La representante comercial de EE. UU., Katherine Tai, anunció este lunes que su oficina empezó una investigación sobre las actividades de China que, según su departamento, tienen como objetivo «dominar los mercados nacionales y mundiales en la industria de semiconductores».
Asimismo, desde la oficina del representante comercial de EE. UU. (USTR) afirmaron que el gigante asiático «emprende amplios medios anticompetitivos y no comerciales» para «lograr la indigenización y la autosuficiencia».
Según Tai, su oficina tiene «evidencias» de que estas prácticas de Pekín «parecen tener y amenazan con tener impactos perjudiciales» en «los trabajadores estadounidenses, las cadenas de suministro críticas de EE. UU. y la seguridad económica EE. UU.», socavando la competitividad de la industria.
Desde la USTR detallaron que su investigación «se centrará inicialmente» en la fabricación por parte de China de los llamados ‘chips fundacionales’, conocidos también como semiconductores heredados o de nodo maduro. Se trata de semiconductores de modelos antiguos que actualmente aún se usan ampliamente en varios sectores.
En este sentido, la USTR también investigará en qué medida se incorporan a productos utilizados en industrias críticas de EE. UU. como la defensa, la automoción, los dispositivos médicos, la industria aeroespacial, las telecomunicaciones, la generación de energía y la red eléctrica.
Asimismo, se evaluará si «la producción de sustratos de carburo de silicio (u otras obleas utilizadas como insumos en la fabricación de semiconductores)» por parte de China «contribuye a cualquier irracionalidad o discriminación o carga o restricción en el comercio estadounidense».









