De Derecha Diario
El objetivo del Partido Liberal Democrático y de su socio Komeito es conseguir la mayoría absoluta en la Cámara Alta para poder reformar la Constitución y legislar la creación de un Ejército Nacional.
La coalición de derecha que gobierna Japón hace varias décadas aumentó su mayoría en la Cámara de Consejeros (Senado) en las elecciones de este domingo, dos días después del asesinato del político más importante de las últimas décadas, el líder de la derecha, Shinzo Abe.
Abe, la persona con más años al frente del gobierno desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Japón, fue asesinado a tiros el viernes durante un discurso de campaña en la ciudad occidental de Nara, por un sujeto que aparentemente lo culpaba por su expulsión de la Marina.
El derechista Partido Liberal Democrático (PLD) que actualmente dirige el primer ministro Fumio Kishida, pero que respondía en términos prácticos a Shinzo Abe, se quedó con 119 bancas en el Senado (subiendo de las 109 que tenía).
Por su parte, su socio legislativo, el partido de derecha Komeito, se quedó con 27 bancas, y ambos forman un bloque de 146 senadores, superando considerablemente la mayoría simple (125 bancas) pero quedándose cortos de la mayoría absoluta, los 2/3 del Senado (167 bancas).
Desde la llegada de Shinzo Abe al liderazgo del PLD, el partido se constituyó como un partido nacionalista, lo cual en Japón significa que quieren reformar la Constitución para cambiar una serie de pactos que se hicieron en 1945, luego de la rendición del emperador ante Estados Unidos.
Entre otras cosas, quieren eliminar el artículo 9 de la Constitución, que impide a Japón de tener su propio Ejército Nacional y renuncia a la potestad de declarar la guerra a otros países, pero para esto necesitan de los 2/3 del Senado.
“ARTÍCULO 9. (1) Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación ya la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución de controversias internacionales.(2) Para lograr el objetivo del párrafo anterior, las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas, así como otros potenciales de guerra, nunca serán sostenidos. No se reconocerá el derecho de beligerancia del Estado”.
Por su parte, el socialdemócrata Partido Constitucionalista Democrático (PCD), que apoya mantener el artículo 9 y cosechar mejores relaciones con Estados Unidos, bajó de 44 a 39 bancas.
A pesar de esto, un socio inesperado podría cumplir post-mortem el sueño de Abe. Un partido libertario, Nippon Ishin, obtuvo un excelente resultado y pasó de 15 a 21 bancas, las cuales sumadas a la coalición oficialista podrían obtener exactamente los 167 votos para reformar la constitución.
Oficialmente el partido no ha tomado postura frente a la reforma de la Constitución, pero muchos de sus candidatos en esta vuelta electoral han expresado su apoyo a eliminar el artículo 9. El problema es que es probable que no todos los 21 senadores libertarios apoyen la reforma, y necesitan que absolutamente todos la voten para llegar a los 167.
Las elecciones para la Cámara Alta suelen ser un referéndum sobre el gobierno en funciones, y en ningún momento estuvo en juego el cambio de gobierno, ya que eso lo determina la Cámara Baja, pero sí está en juego la reforma constitucional.
Para completar los últimos puestos, el Partido Comunista de Japón (PCJ), que en el país nipón ha sido una de las fuerzas políticas más importantes de la oposición en el pasado, hizo la peor elección de su historia, y apenas pudo renovar 11 de los 13 senadores que tenía.
Irónicamente, los comunistas japoneses defienden el artículo 9 que le entrega su soberanía militar a Estados Unidos y avala la existencia de bases occidentales en Japón.
Debajo quedó el centrista liberal Partido Democrático del Pueblo (PDP), una escisión del PCD más conservador pero que también defiende el artículo 9, que obtuvo 10 bancas; el socialista Reiwa Shinsengumi, que creció de 2 a 5 bancas; el partido libertario NHK, cuya agenda se basa principalmente en reclamar por el fin de la televisión pública y del monopolio del canal estatal NHK, que logró 2 bancas; y el centroizquierdista Partido Social Demócrata (PSD), que obtuvo 1 banca.
“Es significativo que pudimos llevar a cabo esta elección en un momento en que la violencia estaba sacudiendo los cimientos de la elección“, dijo Kishida, un protegido de Abe, después de la encuesta de salida.
“En este momento, cuando enfrentamos problemas como el coronavirus, Ucrania y la inflación, la solidaridad dentro del gobierno y los partidos de la coalición es vital”, agregó. El partido guardó un momento de silencio por Abe en su sede de Tokio mientras los miembros esperaban los resultados.
Las ganancias pueden permitirle a Kishida revisar la constitución pacifista de Japón, un sueño que Abe nunca logró. Los partidos abiertamente a favor de revisar la constitución obtuvieron por primera una mayoría de dos tercios en la Cámara Alta.
Cuando se le preguntó sobre la revisión constitucional el domingo por la noche, Kishida anticipó que se concentrará en elaborar en los próximos meses un proyecto de ley para poder ser enviado al Parlamento.
Entre la muerte de Abe y este resultado esperanzador, Kishida ahora puede tener el capital político para cambiar la Constitución. Si no ocurre ningún escándalo, el mandatario tiene tres años para impulsar la legislación antes de que sea necesario celebrar otra elección.