El Presidente encabezó el acto de egreso 2025 y cuestionó décadas de demonización a las Fuerzas Armadas.
El presidente Javier Milei encabezó este jueves la ceremonia de entrega de sables y medallas correspondiente al egreso 2025 en el Colegio Militar de la Nación, en un acto de fuerte contenido institucional en el que reivindicó el rol de las Fuerzas Armadas, cuestionó su histórico desfinanciamiento y destacó el vínculo inquebrantable entre los argentinos y quienes tienen la misión de defender la Patria.
Al iniciar su discurso, el mandatario ofreció sus condolencias a las familias de los soldados fallecidos en los últimos días. Milei destacó que sirvieron a la Nación y a todos los argentinos con vocación, y aseguró que su entrega merece la eterna gratitud del país. En ese marco, afirmó que el Estado acompañará a las familias en este momento de profundo dolor.
Durante la ceremonia, el Presidente también agradeció y saludó a las nuevas autoridades de las Fuerzas Armadas, así como al nuevo ministro de Defensa, subrayando la importancia de una conducción clara y profesional, orientada a la reconstrucción de capacidades estratégicas largamente postergadas.
“Es un honor participar de esta ceremonia de egresos”, expresó Milei al dirigirse a los nuevos oficiales, a quienes felicitó por el comienzo de una nueva etapa en sus vidas. En ese sentido, remarcó que la formación militar no se limita a la práctica y a los conocimientos técnicos adquiridos, sino que también implica aprender valores y experiencias que no se encuentran en los libros y que resultan fundamentales para el ejercicio del mando.
Posteriormente, el Presidente procedió a tomar juramento a los egresados y a entregar los sables, símbolos históricos del mando militar. Allí afirmó que el orden, el valor y la gloria constituyen pilares fundamentales de la Nación que los nuevos oficiales juraron defender.
En uno de los pasajes más contundentes de su mensaje, Milei cuestionó el proceso de deterioro sufrido por las Fuerzas Armadas en las últimas décadas. Señaló que durante mucho tiempo se intentó demonizarlas y desfinanciarlas, como parte de una visión ideológica que buscó vaciar de contenido su rol estratégico. Sin embargo, sostuvo que esos intentos nunca lograron romper el lazo inquebrantable que une a los argentinos con sus Fuerzas Armadas.
En el tramo final de su discurso, el jefe de Estado vinculó de manera directa la soberanía con el desarrollo económico y la defensa nacional. Remarcó que un país solo puede ser verdaderamente soberano cuando es capaz de construir riqueza y, al mismo tiempo, desarrollar las capacidades necesarias para protegerla, destacando el papel central de las Fuerzas Armadas en ese objetivo.
El acto concluyó con un fuerte respaldo institucional a los nuevos oficiales y con un mensaje claro: la defensa nacional vuelve a ocupar un lugar central en la reconstrucción de una Argentina soberana, ordenada y con futuro.




