Por Leroy Garrett[*].
Tal vez la desgracia y vergüenza más dolorosa de estos tiempos venezolanos, es que nada de lo ocurrido es original, todo obedece a un libreto manchado de sangre y fecalidades de cómo una camarilla comunista cubana ha aniquilado a su pueblo y al nuestro.
El castrismo: entra a La Habana victorioso de ser el vencedor en la guerra a Batista, pero esa guerra tuvo el apoyo del Departamento de Estado Americano, la sociedad cubana en todos sus estratos y la caridad y apoyo de toda la América hispana.
El chavismo: legitima su fracaso militar con una lluvia de votos protesta —quienes así protestaron no lo volverían a hacer— el apoyo del Departamento de Estado Americano, en la persona de su embajador Maisto (Chávez dice una cosa y hace otra) y al placer de los sectores económicos nacionales, la banca española, y un organismo regional cuya tarea es la insurrección en el subcontinente: el muy mencionado Foro de São Paulo.
Rápidamente el castrismo comienza su sangrienta consolidación, pulveriza a los opositores partidistas entre ellos “los auténticos”, acaba con el ejército profesional principalmente a fusilamientos, también purga en su propia versión de la noche de los cuchillos largos a los emergentes opositores internos, entre ellos los emblemáticos Huber Matos a quien se buscó podrir en la cárcel dejándole en libertad tras décadas de martirio, Camilo Cienfuegos quien desapareció en su avión luego de arrestar a Matos y que compartía la visión de una revolución cubana no marxista, el frente guerrillero del Escambray y sus intentos de frenar a Castro que terminaron con la falta de decisión de Kennedy y el fiasco de playa Girón y ya no tan recientemente a los hermanos Ochoa leales en extinguir elefantes en África por el marfil y traficar con droga hasta que Fidel los consideró un problema. Tal como hizo Tiberio con Sejano a su debido momento.
El chavismo tempranamente prendió su propia máquina de moler carne, opositores, sindicatos, petroleros, maestros y empleados públicos, periódicos y canales de televisión, torturas y cientos de muertos en protestas y en las mazmorras diseñadas a la cubana, incluye en su lista de agraviados con distinguida crueldad miembros de las Fuerzas Armadas.
El último punto de convergencia es lo que ocurre a cada dictadura cuando cumplen 20 años en el poder cada una. Y es la liberación masiva de sus cárceles, malandro preso está en contra del gobierno, Fidel abre y deja salir por el puerto de Mariel a ciento de miles de criminales e indeseables y con ello se ahorra su manutención y evita la alteración a la paz pública que tanto necesitan las dictaduras para perseverar en el tiempo.
El chavismo es un pacto de poder entre criminales, las megabandas que asombran y provocan por primera vez la militarización de Nueva York , es un producto de exportación chavista, armados y entrenados en el “eje” Caracas-La Habana, estos grupos fueron los encargados de imponer terror en las calles de Venezuela, un toque de queda no declarado por años eficientemente imponiendo las vías del hampa sobre vidas y propiedades.
La salida de esta clase de alta factura criminal hacia los Estados Unidos, aunque en paralelo también posee las mismas razones económicas y políticas del éxodo cubano del 80, está migración venezolana, tiene otras particularidades que le han hecho una formidable afrenta al gigante del norte, tener de tres mil a ocho mil dólares disponibles para la travesía no posible pero tampoco imposible para el lado mayoritario de la gran masa desposeída, arruinada y hambrienta de venezolanos, pero sin duda los que tienen la posibilidad económica de tomar una de las travesías más peligrosas del mundo son los adeptos al régimen.
Ellos tienen viaticos, particulares tatuajes a nivel del cuello, usan el cabello rapado y visten como raperos, hablan una lengua casi ininteligible y la violencia forma parte de su idiosincrasia. Los venezolanos del siglo 21 de Chávez. Esos “inmigrantes” al dejarlos ir y darles la misión que jodan al norte, le quitan al chavismo un formidable adversario más radica hacia el mal que ellos mismos. Ya son ciento de miles los que han atravesado la frontera entre México y Estados Unidos, se habla de una colaboración izquierdista donde López Obrador tendría una activa participación. ¿A quien sorprende?
Todo ayuda a consolidar a la dictadura, nada evidencia cambio, ni siquiera quien nos juran el cambio se lo creen. Vivimos una historia que nunca nos debió pertenecer, ¡Que poco originales hemos permitido ser!
Hace unos días atrás Cuba ha advertido a organismos internacionales y al sistema de naciones unidas que está al borde de la hambruna y una crisis humanitaria sin precedentes. La generosa ubre láctea venezolana se secó.
Eso fue lo que el chavismo eligió para nosotros, ese destino ha sido consentido por los traidores colaboracionistas, permitidos por aquellos exiliados con poder económico que poco le importa el destino del país donde se enriquecieron. ¿Quienes somos? O mejor dicho si nadie es capaz de arriesgar una locha por el porvenir de su tierra, quienes seremos?
[*] Cuenta de red social “X” del autor: @lerogarrett