movimiento obrero a escala mundial, un debilitamiento formidable y una pérdida entonces de valor de la izquierda”.

No obstante, es necesario recordar que el famoso muro de Berlín mantuvo separada ideológica y físicamente a Alemania durante 28 años, y que el lado que pertenecía al Bloque Soviético se encontraba hundido en la miseria, al punto de que muchos murieron intentando salir del lugar.

Por ello, su caída en 1989 no solo marcó el inicio de la reunificación alemana y el fin de la ‘Guerra Fría’, sino que sirve de ejemplo sumamente expresivo del fracaso del socialismo como tipo de orden social.

En vista de ello, las palabras de lamento de Petro con respecto a la caída del muro de Berlín solo muestra su desprecio a la libertad y su amor por el modelo comunista, que se sustenta en la coacción y la corrupción, y que durante años sólo ha repartido muerte y dolor.

Es por esta razón que el mandatario colombiano ha sido elegido como el «Borrego de la Semana», porque no comprende que si las personas han dado un giro y despreciado a la izquierda, es precisamente porque la «izquierda» sostuvo tal atrocidad y su fracaso práctico quedó patentado en 1989 cuando miles de personas salieron a las calles a derrumbar ellos mismos aquello que les limitaba de expresar sus voluntades libérrimas y del progreso.

Fiscalía del narco régimen investigará a productores que boten cosechas por falta de gasolina

Caracas. – El Ministerio Público advirtió este pasado viernes, que investigará a los productores que se deshagan de sus cosechas, medida que toman al no poder transportarlas a los mercados por falta de gasolina.

A través de sus cuentas en las redes sociales, la Fiscalía del narco régimen, informó que los casos detectados de destrucción de cosechas, serán puestos en manos de la Fiscalía 23 nacional en Materia de Delitos Económicos.

A través de su cuenta en Twitter, el fiscal de la Narcotiranía, Tarek William Saab, aseguró que estos procedimientos están considerados delitos, porque supuestamente atentan contra la soberanía alimentaria, y también, presuntamente pretenden provocar alerta en la población.

«#AHORA @MinpublicoVEN #designa Fiscalía 23 Nacional en Materia de Delitos Económicos para #investigar y #sancionar hechos irregulares relacionados con un grupo de personas que #destruyen grandes cantidades de alimentos procurando causar #zozobra en la población y atentar contra la seguridad #agroalimentaria del pueblo. #Justicia.», fue el mensaje difundido por Saab.