El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha concedido este martes la medalla presidencial al activista de derecha Charlie Kirk, una condecoración entregada a título póstumo tras su asesinato a principios del pasado septiembre durante un acto público en Utah.
El mandatario ha entregado a Kirk la mayor distinción civil del país norteamericano coincidiendo con el que sería su 32º cumpleaños durante una ceremonia en la que ha estado presente la viuda de éste, Erika Kirk.
Trump ha asegurado a ésta que «siempre estaremos aquí para usted, para sus hermosos hijos, y nunca olvidaremos lo que su familia ha sacrificado por nuestro país».
Erika, quien ha reemplazado a su difunto marido al frente de la organización juvenil de derecha Turning Point, ha aceptado la condecoración y ha afirmado en su discurso que, de haber sobrevivido, Kirk «probablemente» habría concurrido a la Presidencia estadounidense.
Por su parte, el magnate republicano ha declarado además el 14 de octubre como «Día Nacional en Memoria de Charlie Kirk» para rendir homenaje al activista asesinado, según un escrito difundido por la Casa Blanca en el que invita a los estadounidenses a «rezar por el avance de la paz, la verdad y la justicia» en el país.
En el documento, Trump ha presentado al activista como un hombre que pretendía «salvar nuestras divisiones políticas, culturales y filosóficas», al tiempo que era un «mártir cristiano y titán del movimiento conservador estadounidense».
Asimismo, ha asegurado que su Administración seguirá trabajando para terminar con lo que ha descrito como «devastadora ola de violencia política».
«Ningún país civilizado puede soportar una cultura en la que el debate abierto se responde con disparos, la búsqueda de la verdad se responde con derramamiento de sangre y el amor a la patria se responde con odio hirviente», ha agregado.









