El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha afirmado este martes que ya no defenderá al expresidente Donald Trump en la demanda por difamación impuesta por la escritora neoyorquina Elisabeth Jean Carroll.
Anteriormente, el Departamento había señalado que Trump estaba actuando como presidente cuando hizo declaraciones difamatorias negando las denuncias de la escritora sobre una agresión sexual, por tanto, estaba protegido por la ley, la cual que prohíbe las demandas civiles contra empleados del Gobierno por reclamaciones relacionadas con sus funciones oficiales.
Sin embargo, la cartera ministerial ha revisado la cuestión después de que un tribunal de apelaciones aclarara que solamente están protegidos si sus acciones tienen como objeto ayudar al Gobierno y ha revertido su posición.
Según recoge una carta, el Departamento de Justicia «ha determinado que carece de evidencia adecuada» para concluir que el expresidente estaba actuando sirviendo al Gobierno estadounidense «cuando negó haber agredido sexualmente a Carroll», puesto que las declaraciones de Trump «continuaron después de que dejara la oficina».
Además, agrega que «un jurado ahora ha fallado que Trump agredió sexualmente a Carroll mucho antes de convertirse en presidente», de forma que esta historia señala que estuvo motivada por una «queja personal» derivada de hechos que ocurrieron antes de su mandato en el Gobierno estadounidense, informa la cadena de televisión CNN.
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, ha manifestado que su parte está «agradecida de que el Departamento de Justicia haya reconsiderado su posición».
Mientras que, por su parte, un abogado de Trump, Steven Cheung, ha condenado la decisión de Justicia, aseverando que «la corrupta Administración Biden está armando políticamente un sistema judicial contra Trump porque es el gran favorito» para derrotarlo, según recoge la agencia de noticias Bloomberg.