El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, ha anunciado este viernes sanciones contra dos integrantes del grupo de ‘hackers’ ruso Reborn (CARR) por su implicación en ataques cibernéticos contra «infraestructura crítica» estadounidense.
Miller ha apuntado que el mencionado grupo «ha llevado a cabo actividades cibernéticas maliciosas contra Ucrania y los gobiernos que la apoyan» desde 2022, intensificando su actividad a fines de 2023, cuando «se atribuyó la responsabilidad de comprometer los sistemas de control industrial de múltiples objetivos de infraestructura crítica en Estados Unidos y Europa».
«Desde entonces, CARR ha sido responsable de una serie de actividades cibernéticas maliciosas contra instalaciones de suministro de agua, hidroeléctricas, de aguas residuales y de energía en EE. UU. y Europa», ha denunciado el protavoz en un comunicado.
A este respecto, Washington ha denunciado que «Rusia sigue brindando refugio seguro a los cibercriminales y facilitando sus actividades cibernéticas maliciosas contra EE. UU. y sus aliados y socios».
Así, advierte la nota, aunque «la falta de sofisticación de CARR y las respuestas de las víctimas han evitado hasta ahora casos de daños importantes, el acceso no autorizado a sistemas de infraestructura críticos plantea un riesgo elevado de daño al público y puede tener consecuencias humanitarias devastadoras».
Cabe señalar que esta medida forma parte de los «esfuerzos» para «combatir la actividad cibernética maliciosa extranjera» y su propósito es dejar claro que «no se tolerará esta actividad».
«Seguiremos desmantelando a los cibercriminales que intentan socavar nuestra infraestructura crítica y la de nuestros socios», ha sentenciado el Departamento de Estado.