El régimen comunista de Corea del Norte se pronunció este domingo sobre el envío de globos cargados de basura al Sur.
«Suspenderemos temporalmente la distribución de papel a través de la frontera porque nuestras acciones son estrictamente medidas de represalia», afirmó el viceministro de Defensa del país, Kim Kang-il, en un comunicado emitido por la agencia estatal KCNA.
A su juicio, esto constituye una respuesta de supuestos envíos de panfletos anti-Pionyang que el Sur manda al norte. Por tanto, advirtió que podrán reanudarse si Seúl no detiene sus propios lanzamientos aéreos de estos panfletos.
El dictador explicó que desde la noche del 28 de mayo hasta la madrugada del 2 de junio se enviaron 15 toneladas de desechos alrededor de la frontera entre ambos Estados y en el área metropolitana de Seúl, utilizando alrededor de 3.500 globos.
«Les dimos a los coreanos suficiente experiencia sobre lo sucio que se siente y cuánto esfuerzo se necesita para recoger el papel higiénico esparcido», expresó.
Empero, esto contrasta con lo que informó la agencia surcoreana Yonhap, a saber, que cerca de 720 globos con bolsas de plástico llenas de basura y desechos fueron lanzados desde el norte en la última oleada de este tipo de envíos, cayendo en diferentes partes del país.
El Estado Mayor Conjunto precisó que los globos transportaban restos de basura, como colillas de cigarrillos, bolsas de papel y plástico, instando a la población a no tocarlos en caso de hallarlos en el suelo.
Por otra parte, la agencia denunció que Pionyang ha estado interfiriendo las señales de GPS en aguas cercanas a las islas fronterizas del noroeste de Corea del Sur desde el miércoles.