Histórico derrumbe de las expectativas de inflación: Tras el desastre kirchnerista, el país recupera la esperanza

De Derecha Diario

El último informe REM del Banco Central proyecta una fuerte caída de la tasa de inflación esperada para los próximos meses, a partir del ajuste fiscal y monetario que está llevando a cabo el Gobierno.

El Banco Central publicó su informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) correspondiente al mes de abril, el cual recopila las proyecciones de las principales consultoras del país sobre la evolución de la tasa de inflación para los próximos meses. Se registró una histórica caída de las expectativas inflacionarias, algo que respalda firmemente la baja de tasas ejecutada por el propio BCRA.

La mediana de expectativas para el salto del IPC en abril fue del 9%, cuando el informe REM del mes pasado estimaba una inflación mensual superior al 11%. Se espera que el proceso de desinflación se acentúe todavía más a lo largo del año: un salto del 7,5% para mayo, 6,8% para junio, 6,3% para julio y 6% a partir de agosto.

Cabe señalar que en medio de un proceso de desinflación con una fuerte ancla fiscal (el superávit generado por el Gobierno), es esperable que las expectativas disminuyen a lo largo del tiempo, y por lo tanto es posible que los pronósticos actuales para el próximo semestre sean sustancialmente superiores a la inflación que efectivamente se registre por el INDEC.

La tasa de inflación interanual estimada al cabo de los próximos 12 meses es del 88%, y esta cifra representa una reducción de 139 puntos porcentuales a la expectativa que había dejado el fallido exministro de Economía Sergio Massa (una inflación proyectada a 12 meses en el 227% interanual en noviembre de 2023). 

Asimismo, no se esperaba una tasa de inflación interanual tan baja desde marzo de 2023, con la diferencia de que la cifra llega en medio de un proceso de desinflación, mientras que por aquel entonces ocurría todo lo contrario.

Con un ancla fiscal firmemente consolidada, la inflación interanual esperada se anotó su quinta caída mensual consecutiva. Esto no ocurría desde el año 2017, y la tendencia podría afianzarse incluso más si el tratamiento de la Ley Bases en el Senado resulta favorable para el dictamen del oficialismo.

La caída de la inflación esperada no solo se ve reflejada en las estimaciones de las consultaras privadas y los fundamentos macroeconómicos que conduce el Gobierno, sino además por las encuestas realizadas a la sociedad.

En este sentido, la consultora Poliarquía informó por un drástico cambio en el estado de ánimo de la sociedad. Mientras que en julio de 2023 predominaba el cansancio social, el desánimo y la decepción por el colapso del modelo económico kirchneristas, para abril de 2023 las encuestas señalan un fuerte crecimiento de la cantidad de personas que se identifican con una sensación de esperanza.

Ley Bases: Los puntos más importantes que beneficiarán la vida de los argentinos si se aprueba en el Senado

De Derecha Diario

A lo largo de 10 capítulo y varias decenas de capítulos, la nueva Ley Bases impulsa la mayor reforma del Estado de la historia argentina. Hoy fue aprobada por 142 votos en la Cámara de Diputados.

Este martes, la Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción a la Ley Bases que el presidente Javier Milei envió por segunda vez al Congreso, marcando un hito histórico en Argentina, en el que un partido, con tan solo 38 diputados, logró conseguir el apoyo de más de un centenar de opositores para consolidar el apoyo para aprobar las reformas.

Si bien el masivo proyecto debe ser enviado al Senado para su aprobación definitiva, los argentinos están esperanzados de que las decenas de reformas que se impulsan en la Ley Bases se terminen concretando antes del 25 de mayo, como convocó Milei en la Apertura de Sesiones del Congreso.

Los 10 títulos que contiene la ley benefician directamente a los argentinos, a través de medidas para achicar y desburocratizar el Estado, privatizaciones, una reforma laboral y un régimen especial para atraer inversiones.

Resumen de la ley:

Título I

  • Se declara la emergencia en materia administrativa, económica, financiera y energética por 1 año. De esta manera, Milei podrá modificar leyes por decreto relativo a estos cuatro temas. Todos los presidentes de la democracia gobernaron con emergencia económica.

Título II

  • Capítulo 1: Se faculta al Presidente a reformar, achicar y recortar organismos del Estado Nacional.
  • Capítulo 2: Se faculta al Presidente a PRIVATIZAR empresas del Estado.
  • Capítulo 3: Se faculta al Presidente a impulsar reformas para desburocratizar el Estado Nacional.
  • Capítulo 4: Se faculta al Presidente a reformar el empleo público en el Estado Nacional.

Título III

  • Capítulo 1: Se faculta al Presidente a reformular o cancelar los contratos vigentes de Obra Pública.
  • Capítulo 2: Se introducen concesiones a empresas privadas para realizar obras de infraestructura pública, mediante Contratos de Participación Público-Privada.

Título IV

  • Se reforma el mercado laboral para facilitar la contratación de empleo en blanco.

Título V

  • Capítulo 1: Se establecen reformas a la Ley N° 24.013 para modernizar la legislación laboral.
  • Capítulo 2: Se establece una reforma laboral, modificando la Ley del Contrato del Trabajo para que sea más fácil contratar nuevos empleados.
  • Capítulo 3: Se establece un seguro de desempleo privado como alternativa a las indemnizaciones.
  • Capítulo 4: Se establece un régimen para que trabajadores autónomos puedan contratar hasta 5 colaboradores en blanco sin regulaciones laborales.

Título VI

  • Capítulo 1: Se libera el mercado de hidrocarburos líquidos.
  • Capítulo 2: Se libera el mercado de gas natural.
  • Capítulo 3: Se establece como objetivo maximizar las inversiones en vez del autoabastecimiento.
  • Capítulo 4: Se unifica el ente rulador del gas y el ente regulador de la electricidad para reducir estructuras y burocracia.
  • Capítulo 5: Se habilita al Poder Ejecutivo a que modifique las leyes de energía eléctrica para promover el comercio internacional de energía.
  • Capítulo 6: Se promueve la creación de una normativa ambiental uniforme en materia de hidrocarburos entre las provincias y la Nación.

Título VII

El apartado sobre Defensa al Consumidor fue quitado de la Ley Bases y se presentará como un proyecto separado.

Título VIII

  • Se establece el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), para promover inversiones extranjeras, con incentivos tributarios, aduaneros y cambiarios.

Título IX

  • Se deroga la moratoria previsional, impidiendo que se jubilen personas sin aportes. A su vez, se establece una Prestación de Retiro Previsional, para que puedan jubilarse efectuando en un pago los aportes que les falten.

Título X

  • Se eliminó el impuesto mínimo para las tabacaleras y se introdujo un impuesto único porcentual.

Argentina: Gracias a la apertura de las importaciones de alimentos, hay productos un 75% más baratos en las góndolas

De Derecha Diario

La mayor parte de los productos provienen de Uruguay, Brasil y Paraguay. La incorporación de estos productos en los comercios locales se llevará a cabo de forma gradual, siguiendo un plan dividido en tres etapas.

Hace aproximadamente un mes, el Gobierno de Javier Milei confirmó la medida de abrir las importaciones para productos de la canasta básica, y los supermercados ya han comenzado a ofrecer estos productos, esperando la llegada de más mercancías. La mayoría de estos productos provienen de países vecinos, especialmente de Uruguay y Brasil.

Los primeros productos que han aparecido en los estantes de los supermercados tienen precios entre un 15% y un 75% más baratos que los productos nacionales, aunque hay excepciones en los productos gourmet. Este proceso de incorporación de productos será gradual y se llevará a cabo en tres etapas.

La primera etapa ya está en marcha y se centra en reponer inventarios para restablecer la presencia de alimentos que desaparecieron debido a las restricciones a las importaciones, impulsadas por el kirchnerismo. Los supermercados están priorizando la importación de café, atún, pastas, cervezas y chocolates.

«Después de superar las trabas del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), hemos regularizado el pago de deudas y reactivado el flujo de importaciones. Estamos reintroduciendo productos que antes ofrecíamos«, afirmaron representantes de una cadena de supermercados. Desde otra cadena, confirmaron que los primeros productos importados fueron café y atún, dos alimentos que escasearon en el año 2023.

Por ejemplo, las conservas al natural y en aceite de 170 gramos de la marca ecuatoriana Bulnez se venden a $985, mientras que las de La Campagnola están a $3.669. Otro caso es el de las conservas de Máxima, también ecuatorianas, que cuestan $700. En cuanto al café, las diferencias son al revés: las cápsulas italianas de 10 unidades de Viaggio y Lavazza se venden a $9.315 y $10.990, respectivamente, mientras que las de Cabrales cuestan $6.230 y las de La Virginia, $5.139.

«Estamos comenzando a importar categorías básicas de almacén, limpieza y perfumería de proveedores de Paraguay, Uruguay y Brasil con los que tenemos relaciones comerciales. Inicialmente, nos estamos apoyando en sus carteras, pero con el tiempo, planeamos establecer nuevos acuerdos y desarrollar productos de marca propia«, informaron desde otra cadena.

Durante los próximos 60 días, se llevará a cabo la segunda fase del plan, que implica la expansión del surtido de productos importados. «Continuaremos colaborando con los mismos proveedores», aseguraron. En esta etapa, se incorporarán variantes como paquetes de café con «twist» de vainilla, latas de atún con ajo y salsas de tomate con orégano, productos prácticamente inexistentes en la oferta nacional.

La tercera fase está programada para realizarse entre agosto y diciembre, momento en el cual se espera la entrada de nuevas categorías de alimentos y proveedores. «Este tramo final abarcará una amplia variedad de productos, como el pan lactal, galletitas, mermeladas, entre otros«, detalló una fuente.

Se espera que los lácteos y otros productos de almacén provengan principalmente de Brasil y Uruguay. Además, se importarán productos de México y Paraguay. En el caso de México, se está considerando la posibilidad de traer el pan Bimbo, que se produce localmente a un costo más elevado y se vende a un precio más alto que en los mercados vecinos. Por otro lado, las cadenas ya están importando papas fritas de marca propia desde Paraguay. También se anticipa la llegada de pastas, cervezas, mermeladas y chocolates de Europa, aunque en menor medida.

Cada comercio lleva a cabo sus propias negociaciones. Por ejemplo, en uno de ellos ya se puede encontrar la marca uruguaya Conaprole. Ofrece productos como el pan de manteca (con y sin sal) de 200 gramos, el queso untable (tradicional y light) de 250 gramos, el frasco de 440 gramos de dulce de leche y el cartón de crema de leche de 250 gramos.

En términos de precios, la manteca tiene un precio similar al de La Serenísima: $ 2.799 versus $ 2.681. En cuanto a la crema de leche, el litro se vende a $ 10.396 en comparación con los $ 9.460 de La Serenísima.

Los empresarios enfatizan que esta medida tomada por el Gobierno alinea al país con otros de la región, como Chile, Paraguay y Uruguay. En este último, el 95% de los productos que se venden en los supermercados son importados. La escasez de oferta en las cadenas argentinas es consecuencia de los últimos 20 años, durante los cuales se procuró minimizar las importaciones.

Las mayores economías africanas repatrian sus activos en oro de EE. UU.

Se ha dado a conocer que varios países africanos han empezado a retirar sus reservas de oro de Estados Unidos por los riesgos asociados al debilitamiento de la economía estadounidense. 

A mediados de abril, se supo que Sudáfrica había decidido repatriar sus reservas de oro de Estados Unidos. Los expertos creen que, de esta forma, el país responde al entorno económico mundial, ante el aumento de la inflación y la deuda, y busca recuperar el control de sus reservas para mitigar riesgos.

Además, a esta decisión de Sudáfrica se unió otro gigante económico africano, Nigeria, en un intento de aislarse de posibles recesiones económicas y minimizar la exposición a vulnerabilidades externas.

«La decisión de Nigeria de repatriar sus reservas de oro de EE. UU. es un movimiento estratégico en respuesta a las inciertas perspectivas económicas. Con la economía estadounidense afrontando retos como la elevada inflación y el creciente endeudamiento, Nigeria está tomando medidas proactivas para salvaguardar su riqueza y reforzar su resistencia financiera», sostuvo Fatima Abubakar, la economista de la Universidad Estatal de Gombe.

Pocos días después, los dirigentes ghaneses tomaron una decisión similar, recuperando también el control de las reservas de oro que se encontraban en Washington. 

«La repatriación de las reservas de oro coincide con una tendencia más amplia de los países a reevaluar sus estrategias financieras a la luz de la evolución de la dinámica mundial», opinó Joseph Mensah, economista de la Universidad de York. 

«A medida que aumentan las tensiones geopolíticas y se intensifican las disputas comerciales, las naciones dan cada vez más prioridad a las medidas para ejercer un mayor control sobre sus activos financieros y reducir la dependencia de la custodia extranjera», concluyó el experto.

El peso argentino se convirtió en la moneda que más se revalorizó frente al dólar del mundo

De Derecha Diario

A cuatro meses de asumir el cargo, el presidente Javier Milei ha logrado una hazaña fundamental en un país devastado por los políticos y con una inflación galopante: la revaloración del peso argentino.

El peso argentino experimentó un fortalecimiento del 25% frente al dólar estadounidense en los últimos tres meses en el mercado paralelo, según indica el índice elaborado por la agencia Bloomberg que fue publicado esta semana.

Este índice toma como referencia la cotización del mercado libre (conocido como blue chip swap, en nuestro caso, el Dólar Blue). De esta manera, el peso argentino se posiciona como la moneda «número uno» del mundo en revalorización según esta métrica, a pesar de que la inflación registró un avance de dos dígitos mensuales en los primeros meses del año, acumulando un 51,5% en el trimestre.

El Gobierno de Javier Milei continúa generando importantes éxitos económicos en un pais que ha sido destruido durante décadas por los políticos, en donde le han sacado 13 ceros a la moneda, han logrado tener dos hiperinflaciones sin guerra y destruyeron 4 signos monetarios.

Ranking Bloomberg

En el ranking de Bloomberg, que abarca 148 tipos de cambio de distintos países, el peso argentino lideró con un incremento del 25% frente al dólar estadounidense, seguido por el chelín keniano (+20%) y el peso uruguayo (+3,1%).

Por otro lado, las monedas que experimentaron las mayores devaluaciones frente al dólar fueron la lira turca (-7,75%), el franco suizo (-7,57%), el yen japonés (-7,22%), y el peso chileno (-6,87%).

En la actualidad, el dólar libre se sitúa en $1.040 para la venta, reflejando un incremento de $5 en comparación con el cierre anterior (+0,5%). Aunque a mediados de enero se observaron algunas tensiones en el mercado de cambios que llevaron la cotización hasta los $1.255, el valor nominal más alto registrado hasta la fecha, desde entonces ha experimentado una tendencia a la baja.

En consecuencia, hoy se está negociando apenas $15 por encima del valor del 29 de diciembre pasado (+1,46%), cuando se cotizaba a $1.025.

La tranquilidad también se refleja en los tipos de cambio financieros. El dólar MEP se encuentra actualmente en $1014,19, lo que representa un aumento de apenas el 1,9% desde principios de enero. Por su parte, el dólar contado con liquidación (CCL) se sitúa en $1058,92, con un aumento del 8,8% en cuatro meses.

El contraste es notable: a finales de diciembre, el índice de Bloomberg ubicaba al peso argentino como la segunda moneda más devaluada del mundo, con una depreciación del 77,89% frente al dólar. Solo fue superado por la libra libanesa, que registró una depreciación del 89,89%.

En cuanto al Tipo de Cambio Real Multilateral, ha experimentado una disminución del 41% desde entonces, según datos de la consultora económica LCG, y señalan que el mercado está confiando en las políticas llevadas a cabo por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El Presidente Milei destacó que para su Gobierno, el déficit fiscal es la principal prioridad y resaltó el logro de haber detenido la emisión monetaria, y de estar saneando el Banco Central. También mencionó que con estas políticas se han adquirido reservas por más de US$ 12.000 millones de dólares en el mercado, lo que ha llevado a la desaparición de la brecha cambiaria y al desplome del precio del dólar libre.

«Nosotros estamos haciendo el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad. Encontramos con un desequilibrio fiscal de 15 puntos del PBI, con 5 en el Tesoro y 10 en el Banco Central. Llevamos un ajuste de 6 puntos en el tesoro y 6 en el Banco Central, lo que equivale a un ajuste de 12 puntos del PBI, y eso se hizo en tres mesesNo existe registro histórico de eso«, aseguró Milei durante su presentación en AynRandCon 2024.

Milei se burló de los opositores y anticipó el fuerte crecimiento económico que se viene

De Derecha Diario

«La economía va a subir como pedo de buzo», dijo el Presidente en tono jocoso durante su discurso en la cena anual de la Fundación Libertad. También lanzó críticas hacia Melconian, Alberto Fernández y Kicillof.

El presidente de la Nación, Javier Milei, se mostró muy cómodo al hablar en la cena anual de la Fundación Libertad este miércoles, ante un público complicado, ya que había competido en su contra durante las elecciones del año pasado, pero que esta vez celebró cada una de sus frases.

En su discurso, el mandatario ofreció una exposición sobre la «historia del dinero» para luego abordar la «coyuntura» del país, con el expresidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, además de los ex presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de España, José María Aznar.

En su discurso, Milei mantuvo un tono distendido, descontracturando la clásica cena de la Fundación. En un momento, recurrió a un chiste de la década del ’80 para ilustrar su punto sobre el crecimiento económico: «¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo«.

Además, Milei se burló de Carlos Melconian, quien estuvo toda la campaña atacando de manera errada e intelectualmente deshonesta al presidente de la Nación, y cuya candidatura a ministro de economía resultó totalmente terminada luego de sus audios difundidos, en los que había presuntas ofertas de cargos en el Banco Nación a cambio de favores sexuales.

«Se equivocó feo«, comentó Milei respecto a las críticas de Melconian, imitándolo en tono jocoso: «Que no hay fideos, no hay tuco«, criticó a aquellos que argumentaban en contra de la dolarización, sugiriendo que era más fácil «tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error«.

El discurso de Milei provocó un murmullo entre el público, y ante esto, el mandatario les hizo un llamado de atención, expresando: «Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. I’m So Sorry, la vida es así«.

El presidente no dudó en apuntar también contra el ex presidente Alberto Fernández y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quienes habían criticado su política económica. En referencia a Fernández, Milei destacó: «¿Lo escucharon lo del títere? hicimos un ajuste del 7 puntos del PBI y el caradura dice que fue insignificante«.

Hacia el final de la cena de la Fundación Libertad, el Presidente también dirigió sus críticas hacia Kicillof, al que se refirió como «el soviético» e incluso imitó su voz. Además, señaló: «Ni siquiera saben el cálculo de cómo era la inflación, que es exponencial«, en referencia al pronóstico de aumento de precios que había hecho erróneamente el gobernador al inicio de su mandato.

Milei no escatimó críticas al gobierno anterior, al que calificó correctamente como «delincuente«, señalando que emitió un total de 28 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), de los cuales 13 puntos se emitieron solo en el último año.

Acusó al gobierno anterior de dejar «implícita una multiplicación de precios por 5 veces» y un Banco Central quebrado, así como un exceso de dinero en circulación. Enfatizó que el resultado de estas políticas sería una inflación en torno al 15.000%. Ese chico, «el soviético» que está en la provincia, decía que era una exageración”, aseguró Milei.

En lo que respecta al Congreso, Milei le restó urgencia a la sanción de la Ley de Bases impulsada por su Gobierno, expresando confianza en que lograrán sus objetivos «a pesar de la política». Destacó el déficit cero anunciado recientemente y señaló que el ministro del Interior, Guillermo Francos, estaba «sufriendo» por la sanción del proyecto en el Congreso, pero le aseguró que los resultados llegarían de todas formas.

Enfatizó que su gobierno logró lo que se consideraba imposible en el primer mes, haciendo hincapié en tres elementos centrales: política fiscal, monetaria y cambiaria. Mencionó la reducción de la brecha cambiaria del 200%, y destacó que a pesar de las críticas anteriores que abogaban por un dólar a 600, ellos lo llevaron a casi 1.000, logrando también reducir la inflación.

Milei continuó su discurso destacando nuevamente la política fiscal, mencionando el logro del déficit cero. Relató una conversación con el ministro de Economía, Luis Caputo, expresando su optimismo ante los números y tranquilizando al ministro Francos, ante la sanción de la Ley de Bases. Subrayó que lograron lo considerado imposible en el primer mes de gestión.

En la cena estuvieron presentes, además de Caputo y Francos, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y ex mandatarios como Mauricio Macri y el español José María Aznar, junto a otros dirigentes liberales de la región.

Agustín Laje explicó en el Congreso argentino organismos internacionales presionan para impulsar leyes con intereses extranjeros

De Derecha Diario

El autor y referente de la derecha expuso por primera vez en su carrera en el Congreso de la República Argentina, donde habló junto a las autoridades de La Libertad Avanza sobre cómo combatir la influencia extranjera en el lobby a los diputados y senadores.

Este martes se realizó en la Cámara de Diputados un evento organizado por Global Center for Human Rights titulado “La influencia de los Organismos Internacionales en la soberanía de los Estados”, en la que tuvo como figura central al autor y referente de la derecha argentina, Agustín Laje.

En el encuentro, Laje buscó exponer, ante funcionarios y representantes del Congreso argentino, cómo los organismos internacionales vulneran la soberanía de los Estados tratando de imponer una agenda progresista contraria a lo pactado entre las naciones.

En detalle, se explicó los mecanismos que emplean, en general ONGs y fundaciones extranjeras, para ejercer presión sobre los legisladores y lograr que se aprueben leyes que no son en el interés de los argentinos.

El evento, que se realizó en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, contó con la participación del presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, quien destacó la importancia de promover la defensa de la legislación nacional en el ámbito internacional, respetando siempre la idiosincrasia de cada país.

Por su parte, Laje realizó un recorrido histórico y filosófico sobre el surgimiento del Estado moderno, el concepto de soberanía, la globalización y el globalismo. Para quien es considerado uno de los referentes intelectuales de Javier Milei y de La Libertad Avanza, la soberanía de los estados “está siendo transferida, está siendo succionada por organizaciones que no tienen base territorial, que no tienen demos, o sea, no tienen pueblo, son apátridas”.

El conferencista, que ya expuso sobre este tema en la mayoría de los palacios legislativos de los países latinoamericanos, sostuvo que actualmente los derechos humanos son “progresivos” y tienen por fundamento una ideología política, afirmando que “hoy cualquier cosa es un derecho humano”, y poniendo como ejemplo la educación sexual en las escuelas

Según el politólogo, “cada vez que ellos dicen que algo es un derecho humano lo que están diciendo es que ya no tenemos que legislar eso en ninguna nación” porque ya lo han decidido ellos, y continuó diciendo que lo que estos organismos piden a los países es “adecuar legislativamente o a través de fallos la interpretación que hace un equipo de expertos, comités, comisiones, etc”. 

Frente a este tema, Laje alertó: “Esto es gravísimo. Porque el Estado entonces se convierte en, exactamente, lo que los argentinos han votado para que no sea” y agregó: “Hoy ser libertario es estar por fuera del 95% de las definiciones de derechos humanos que esta gente da”.

Antes de finalizar, el politólogo advirtió sobre los conflictos de interés que enfrenta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte IDH a partir del financiamiento condicionado que recibe, hecho denunciado por Global Center for Human Rights a través del informe «Balance del financiamiento de la CIDH y la Corte Interamericana 2009-2021. Opacidades e influencias en una financiación condicionada».

Durante el evento, la vicepresidente de Global Center for Human Rights, Neydy Casillas; señaló las atribuciones y límites de los organismos internacionales, y su impacto a nivel legislativo. La especialista advirtió además sobre el papel de la representación argentina actual en la ONU y la OEA donde, aún bajo la nueva administración del presidente Javier Milei, está votando a favor del aborto y de una educación sexual de los niños inspirada en la ideología de género

Casillas invitó a los legisladores argentinos a “combatir el autoritarismo de estos burócratas que nadie eligió y que están robando el poder a los legisladores, que sí fueron legítimamente elegidos por el pueblo”.

En el panel final, el procurador general del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, llamó a no dejarse confundir por estos órganos: “Tanto Naciones Unidas como la OEA, tienen la competencia creada establecida en la Convención. Más allá, no pasan, no pueden pasar”.

Por su parte, Sebastián Schuff, presidente de Global Center for Human Rights, sostuvo que tener una economía floreciente no basta: “Si no enfrentas el tema cultural, todo se cae e incluso, se resiente lo económico”.

Además, instó a los legisladores a ser los “guardianes de la idiosincrasia de nuestro pueblo” y culminó pidiendo “que las leyes que rijan a los argentinos se tienen que hacer en este Palacio y no en ninguna oscura sala de negociaciones de organismos sin rostro y sin alma”. 

El cierre del encuentro estuvo a cargo del Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Nicolás Mayoraz, que contó que recibió una carta “muy amable, pero muy firme a la vez” del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que deslizaba sutilmente que veían aspectos que eran contrarios a la Carta de Naciones Unidas en la Ley de Bases que impulsaba el gobierno argentino.

El diputado explicó al público asistente que de esta forma pudo constatar cómo “se meten con la soberanía de los Estados y se meten con el derecho de los pueblos a dictar sus propias leyes”, y que por supuesto, fue desestimada. 

Asistieron también al evento: el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala; los senadores Ezequiel AtaucheVilma Facunda Bedia y Andrea Marcela Cristina; los diputados Santiago SanturioBenedit BeltránMaría Fernanda AraujoFacundo Correa Llano; el Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina, Pablo de la Torre, y su subsecretaria, Ana Belén Marmora; el Secretario de Culto, Francisco Sánchez, y el Director Nacional de Culto Católico, Agustín Caulo; entre otros.

También se hicieron presentes representantes de organizaciones civiles como Frente JovenFundación ConcordiaSembrar ValoresUnidad Provida y Argentinos por la Educación.

Peso argentino se consolida como la moneda más revalorizada en el mundo

El peso argentino ha ganado 25% de valor frente al dólar en los últimos tres meses, ello en razón del agresivo programa de ajuste fiscal implementado por el Gobierno del presidente libertario Javier Milei, un valor que supera a cualquiera de las otras 148 monedas sobre las que hace seguimiento Bloomberg.

Según la agencia, se trata de «una estadística sorprendente en un país donde la moneda parece estar en un estado de caída libre interminable», pero que es explicable a partir de las medidas tomadas por la administración libertaria para reducir el gasto público en niveles comparables con el 4% del producto interno bruto.

De acuerdo con cifras oficiales, las iniciativas han traído aparejada la reducción de la demanda en todos los niveles de la economía, «incluidos los dólares» y el control de la inflación, cuyo valor anualizado roza el 300%.

En este escenario, el mercado cambiario paralelo –dólar MEP–, usado con frecuencia por inversionistas y empresas, «está aumentando considerablemente», mientras que en el mercado oficial de intercambio de divisas, donde tienen lugar la mayor parte de las grandes operaciones de exportación e importación, «el peso en gran medida es estable» e inclusive registra valores hacia la baja, apunta el medio.

En la misma línea destacan las intervenciones diarias del Banco Central para comprar dólares destinados a reponer las reservas internacionales, lo que en opinión de los conocedores es indicio del desfase de Buenos Aires en comparación con la conducta de la mayoría de los bancos centrales del mundo, que han hecho lo opuesto en interés de fortalecer sus monedas frente a la divisa estadounidense.

Brasil: Explosivo déficit fiscal y los inversores internacionales ya repatriaron hasta 4.227 millones de dólares de Brasil

De Derecha Diario

El tipo de cambio del real con respecto al dólar ascendió a las 5,27 unidades y marcó una suba del 1,6% al cierre del día martes. Se trata del valor nominal más elevado de los últimos 13 meses.

El dólar acumuló un alza del 8,7% de acuerdo a su paridad con el Real de Brasil desde el comienzo del año. Pero solamente al término de la rueda del día martes, el tipo de cambio se anotó una suba diaria superior al 1,6% y volvió a romper récords nominales.

La paridad del dólar llegó a los 5,27 reales al cierre del martesel mayor valor registrado desde marzo del año 2023. La fuerte depreciación de la moneda brasileña destacó de entre otras divisas latinoamericanas que se vieron duramente afectadas por el accionar monetario conservador que recientemente adoptó la Reserva Federal de Jerome Powell.

La tasa de inflación de Estados Unidos para el mes de marzo superó las expectativas (subió ligeramente al 3,5%), con lo cual es más probable que la FED evite reducir su tasa de referencia en el corto plazo, o en su defecto que lo haga más lentamente. Esto repercutió en todas las divisas de la región, pero Brasil se vio afectado además por factores estrictamente internos.

La política fiscal del Gobierno socialista está fuera de control. El resultado primario del Gobierno federal (sin Estados locales ni municipalidades) marcó un rojo equivalente al 2,55% del PBI en febrero, el más alto desde el estallido de la pandemia. El Presidente Lula da Silva asumió su cargo habiendo heredado un superávit primario de 0,56 puntos del PBI en enero del año pasado.

Contabilizando la pesada carga de intereses que enfrenta el país vecino, el resultado financiero marcó un déficit récord de hasta el 7,7% del PBI en febrero, y no se veía algo semejante desde julio de 2021. Cabe señalar que cuando Lula asumió la presidencia del país, el déficit financiero representaba el 4,32% del producto bruto, casi se duplicó en 13 meses.

El Gobierno socialista cuestionó con dureza la independencia del Banco Central de Brasil, heredada de la administración de Jair Bolsonaro, pero al no poder revertir su autonomía se valió del endeudamiento como vía principal para solventar la brecha fiscal. La carga de intereses por la deuda pública se incrementó del 4,88% al 5,15% del PBI desde enero de 2023.

El descarrilamiento de la política fiscal hace mecha sobre la efectividad de la política monetaria, ya que pese a la autonomía legal, existen serias dudas sobre el sostenimiento del actual margen de déficit con persistente endeudamiento. En consecuencia, se reduce el efecto disciplinario de la tasa de referencia SELIC que aplica la autoridad monetaria, y con ello se proyecta un mayor impacto negativo sobre el nivel de actividad real.

Este contexto adverso provocó que Brasil pierda cada vez más atractivo para la inversión internacional. La firma Goldman Sachs recomendó abiertamente deshacer las posiciones en empresas públicas brasileñas debido a una mayor injerencia política del Gobierno, y como resultado de la falta de credibilidad en el desempeño futuro de Brasil, se registró una salida de por lo menos US$ 4.227 millones (21.000 millones de reales) por parte de inversores extranjeros en el país.

La repercusión de la depreciación del real será mayormente negativa sobre el saldo exportador de las empresas argentinas, más aún en un contexto de fuerte apreciación del peso frente al dólar.

Dinero, precios, coeficiente de caja y ciclos económicos: una respuesta a Juan Ramón Rallo

Por Roymer Rivas, coordinador local senior de EsLibertad Venezuela y teórico del Creativismo Filosófico.

Hacía tiempo que quería hacer esto, pero no me había dado la tarea para, ni había invertido tiempo en, hacerlo. Hoy, tras el mínimo revuelo en las redes por la respuesta del profesor Jesús Huerta de Soto a unos videos del profesor Juan Ramón Rallo, dando más vida el debate sobre si es bueno o no el coeficiente de caja del 100%, me veo en la obligación moral —o intelectual— de escribir estas líneas, pues considero que hay errores y aciertos de parte y parte, en aras de dilucidar mejor el funcionamiento del dinero y los precios en la economía y, por consiguiente, sostener el sistema monetario más sensato en el marco de una sociedad libre. Sin más, comienzo punto por punto.

La deflación no es gris: contra la expresión “no toda deflación es positiva”

Rallo ha expresado que “no toda deflación es buena”, pues la que se produce por “aumento de producción” sí lo es, pero la que ocurre por variación en la demanda de la moneda es mala, en la medida en que no todos los precios de la economía se ajustan a la misma velocidad a la baja y, tal como ha expresado en otros sitios, hay “redistribuciones arbitrarias de riqueza”, dado que “generan recapitalizaciones y descapitalizaciones de algunos agentes económicos que no están vinculados con el valor o la riqueza que generan para el mercado”[1]. Sin embargo, esta diferenciación de “dos deflaciones” es arbitraria y absurda, pues, en el fondo, siempre se trata de lo mismo: subida de la demanda de dinero, independientemente de las razones por las cuales sube dicha demanda.

En principio, cuando aumenta la producción de uno o varios bienes, y la cantidad de dinero —o sustitutos perfectos— se mantiene constante, disminuye, o aumenta menos que la producción, la moneda se aprecia, dado que aumenta su demanda con respecto a los bienes y servicios —ley básica: más oferta de bienes, menos o igual oferta de dinero—. De allí que la deflación sea una ganancia del poder adquisitivo del dinero —siendo la inflación todo lo contrario—. Entonces, si hemos de apegarnos a las premisas de Rallo, no habría que preguntarse: “¿Cuál deflación es mala, que hemos de evitar, y por qué?”, sino que solo cabría hacer una pregunta: ¿Es la deflación —que es una sola— buena o mala? A esto Rallo seguiría respondiendo que es mala, por las razones dadas en el primer párrafo anterior, pero, aún matizando, sus premisas siguen teniendo algunos problemas.

Si imaginamos una economía donde los intercambios voluntarios se fundamenten en el trueque, es decir, donde no hay dinero, nos encontramos con que cualquier variación en la demanda de uno o varios bienes y/o servicios alteraría el precio de los mismos, de cara a los demás bienes o servicios; si en una economía tenemos 100 Papas, 100 Peras y 100 Manzanas con igualdad de demanda —entiéndase que el valor de intercambio de cada uno es exactamente el mismo o, si gusta más, cada una valdrá lo mismo que la otra—, pero espontáneamente aumenta la demanda de la Papa y ésta pasa a costar un 1.25 Manzanas y al mismo tiempo 1.60 Peras —la oferta se mantiene exactamente igual, solo varía la demanda—, nos encontraremos también con que ahora la manzana se ha apreciado con respecto a la Pera, dado que ahora se necesitan 1.28 unidades Peras para adquirir 1 manzana[2]. En este escenario, los poseedores de papas se han beneficiado del cambio de las demandas de los actores en la economía, en perjuicio de los poseedores de manzanas y peras, siendo estos últimos los que peor salieron—, pero ¿Se puede decir que es arbitrario que haya algunos ganadores y perdedores por algo que sucede como consecuencia de la misma dinámica espontanea del mercado? ¿Se necesitaría “inyectar más papas” para mantener los precios relativos “en el mismo nivel”, es decir “estable”, y no “dificultar el cálculo económico” de los actores sociales? En lo absoluto. Pues, lo mismo pasa en un entorno con dinero de por medio.

De hecho, arbitrario sería decir que el proceso espontaneo de creación de precios necesita de algún tipo de ajuste o mecanismo creado por el human para que puede “corregir” estas deficiencias y no hayan “ganadores y perdedores” en los ajustes, puesto que, de aceptar tal premisa, sería igual a decir que cualquier cambio en las valoraciones subjetivas de los actores, que lleve a que los precios relativos se alteren en favor de unos y en perjuicio de otros, son “arbitrarios” y necesitan de alguna especie de mecanismo —sabrá Dios cuál… ¿Emisión ilusoria de bienes y servicios?— para poder “mantener el nivel general de precios”. Un absurdo total. En este sentido, es necesario mencionar que no existe tal cosa como un “nivel general de precios”, esto si es un arbitrio. Nosotros nos podemos encontrar en un país donde un bien cueste 10 unidades monetarias en un lugar, pero a 5 cuadras se encuentre a 50 unidades monetarias, ¿Cómo se puede medir eso en un “nivel general de precios”? Los precios son relativos a las subjetividades que se encuentran sumergidas en un proceso llamado mercado, no a las objetividades —matemáticas o no— de unos cuantos; los datos en el mercado cambian constantemente, y los precios van a ir en función de la demanda de los actores de cada bien o servicio, lo que incluye el dinero —su oferta, demanda, y las expectativas de cada variable que allí converja—.

Sí, es cierto que el cálculo económico puede dificultarse[3] si los precios relativos tienden a subir o bajar, pero es precisamente esto lo que deben prever cada actor en el mercado, y aplica tanto si aumenta la oferta de dinero —inflación monetaria— como si disminuye —deflación monetaria—[4]. Pero la cuestión debatir entonces es si dichos aumentos o disminuciones responden a procesos espontáneos del mercado, en un marco de ética, o si, por el contrario, responden a intervenciones varias o a acciones dentro del mismo mercado que son antiéticas. En adición, hay que tener en cuenta que, cuando no aumenta la cantidad de medios de pago por cuestiones ajenas al mercado —éticas—, la demanda de dinero, por razones cuales sea, no puede crecer infinitamente, sino que crecerá hasta donde lo requiera el mercado —tendiendo al ajuste de precios a un nivel de estabilidad relativa—, por su parte, la demanda sí puede caer hasta el piso, haciendo que los precios no tengan techo en sus subidas. De este modo, la inflación tiene un horizonte de parada más largo que la deflación, por lo que, pasado un tiempo, es incluso hasta más peligroso.

Dicho en otras palabras, el dinero es un bien instrumental que sirve como medio de pago, por lo que su demanda depende de las cosas que puede adquirir para satisfacer necesidades presentes y futuras —en este caso, actúa como reserva de valor y va a los saldos de tesorería—. Por ello, el valor subjetivo del dinero está atado a la utilidad anticipada de aquellos bienes y/o servicios que se esperan adquirir con él. De allí que cualquier variación en los bienes o servicios, incluyendo la moneda, afecte precios en muchos niveles y a distinta profundidad, pero ocurre de forma espontánea y, como parte del proceso de mercado, tiende siempre al equilibrio. Es irrelevante los ganadores y perdedores que hayan en el camino —espontaneo—; yo escucho eso y se me viene a la cabeza un constructo totalitario fundamentado en la eficiencia paretiana, donde no es posible mejorar la calidad de vida de unos, sin empeorar la de otros, y así no funciona el mercado.

Con todo lo anterior, queda refutada la idea de Rallo de que es necesario y/o “ideal” mantener un “nivel de precios” constante —que no existe, ni existirá— para que la economía fluya de la mejor manera posible. Esto es una quimera. También, se infiere que la deflación y la inflación, tanto monetaria como de precios, pueden surgir como resultado de los procesos espontáneos del mercado —no solo la deflación, como parece apuntar Philipp Bagus[5]—, y que queda de parte de cada persona estimar más o menos lo que espera a futuro, en función de sus necesidades, gustos y preferencias.

La evolución de los medios de pago

A todo lo anterior se suma que el hecho de que la idea de mantener “estable” los precios en una economía es peligrosa, porque se estaría interviniendo directamente en el proceso evolutivo de la selección de medios de pagos, que tiende a sustituir el sistema imperante por uno mejor. A modo de ilustración, intentar mantener los precios implica que, si llega acaso un bien que se presenta como un mejor medio de pago, haciendo que la demanda de la moneda en desuso comience a caer y, por consiguiente, que los precios manifestados en esa moneda comiencen a subir, se tendría que limitar la oferta de la nueva moneda y contraer la oferta de la vieja, con tal de “mantener los precios”. Por mucho que no le guste a Rallo, esto si es arbitrario, y pasará aun en un sistema con encaje fraccionario, habiendo o no curso forzoso. Ergo, el debate no debe girar en torno a si se ha de mantener o no “el nivel general de precios” —que no significa nada, y no me cansaré de decirlo—, sino en las acciones éticas que se lleven a cabo en el mercado, en lo que respecta al dinero.

Al respecto de los medios de pago y el mercado

A todo esto, Rallo podría responder que, en efecto, los medios de pagos creados por los bancos en un entorno de encaje fraccionario es algo que no atenta contra la ética y responde al proceso de mercado, agregando que en un sistema con reserva 100% no se puede expandir la moneda. Pero, nuevamente, hay muchos problemas en tales concepciones, aunque no quiere decir que yerre en su totalidad y no tenga razón en algunas cosas —he aquí precisamente donde comenzamos a tocar los errores de los cienporcientistas del ala del profesor Huerta de Soto, Rothbard y Bagus—. Voy a tocar varios puntos aislados, pero en este mismo orden de ideas.

Para empezar, es necesario diferenciar entre “depósitos a la vista” y “préstamos a la vista” —éste último conocido en EE. UU. como “demand loan”—. Si la discusión gira en torno a que los depósitos de bienes fungibles que se destinan a custodia deben o no mantener un encaje del 100%, se acabó las discusión, pues claramente debe tenerlo, apelando a los principios básicos del derecho, en el que apropiarse de un bien ajeno es robo, independientemente de lo que se haga con él, y/o puede constituir un fraude, en la medida en que se dice que se usará el dinero para una cosa —en este caso, cuidarlo—, pero en realidad se usa para otra cosa —prestarlo, invertir—. Ahora bien, no tiene por qué ser igual con los “prestamos a la vista”, que estimo es a lo que apela Rallo cuando habla en contra de la reserva 100%. Si una persona A le presta dinero a un banco B, éste decidirá que hacer con el mismo para rentabilizar y poder pagar cuando el prestatario requiera su dinero de vuelta —con cierta ganancia—, en este marco, Rallo tiene una parte de razón y solo habría riesgo de perdidas y quiebre si los plazos entre el momento que se debe regresar el dinero a la persona A es menor al momento en que el Banco recibe el retorno de su inversión —o del préstamo de dinero a un tercero—. Empero, esto no crearía dinero de la nada, puesto que alguien está dejando de usarlo para que lo use otro —solo se cambia la forma en que se posee y se utiliza el dinero existente—. Si bien es cierto que el deudor puede emitir un certificado de deuda que pueda utilizarse como medio de pago, haciendo que aumente el circulante en el corto plazo —que podría significar también hasta un aumento de los precios relativos—, en el momento en que se cancela la deuda, disminuye el circulante.

Si bien, hay que tener cuidado con lo descrito anteriormente, porque que le esté dando en buena medida la razón a Rallo no significa que todo lo que dice está bien y que así funciona exactamente el sistema actual. Esto hay que matizarlo más adelante —ver: “El sistema bancario, las reservas y las deudas emitidas”, en este mismo texto—. Por ahora, falta solo decir que la parte donde Rallo no tiene absoluta razón es que el descalce de plazos es la causa el ciclo económico, pues se puede dar el caso donde solo quebrarían aquellas entidades que incurrieron en el descalce de plazos y se verían afectadas solo las personas que tenían sus préstamos en dicha entidad —al menos que todas las entidades se pongan de acuerdo e incurran en el descalce de plazos, que si generaría un problema general[6]—.

En este marco, apelando al sistema contrapuesto, es necesario decir también que, en un entorno de patrón oro, es falso que con reservas del 100% no pueda aumentar la cantidad de dinero que requiera la economía, porque, además de la minería de oro —que es cara, pero que, también para disgusto de Rallo, no representa un problema—, se podría fácilmente emitir billetes por las reservas de plata, u otro bien que se pueda considerar “dinero” en el mercado. Que exista un “patrón oro” no significa estrictamente que las reservas deben ser en oro, sino que la unidad de cuenta de referencia será el oro, por tanto, se puede emitir en base a otros bienes altamente demandados, con encaje del 100%, haciendo paridad con el oro. Este contexto no distaría mucho de un entorno multimoneda, donde surge la Tasa de Cambio (TC) para fijar precio de una moneda con respecto a otra; así, si la cantidad de plata que se reserva para emitir billetes equivale a cierta cantidad de oro, entonces se sigue emitiendo sin necesidad de salir del patrón oro y sin necesidad de que aumente la producción minera. De hecho, también se pueden usar los depósitos a plazos y, para el sufrimiento de Bagus y JHS, se podría hasta emitir deuda sin alterar el patrón, pero esto será abordado más adelante —ver: “El sistema bancario, las reservas y las deudas emitidas”, en este mismo texto—.

Por todas estas razones es que la afirmación de Rallo de que el crédito se vería casi eliminado por completo en una economía del 100% es también errada. Al respecto, suficiente con agregar que, antes de que la reserva fraccionaria se convirtiese en el sistema que pretende coordinar las necesidades monetarias del mercado, los títulos de valores se usaron para satisfacer las necesidades del crédito. Títulos que podrían ser fácilmente también las letras, pagares, o cualquier otro certificado de deuda que podrían ser emitidas por empresas, y no necesariamente por los bancos, pero en este caso, se entra nuevamente en el debate de si el encaje del 100%, o no, de los préstamos a la vista. Vamos a ello.

El sistema bancario, las reservas y las deudas emitidas

Es necesario aclarar ciertos puntos: (i) los depósitos a la vista deben tener encaje 100%, porque ese es el contrato para los bienes custodios; (ii) los prestamos a la vista no necesitan del encaje 100%; (iii) en el marco anterior, intentar limitar las letras que emiten empresas y/o personas con la credibilidad suficiente para emitirlas —con ciertos criterios, porque si no esto se sale de control— significa atentar contra la libertad contractual de los actores que voluntariamente apelen a estos instrumentos, así, se entiende que ni Bagus, ni HDS, son quien para limitar este proceso crediticio. Ahora bien, el diablo está escondido siempre en los detalles, por lo que hay que tener cuidado con la expansión crediticia en base a los certificados de deudas —cualquiera—.

Esto es así porque, en caso de que estas letras comiencen a usarse como medios de pagos, inflando así el circulante en la economía, se podría crear un escenario que no dista mucho del sistema monetario fundamentado en deuda que hoy rige al mundo. A modo de ilustración, imagine que una Persona A hace un préstamo a la vista al Banco A, recibiendo un certificado de deposito por igual cuantía; si el Banco A presta a persona B y este a su vez deposita en el Banco B en forma de “préstamo a la vista”, y sigue repitiéndose una y otra vez el proceso, nos encontraríamos con que puede iniciarse un proceso de expansión crediticia que se podría traducir en inflación y, más importante aún, dar paso al ciclo de auge y recesión.

Estimo que si los plazos de retorno de dinero son menores al primer plazo que originó toda la cadena, habría una expansión de medios de pago que con el tiempo tendería a contraerse, pero que en el proceso ayudó a los proyectos de inversión darse por finalizado, pero, aún así, la expansión de medios de pago se puede traducir en inflación y una posterior deflación, monetaria y de precios, que no me queda muy claro si se trataría de un mero ajuste del mercado o si, por el contrario, nos encontramos de plano en el problema del ciclo económico. Es decir, y para verlo mejor usaremos los depósitos a plazos con un tiempo determinado, imagine que la Persona A deposita en el Banco A 10 unidades monetarias a un plazo de 2 días; este lo presta a persona B, que también deposita el dinero en el Banco B a un plazo de 1 día; cada uno recibiendo un certificado de su depósito que podría usarse fácilmente como medio de pago generalmente aceptado en la economía. En este escenario, nos encontraríamos que, aunque solo se depositaron 10 unidades monetarias en un principio, esto dio paso a que apareciera un certificado de deposito a plazo por 10 unidades monetarias, un segundo deposito a plazo por 10 unidades monetarias y, por tanto, un segundo certificado de depósito a plazo por igual precio. Así, ahora hay 20 unidades monetarias en forma de certificados de depósitos a plazos, aunque cada uno con distintos plazos. En el tiempo inmediato, eso es expansión de medios de pago, que podría traducirse en aumento general de precios, pero al acabarse los plazos y ser necesario devolver los depósitos a sus dueños iniciales, nos encontraremos con que los medios de pago se reducen nuevamente a 10 unidades monetarias[7].

Sin embargo, he aquí el problema, siguiendo la misma línea del ejemplo anterior, pero ahora viéndolo los depósitos como “préstamos a la vista”: al tener esta condición ¿Cómo puede estimar el Banco B en qué momento devolver el dinero a la persona B para que, a su vez, este pueda devolverlo al Banco A y éste a la Persona A? Rallo podría decir que, si lo tiene invertido en “activos muy líquidos”, puede liquidar y regresar en el momento en que se lo pida, pero, ¿Qué son, en este contexto, “activos muy líquidos”? Estamos partiendo de la idea que lo único que hicieron las persona fue depositar a plazo el dinero recibido. Si ponemos en la fórmula los proyectos de inversión emprendidos, y al necesitar estos proyectos más tiempo que la condición de “a la vista” para poder terminar el proyecto, ¿No nos encontraríamos ineludiblemente ante un descalce de plazos que queda a merced de que cualquier persona en la cadena de crédito que vaya a solicitar su deposito requiera que el banco liquide sus inversiones y, por tanto, muy probablemente también tengan que liquidar aquellos que emprendieron los proyectos antes de terminarlo? En caso de tener en cuenta el mercado de valores, ¿No se estaría igual adquiriendo el título valor con medios de pagos fundamentado en deudas, por lo que nos encontramos en un escenario en el que se compran títulos que también quedan a merced de un desplome en la bolsa, sean rentables o no los proyectos, una vez iniciado el ciclo de impagos? —nos encontramos también en el ciclo económico—.

Es más, aún si da tiempo que todos los proyectos de inversión finalicen, en el momento en que se vayan a liquidar los prestamos a la vista, nos encontraríamos con que hay menos medios de pagos y hay mayor producción, haciendo que el dinero se aprecie y, por tanto, en términos reales, ahora los proyectos tengan que pagar más de lo que inicialmente recibieron, pero en un escenario donde sus bienes o servicios se venden más barato de lo que previeron, haciendo que, con el tiempo, muy probablemente, se incurran en impagos, alimentando nuevamente así la cadena de impagos en donde los proyectos tendrán que declararse en banca rota, y los bancos también, y varios etcéteras que conocemos muy bien en este tipo de crisis que atribuimos al ciclo económico —pues, sí, nuevamente nos encontramos en el ciclo—.

Los teóricos de la liquidez pueden decir que es poco probable que las personas vayan a solicitar sus depósitos, porque igual cuentan con un medio de pago de igual valor, dando como resultado que no haya una contracción de los medios de pagos. Sin embargo, aun si esto fuese cierto, no limita que ahora hay medios de pagos que no se sustentan en el ahorro real de los actores —en el ejemplo descrito anteriormente, hay 20 unidades en medios de pago que se fundamentan solo en los 10 unidades del depósito inicial—, lo que lleva a la descoordinación entre ahorro e inversión —que deben caminar en la misma dirección—, que hace caer nuevamente en el problema del ciclo —fundamentado en la teoría del capital de la Escuela Austriaca de Economía, a saber, poco ahorro, más inversión por expansión crediticia, que en el corto se traduce en un auge y en el mediano o largo en una recesión—. De allí que se infiera que la Reserva fraccionaria bancaria, sea por donde sea, tanto si es fundamentada en los depósitos de bienes custodios como en los prestamos —a la vista o no—, permita absurdamente que el ahorro y la inversión tengan sentidos contrarios, es decir, subida de inversión con caída del ahorro.

Para evitar esto, la forma sería en que nunca se cobraran los depósitos a plazos, o en que haya un flujo de depósitos a plazos de igual cantidad que la liquidación de los otros depósitos a plazos, o que en ese tiempo el dinero haya aumentado en cuantía suficiente para responder a todos los depósitos a plazos —lo que significa que no aumenta ni disminuye el circulante, pero si se liquidan las deudas y aumenta el dinero real—, o que, y para ser más creativos, quienes reciban el dinero de tercera mano, esto es, A presta a B, B emprende su proyecto de inversión y para ello compra cosas a C —siendo C quien recibió su depósito de tercera mano—, y todos los que le siguen, no emprendan proyectos de inversión con ello y lo mantenga como un deposito a la vista —custodio— y no como un préstamo a la vista, lo cual se traduce en un crecimiento más lento y en una expansión crediticia super controlada, pero que podría verse en un problema de principios, pues se requiere limitar la libertad de uso de “su dinero”.

Lo cierto es que prohibir de lleno todo préstamo a la vista y fijar plazos, he incluso ver como un deposito a la vista los prestamos con plazos de 30 días —como sugiere JHS— tampoco soluciona estos problemas, porque lo único que cambiaría son los tiempos, pero el mecanismo y/o proceso crediticio descrito seguiría intacto. Y, de plano, prohibir usar los certificados de depósitos a plazo como medio de pago es atentar contra la libertad de los actores. He aquí una paradoja.

Cabe señalar que solo estoy jugando con los escenarios, superficialmente. Al final, y apelando a la paradoja anterior, nos encontramos en un contexto donde, si no se encontrar la forma de regular todo esto para que no se salga de control, al mismo tiempo que se respetan las libertades de cada actor social, ni el encaje 100% ni las propuestas de Rallo evitan el ciclo económico. Así, o hay algo a lo que se puede apelar para controlar todo esto y evitar el ciclo, o los socialistas tienen razón cuando dicen que el capitalismo genera crisis inevitables o, si gusta más, amoldado a este tema directamente, los ciclos económicos son un mal inherente en el capitalismo —aunque no por las estúpidas razones que sostienen, y me atrevo a decir que es una de esas afirmaciones que se hacen y que se amolda a la realidad por mera suerte —.

El error de Rallo con el sistema monetario actual

Rallo defiende que se puede ir a un entorno de competencia bancaria con encaje fraccionario y que lo que debe ser eliminado es el Banco Central, y dice también que, cuando se emiten medios de pago, alguien siempre está ahorrando. Lo que no parece entender es que, en el fondo, los medios de pagos —y sobre todo los fundamentados en dinero fíat— no son deudas reales, sino una estafa. Puede que, a nivel contable, se compute una deuda del Banco cuando se deposita, y una deuda a quien el banco le preste, siguiendo toda la cadena de forma repetitiva, pero el medio de pago per sé, fundamentado en el sistema de Banca Central o no, no es una deuda que se pueda saldar, sino una creación de medios de pago de la nada, de dinero, aunque a Rallo no le gusta esa afirmación—. Y si acaso llegan a ser deudas de algo, son deudas creadas sobre deudas, pues un depósito inicial da lugar a la creación de más depósitos, por lo que, en el fondo, no hay contraprestación alguna —por lo menos no en términos reales—.

Imagine un entorno de encaje 100% para los depósitos a la vista y cada banco emite un certificado de depósito, a la vista o a plazo: si persona A deposita a plazo 100 onzas de oro y el Banco A los presta a persona B, éste compra lo que necesita para emprender su proyecto de inversión a persona C, depositando este además las 100 onzas de oro a plazo en el Banco C, vemos que ahora hay 200 onzas de oro en formas de certificados de depósitos a plazo —que se pueden usar como medio de intercambio indirecto, pero para saldarlos solo hay, en términos reales, 100 onzas de oro en la economía[8].

En adición, si vemos el sistema financiero actual, Rallo podría decir que, en última instancia, el dinero es un pasivo del Banco Central, aunque no convertible. Sin embargo, aun si fuese “convertible”, pregunto: ¿Convertible en qué? ¿Acaso puede ser convertible? El dinero actual, aunque compute como un pasivo del Banco Central, en sí mismo no es un reclamo de nada. Si alguien tiene un activo financiero denominado en alguna moneda fíat, tiene derecho sobre los billetes que emite el Banco Central, pero esos billetes no reclaman nada más. Es decir, lo único que pueden reclamar los billetes fiduciarios son billetes fiduciarios. Sí, es cierto que con ese medio de pago se pueden adquirir bienes, pero eso solo son cosas que se pueden comprar con él, no que se pueden reclamar. Antes de eliminar el patrón oro, los billetes sí constituían un derecho a deuda, porque se podían reclamar la convertibilidad del billete, pero ahora no es así, no se puede reclamar nada al BC con eso. Alguien puede decir: “pero el BC tiene activos que puede liquidar”, y sí, pero esos activos se liquidan y se obtienen y/o compensan en dinero fíat. Allí muere todo. Mientras que los bancos comerciales si tienen deudas con sus depositantes y éstos a su vez activos, no significa que, en última instancia, el dinero fíat per sé sea un pasivo del BC, pues el banco está obligado a responder a sus depósitos en billetes fíat del BC, pero éste último está obligado a responder su medio de pago emitido por nada. En suma, y para no seguir redundando, el tenedor de un billete solo puede exigir que le den un billete igual, el BC no está obligado a tener algún activo con el que hacer frente a la exigencia de devolución del tenedor de sus medios de pago.

Que el BC esté obligado a recibir ese billete como forma de pago es irrelevante, puesto que, si entendemos que un pasivo es la obligación de restituir o remunerar con un activo al tenedor del certificado de deuda —tenedor del billete— en la cantidad que requiere ese certificado, el BC no restituye nada. Ergo, no es un pasivo. Si Banco A tiene credibilidad y emite un Certificado X con la promesa de que recibirá ese Certificado como medio de pago, pero solo está obligado a dar un Certificado X por valor igual al certificado de quienes vengan a solicitar el pago del mismo, lo único que tenemos es una estafa generalizada que se usa como medio de pago. De hecho, los billetes emitidos no tienen fecha de vencimiento, porque se amortiza a voluntad del emisor cuando este quiere. De esto deriva el hecho de que no se puede interpretar, con lógica, que los billetes son un préstamo a la vista, porque eso solo pasa cuando existe la obligación de entregar algo a simple requerimiento. De hecho, se podrían considerar esos billetes como parte del patrimonio neto del BC, pero no abordaré ese tema aquí[9]. Los puntos que se quieren destacar son; en primer lugar, que la premisa de Rallo de que se pueden emitir medios de pagos que en última instancia son ahorro de alguien, en realidad no es el caso, porque, o se ahorra deuda —bonos, letras, etc., que se pueden usar como colateral para recibir más deuda— y, por tanto, no hay ahorro real, o simplemente todo constituye una creación de algo que son activos para algunos, pasivos para otros, incluso hasta patrimonio neto, que se usa como medios de pagos e incrementa a gusto de quienes tienen la capacidad de emitir créditos.

Al respecto de los casos Ecuador y Panamá

En respuesta a JSH, groso modo, Rallo sostiene que el los Bancos de Panamá y Ecuador han sobrevivido precisamente por no contar con, y/o prever la, ayuda de un prestamista de última instancia, lo que los lleva a ser más prudentes. Sin embargo, tanto Rallo como JSH se equivocan. Rallo tiene razón en su crítica a JSH, pero su afirmación de que los bancos han sobrevivido “gracias a su prudencia” es, cuanto menos, cuestionable. Apelando al análisis que hasta ahora se ha sostenido, fácilmente se puede decir que esas economías se han encontrado con un aumento de la demanda de los medios de pago y por la poca tendencia, hasta el momento, de ir a solicitar sus prestamos a la vista, lo que no quiere decir que el sistema esté blindado, sino que vive al borde del precipicio, pero sin caerse aún. Lo que es más, que no haya habido corridas bancarias masivas no quiere decir que se evite el ciclo económico, o que haya una clase que se beneficia de la inflación —baja— causada por la expansión crediticia.

¿Es, entonces, como pregunta Rallo, “el coeficiente de caja 100% el remedio adecuado para evitar corridas?”, a lo que él mismo responde, acertadamente, “No, pues no es una condición necesaria ni suficiente”[10]. El punto en cuestión es que tampoco lo es la reserva fraccionaria y, de hecho, algunas de sus criticas al sistema 100% carecen de fundamento. El problema real no es el sistema cienporcientista, sino que, aun con él, puede haber crisis cíclicas.

En este marco, también habría que diferenciar entre la inflación y/o deflación causada como proceso espontaneo del mercado, que deben prever los actores sociales, que no podríamos decir que hay allí problemas éticos, de aquellas causadas por las entidades monetarias bajo un sistema inmoral, que está configurado para que unos se benefician a costa de otros, no por proceso de mercado. Si ha de haber ciclo inevitablemente —para pensar, no lo doy por 100% verdadero, es mero ejercicio intelectual— el debate giraría entorno, entonces, a la ética detrás de cada sistema.

Al respecto del caso Tether

Rallo pone como ejemplo la empresa detrás de Tether para sostener puede ser factible un sistema de prestamos a la vista, con encaje fraccionario, pero esto no pone en tela de juicio nada de lo aquí expresado. Las personas que apelan a Tether —como yo—, lo hacen porque demandan un medio de pago para poder navegar en el mundo cripto, pero, en el fondo, el sistema funciona igual. Los activos muy líquidos que tiene la empresa detrás de Tether se usan a su vez en el resto de la economía, siendo depositados en bancos que lo usan para emitir créditos —expansión crediticia—, mientras que se usa Theter dentro del mundo cripto. No hay ahorro real. En el caso específico de quien compra Tether, solo hay un cambio en la forma en que se posee un activo —el billete fiduciario es un activo para sus tenedores—, que se usa como bien líquido para adquirir alguna cripto. A lo sumo, el caso de Tether solo ilustra cómo una empresa se puede aprovechar del sistema financiero actual para sacar ganar mucho dinero, lo cual no es garantía de que todos puedan hacerlo, ni menos siempre.

Al respecto de los argumentos consecuencialistas

Habiendo expresado todo lo anterior, tengo que decir que es curioso que Rallo hable de preferir no usar argumentos consecuencialistas, como algunos de los usados por JHS, pero, contradiciéndose —o, mejor dicho, haciendo exactamente lo mismo para sostener lo contrario—, dice que el coeficiente de caja 100% podría generar problemas de ajuste de precios y que, por tal motivo, no es bueno para la economía de mercado. Ante esto, no me queda más que decir que “a veces la vida es una triste ironía”. Rallo usa argumentos consecuencialistas para decir que los argumentos consecuencialistas de JSH no son verdaderos —o por lo menos para explicar por qué no está de acuerdo—.

No tango más nada que agregar, por ahora. Así que apelaré a algunos comentarios en forma de “excursos”.

Excurso primero: Argentina y las reservas de dólares supuestamente congeladas

En un escenario de dinero fíat, Rallo menciona, en respuesta a JHS, con respecto a que “no se mantiene congelada la oferta de dólares en la economía si se lleva a un encaje del 100% de los depósitos a la vista en dólares, pues pueden llegar del exterior en un intercambio con EE. UU., por ejemplo —defiende JHS—, que el hecho de que “la oferta global de dólares no sea rígida, no es incompatible con que sí lo sea dentro de Argentina, en una economía dolarizada y con un coeficiente de caja del 100%, los propios argentinos no serían capaces de crear endógenamente —internamente— sustitutos monetarios pagaderos en dólares que pudiesen abastecer —satisfacer— su demanda de dólares. Y, por tanto, la única forma que tendrían los argentinos de incrementar la cantidad nominal de dólares de la que disponen, no la cantidad real —que aumenta con deflación—, es, efectivamente, con superávit exteriores a su favor”, es decir, cobrando más de lo que gastan en el extranjero —exportando más de lo que importan—. No obstante, para que esto sea posible, es necesario ajustar a la baja los precios internos de la argentina —otra forma seria que las exportaciones argentina sean competitivas, lo que da paso a que las personas puedan trabajar y ahorrar (produciendo más) para atraer más dólares, sin necesidad de apelar a la deflación; pero, si hay mucha demanda de dólares en el corto plazo dentro de Argentina, la forma más común para lograr esos dólares que necesitan —y quieren— es bajando los precios de los productos que exportan —o de los que venden dentro para dejar de importar, lo que se traduce en que no salgan dólares—. Esta deflación interna “puede alterar los precios relativos de la Argentina, y si los altera, generar descoordinaciones económicas”[11]. Sorprendente afirmación sin sentido, muy bonita, pero sin sentido.

Al respecto, dos cosas: (i) aun si es cierto —que no lo es— que la cantidad de dólares en la economía argentina no se pueda expandir por sí sola, a nivel interno, eso no tendría por qué representar un problema por las cosas expuestas en el primer subtema —ver: “la deflación no es gris: contra la expresión “no toda deflación es positiva””—; (ii) ¿En qué mundo es posible que la oferta interna de dólares se mantenga constante, o disminuya, y no haya flujos de cajas positivos para el país? Pues, en uno donde dicho país, y absolutamente todos sus habitantes, sin excepción, esté aislado del resto del mundo, pero ese no es el escenario de Argentina —podría ser el de Corea del Norte, y aún así lo dudo mucho—, por lo que pueden entrar dólares al país sin ningún problema, sea por vía de que exporten más de lo que importen, o por vías menos oficiales. Por mencionar un ejemplo, en la economía venezolana han entrado millones de dólares, fuera del mundo de las importaciones y exportaciones, que han llegado para satisfacer —y se quedan cortas— la demanda de la moneda de los venezolanos. En un mundo globalizado, dificulto mucho que “pueda haber una oferta elástica de [dinero] a nivel internacional, pero una inelástica a nivel nacional”, que el escenario sea posible, no significa que esa posibilidad sea alta. Ergo, ese escenario solo está en la cabeza de Rallo.

Excurso segundo: libre competencia bancaria y reserva fraccionaria

Si Rallo tuviera razón y fuese posible mantener una estabilidad en la economía bajo un sistema bancario de libre competencia y fundamentado en el sistema de reserva fraccionaria, tendría que explicar por qué hubo ciclos de auge y recesión en el pasado, cuando imperaban sistemas parecidos. En concreto, en el periodo de 1814 a 1914.

Excurso tercero: mi respeto para Juan Ramón Rallo, Bagus y Huerta de Soto

Quiero dejar en claro que el hecho de que este servidor no comparta del todo las posturas de Juan Ramón Rallo, Philipp Bagus y Jesús Huerta de Soto, aunque si bien es cierto que este texto giró en gran medida en torno a las premisas de Rallo, no quiere decir que no los respete. Todo lo contrario, a pesar de estas diferencias, y de algunas otras que competen a otras áreas del conocimiento, les agradezco muchos aportes intelectuales. De hecho, doy una enhorabuena y me mantengo de pie ante el trabajo de Rallo con la difusión de las ideas de la libertad, a través de distintos medios; hago lo mismo con Bagus y con JSH. Con respecto a este último, destaco que mi primer encuentro con las ideas de la libertad fue con “Dinero, crédito bancario y ciclos económicos” … he aquí varios años después.

Gracias, por tanto, pero están equivocados en algunas premisas, que estimo hay que corregir en aras de vislumbrar un sistema monetario que evite los ciclos, pero que a su vez respete la libertad de cada individuo. ¿Qué estoy equivocado en mis premisas y sí es posible evitar el ciclo manteniendo alguno de los dos sistemas que defienden Rallo o JSH y sus seguidores? Es una posibilidad. Les invito a demostrarlo.


[1] Juan Ramón Rallo. ¿Es positiva la deflación que defiende Javier Milei?. Publicado en YouTube. Puede acceder a través de: https://www.youtube.com/watch?v=hTQXI_Av4p4& (Consultado el 14 de abril de 2024)

[2] Regla de tres: a los precios dados de 1.25 unidades de manzana igual a 1 papa y 1.60 unidades Pera igual a 1 Papa, tenemos: (i) 1 manzana es igual a 0.8 papa —((1*1)/1.25) = 0.8—; (ii) 1 pera es igual a 1.28 manzanas —((0.8*1.6)/1) = 1.28—; si A=B=C, entonces A=C, por lo que, si 0.8 papas equivale a 1 manzana y a 1.28 peras, 1 manzana es igual a 1.28 peras. De esto se desprende, y lo resalto a modo de comentario, que el total de peras no alcanza para comprar el total de manzanas, al igual que el total de manzanas por sí solo no alcanza para adquirir el total de papas, pero la economía monetaria venezolana me ha enseñado que las cantidades de un bien A necesarios para adquirir un bien B son irrelevantes, pues la demanda de las mismas, dadas unas cantidades, determinará sus precios, una con respecto a la otra, sin importar que el total de uno pueda o no adquirir el total de otro.

[3] Digo “dificultarse”, no “eliminarse”. Uno de los errores de los economistas de la Escuela Austriaca de Economía es afirmar que “sin precios no hay calculo económico”, al menos que por “precios” incluyan las comparaciones de valores que no necesariamente se expresan en unidades monetarias. Pero eso es cuento para otro día.

[4] Puede haber inflación o deflación de precios, sin necesidad de que haya aumentado o disminuido la oferta monetaria, si llega a variar la demanda de la misma, más si hay competencia de monedas. Ejemplo de ello es el caso venezolano, donde la demanda del bolívar es tan poca, y la demanda del dólar tan alta, que ha creado un interesante escenario que, por cuestiones prácticas, no desarrollaré aquí, pero sí he vislumbrado en otro lugar, al que puede acceder en: https://contrapodernews.com/hiperinflacion-un-fenomeno-incomprendido-respuesta-al-libro-de-pascualina-cursio/ (Consultado el 14 de abril de 2024).

[5] Philipp Bagus. 2023. Anti-Rallo: una crítica a la teoría monetaria de Juan Ramón Rallo. Madrid, España. Publicado por Unión Editorial., sección: “El origen del dinero y el poder adquisitivo constante”, párr. 1.

[6] Bagus sostiene que el descalce de plazos no representa un problema y no es la causa del ciclo, porque puede darse el caso en el que se renueven los plazos del préstamo, haciendo que de el tiempo suficiente a quienes emprendieron sus proyectos de inversión, o que los nuevos prestamos lleguen para sustituir el que está venciendo. No obstante, es necesario decir dos cosas: (i) aunque puede tener razón en ciertos escenarios, no significa que la economía esté blindada si todas las entidades de intermediación financiera incurren en el descalce de plazos, y (ii) ¿No se incurre en una doble moral el decir que la entidad puede prestar el dinero a un plazo mayor que el plazo en el que le fue prestado a él, solo por “estimar” que el prestatario no va a querer el dinero en ese plazo y “muy probablemente” lo renueve? ¿No es inmoral que el contrato fije un plazo y que, yendo contra el mismo, la entidad use ese deposito para prestar a un tiempo aun mayor? Si ha de defenderse el descalce de plazos en las circunstancias en las que describe Bagus, entonces no habría motivo para acusar de fraude a quienes toman los depósitos a la vista para prestarlo también, porque “muy probablemente” la persona no vaya a retirarlo antes de que le sea retornado el préstamo realizado a un tercero. Con esto, lo que intento resaltar es que tanto la emisión monetaria a través del crédito como el descalce de plazos son problemas, y ambos pueden desencadenar un ciclo, señalando además que queda en tela de juicio la afirmación de Bagus cuando dice que “el descalce de plazos es perfectamente legítimo”. (…) Si desea ver lo que dice Bagus al respecto, donde pretende refutar a Rallo, pero que, a mi juicio, deja mucho que desear —que no significa que Rallo tenga razón—, véase: óp. Cit. Anti-Rallo: una crítica a la teoría monetaria de Juan Ramón Rallo., sección: “5.2 La curva de rendimiento y el arbitraje”.

[7] En este ejemplo, el encaje de los depósitos a plazo es de 0%, lo que se podría prestar para crear medios de pagos que tienden al infinito. Empero, aplica la misma lógica, aunque con más limites en la expansión, con un porcentaje mayor en el encaje.

[8] Dos cosas: (i) aquí caeríamos nuevamente en los escenarios que se describieron más arriba; y (ii) no se está tomando en cuenta que los certificados de depósitos a plazos puedan usarse como aval para solicitar más crédito —que es lo que puede hacerse en la actualidad bajo ese sistema financiero—, haciéndose más patente la “creación de deuda sobre deuda”.

[9] Se pueden usar muchos argumentos para sostener que sí es un pasivo, que es un patrimonio, que es un activo… el billete emitido por el BC, pero esto solo muestra la gran maraña y confusión que ha generado el sistema financiero actual, y que debe dilucidarse en aras de avanzar a un sistema monetario más sano.

[10] Juan Ramón Rallo. Coeficiente de caja 100%: a favor y en contra. Publicado en YouTube. Puede acceder a través de: https://www.youtube.com/watch?v=cjYggzdCF7g (Consultado el 14 de abril de 2024).

[11] Ibidem.