La firma dedicada a la banca de inversión respaldó abiertamente el programa económico de Javier Milei y Luis Caputo, y anticipó un cambio de expectativas para el desempeño del país en los próximos cuatro años. Los mercados apuestan por la recuperación de Argentina y el éxito del nuevo Gobierno.
Las perspectivas para la Argentina son cada vez más positivas, algo que se ve reflejado en la reacción de los mercados ante las medidas del ministro de Economía Luis Caputo. En esta oportunidad, la prestigiosa firma Goldman Sachs recomendó abiertamente comprar bonos emitidos por la Argentina bajo el Gobierno de Javier Milei.
La razón es que los bonos soberanos del país aún siguen abonando una tasa de interés de casi 18 puntos porcentuales por encima de la tasa de referencia internacional (la que ofrecen los bonos del Tesoro estadounidense), pero el cambio de expectativas con el nuevo Gobierno provocó un shock positivo con un horizonte a 4 años, y Goldman Sachs estima que Argentina está pagando un rendimiento que ahora se torna superior a su verdadero riesgo.
De esta forma, la firma incluyó a Argentina dentro de la lista de países recomendados para comprar bonos, junto con Ecuador, Pakistán, Egipto, Sri Lanka y Ghana. Todos estos países están llevando a cabo reformas estructurales pro-mercado, como la consolidación fiscal, la garantía para la estabilización de precios y la apertura comercial.
“Seguimos recomendando estar sobreponderados en créditos en dificultades y tenemos una recomendación comercial para posicionarnos en largo en Ecuador, Pakistán, Egipto, Sri Lanka, Ghana y Argentina. Hemos agregado a Argentina a la canasta, respaldado por las expectativas de nuestros economistas de una mejor trayectoria de políticas y nuestra opinión de que el crédito argentino aún ofrece una prima significativa, a pesar del reciente repunte”, explica la firma financiera.
El ajuste fiscal anunciado por Luis Caputo es uno de los más significativos de toda la historia argentina, y alcanzaría los 5 puntos del PBI aún antes de emprender el programa de privatizaciones que pretende desplegar el Gobierno. Nunca antes se había visto algo similar.
Las medidas adoptadas por el Gobierno tuvieron una fuerte dosis de pragmatismo que las vuelve más proclives para ser aprobadas por ambas cámaras en el Congreso, dando así una garantía contundente para la consolidación de las finanzas públicas.
Y si el ajuste fiscal resulta creíble y sostenible a través del tiempo, no solo mejora el atractivo de los bonos que emite el Tesoro, sino también la promesa por una total independencia del Banco Central con respecto al poder político. La eliminación de la “dominancia fiscal” sobre la política monetaria resulta fundamental para poder eventualmente liquidar la institución.
“Los riesgos de implementación de reformas de políticas son mayores que en la mayoría de los lugares, y el listón para una estabilización macroeconómica exitosa es alto, pero creemos que los pasos iniciales de la nueva administración son constructivos y que es probable que el mercado los recompense en un horizonte táctico”, concluye Goldman Sachs.
El ministro Caputo podría lograr lo que a todas luces parecía impensado hace tan solo unos pocos meses: la reapertura del mercado de capitales internacional para el país. El ajuste fiscal del Tesoro hará que ya no sea necesario endeudarse para financiar los gastos corrientes o las obligaciones de capital (se apunta al déficit financiero cero y luego al superávit), pero la apertura de nuevas líneas de crédito podrían ayudar a recuperar las reservas del Banco Central.