De Derecha Diario
El presidente francés se desmarcó de los comunistas, que salieron primeros, y busca aliarse con sectores más de derecha.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha designado al ex jefe negociador del Brexit, Michel Barnier, como el próximo primer ministro de Francia, según informó el Elíseo en un comunicado el jueves, concluyendo así una búsqueda de casi dos meses que había dejado al gobierno en un estado de parálisis.
Barnier, quien ha sido ministro del gabinete en cuatro ocasiones y comisario europeo en dos, asumió el liderazgo del equipo encargado del Brexit en 2016. A pesar de ser una figura clave del partido conservador Les Républicains y muy conocido en Bruselas, su reconocimiento en Francia es más limitado.
«Esta designación se produce tras un ciclo de consultas sin precedentes y, conforme a su deber constitucional, el presidente se aseguró de que el primer ministro y su equipo gubernamental tuvieran las mejores condiciones de estabilidad posibles«, expresó el Palacio del Elíseo en un comunicado.
Ahora, Barnier deberá asumir la compleja tarea de formar un gobierno que no colapse rápidamente, dada la profunda fragmentación de la legislatura francesa. Las elecciones anticipadas de este verano resultaron en un parlamento sin una mayoría clara, donde el Nuevo Frente Popular, de extrema izquierda, ganó el mayor número de escaños, pero no alcanzó la mayoría absoluta. Macron rechazó la posibilidad de nombrar a la candidata de la coalición comunista, Lucie Castets, una funcionaria de 37 años, argumentando que no podría gobernar con la estabilidad necesaria.
Como era previsible, la coalición de izquierda expresó su enojo por la traición del presidente francés, que los utilizó para ganarle a la «extrema derecha» en las elecciones anticipadas. Sus integrantes habían acusado repetidamente a Macron de socavar la voluntad de los votantes y de no respetar los resultados de la elección que él mismo convocó. En días recientes, se especulaba que Macron estaba considerando a un primer ministro de derecha para proteger su reforma de pensiones, que la izquierda había prometido eliminar si accedía al poder.
El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, manifestó en una publicación en X que la decisión de Macron de nombrar a un primer ministro cuyo partido quedó en cuarto lugar en las elecciones representaba una «negación de la democracia«. «Estamos entrando en una crisis de régimen«, amenazó Faure.
Barnier fue el último nombre en emerger tras las intensas negociaciones de la semana. Figuras como el exprimer ministro Bernard Cazeneuve, el alto funcionario Thierry Beaudet y el influyente conservador Xavier Bertrand estuvieron brevemente en consideración, pero finalmente fueron descartados.
La presión sobre Macron para resolver esta situación aumentó, mientras los franceses regresaban a sus actividades laborales tras las vacaciones de verano y antes del inicio de las discusiones presupuestarias para 2025 en el parlamento el mes próximo.
Barnier surgió como el favorito la noche del miércoles, apenas unas horas antes de su designación oficial. Según confirmó Playbook Paris, Barnier mantuvo conversaciones con Macron en el Palacio del Elíseo esa misma noche, según tres fuentes que estaban al tanto de las discusiones.
Pronto se hizo evidente que Barnier cumplía con los requisitos de Macron. Con su perfil conservador, cuenta con el respaldo de Les Républicains, pero, a sus 73 años, será el primer ministro de mayor edad en la historia de la Quinta República, sin representar competencia para los aliados más jóvenes con ambiciones presidenciales.
Barnier reemplaza a Gabriel Attal, quien hasta ahora ostentaba el título de primer ministro más joven de la historia de Francia. Attal regresará a la Asamblea Nacional como líder del grupo Renacimiento, afín a Macron.