España y otros 30 países han hecho este jueves un llamamiento a los diferentes líderes políticos de Venezuela para que inicien un proceso de «debates constructivos e inclusivos» que culminen con una «transición con garantías» para poner fin a la situación de inestabilidad política en el país, acrecentada por las últimas elecciones presidenciales de finales de julio.
En un contexto donde la narcotiranía venezolana desató una ola de represión, luego de robarse las elecciones, hasta treinta países ha exigido la liberación inmediata de todas las personas detenidas en las protestas opositoras contra el resultado de las elecciones, a la par que ha rechazado la orden de arresto «por motivos políticos» emitida contra González, «quien, según los registros electorales disponibles públicamente, obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones».
«Es fundamental que se permita a los venezolanos expresar sus opiniones políticas forma pacífica, incluso mediante el ejercicio de la libertad de reunión y expresión pacíficas, sin temor a represalias. Exigimos que se ponga fin al uso excesivo de la fuerza, la violencia política y el acoso contra la oposición y la sociedad civil», reza el escrito.
Esta declaración conjunta, en la que entre los firmantes se encuentra España, EE. UU., la Unión Europea, Canadá, Alemania, países Bajos, Portugal, Reino Unido y varios países latinoamericanos, surge tras una reunión organizada por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Nueva York en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas y a la que ha asistido el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.