Feminismo liberal vs el feminismo de izquierda: efecto Ocampo

Carolina Dada, relaciones institucionales y finanzas de LOLA Arg (Ladies of Liberty Alliance), especialista en Marketing Político.

El liberalismo puede argumentar su apoyo al feminismo desde la libertad individual, mientras que el feminismo de izquierda lo hace desde el igualitarismo. Pero el objetivo es el mismo: la defensa de las mujeres.

Carolina Dada

En 1936, el entonces presidente argentino de facto, Pedro Justo, envió al Congreso el «Anteproyecto de Bibiloni», en un intento legislativo que buscaba reformar la Ley 11.357 con un objetivo claro y regresivo: quitarle a la mujer casada los derechos civiles que apenas una década antes, en 1926, le habían sido concedidos.

El anteproyecto generó un gran malestar en las mujeres que ya disfrutaban de esa independencia, sobre todo en Victoria Ocampo, una de las más importantes escritoras testimoniales del siglo XX. Ocampo, a quien se podría considerar una de las primeras feministas liberales en la Argentina, canalizó ese enfado en un activismo que le dio origen a Unión Argentina de Mujeres (UAM).

El movimiento logró frenar el anteproyecto y reunir a más de 20.000 mujeres con diferentes tendencias ideológicas, quienes además impulsaron el derecho al voto y el divorcio. Sin embargo, dos años después de su creación, Victoria Ocampo, renunció a UAM al descubrir que algunas socias, que formaban parte del Partido Comunista, estaban utilizando la organización para sus propios fines políticos. Esto, a su juicio, contravenía los principios fundacionales del movimiento.

Así surge el primer cuestionamiento sobre la partidización del feminismo. Para Victoria Ocampo, la lucha por los derechos de la mujer era una causa universal que trascendía las divisiones ideológicas. Ella veía el feminismo como un movimiento que debía romper con los «moldes» sociales, de clase y de género para que no fuera un apéndice instrumentalizado por ninguna fuerza política, sino una fuerza de cambio por sí mismo.

La segunda incomodidad de Ocampo se manifiesta con su sorprendente rechazo al proyecto de ley del voto femenino, aprobado en 1947. Esta negativa provino de su profundo antiperonismo, pues definía al peronismo como un movimiento con rasgos autoritarios y antidemocráticos muy cercanos al fascismo italiano. Además, retrata a Eva Duarte de Perón como una «fanática rentable» funcional al utilitarismo electoral diseñado por Juan Domingo Perón. En consecuencia, Ocampo fue incluida en la lista negra del peronismo, junto a otros artistas e intelectuales, lo que derivó en su posterior persecución y detención.

A pesar de esa impostura, hoy nadie podría cuestionar el gran aporte al feminismo de Victoria Ocampo, pero su incomodidad la puso en una encrucijada que la llevó a sortear entre su feminismo y su antiperonismo.

El dilema histórico que tuvo Ocampo resuena en la masificación del feminismo de los últimos años. Hoy, un sector de mujeres que se definen como feministas y liberales intentan ocupar un lugar de representación entre los sectores del liberalismo, con dos propósitos: desmarcar a los principios liberales de las derivas conservadoras que se propagan globalmente. Y, por otra parte, el desacuerdo con posturas de izquierda que predominan los espacios feministas tradicionales o mayoritarios.

Esta tensión es bien retratada en el libro «Sin padre, sin marido y sin estado» de Melina Vázquez y Carolina Spataro, que documenta la incomodidad de las mujeres en el liberalismo que intentan sostener un feminismo liberal ante la avalancha conservadora. Lo más interesante del libro es la reacción de otros sectores del feminismo, que debaten sobre la validez y el reconocimiento de una vertiente feminista liberal.

Quizá la incomodidad del «Efecto Ocampo» se trasladó al feminismo contemporáneo. Por un lado, al feminismo liberal, quienes construyen la defensa de las mujeres desde el libre mercado y la limitación del Estado. Por otro lado, al feminismo de izquierda al intentar deslegitimar la existencia de las feministas liberales. Este escenario nos empuja a una pregunta más crucial: ¿Cuáles son las preocupaciones del feminismo actual que ambos sectores comparten?

El liberalismo puede argumentar su apoyo al feminismo desde la libertad individual, mientras que el feminismo de izquierda lo hace desde el igualitarismo. Pero el objetivo es el mismo: la defensa de las mujeres. Las reacciones ante este debate también exponen un peligro que debe ser advertido al acusar las supuestas hipocresías, tanto históricas como actuales, de los distintos feminismos y movimientos partidarios, a saber: el riesgo de olvidar que el feminismo es siempre, por definición, una buena causa.

El error de Victoria Ocampo no fue advertir el oportunismo y el fascismo de Juan Domingo Perón o el desacuerdo con Eva Perón, sino no entender históricamente que la aprobación del voto femenino era un logro del feminismo en todas sus formas.

Esto se agrava cuando se personifican las ideologías. ¿De qué sirve cuestionar al feminismo de izquierda o al feminismo liberal tomando a figuras como Donald Trump, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Viktor Orbán, Javier Milei o Alberto Fernández? Cuando son estas figuras las que utilizan engañosamente el partidismo y las ideologías para desprestigiar a los movimientos de mujeres en general.

Seguramente hay una necesidad clara de empezar a separar los términos izquierda y derecha del liberalismo y del feminismo, y de aquellas posiciones que reponen prejuicios que exceden a las necesidades actuales de las mujeres, del mercado y de las funciones del Estado. Margarita León decía hace algunos años que “el feminismo debe influir en los partidos políticos, no constituirse en ellos.”, tras de los debates históricos sobre la existencia de un partido puramente feminista. Hoy muchas jóvenes se suscriben a las premisas feministas, luego piensan a quién votar de acuerdo a sus necesidades o simplemente deciden no votar.

Sin lugar a dudas, el “Efecto Ocampo” debe evitarse si se anteponen los beneficios del feminismo transversalmente. Tal vez la tarea más importante que tienen las mujeres en sus esferas políticas, es lograr que el feminismo sobreviva a las campañas de desprestigio. Sin importar a quien le pertenezca la historia de la lucha de las mujeres —liberales o de izquierda—, nadie puede tener el monopolio del feminismo.

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(Nota: las ideas expresadas son netamente del autor y no necesariamente representa la posición de ContraPoder 3.0)

¡El holocausto petrolero: pasos firmes hacia la justicia para la familia despojada!

Por Leroy Garrett (@lerogarrett).

Imagina por un momento el rugido ensordecedor de las refinerías, el aroma acre del crudo que se transforma en vida cotidiana para millones, y de repente, todo eso se apaga. No por un accidente, no por un desastre natural, sino por la mano fría y calculadora de un régimen que pisotea derechos como si fueran hojas secas bajo sus botas. Ese es el “holocausto petrolero” que azota a Venezuela desde hace años: la expropiación brutal, las sanciones que nos dejan en la penumbra, y la pérdida de Citgo, esa joya americana de PDVSA, robada a manos de violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte del chavismo y sus cómplices.

Como articulista en Contrapoder News, he visto cómo esta tragedia no es solo un capítulo de historia económica, sino un grito de dolor colectivo de la familia petrolera: ex empleados de la casa matriz, familias destrozadas, comunidades enteras que vivían del pulso del petróleo. Pero hoy, no vengo a lamentar, vengo a narrar, en palabras simples y directas, los pasos concretos que estamos dando en las trincheras legales para reclamar lo nuestro. Pasos que, como un río que no se detiene, nos llevan hacia la reparación.

Empecemos por el frente principal, la Corte del juez Leonard Stark en Delaware, donde el destino de Citgo se juega como una partida de ajedrez de alto voltaje. Aquí, el juez Stark —ese guardián implacable de la “eficiencia”— ha dictado lo que llamamos el “alter ego”: una decisión que une a PDVSA con el Estado venezolano, y sus entes en el exterior como si fueran uno solo, un velo corporativo rasgado que expone las deudas y los abusos. 

Ganador aprobado, dice el fallo del 1 de diciembre de 2025, que avala la puja de Amber Energy por 5.900 millones de dólares.  Pero no nos equivoquemos: este no es un triunfo para los buitres financieros solos. 

Nosotros, los ex empleados y víctimas directas, hemos intervenido con testimonios crudos, testimonios que sangran historias de despidos injustos, pensiones evaporadas y familias hundidas en la miseria por las políticas chavistas. Le ha tocado a este cronista la sublime misión de presentar las evidencias que susurran verdades incómodas, recordando que detrás de cada latrocinio perpetrado a PDVSA hay un derecho humano pisoteado. 

Stark ha despejado obstáculos, rechazado múltiples mociones para descalificarnos, y  el resultado ha sido que ahora el camino está pavimentado para que el dinero de la venta no se evapore en bolsillos equivocados, sino que fluya hacia quienes fuimos despojados primero. 

Ese alter ego no solo ata deudas, sino que nos posiciona como herederos legítimos: al declarar a PDVH –poseedora de las acciones de Citgo– como extensión del Estado depresor chavista y PDVSA casa matriz, nos hace, a nosotros los ex empleados, beneficiarios directos de esos derechos sucesorales, imprescriptibles y blindados contra el olvido.

Paralelamente, en la órbita de la juez Jennifer L. Hall —esa voz serena pero firme en los pasillos judiciales de Delaware—, avanzamos en frentes complementarios con una moción contundente para blindar el QSF, el Qualified Settlement Fund que será el corazón de nuestra reparación. Hall, federal en Delaware, ha validado reclamos previos y ahora revisa nuestra presentación que asegura que los fondos de la venta de Citgo no se diluyan en reclamos ajenos, priorizando a las víctimas reales como nosotros.

Aquí, nuestros esfuerzos se centran en bloquear reclamos colaterales que diluyan nuestro fondo, presentando evidencias de cómo el régimen y colaboracionistas  (Ad Hoc interinario) usó Citgo como rehén para financiar su maquinaria represiva, por un lado, y de control económico por el otro y de enriquecimiento ilícito, violando tratados internacionales de derechos laborales y humanos. Es un baile delicado: negociamos con OFAC, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de EE. UU., que ha extendido protecciones hasta marzo de 2026 para evitar que transacciones con bonos PDVSA enreden el proceso.

La OFAC, con su licencia general 5Q, nos da oxígeno: prohíbe ventas o transferencias de acciones de Citgo ligadas a esos bonos sin autorización específica, pero promete una “política de licenciamiento favorable” para acuerdos que prioricen a las víctimas reales, como nosotros. Nuestras peticiones a OFAC no son meras formalidades; son balas de acero que invocan sanciones por violaciones a derechos humanos, recordando cómo el chavismo nos dejó en la calle para enriquecer a sus aliados.

Y no nos quedamos en las costas americanas. Elevamos la voz a la Corte Suprema de Justicia de EE. UU., ese faro supremo donde apelaciones como la de Gold Reserve y Venezuela chocan contra el muro de la razón. 

En diciembre de 2025, mientras Stark aprueba la venta, las apelaciones ante el Tercer Circuito cuestionan el proceso entero, nosotros intervenimos con briefs que ligan el alter ego no solo a deudas financieras, sino a un tapiz de abusos: detenciones arbitrarias de sindicalistas petroleros, represión de protestas en refinerías, y el éxodo forzado de miles de trabajadores. 

La Corte Suprema (SCOTUS) ha rechazado revisiones previas, pero nuestro empuje —apoyado en precedentes de derechos humanos— mantiene viva la llama de la revisión, asegurando que ningún detalle se escape. No confundamos esto con el caso de la juez Failla en Nueva York: allí, en el frente de los bonistas PDVSA 2020, falla validó los bonos con su fallo del 18 de septiembre de 2025, pero nos botó arbitrariamente de su causa, con base en calumnias de colaboracionistas y traidores, un revés que no nos detiene, sino que nos redirige a Delaware donde Hall y Stark oyen nuestro clamor por el QSF. 

Finalmente, cruzamos océanos hacia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IACHR), ese bastión continental en Washington que escucha los ecos de la injusticia desde San José, Costa Rica. 

Aquí, no hablamos de dólares, sino de almas: hemos radicado denuncias colectivas por violaciones masivas a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, detallando cómo el régimen chavista y sus colaboradores usaron la expropiación de Citgo como arma para silenciar disidencias, dejando a ex empleados sin sustento en medio de una crisis humanitaria. 

La IACHR, con su mandato de monitorear y remitir casos a la Corte Interamericana, nos da un megáfono global: informes temáticos sobre derechos laborales en el sector extractivo, medidas cautelares para proteger a testigos amenazados, y la promesa de fallos vinculantes que obliguen a reparaciones. Nuestros pasos en la IACHR son el contrapeso moral, recordando que Citgo no es solo un activo, sino un símbolo de dignidad robada.

Y ahora, miremos al horizonte con ojos claros: marzo próximo, 2026, marca la fecha tope para obtener la aprobación del QSF, ese Fondo de Liquidación Calificado que actúa como un arca sagrada para las reparaciones. Como hemos conversado en otras ocasiones, este no es un capricho burocrático, sino el reloj inexorable que mide nuestra victoria. 

El QSF, establecido bajo la supervisión de Stark, recibirá los frutos de la venta de Citgo —esa ganga de USD$ 5.900 millones que, aunque parezca poco para un gigante valorado en USD$ 13.000 millones, es semilla de justicia—. Aunque nosotros, por las violaciones flagrantes a nuestros derechos humanos a manos del chavismo, tenemos un reclamo prioritario como ex empleados de la casa matriz, Citgo se erige como emblema de todas las pérdidas causadas por esos abusos y las alianzas traidoras con colaboracionistas. 

El alter ego decretado por Stark no solo válida nuestro cobro legítimo del dinero de la venta, sino que nos otorga derechos sucesorales imprescriptibles —derechos que no caducan, que trascienden dueños— sea ante Amber Energy o quienquiera que termine al mando de Citgo. El QSF, entonces, no es mero trámite: es la justicia encarnada para las víctimas, el bálsamo que sana heridas abiertas, y el escudo que entrega a los nuevos dueños un activo limpio, libre de gravámenes o reclamos de terceros que empañarían su posesión. Es el cierre de un ciclo de dolor, donde el petróleo fluye de nuevo hacia quienes lo hicieron grande.

¡Justicia a la familia petrolera! Que este grito resuene en las salas de Delaware, en los pasillos de la IACHR, y en cada hogar venezolano donde un padre o una madre aún sueña con el rugido de la justicia. No nos rendiremos; el río sigue su curso, y la reparación está a la vuelta de la esquina.

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Zelenski se reúne con Starmer, Macron y Merz para garantizar una «seguridad real» para Ucrania

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha reunido este lunes con el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, para garantizar una «seguridad real» para Ucrania, un encuentro que se produce horas antes de que se desplace hasta Bruselas, la capital belga.

«Garantizar una seguridad real es siempre un desafío común y un gran esfuerzo compartido. ¡Gracias por vuestro apoyo!», ha indicado Zelenski, que se encuentra en Londres, donde ha tenido lugar la reunión, según un mensaje difundido a través de redes sociales.

Starmer —cuyo país forma parte del grupo conocido como E3, compuesto también por Francia y Alemania— ha recibido a los tres líderes para un encuentro con el que buscan abordar el plan de paz para Ucrania a medida que la guerra se acerca a su cuarto año.

Aunque no está previsto que ofrezcan una rueda de prensa conjunta, el canciller alemán se ha mostrado escéptico ante algunas cuestiones planteadas por las autoridades de EE. UU. en relación con el plan de paz.

Así, ha pedido «hablar de estos detalles» y ha justificado la presencia del E3. «Los próximos días pueden ser «decisivos para todos nosotros», ha destacado, según ha recogido la agencia de noticias alemana DPA.

Merz ha aprovechado la ocasión para reiterar el apoyo de Alemania a Ucrania: «todos sabemos que el destino del país es el destino de Europa».

Kallas reconoce que algunas críticas de EE. UU. son «ciertas»: «Europa ha subestimado su propio poder frente a Rusia»

La Alta Representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Kaja Kallas, ha reconocido este sábado que algunas críticas de EE. UU. vertidas contra los países europeos en su nueva doctrina exterior son «ciertas» y ha afirmado que «Europa ha subestimado su propio poder frente a Rusia».

«Hay muchas críticas, pero creo que algunas son ciertas. Europa (…) ha subestimado su propio poder frente a Rusia. Deberíamos tener más confianza en nosotros mismos.», ha subrayado Kallas durante un debate organizado con motivo del Foro de Doha en la capital de Qatar.

Kallas ha resaltado que a «EE. UU. también le interesa que Europa perdure y que sigamos siendo aliados». «No siempre hemos coincidido en diferentes temas, pero creo que el principio general sigue vigente. Somos los mayores aliados y debemos mantenernos unidos», ha reiterado al ser preguntada por la periodista estadounidense Christiane Amanpour.

La Administración Trump considera en su nueva doctrina exterior que Europa enfrenta un «borrado» de la «civilización europea» como consecuencia de sus políticas migratorias, de la baja tasa de natalidad y de la pérdida de las identidades nacionales. «Si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos», reza el texto.

Asimismo, alude a que «algunos responsables europeos» están exhibiendo «expectativas poco realistas» sobre la guerra en Ucrania y ha destacado como prioritario el restablecimiento de las relaciones estratégicas con Rusia y salvar así un distanciamiento entre Europa y Rusia que, en opinión de Washington, es el mejor ejemplo de la «falta de autoestima» que ahora mismo afecta a Europa.

«Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su confianza a nivel civilizacional y que abandone su fallido enfoque en de asfixia regulatoria», señala el texto, que añade que «la gran mayoría de los europeos desea la paz», si bien esto «no se traduce en políticas en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos».

Canadá retira a Siria de su lista de Estados extranjeros que apoyan el terrorismo

El Gobierno de Canadá ha anunciado este viernes que ha eliminado a Siria de su lista de Estados extranjeros que apoyan el terrorismo y ha eliminado de su lista de organizaciones terroristas al grupo yihadista sirio Hayat Tahrir al Sham (HTS), que encabezó la ofensiva rebelde que acabó en 2024 con el derrocamiento del régimen de Bashar al Assad.

«Estas medidas están en consonancia con las decisiones recientes adoptadas por nuestros aliados, incluidos Reino Unido y EE. UU., y dan seguimiento a los esfuerzos del Gobierno de transición sirio por promover la estabilidad de Siria, construir un futuro inclusivo y seguro para sus ciudadanos y colaborar con socios globales para reforzar la estabilidad regional y combatir el terrorismo», ha argumentado el Ejecutivo canadiense en un comunicado.

Ottawa ha señalado que no se trata de una decisión tomada «a la ligera» y ha acordado mantenerse «firme junto al pueblo sirio en su búsqueda de un futuro inclusivo, estable y próspero», si bien ha insistido en que su prioridad es la seguridad de los canadienses tanto en el país como en el exterior.

A este fin, agrega la nota, las autoridades canadienses continuarán trabajando «para contrarrestar las amenazas a la seguridad mundial, como las que plantean Al Qaeda y Estado Islámico», sin apartarse de «sus esfuerzos de rendición de cuentas» o del uso de «sanciones específicas».

«Seguiremos de cerca la situación en Siria y tomaremos medidas contra la actividad extremista violenta o terrorista de Estado Islámico y Al Qaeda que representa una amenaza para Canadá, nuestros ciudadanos y nuestros intereses en todo el mundo», ha reiterado el ministro de Seguridad Pública canadiense, Gary Anandasangaree.

Trump ordena una «revisión exhaustiva» de los planes de vacunación infantil en EE. UU.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha ordenado este viernes una «revisión exhaustiva» a nivel federal de las pautas de vacunación infantil en EE. UU. para «alinearse con las mejores prácticas» a nivel mundial, apenas horas después de que un comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) eliminase su recomendación de vacunar contra la hepatitis B a los recién nacidos, decisión que Trump ha calificado como «excelente».

«Acabo de firmar un memorando presidencial que ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos que acelere una evaluación exhaustiva de los calendarios de vacunación de otros países del mundo y armonice mejor el calendario de vacunación estadounidense para que finalmente se base en el criterio de referencia de la ciencia y el sentido común», ha anunciado el mandatario en una publicación en su red social, Truth Social.

El objetivo de Trump es actualizar el calendario de vacunación infantil básica de EE. UU. «para que se ajuste a la evidencia científica» y se alinee con «las mejores prácticas de países desarrollados similares», como Canadá, Japón y Alemania, sin que ello ponga en riesgo «el acceso a las vacunas actualmente disponibles para los estadounidenses».

«Los países pares desarrollados recomiendan menos vacunas infantiles», ha insistido el magnate neoyorquino, quien ha criticado que el plan de vacunación infantil estadounidense ha exigido «durante mucho tiempo» hasta 72 inyecciones «para bebés perfectamente sanos (…), mucho más de lo necesario». «¡Es ridículo! Muchos padres y científicos han cuestionado la eficacia de este calendario, ¡y yo también!», ha zanjado.

cabe señalar que la medida de Trump —recogida en un memorando— llega después de que la comisión sobre vacunas de los CDC estadounidenses haya retirado este mismo viernes la histórica recomendación de inocular de hepatitis B a los recién nacidos en el país, una postura vigente desde 1991.

Trump ha aplaudido esta revocación y ha defendido que se trata de una «excelente decisión», argumentando que los recién nacidos «en su gran mayoría no corren riesgo de contraerla (al tratarse de) una enfermedad que se transmite principalmente por vía sexual o a través de agujas contaminadas».

Rusia rescinde acuerdos militares firmados con Canadá, Francia y Portugal entre 1989 y 2000

El Gobierno de Rusia ha anunciado este viernes la finalización de tres acuerdos de cooperación en materia de defensa que fueron firmados entre 1989 y 2000 con Canadá, Francia y Portugal, una decisión que ha sido formalizada mediante un decreto del primer ministro ruso, Mijail Mishustin.

El documento detalla de manera expresa que los tratados afectados son el pacto entre la extinta Unión Soviética y Canadá sobre visitas militares, firmado en Moscú el 20 de noviembre de 1989; el acuerdo entre la Federación de Rusia y Francia sobre cooperación en defensa, rubricado el 4 de febrero de 1994; y el tratado entre Rusia y Portugal para la colaboración en el ámbito militar, fechado el 4 de agosto de 2000, según ha recogido la agencia de noticias Tass.

Todos ellos han sido considerados por el Gobierno como carentes de vigencia estratégica en el contexto actual, motivo por el que han quedado extinguidos de forma simultánea y sin que se hayan valorado posibles sustituciones o mecanismos alternativos de cooperación.

La orden gubernamental contempla asimismo que sea el Ministerio de Exteriores del país el encargado de comunicar formalmente a Ottawa, París y Lisboa la decisión adoptada, con el fin de completar el procedimiento diplomático correspondiente. Esta notificación constituye, según el contenido del decreto, el último paso necesario para cerrar definitivamente los acuerdos.

Si bien el texto no ofrece explicaciones adicionales sobre los motivos políticos o militares detrás de esta medida, la revocación de estos pactos se dibuja como un nuevo episodio en la progresiva desconexión de Rusia con Occidente en materia de seguridad y cooperación técnica.

Cabe señalar que este anuncio llega después de que, en un movimiento similar, Mishustin rescindiera a mediados de julio de 2025 el acuerdo de cooperación técnico-militar con el Gobierno de Alemania, después de que Moscú amenazara con esta medida tras acusar a Berlín de llevar a cabo una «política abiertamente hostil» y una postura «militarista cada vez más agresiva».

Ucrania y EE. UU. señalan que el fin de la guerra depende de la disposición rusa a mostrar un «compromiso serio» con la paz

Representantes de los gobiernos de Kiev y Washington han señalado que cualquier avance para poner fin a la guerra en Ucrania depende del grado de compromiso de Moscú y han insistido en la necesidad de dar pasos «creíbles» hacia un alto el fuego, todo ello tras dos días de «debates constructivos» entre ambas potencias en los que el Ejecutivo ucraniano ha exigido nuevamente que se garantice la independencia y la soberanía del país y del pueblo ucranianos.

«Ambas partes han coincidido en que el progreso real hacia cualquier acuerdo depende de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo, incluidos pasos hacia la desescalada y el cese de los asesinatos», ha informado el secretario de Seguridad Nacional y del Consejo de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, tras una reunión con el enviado especial de EE. UU. para la paz, Steven Witkoff, en la que ha participado también el jefe del Estado Mayor ucraniano, Andrii Hnatov.

Durante este encuentro, el sexto en las últimas semanas, ambas delegaciones han analizado «los resultados de la reciente reunión entre EE. UU. y Rusia» y han estudiado posibles medidas que podrían conducir al fin de este conflicto que está a punto de cumplir cuatro años.

«Las partes estadounidense y ucraniana subrayaron que es necesario poner fin a la guerra y adoptar medidas creíbles hacia el cese del fuego y la desescalada para evitar una nueva agresión y hacer posible el plan integral de desarrollo de Ucrania, diseñado para hacer que la nación sea más fuerte y más próspera que antes de la guerra.», ha indicado Umerov en una publicación en su cuenta en la red social X.

Entre los principales temas de debate de las dos últimas jornadas se han incluido también cuestiones relativas al marco de seguridad regional y a las capacidades de disuasión necesarias para una paz duradera; así como la revisión —por separado— de «la agenda de prosperidad futura, que apunta a apoyar la reconstrucción de Ucrania después de la guerra, las iniciativas económicas conjuntas entre EE. UU. y Ucrania y los proyectos de recuperación a largo plazo.»

Tras este breve resumen de lo hablado hasta el momento, el propio Umerov ha asegurado que el diálogo bilateral entre EE. UU. y Ucrania continuará este sábado, si bien no ha revelado los temas que se discutirán durante los próximos encuentros.

Las conversaciones entre Washington y Kiev tienen lugar tras una cita de cinco horas que tuvo lugar en Moscú entre Witkoff y el presidente ruso, Vladímir Putin. Tras este encuentro, el ministro de Exteriores ucraniano, Andri Sibiga, confirmó este miércoles «contactos» con el enviado especial estadounidense y aseguró que EE. UU. percibe avances en el proceso para poner fin a la guerra en Ucrania.

Zelenski agradece al matrimonio Trump su gestión para el retorno de los niños ucranianos desde Rusia

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha agradecido a su homólogo de EE. UU., Donald Trump, y a la primera dama, Melania, su labor a la hora de negociar el retorno de los niños ucranianos atrapados en Rusia durante la guerra.

Melania Trump anunció el jueves que otros siete niños han sido devueltos por Rusia tras ser «separados» en el marco de la invasión de Ucrania, una medida que se produce tras el acuerdo alcanzado con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Se trata de seis niños y una niña, quienes se encuentran ya en territorio ucraniano y se han podido reunir con sus respectivas familias, según ha indicado Melania Trump en un comunicado en el que ha reafirmado su «dedicación absoluta al regreso de estos niños».

Zelenski ha querido dar las gracias este viernes «a todos los que hicieron posible el regreso de estos niños ucranianos» y señalado que «la reunión de los niños con sus seres queridos merece todo el esfuerzo y seguimos trabajando para traer a casa a todos nuestros niños secuestrados».

«Gracias al presidente y a la primera dama por la constante atención a este importante asunto», ha añadido Zelenski antes de recordar que todavía quedan «miles de niños pendientes de repatriación».

Cabe señalar que la Corte Penal Internacional (CPI) imputó formalmente a Putin en marzo de 2023 por la deportación forzada de niños ucranianos, al entender que pudo haber cometido crímenes de guerra. El Gobierno de Ucrania ha denunciado reiteradamente estos traslados, así como los intentos de Rusia por adoctrinar a la infancia en los territorios ocupados.

EE. UU. critica la falta de realismo de Europa sobre la guerra en Ucrania y ve prioritario retomar las relaciones con Rusia

EE. UU. considera que «algunos responsables europeos» están exhibiendo «expectativas poco realistas» sobre la guerra en Ucrania y ha destacado como prioritario el restablecimiento de las relaciones estratégicas con Rusia y salvar así un distanciamiento entre Europa y Rusia que, en opinión de Washington, es el mejor ejemplo de la «falta de autoestima» y la amenaza del «borrado» que ahora mismo afectan a la «civilización europea».

La ideología de la Administración Trump domina la nueva Estrategia de Seguridad Nacional presentada este viernes por la Casa Blanca; un documento que marca las líneas generales de la política exterior norteamericana en el mundo y que, en su apartado dedicado a Europa, apuntala en una idea trasladada en febrero a través del vicepresidente del país, JD Vance, durante su discurso de febrero ante la Conferencia de Seguridad de Múnich: la amenaza real de un declive de la civilización occidental en el continente europeo.

«Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su autoestima como civilización, y que abandone su enfoque fallido a favor de la asfixia de las regulaciones», recoge el documento antes de poner la guerra en Ucrania como caso representativo.

EE. UU. está convencido de que los aliados europeos «disfrutan de ventajas significativas» sobre Rusia a nivel de ‘poder duro’, es decir, presión militar y económica, «excepto en lo que armas nucleares se refiere» pero «como resultado de la guerra de Rusia en Ucrania, las relaciones europeas con Rusia se han atenuado significativamente y muchos europeos ven a Rusia como una amenaza existencial».

El resultado de esta aproximación es un «riesgo de conflicto» entre Rusia y los países europeos que EE. UU. quiere aliviar a través de un «cese rápido de las hostilidades en Ucrania» para evitar una «escalada de la guerra». Pero también aboga por «restablecer la estabilidad estratégica con Rusia», y, en último término, facilitar «la reconstrucción de Ucrania posterior a las hostilidades para posibilitar su supervivencia como un estado viable».

El documento estratégico avisa de que la guerra en Ucrania ha tenido un «efecto perverso» en Europa, cuya «dependencia externa no ha dejado de aumentar», y ha puesto como ejemplo a Alemania, cuyas «compañías químicas están construyendo en China sus plantas de procesado mientras usan gas ruso que no pueden obtener a nivel doméstico».