El Gobierno de Argentina ha negado este domingo que los militares bolivianos intentasen dar un golpe de Estado el pasado miércoles, y ha cargado contra la «falsa denuncia» del socialista presidente del país, Luis Arce, tras asegurar que los hechos son «poco creíbles».
Cabe señalar que esta postura se alinea con las afirmaciones del socialista ex-presidente de Bolivia Evo Morales y sus seguidores dentro del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS).
«La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el Gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha», ha expresado la Presidencia argentina en un comunicado publicado en su cuenta de la red social X.
Asimismo, ha calificado los hechos de «poco creíbles» y que «no encajaban en el contexto sociopolítico» de Bolivia donde el MAS controla tanto el Poder Legislativo como el Judicial, el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas.
«Hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro. No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras. Sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte», reza la misiva.
El Gobierno argentino también ha considerado que en Bolivia hay más de 200 presos políticos, entre los que incluye a la expresidenta Jeanine Áñez y al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, tras lo que ha mostrado su deseo de que «prevalezca la democracia» que está siendo «atacada» desde «hace años».
De este modo, la Presidencia argentina se suma así al ala de los analistas que indican que es un autogolpe del gobierno Arce, aunque este lo ha negado de forma categórica, y, también, aunque parcialmente, al ala de Evo Morales del MAS.