El Departamento del Tesoro de EE. UU. ha denunciado un «gran incidente de ciberseguridad» atribuido a ‘hackers’ vinculados, según informa, al Gobierno de China. Si bien, esta es una acusación de la que el gigante asiático se ha desmarcado.
El Tesoro norteamericano dio cuenta de este incidente en una carta remitida al Congreso y en la que explica que tuvo constancia el 8 de diciembre, cuando un proveedor de servicios de software externo, BeyondTrust, le avisó de que un tercer actor había conseguido la clave para acceder a cierta información, según el texto recogido por la agencia Bloomberg.
Diversas agencias norteamericanas, así como los servicios de Inteligencia, colaboran ahora en las pesquisas para tratar de esclarecer lo ocurrido, aunque Washington da ya por hecho que el ciberataque es obra de ‘hackers’ vinculados a Pekín.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de China ha negado lo que cataloga de acusaciones «indundadas», en palabras de una de sus portavoces, Mao Ning, quien ha insistido en que Pekín se opone a este tipo de actividades cibernéticas y ha acusado a otros países de agitar este tipo de denuncias con fines políticos.








