La quinta moche de protestas y disturbios en Francia contra la policía, por la muerte de un adolescente de 17 años, ha dejado un saldo de al menos 719 personas han sido detenidas.
Esto fue confirmado por el ministro del Interior del país, Gérald Darmanin, quien también ha informado de 45 policías y gendarmes heridos desde la medianoche del sábado al domingo.
A pesar de este dato, Darmanin ha descrito en su cuenta de Twitter esta noche como «más tranquila gracias a la decidida actuación de la policía», en comparación con las cuatro anteriores.
No obstante, la noche ha dejado incidentes de violencia destacables, como el ataque ocurrido contra el domicilio del alcalde de la localidad septentrional de L’Hay-les-Roses, Vincent Jeanbrun, quien ha denunciado que su vivienda recibió el impacto de un vehículo en llamas.
Además, durante el ataque, la familia intentó escapar por la puerta trasera, pero recibieron el impacto de fuegos artificiales, dejando a su esposa hospitalizada con heridas leves.
En general, muchas localidades reportaron oleadas de protestas, donde se enfrentaron la policía y los manifestantes, dejando heridos de ambos lados y varios detenidos —algunos de los cuales fueron sorprendidos robando, aprovechándose de la situación—.









