Los Estados religiosos como formas de autoritarismos

Por Mauricio Hernández, coordinador local de EsLibertad Venezuela.

Los Estados religiosos o teocracias, cuyo origen podemos rastrear hasta la antigua civilización de Mesopotamia, son regímenes de gobierno cimentados en normas divinas, donde sacerdotes y príncipes detentan el poder. Estos sistemas se caracterizan por dos cosas: (i) las leyes se fundamentan en doctrinas de fe y la autoridad clerical se fusiona con la estatal en una misma jurisdicción y (ii) los gobernantes no son mandatarios seleccionados por la regla del hombre (el voto), porque se establece que son la representación de los dioses, o un puente de comunicación entre ellos, por lo cual se les otorga un estatus intocable e incuestionable en sus decisiones. Por ello, la naturaleza dogmática de las teocracias abre un amplio abanico de posibilidades para generar autoritarismos y, con ello, la vulneración de los derechos humanos y la libre expresión, pues, al ser un sistema que aplica una directriz total a la sociedad, mediante la toma de control absoluto de los poderes del Estado, provoca una falta de pluralidad en religiones e ideologías políticas y éticas, llegando a un punto en el que el gobierno se vuelve irrevocable por vías democráticas.

A lo largo de su historia, ninguna Teocracia se ha implantado de manera democrática o espontánea, sino que se han establecido en el mundo a través de la evolución de sistemas religiosos preexistentes y revoluciones que han instaurado gobiernos basados en la interpretación de textos sagrados. Desde sus inicios, han demostrado ser sistemas burdos que solo responden a los intereses y creencias de un grupo limitado de individuos. En 1979, por ejemplo, durante la Revolución Islámica de Irán, se convocaron manifestaciones para derrocar al monarca Mohammad Reza Pahlaví, pero no pasó mucho tiempo para que se instaurara un autoritarismo fundamentalista en la nación, dirigido por Jomeini, quien estableció un consejo de clérigos e impuso la Sharia como base del marco legal del país, llevando a cabo una fuerte ola represiva contra quienes manifestaban opiniones contrarias.

Además, las teocracias proclaman un supuesto mensaje de salvación para, más tarde, convertirse en un sistema que atenta directamente contra la democracia y los derechos fundamentales de los seres humanos. Bas De Gaay Fortman, en su artículo «Teocracia, Democracia y Secularización: ¿Hay espacio para el acuerdo?», define que la democracia se fundamenta en los principios de universalidad, dignidad humana, igualdad, debido proceso y la sacralidad de la vida humana. Sin embargo, estos son valores ausentes desde el primer momento en este tipo de regímenes. Sirva como ejemplo lo que el mismo Fortman relata sobre el parlamento holandés: la cámara del parlamento se estaba debatiendo cambiar la constitución holandesa por una islámica y la preocupación ante una amenaza teocrática por la introducción de la Sharia, y de entre más del 7% de los miembros de la cámara de origen islámico, ninguno abogó por el cambio. La conciencia democrática de esos miembros era suficiente para saber que si se implementaba, estarían en peligro inminente la libertad de su nación.

Otro aspecto a considerar son los sistemas jurídicos en las teocracias. Al estar basados en los principios religiosos y las doctrinas de la fe dominante, abren la puerta a un sistema imbuido en una moral eclesiástica, la cual, si se aplica interpretando los textos sagrados de forma literal, termina por reprimir, censurar y controlar a los ciudadanos, sometiéndolos a un yugo dictatorial. Un ejemplo muy claro de un sistema así es el de Irán, donde la libertad de expresión está restringida por decisiones legislativas. Desde 1979, su constitución se ha mantenido, pero con muchos cambios, introduciendo la Sharia como base legal y el Consejo de Guardianes como un ente que la supervisa y protege su cumplimiento, llegando a ser el órgano gubernamental con más poder en Irán.

Asimismo, existen normas que restringen las libertades de asociación y la libre expresión, así como otras tan imprecisas que conducen a abusos. El código de procedimiento para tribunales se convierte en un medio clave para la violación de esos derechos. Como ejemplo, hay disposiciones legales que prohíben actividades relacionadas con el periodismo o el discurso público que no son reconocidas como delitos penales. Naturalmente, las leyes religiosas a menudo resultan discriminatorias e infringen las normas internacionales de los derechos humanos —es evidente que las leyes islámicas someten a las mujeres, rebajándolas a un estado de pertenencia—.

En este marco, tanto la fe cristiana como la islámica se autoproclaman como absolutas e infalibles, y atacan a quien esté dispuesto a refutarlas; ambas prohíben la manifestación de los ideales de libertad de todas las formas posibles; los evangélicos conservadores discriminan y agreden a las personas homosexuales, y en el Medio Oriente incluso son asesinadas. Por esta razón, no puede existir un Estado pacífico si la religión tiene una injerencia tan directa en él.

Una vez que se establecen en el gobierno, las teocracias manipulan la constitución y sobreponen su sistema de creencias y sus textos como base legal, y su la interpretación de estos textos sagrados es un factor de peligrosidad para una sociedad, ya que actúan como una guía absoluta de comportamientos que en su mayoría son discriminatorios e inhumanos, derivando en una dicotomía entre el bien y el mal, sin matices. Como ya expresé, esto desemboca en un control total del sistema judicial y procesal penal, abriendo la puerta a la toma de decisiones arbitrarias y a la violación de derechos fundamentales, como el derecho a la libertad, la libre expresión y la libre asociación, privando de seguridad y resguardo a los ciudadanos y propiciando una inestabilidad política y social en los Estados donde se orquestan.

Estos casos de abusos son numerosos en todos los países que pertenecen a este círculo. Por ejemplo, el 9 de enero de 2024, el tribunal penal especializado de Arabia Saudita condenó a Manahel al-Otaibi, una influencer fitness y activista a favor de los derechos de las mujeres, a 11 años de prisión por cargos relacionados con su vestimenta y opiniones expresadas en internet —como pedir el fin de las tutorías masculinas en Arabia Saudita—. La condena se hizo pública semanas después de haber sido dictada la sentencia —algo inaceptable en un sistema judicial justo—.

En resumen, la interpretación y aplicación de estas doctrinas en la política son un factor de riesgo para las sociedades y la democracia. El fundamentalismo busca imponer a la fuerza sus ideales mediante la opresión y la imposición de normas restrictivas a la libertad de expresión y los derechos naturales de los seres humanos. Se hacen con el poder de forma abrupta a través de revoluciones y, una vez establecidos y asegurados de que su revocación sea casi imposible, comienzan el proceso de sumisión de la sociedad y las reformas religiosas para convertir la estructura del Estado a la imagen y semejanza de sus respectivos textos sagrados.

Si entendemos que los grupos religiosos son comunidades cuyo conocimiento se basa únicamente en fundamentalismos incuestionables, entonces podemos asumir que la religión no debería tener incidencia en la política más allá de ser vista como un conjunto de individuos que se reúnen para llevar a cabo actividades recreativas. Caso contrario, al validar a estos entes como parte importante de la política de un país, no solo se está atribuyendo prioridad a un colectivo en específico, sino que también se estaría abriendo un debate sobre lo que se supone que está bien o mal, y estos juicios sólo estarán fundamentados en una moral imbuida en intransigencia.

Referencias bibliográficas

Bas De Gaay Fortman. 2008. Teocracia, Democracia y Secularización: ¿Hay espacio para el acuerdo?. Utrecht, Holanda. Publicado por la Universidad de Utrecht. Puede acceder presionando aquí.

Denuncian que presos políticos son obligados a convertirse en evangélicos

Caracas. – Según una denuncia de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), a los presos políticos que se encuentran en el penal de Tocorón (Aragua), los están obligado a convertirse en evangélicos, violando claramente la libertad de culto.

Así lo han manifestado los familiares de los secuestrados por el narcorégimen, al advertir que los están obligando a participar en actividades estrictamente evangélicas, sin tomar en cuenta sus inclinaciones religiosas.

Los familiares han indicado que el director del penal, quien presuntamente es muy cercano al ministro para el Servicio Penitenciario y que además profesa la religión evangélica, habría llegado a un acuerdo con autoridades chavistas para promover la evangelización dentro de esta cárcel.

Uno de los hechos que generó gran preocupación ocurrió el 31 de diciembre de 2024, cuando los presos fueron obligados a escuchar música cristiana durante horas sin interrupción, y quienes expresaron su negativa a participar en estas actividades religiosas fueron amenazados con represalias.

«Lo que está ocurriendo en esta cárcel es una violación flagrante de los derechos humanos y de la libertad de culto. No se puede obligar a nadie a adoptar una creencia bajo presión, menos aun cuando están en una situación de total vulnerabilidad. Es el colmo que el régimen no solo los mantenga detenidos en condiciones inhumanas, sino que ahora también pretende imponerles una doctrina religiosa, negándoles su derecho a decidir sobre sus propias creencias», dijo Humberto Prado, director de OVP.

La ONG destaca que la imposición de una religión dentro de un centro penitenciario atenta contra la libertad de pensamiento y de conciencia, principios fundamentales reconocidos en la Constitución venezolana y en tratados internacionales de derechos humanos.

Una muestra de esta clara violación a lo señalado en la Constitución fue el convenio firmado por Nicolás Maduro entre el ministerio de Servicio Penitenciario y las Iglesias Cristianas y Evangélicas la semana pasada, para que estas «formen parte de la nueva fase de transformación del sistema penitenciario» del país.

La razón y el conocimiento como pecado original

Por Luis Torrealba, Coordinador Nacional de Students For Liberty Nicaragua.

En la oscuridad y bajo tierra, en una nación consumida por el fatal cáncer de la igualdad ignorante. Como Prometheus seré un transgresor y pecaré. Seré un pecador en peligro de ser castigado y desterrado por seguir la profana esencia individual que grita en lo más profundo de mi alma el pecaminoso deseo de discernir entre el bien y el mal. Pero acaso, ¿Valdría la pena sumergirse en el inexplorado bosque en busca de la verdad? ¿Sería prudente correr el riesgo de ser quemados por la luz del conocimiento? La respuesta es: Sí, porque somos Dioses capaces de razonar y por saber esto nuestro pecado es mayor.

Quizás sea lógico afirmar que la facultad de razonar fue el motivo por que el hombre fue expulsado de su cautiverio encantado en el Jardín del Edén, condenado a hacerse responsable de su vida, de sus actos, y a no contar con la tutela omnipresente de su padre creador. Ese motivo que hizo dioses y reyes de su mundo a Adán y Eva, fue el mismo que impulsó a Prometheus a sobreponerse al destino impuesto por el “Consejo de las Vocaciones” de ser un barrendero triste, sin aspiraciones e ignorante. De esta manera, la ambición por ser libres, para razonar, de conocer, de ser diferentes y mejores, fue la esencia de aquel pecado original cometido en ambas historias. 

Cómo es posible observar a lo largo de la novela Himno, Rand nos muestra el despertar de la razón en Prometheus. Somos testigos de cómo en un principio es solo un joven obediente que acepta el injusto destino que le es impuesto, y como poco a poco los anhelos que alberga en lo profundo de su alma son la llama de la razón que habita en su corazón, que va cultivando las dudas, y al reflexionar sobre ellas obtiene un conocimiento superior. 

En un contexto similar, los personajes de la historia bíblica, tal vez de forma inconsciente, cultivan la duda creada por la serpiente sobre obedecer el mandato de dios, y esa duda los condujo inevitablemente a la razón. A raíz de ello, decidieron sobreponerse a la orden divina de quien conocían como “creador”. El cual, según el relato bíblico, tenía como destino y mandato para ellos lo siguiente: 

«(…) Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia, del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Genesis 2 15-17). 

Esa duda profana que condujo al pecado original cometido por Adán y Eva. Es también la que lleva a Prometheus y a Gaia a deslegitimar los cánones impuestos en su sociedad. Y los impulsa a escapar a un mundo desconocido donde ellos como seres dotados con la capacidad de razonar construirán su propio mundo. 

Es importante tener en cuenta que, en un mundo con dioses autoritarios y tiránicos como los del antiguo testamento, o gobernados por el “colectivo” como la sociedad donde Prometheus vivió cuando era Igualdad 7-2521, en esos lugares la esencia individual que hace únicos a los hombres es suprimida por el “Nosotros” y por la masa obediente. Es así que en estas sociedades se esparce fácilmente el miedo a razonar y vivir como individuos únicos. Por ello, los hombres se vuelven sumisos y viven con el temor constante de ser inquiridos y castigados. 

Es posible afirmar que, en estas sociedades, las personas viven siempre con el miedo de desarrollar sus conocimientos, de sobresalir y de ser felices. Por esto, para los personajes de estas historias el peor castigo y su terror supremo es ser expulsados de la vida colectiva, porque se les ha condicionado para temer a la libertad. Dicho miedo se extingue en ambas historias al descubrir que son seres hábiles y capaces de sobrevivir solos. En el caso de los expulsados del paraíso, llegan a descubrir incluso la mentira manipuladora tejida sobre el peligro de morir si se comía del árbol prohibido. 

Pero, ¿Qué es la razón? Y ¿Por qué la razón y el conocimiento son pecados? La respuesta es sencilla: la razón no es más que la facultad del individuo de pensar y reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios. Es así que, a través de la razón, desarrollamos el conocimiento. Y esta facultad nos hace libres, capaces y por sobre todo, nos hace individuos únicos. Eso es suficiente motivo para que en una sociedad decadente, ignorante y conformista se condene a quienes cultiven esta facultad y la empleen para sobresalir y desarrollar su camino individual de la felicidad. 

En el mismo orden de ideas, es interesante cómo dentro de la novela Ayn Rand centra el poder de razonar única y exclusivamente en el Consejo Mundial, en una clara referencia a cómo a lo largo de la historia la Razón y el Conocimiento han sido monopolizados por organizaciones colectivistas como las religiones o el Estado, erigiéndose como moralidades superiores. No está de más comparar este hecho con la dictadura de lo políticamente correcto que el siglo XXI nos ha traído y que vivimos día tras día.

En Himno, Rand también nos muestra cómo la idea del amor derivado de la razón sobrepasa a la obediencia y la sumisión. Ese espíritu romántico y heroico de Prometheus nutre su ambición por ser mejor, reconoce el amor propio y lo motiva a luchar por el amor que siente por Gaia. Ese es el mismo amor que manifiesta Eva en el jardín del Edén al querer compartir su descubrimiento con Adán, y este le corresponde con el mismo afecto al confiar en ella. Sentir amor y todo lo que ese afecto nos motiva a hacer, es también un pecado condenable. Porque elegir con quién compartimos nuestros tesoros es un asunto profano en ambas historias. 

Por otro lado, no quisiera terminar estas reflexiones siendo un pecador incompleto. Me gustaría transgredir la universal regla violada por todos los fanáticos religiosos de no interpretar las historias sacras a su manera. Por eso he querido imaginar un nuevo Génesis, uno donde Adán no es un cobarde que escusa en su mujer la responsabilidad de ser un pecador, sino que, como un Prometheus, abraza la virtud del conocimiento y se atreve a defender su libertad. 

Entonces, cuando Dios sentenciare de esta forma: 

«(…) Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás (…)» (Génesis 3 17-19).

Nuestro Adán poseído por Prometheus respondería: 

«(…) No volveré a la Ciudad de los esclavos. Viviré aquí en mi casa. Trabajaré la tierra de mis montañas y sembraré, cultivaré los frutos de los árboles y las vides, y haré que den sus productos para mi mesa. Cogeré el alimento de la tierra con mis manos. Y el trabajo de mis manos creará mi floreciente dominio en la soledad salvaje (…)» (Himno Cap XII, pag 53).

Tal vez, de haber sido así la historia bíblica, no ocurrirían destierros, castigos, ni sentencias. A lo mejor, con esa muestra de valentía el hombre jamás se sometería al colectivo, o quizás con eso fuésemos adelantado el apocalipsis desatado por un dios inmaduro y envidioso, al no aceptar que otros contarán con la facultad de razonar. Lo cierto es que ambas partes se reconocerían como Dioses capaces de conocer sobre la ciencia del bien y del mal, y, por tanto, responsables de sus existencias. Sería un Génesis que nos invitaría a la liberación y no a la sumisión ante un dios tiránico. Y eso al final es Himno, la historia de una sociedad primitiva donde un héroe pecador, al descubrir la prohibida capacidad de razonar, saca de las cavernas el conocimiento para que todos lo aprecien.

Referencias

Rand, A. (1938). Himno. España. Editorial: Deusto.

Rand, A. (1979). Introducción a la epistemología objetivista. España. Editorial: Deusto.

Pérez, Miguel y Julio Trebollé (2007). Historia de la Biblia. España. Editorial: Trotta y Universidad de Granada.

Reina Valera Biblia. (1960). Biblia. Venezuela. Editorial: Sociedad Bíblica Unida.

Cinco «evangélicos» asesinaron a joven en Guárico durante falso exorcismo

Caracas. – Cinco supuestos evangélicos asesinaron a un joven este pasado miércoles, cuando pretendían realizarle un exorcismo para sacarle al «demonio», hecho ocurrido en el sector La Esperanza, de San Juan de Los Morros (Guárico).

La víctima fue identificada como Whiston Gabriel Matute Franco, de 20 años, quien, según sus familiares, se comportaba siempre de manera muy agresiva, por lo que pensaban que se encontraba poseído.

Por ello, un allegado decidió trasladarlo a una iglesia evangélica ubicada en La Esperanza, donde unos supuestos expertos en rituales exorcistas se encargaría de su caso.

Según explicó el CICPC en una nota informativa, el joven fue encerrado en un cuarto que servía de espacio para liberaciones espirituales, una vez que llegó al citado templo.

Allí se presentaron Silvestre Agraz (79 años), Alexander Celis (57), Miguel Sanz (59), Pedro Yánez (30) y Jhoser de Freitas (27), los evangélicos que realizaron el ritual. Al iniciar las oraciones Matute comenzó a agredirlos, en un ataque de ira.

Fue cuando optaron por someter al joven, y le presionaron la cara contra una colchoneta con material sintético, continuando con las oraciones para hacer el falso exorcismo.

En ese instante, el joven dejó de poner resistencia y los cinco individuos creyeron que se había quedado dormido, sin embargo, lo que ocurrió fue que el muchacho falleció.

La mañana siguiente al regresar al cuarto donde dejaron a la víctima, se percataron que este se encontraba sin vida. No les quedó más remedio que avisar de lo ocurrido a la unidad de Medicatura Forense de esa entidad para que acudiera a retirar el cadáver.

Empero, una comisión de la policía científica, tras determinar cómo había ocurrido la muerte del muchacho, detuvo a los cinco «religiosos» para ponerlos a la orden del Ministerio Público.

Argentina: sacerdote exige a votantes de Milei que no usen comedores populares

El sacerdote Francisco Olveira desató una polémica en Argentina al advertirles a los votantes del presidente electo, Javier Milei, que no intenten acudir a los comedores populares ni solicitar ningún tipo de ayuda, ya que ello contradice la posición política que tomaron el pasado domingo.

«Como ganó la opción que dice que dónde hay una necesidad no hay un derecho, quiero pedirles a los votantes de Milei coherencia y, por tanto, que no se acerquen desde mañana al comedor ni a ningún otro servicio que damos desde la Fundación Isla Maciel», escribió en sus redes sociales, al referirse a lugar en donde suele ir a comer gente pobre.

«Tampoco nos pidan nada. ‘No con la mía’, como dice la vicepresidenta electa (Victoria) Villarruel, pero no por eso del ojo por ojo y diente por diente, sino porque simplemente no va a haber recursos para todes», agregó.

Cabe destacar que Olveira, quien es conocido como «el padre Paco», es un militante peronista que suele salir en los medios y forma parte del grupo Curas en la «Opción por los Pobres».

Su posteo provocó una inmediata controversia en la que se advirtió que la postura de Olveira es discriminadora, revanchista y alejada de los preceptos de solidaridad religiosos.

«Así son, deleznables: te cambio el voto por un plato de comida pero de trabajo y progreso ni hablar», «¿Eso es caridad cristiana?», «El cura decidió que si sos pobre y votaste a Milei no tenés más derecho a un plato de comida», lamentaron algunos usuarios de redes sociales.

Algunos le recordaron que la solidaridad es un principio cristiano que solo cobra valor y sentido en la medida en que parten del acto voluntario y no por obligación impuesta, que es lo que pretenden quienes sostienen que «la necesidad es un derecho», sentenciando al sacerdote como un «engendro del mal».

India: Dalai Lama se disculpa después de un video en que le pide a un niño que le «chupe» la lengua

El Dalai Lama se disculpó después de que apareciera un video que muestra al líder espiritual besando a un niño en los labios y luego pidiéndole que le «chupe la lengua» en un evento en el norte de India.

En un comunicado este lunes, la oficina del Dalai Lama dijo que «desea disculparse con el niño y su familia, así como con sus muchos amigos en todo el mundo, por el daño que sus palabras pueden haber causado», y agregó que «lamenta» el incidente.

«Su santidad a menudo se burla de las personas que conoce de una manera inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras», dice el comunicado.

Su disculpa se produce horas después de que un video del intercambio, que tuvo lugar durante un evento en febrero, se volvió viral y provocó indignación en las redes sociales.

Detenido hombre por agredir a imagen de la Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo

Caracas. – Un hombre atacó con una piedra a la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, durante la tarde de hoy domingo, 27 de noviembre, en plena Basílica en Maracaibo, estado Zulia.

El sujeto lanzó una piedra contra el relicario, provocando daños leves. Afortunadamente la tablita con la imagen de la Virgen no resultó afectada.

Sin embargo, algunos de los ornamentos que acompañan a la reliquia religiosa, si resultaron lastimados. La GNB actuó de inmediato, con ayuda de los «Servidores de María», logrando detener al agresor.

El hombre, quien responde al nombre de Oswaldo Fuenmayor, se identificó como «cristiano evangélico», y explicó que arremetió contra la imagen porque es «idolatría».

El párroco de la Basílica de Chiquinquirá, Nedward Andrade, detalló que la reliquia de la virgen no sufrió ningún daño porque el golpe lo recibió el relicario que la protege, al cual se le dobló una parte lateral.