¿El mito del hombre nuevo o el realismo de un ciudadano integro? Una respuesta al cinismo apologético de la incoherencia

Roymer A. Rivas B., un simple estudiante comprometido con la verdad, teórico del Creativismo Filosófico, lo demás no importa.

En política, no siempre es relevante el fin por encima de todo, también importan los medios —si están justificados o no—. Por ello, con frecuencia, nos encontramos con “una verdad intolerable del realismo”: el medio es el fin. No se puede llegar a un país donde reine la transparencia si el vehículo usado para llegar allí está hecho con piezas de corrupción y mesianismo.

Roymer A. Rivas B.

El 27 de julio del 2024 publiqué mi ensayo contra del circo que habían montado María Corina Machado (MCM) y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), en colaboración —consciente o no— con el régimen chavista y sostenido con el borreguismo, de cara a las elecciones presidenciales del día siguiente. En la misma referí a la patología de la normalidad de Erich Fromm para explicar el estado mental y social del venezolano frente al sistema político que nos rige, sirviendo como base para el argumento de la servidumbre voluntaria que se oculta tras el mando de la resistencia que llevan todos aquellos que dicen oponerse al chavismo, pero que, en el fondo, llevan su misma estructura mental. Dicha servidumbre voluntaria, sugiero, es una adaptación al entorno irracional en el que vivimos, donde las personas evitan el dolor de la realidad, se alejan del pensamiento crítico y evaden la responsabilidad individual para depositar confianza ciega en el mesías o el héroe del momento.

Tras un año y medio en el que se intensificó la narrativa épica, el amarillismo que blanquea las contradicciones y/o las incoherencias de una dirigencia que enarbola una consigna sin tiempo —“hasta el final”—, a la sombra de dos décadas de fracasos en múltiples dimensiones, uno pensaría que es suficiente para abrir los ojos y aceptar la realidad en la que nos encontramos sumergidos, dando paso a la creación de una estructura realista que sirva a la libertad y la necesaria transformación que necesitamos en el país. No obstante, como clara extensión de esa patología de la normalidad que embriaga a la sociedad venezolana, pasa todo lo contrario, y —paradójicamente— en nombre del “realismo político” se pretenden justificar esas incoherencias.

Perfecta ilustración de lo anterior son las palabras expresadas por Alejandra Martínez Canchica al respecto del realismo político y la corrupción, que —según entiendo— refiere a la situación actual que atraviesa la sociedad venezolana con MCM y sus colaboradores[1]. En vista de ello, en las siguientes líneas, me propongo desarticular, parte por parte, este andamiaje de justificaciones que confunde “realismo político” con la aceptación de convivencia con quienes han coparticipado en la debacle de Venezuela, y demostrar que cualquier movimiento que se resigne a ser el refugio de los “pecadores” sin arrepentimiento, esto es: aceptar a personajes de reprochable reputación por conveniencia, no puede considerarse, bajo ninguna circunstancia, como un “movimiento del cambio”. Comencemos:

Sobre lo obvio dicho por Alejandra, los Pablos de Tarso y las Marías de Magdala

Alejandra inicia su publicación con las siguientes palabras: “La política la hacen humanos, no ángeles. Pretender erradicar la corrupción de la política es como querer eliminar el pecado del mundo: lo más seguro es que no se pueda.”. En principio, la afirmación es una perogrullada, es decir, tan obvio que decirlo resulta casi ridículo; es evidente que la política la hacen los humanos, sólo a la existencia humana es que lo “político” cobra sentido —el resto de animales no tiene noción de lo político, o al menos no al nivel o en sentido humano—. Pero, entiendo que, en ciertos contextos, con el objeto de arremeter contra posiciones utópicas, a veces se hace necesario resaltar obviedades. El problema radica, sin embargo, cuando pretende justificar la claudicación ética de una dirigencia que ha decidido absorber los mismos vicios que juró destruir, entre los que se encuentra rodearse de actores de reciclaje —oportunistas— que mantienen intacto el status quo.

A juicio de Alejandra, o al menos eso es lo que se entiende de lo escrito, que un liderazgo se alíe con figuras que, de hecho, él mismo atacó durante algún tiempo —muy brevemente, porque parecen una familia disfuncional, donde todos se pelean pero, al final, siempre están juntos, para bien o para mal, y en el escenario venezolano siempre ha sido lo segundo—, debe justificarse desde el realismo político, porque “así lo demandan las circunstancias” y no se puede pedir purismo en la lucha por la libertad. En este orden de ideas, dice lo siguiente: “Una verdad intolerable del realismo: en política son necesarios los Pablos de Tarso y las Marías de Magdala. Si la política solo se hiciera con “puros” y con ángeles, no la necesitaríamos.”. Sin embargo, esto es un sin sentido absoluto. Impresionantemente, el mismo ejemplo con el que pretende justificar la estupidez sirve para refutarlo por completo.

Con lo escrito, Alejandra ignora que Pablo de Tarso y María Magdalena tuvieron una transformación radical de la mente, el corazón y el espíritu[2], un cambio de dirección fundamental en su estilo de vida, en suma, se arrepintieron y constataron dicho arrepentimiento con sus acciones. Pablo no siguió persiguiendo cristianos mientras decía ser apóstol (Hechos 9:3-6, 19-21; Gálatas 1:13-23), y María dejó su vida anterior y se acercó mucho a Jesús después de que éste le expulsara los demonios (Lucas 8:1-3). Entonces, extrapolando esto a la realidad política venezolana, no podemos hablar de “Pablos de Tarso o Marías de Magdala” cuando nos encontramos con personajes que no han pasado por un proceso de “arrepentimiento” ni han rendido cuentas, puesto que ellos simplemente se han cambiado de bando porque el poder relativo —liderazgo— de la oposición ha cambiado de manos, o por conveniencia táctica. Ergo, no hay Pablos ni Marías, sino infiltrados o camaleones que, junto a la dictadura, conforman la misma peste a erradicar en el país.

Entiéndase algo importante, no se está atacando el hecho de que debe existir Pablos de Tarso o Marías de Magdala en la Realpolitik, en eso estamos de acuerdo, no puede ser de otra manera, el problema central es que tales personajes no existen en el conglomerado político de la oposición en Venezuela. Alejandra pretende justificar las alianzas con seres reprochables, dado su historial de acciones, disfrazándolo de “madurez política” o “realismo”, en respuesta a las circunstancias en que vivimos.

Hasta hace no mucho, MCM intentó construir un movimiento sobre la intransigencia moral y la denuncia de una casta política que sólo se llenaba sus bolsillos, mientras no hacían nada en concreto para salir del chavismo. Ésta casta, en mayor o menor medida, es hoy la misma que se niega a dar respuesta de sobre el manejo de fondos cuando decían luchar por la libertad de Venezuela. No podemos de hablar de “realismo” solo cuando conviene. Si durante años tu mensaje fue que la corrupción es un mal que destruyó el país, no puedes usar una lógica cínica para pedirle a tus seguidores que ignoren la presencia de corruptos en tu propio entorno, porque eso es una inconsistencia pragmática que, más que erosionar la confianza, manifiesta algo que venimos señalando desde hace bastante tiempo: la estructura mental de MCM y sus seguidores es exactamente igual a la chavista, porque ella no discrimina del color de camisa del partido político al que pertenezcan. Al final, Alejandra comete el error de otorgar licencias de confianza y/o perdón de forma anticipada para personajes que no han mostrado, en lo absoluto, ningún tipo de arrepentimiento, pero que hoy abrazan a MCM.

Sobre los señalamientos a la dirigencia, las intenciones y “el mito hombre nuevo”

Por si fuera poco, Alejandra reduce cualquier crítica a las alianzas de MCM a un deseo de justicia absoluta o de creación de un “hombre nuevo”, pero esto es, a todas luces, una caricatura y, de facto, una contradicción. En primer lugar, puedo usar su mismo argumento para hacer una utopía inversa, porque dice que los moralistas buscan “una nueva sociedad”, pero, irónicamente, la oferta de MCM ha sido siempre una ruptura total, un “hasta el final” que promete precisamente una nueva ética política. Pero al intentar defender sus alianzas, Alejandra misma está admitiendo que MCM es ahora parte del mismo sistema que prometió destruir, ergo: la “Venezuela Tierra de Gracia” también es un mito.

En segundo lugar, Alejandra parece no entender que se puede exigir honestidad y coherencia sin querer construir un paraíso en la tierra. Pareciera que cualquier rechazo a la dirigencia incoherente queda deslegitimado por la apelación a un realismo político —viciado, vale destacar—. Que yo suela “señalar corruptelas en nombre de la moral” no significa necesariamente que, en el fondo, “lo que busque es poder” —eso es un ad hominem, por cierto, porque ataca la supuesta motivación de quien crítica en lugar de abordar la veracidad de la denuncia, una que se origina, de hecho, del mismo realismo político que dice ella defender. Es más, aún si fuese cierto que quien crítica quiere poder, eso es totalmente irrelevante, porque no importa lo que él quiera, sino los hechos que crítica.—.

En política, no siempre es relevante el fin por encima de todo, también importan los medios —si están justificados o no—. Por ello, con frecuencia, nos encontramos con “una verdad intolerable del realismo”: el medio es el fin. No se puede llegar a un país donde reine la transparencia si el vehículo usado para llegar allí está hecho con piezas de corrupción y mesianismo. La transformación realista del país requiere, ante todo, una ruptura con la psicología del súbdito que hoy media a millones de venezolanos. Un realismo político serio no busca ángeles, pero tampoco justifica la incoherencia, requiere de transparencia y coherencia, según lo requieran las circunstancias. No somos ángeles, pero creemos en las leyes; una cosa es la imperfección y otra muy distinta la impunidad y la adherencia a la peste que se dice combatir.

En el caso Venezuela, contrario a lo que sostiene Alejandra, no hay justificación alguna para dar un paso de la “ética de la convicción” a la “ética de la responsabilidad” —conceptos de Max Weber—, porque aquí la convicción es lo único responsable, al menos tal y como se han dado las cosas hasta el momento. Por ello, las afirmaciones de Alejandra no hacen más que pervertir la realidad, intenta manipular al calificar de “peligrosos” a quienes critican las alianzas de la dirigencia, por cuanto desvía el foco de la responsabilidad del dirigente a la gente, señalándolos de ser un obstáculo para la libertad del país por su memoria y su sentido de justicia. Ahora resulta que hay que “hacerse el loco” y no indignarse porque MCM se toma fotos con quienes saquearon recursos públicos, aunque ahora se llamen a sí mismo “opositores”, porque, caso contrario, eres un ciudadano envidioso de poder y un purista irracional. Es decir, no hay espacio para la auditoría, MCM tiene cancha libre para hacer, curiosamente, lo mismo que criticó al chavismo y al interinado, a saber: “no me critiques, porque le haces el juego al enemigo”[3]. Esto es un pensamiento pueril.

Sobre la frase de Lord Acton

En este orden de ideas, Alejandra añade: “Recuerden: ‘El poder absoluto corrompe absolutamente’, sí, pero siempre es el poder del otro, nunca el mío.”, es decir, a su juicio, los “moralistas” viven señalando a otros sólo porque quieren un poder absoluto para sí mismos; la crítica moral se acaba cuando soy yo quien realiza los actos inmorales. Éste cierre asume que nadie tiene integridad real, que todos veríamos nuestra propia corrupción como justificada y, con ello, intenta normalizar el comportamiento inmoral, disolviendo la responsabilidad individual en una supuesta hipocresía universal. La otra cara de la moneda, entonces, he de señalar, es el borreguismo, hay que seguir al líder sin criticarlo, porque el fin justifica los medios —aunque nadie pueda estipular de forma concreta cual es el fin y de qué forma los medios ayudan a alcanzarla—, y nadie tiene moral para criticar. A todas luces, esto es una soberana desfachatez; es la falacia del continuo[4], donde cualquier nivel de corrupción y/o asociación con la peste es aceptable o inevitable. En última instancia, es un pragmatismo sucio, limpio de ética.

Sería bueno recordar que, sí, el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente —tomemos eso como una verdad absoluta, por mero ejercicio intelectual—, pero la pretensión de poder, la ambición desesperada por él, muchas veces corrompe más, erosiona la integridad incluso antes de que se obtenga una pizca de autoridad real. Con frecuencia, el “querer llegar” es lo que obliga a los individuos a comprometer sus principios de forma más drástica que el propio ejercicio del poder. Y si MCM permite que se use este argumento para defenderla, en el fondo, está admitiendo que su “lucha del bien contra el mal” —la narrativa épica— era solo un eslogan de campaña, porque en la práctica, está dispuesta a gobernar con el “mal” que antes denunciaba[5].

Sobre los políticos, la omnisciencia y la clarividencia

Por último, Alejandra cierra con lo siguiente: “Lo mismo aplica para quien le exige al político un conocimiento perfecto: conocer de antemano todas las variables y todas las consecuencias de cada decisión que toma. Para ello se necesita a un ser omnisciente, no un ser humano que decide bajo incertidumbre y con información incompleta”. Yo esperaría algo más inteligente de ella, porque con este cierre —que es lo mejor de todo, o al menos lo que a mi más me llamó la atención por lo reduccionista— crea una dicotomía absurda: o se tiene un conocimiento total de las variables —imposible—, o se está en la incertidumbre absoluta —decidir a ciegas, y sirve para justificar el error—, y con ello, incurre en otro error, defiende una posición indefendible —la mediocridad y/o la irresponsabilidad política— retirándose a una posición que nadie cuestiona —la falta de omnisciencia humana—.

A esto no me queda más que responder con otra verdad de realismo político: entre la omnisciencia y la nesciencia se encuentra el profesional, el capaz. El problema aquí no es que se le exija a un político ser un profeta o una divinidad —de hecho, eso es precisamente lo que hacen los seguidores de la dirigencia, con su pensamiento mágico pendejo creen que todo se debe a la acción de MCM; de verdad me he encontrado con personas que creen que MCM planificó todo desde las primarias hasta el momento, incluyendo el despliegue de Trump en el Caribe, asumiendo, a priori, que MCM sabía que Trump ganaría las elecciones, y con ello movería todos los hilos para llegar al punto en el que nos encontramos—, lo único que se le exige es que no sean delusos —de delusión— ni crean que rezando a dioses —que, de existir, probablemente se mofan de nosotros— se saldrá de un problema que requiere praxis. En suma, lo único que se exige es que la dirigencia no ignore lo evidente y actúe en consecuencia, que hagan lo que dijeron que harían. Lo que está pasando en Venezuela, orquestado por la oposición falsaria, se debe sólo a la incompetencia de quienes quieren dirigir un cambio, y de aquellos que los enaltecieron hasta hacerlo sus líderes, en la medida en que ignoran la realidad —ahora yo diré una obviedad: sin realidad, no puede haber realismo político—.

Todo el mensaje de Alejandra apunta a una cosa —uniendo lo ya mencionado hasta el momento—: “no me pidas que sea honesto e/o integro, porque nadie es santo, y no me pidas que sea capaz, porque nadie es Dios”. Así pues, se crea una armadura perfecta para proteger la mediocridad, porque se despoja a la dirigencia de toda obligación ética y técnica, reduciéndolo a un pobre ser humano “atrapado” en las circunstancias. Yo pregunto, ¿No es eso resignación? ¿Dónde está el realismo político en ello? ¡Dios mío! El problema no es la incertidumbre, sino la repetición sistemática de errores que ya han demostrado ser fracasos. No se necesita ser omnisciente para saber que pactar con alacranes o alimentar falsas expectativas termina en la desmoralización y, con ello, el fortalecimiento del régimen. Cualquiera que apele a un “realismo político” mal entendido para dar licencias a la incompetencia no es más que un infante mental.

En Venezuela ya quedó probado que el político no es una victima del sistema, o de su propia naturaleza “humana”, sino que es un arquitecto de una narrativa que desafía la lógica para conservar sus privilegios, tanto dentro como fuera del país. Durante todo el tiempo que se han creado las narrativas épicas del cambio —como ahora—, se han vendido ilusiones que chocan con la realidad del poder que impera en el país, todo con el fin de mantener vigencia personal, es decir, conservar el favor de la masa —y sólo MCM lo ha logrado hasta el momento, por ahora—. Ningún político se puede escudar en “nadie podía saber qué pasaría”, porque ellos son los mismos que exigen el voto, o cualquier otro tipo de apoyo —como un cheque en blanco—, basándose en una supuesta “oportunidad única”[6], sólo un estafador piensa así: privatiza los aciertos y socializa los fracasos —allí tienen el ejemplo de Guanipa, cuando dijo que el 09 de enero no pasó nada porque contaban con que habría más apoyo en la calle, por sólo mencionar un ejemplo—.

Hace poco salió Magalli Meda diciendo que ellos nunca evaluaron la dificultad del proceso para alcanzar la libertad en Venezuela[7], en este marco, surgen preguntas: ¿Cómo pudieron hablar de “hay un plan”, y seguir con la consigna sin tiempo “hasta el final”, sin una evaluación y/o diagnostico real del problema? ¿Debemos guardar silencio y queda justificada la incompetencia por un “realismo político” pueril? La respuesta es obvia. No tener la capacidad de “conocer todas las variables” no es sinónimo de carencia de estrategia realista para alcanzar los fines, dado lo que sí se conoce, se puede conocer y se debe conocer. Cualquier cosa contraria a esto es una validación de un proceso irracional, dirigido por políticos serios que creen ver cosas distintas en el mismo animal, y seguido por los incautos.

El realismo político no puede reposar en el pensamiento pueril

En conclusión, los argumentos de Alejandra se caen por completo al constatarlos con la política venezolana actual, porque no hay Pablos de Tarso ni Marías de Magdala, sino una mesa con un banquete donde, eventualmente, los comensales cambian de asiento, mientras la sociedad venezolana espera que se caiga alguna migaja de la mesa para consumirla. Esto es necesario entenderlo, porque la tragedia venezolana no reside únicamente en la permanencia de una tiranía, sino en la metamorfosis de su oposición, que funge como un espejo de sus propias miserias; la oposición venezolana no ha trazado nunca un camino hacia la libertad, más bien ha pavimentado el retorno de lo mismo bajo nuevos eslóganes. Si, como se infiere de lo señalado por Alejandra, la política es el reino de los “pecadores” sin conversión y de los estrategas que operan en la nesciencia, entonces la democracia que prometen no será el fin de la barbarie. Esto no es pragmatismo, es negligencia, y así no se puede dirigir un país, mucho menos liderar un cambio. La utopía es creer que se puede refundar una nación sobre la premisa de que la integridad es una utopía peligrosa y la incoherencia un mal necesario; como también señalé en el pasado, eso no hace más que condenar al país a un eterno retorno donde solo cambia el nombre del verdugo y sus consignas, o camisetas[8].

La verdadera “verdad intolerable” no es que los ángeles no hagan política, sino que los venezolanos han permitido que la esperanza sea secuestrada por mercaderes que privatizan los aciertos y socializan las derrotas. Romper con esta patología de la normalidad exige entender que el “hasta el final” implica que la dirigencia que enarbola dicha consigna no debería pasar ciertos límites —no hacer todo lo contrario—; si la salvación de Venezuela depende de hacerse el loco frente a la peste, entonces la salvación es otro espejismo —así hemos vivido a lo largo del siglo XXI, de espejismo en espejismo—. No se puede disfrazar de “realismo” la claudicación de la ética, no en este contexto, hacerlo es una manifestación de un pensamiento pueril que prefiere el dogma antes que la verdad desnuda —aunque diga querer lo contrario—. He aquí la condición existencial de todos los que, con cinismo, hacen apología a la incoherencia: son actores de reparto en una tragedia circular[9], donde el realismo no es una estrategia de libertad, sino el nombre que le dan a la resignación y la mediocridad, prefieren el confort de un espejismo, que la reflexión profunda y la aceptación de que están siendo guiados por los mismos vicios que prometieron combatir.


[1] Alejandra Martínez Canchica [@alemartinezcan]. 30 de diciembre de 2025. La política la hacen humanos, no ángeles. Pretender erradicar la corrupción de la política es como querer eliminar el pecado (…) [Post]. Publicación en X. En: https://x.com/alemartinezcan/status/2006059240457175357 (Cit: 31/12/25).

[2] Esto se conoce como “metanoia”.

[3] He allí otra clara muestra de que van por la vida con la misma estructura mental chavista que llevó al país al punto en el que se encuentra.

[4] La falacia del continuo refiere a cuando alguien argumenta que no se puede distinguir entre dos extremos de un cambio gradual porque no hay un punto exacto donde una cosa se convierte en otra, o que la falta un límite claro invalida la distinción misma, ignorando que las diferencias acumuladas sí producen un cambio real.

[5] Allí tienen a Edmundo González diciendo que en la nueva Venezuela “se aceptan todos”.

[6] Tales argumentos quedaron destruidos por completo en: Roymer Rivas. 2024. En defensa de la razón: ¿Por qué no voy a votar el 28 de julio?. Publicado por ContraPoder News y Humano Insurrecto.

[7] Polianalitica [@polianalitica]. 29 de diciembre de 2025. #ÚltimaHora Magalli Meda aclaró que no abandonarán la lucha democrática y señaló que nunca evaluaron la dificultad del proceso. https://x.com/polianalitica/status/2005672183922843940 (Cit: 31/12/25).

[8] Óp. Cit. En defensa de la razón: ¿Por qué no voy a votar el 28 de julio?.

[9] Al respecto, ver: Roymer Rivas. 2025. Venezuela, la sociedad del bucle: sobre la contradicción de quienes dicen liderar un cambio, y quienes le siguen. https://contrapodernews.com/venezuela-la-sociedad-del-bucle-sobre-la-contradiccion-de-quienes-dicen-liderar-un-cambio-y-quienes-le-siguen/ (Cit: 31/12/25).

El Tesoro de EE. UU. sancionó a EANSA por apoyar compraventa de armas entre Irán y Venezuela

Caracas. – EE. UU. sancionó este martes a la Empresa Aeronáutica Nacional S.A. (EANSA), el fabricante estatal de drones venezolano, y a su presidente, José Jesús Urdaneta González, como parte de un paquete de nuevas acciones contra una decena de personas y entidades involucradas en la compraventa de armas entre Venezuela e Irán.

Las medidas, anunciadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, apuntan a 10 personas y entidades vinculadas a lo que funcionarios estadounidenses describen como una creciente asociación militar entre Teherán y Caracas.

Las sanciones se centran en empresas involucradas en la producción de vehículos aéreos no tripulados (UAV, en inglés) de diseño iraní y en redes de adquisición que suministran componentes químicos para el programa de misiles balísticos de Irán.

El subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, John K. Hurley, declaró en el comunicado oficial: «El Tesoro exige responsabilidades a Irán y Venezuela por su agresiva e imprudente proliferación de armas letales en todo el mundo. Seguiremos tomando medidas rápidas para privar a quienes facilitan el acceso del complejo militar-industrial iraní al sistema financiero de EE. UU.»

De acuerdo a la órdenes ejecutadas al respecto, el objetivo de estas acciones es impedir que Irán y Venezuela accedan a recursos financieros y materiales para sus programas de drones, misiles y otras armas que amenazan la seguridad global y regional.

El Departamento del Tesoro acusa a EANSA de respaldar la producción de aeronaves no tripuladas de la serie Mohajer —rebautizadas en Venezuela como la serie ANSU— y ha facilitado compras multimillonarias de estos sistemas.

El Mohajer-6, uno de los modelos citados, es un dron de combate capaz de realizar tareas de vigilancia y ataques de precisión mediante municiones guiadas. Funcionarios estadounidenses afirman que estas aeronaves son operadas por el ejército venezolano y representan una expansión significativa de la huella militar iraní en el hemisferio occidental.

Además de Urdaneta González, entre los sancionados figura Mostafa Rostami Sani, un empresario iraní acusado de coordinar la adquisición de productos químicos relacionados con misiles para Parchin Chemical Industries.

Cabe señalar que las sanciones también afectan a varias empresas vinculadas al sector de defensa iraní, como Pardisan Rezvan Shargh, Fanavari Electro Moj Mobin y Kavoshgaran Asman Moj Ghadir. 

Trump confirma conversación reciente con Maduro, pero que «no se ha conseguido gran cosa»

Caracas. – El presidente de los EE. UU., Donald Trump, confirmó este pasado lunes haber conversado «recientemente» con el jefe del «Cartel de los Soles», Nicolás Maduro, en medio de la creciente presión estadounidense sobre el régimen venezolano.

«Bueno, yo hablé recientemente con él (Maduro). Pero no se ha conseguido gran cosa.», contestó Trump a una pregunta formulada desde la prensa en la que se le consultó al respecto.

Cabe señalar que su respuesta fue ofrecida a una pregunta de la prensa, durante un pronunciamiento conjunto que realizó junto Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, este lunes.

«¿Usted o alguien de su administración ha hablado con Maduro en los últimos días?», fue el cuestionamiento que uno de los periodistas le formuló al mandatario. Tras responder, y sin mostrar interés en profundizar en el tema, Trump rápidamente desvió la conversación hacia otro periodista.

Washington ha intensificado en los últimos meses la presión contra Maduro, a quien acusa de dirigir al cartel del narcotráfico chavista, y ofrece USD$ 50 millones de recompensa por cualquier información que facilite su detención.

En sus declaraciones, el republicano hizo más énfasis en el ataque a un muelle, donde la red criminal del chavismo contaba con un centro de operaciones para cargar las embarcaciones con drogas. Trump aseguró que el lugar fue volado por completo, tras un ataque que ahora se atribuye a la CIA.

Medios informan que el ataque dentro de Venezuela fue realizado por la CIA y con un dron

Caracas. – El ataque dentro de territorio venezolano a un puerto que servía como base para el narcotráfico, habría sido ejecutado por la CIA y mediante el empleo de un dron, según revelaron fuentes militares a la cadena CNN.

Las fuentes indicaron que esto sugiere que ha comenzado una nueva fase agresiva de la campaña de presión del gobierno de Donald Trump contra el de Nicolás Maduro.

Según CNN, el ataque se produjo en un muelle donde las autoridades estadounidenses creen que el «Tren de Aragua», una organización terrorista del chavismo, almacenaba estupefacientes y posiblemente se preparaba para transportarlos en barcos, dijeron las personas.

No había nadie en el muelle en ese momento y no hubo muertos, aseguraron. Pero el ataque es la primera operación estadounidense conocida dentro de Venezuela.

«Las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE. UU. proporcionaron apoyo de inteligencia a la operación, recalcaron las fuentes, subrayando su continua participación en la región. Pero la coronel Allie Weiskopf, vocera del Comando de Operaciones Especiales de EE. UU., lo negó, diciendo: ‘Operaciones Especiales no apoyó esta operación, incluyendo el apoyo de inteligencia'», señaló la cadena.

Los detalles del ataque, que fueron informados previamente por CNN, dieron más cuerpo a un ataque que el presidente Donald Trump ya había discutido abiertamente, a pesar del secretismo que rodea las operaciones de la CIA.

En declaraciones a los periodistas este lunes, Trump se negó a decir cómo se llevó a cabo el ataque o quién lo cometió, pero confirmó que Estados Unidos era responsable. “Hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan las drogas en los barcos”, declaró a la prensa en Mar-a-Lago, su club y residencia en Florida.

“Cargan las drogas en los barcos. Así que atacamos todos los barcos, y ahora atacamos la zona. Es la zona de implementación, donde se implementa, y esa zona ya no existe”, declaró el mandatario.

Tanto la Casa Blanca como la CIA se negaron a hacer comentarios.No obstante, Trump lleva semanas advirtiendo que estaba dispuesto a ampliar su campaña de presión contra la Narcotiranía de Nicolás Maduro, a ataques terrestres.

Empresa Primazol asegura que incendio fue causado por falla eléctrica y descartó teoría del ataque

Caracas. – La empresa Primazol aseguró este lunes mediante un comunicado, que el incendio ocurrido la madrugada del 24 de diciembre en uno de sus almacenes fue causado por una falla eléctrica interna y no por un ataque, desmintiendo las versiones que han sido difundidas en redes sociales.

El incidente, que se viralizó por los videos difundidos en las redes sociales, mostrando como las instalaciones de la empresa de químicos ardía en llamas, fue atribuido por analistas, portales informativos e internautas, al ataque anunciado recientemente por el presidente Donald Trump.

No obstante, en un tercer comunicado emitido por la industria, la empresa aseguró que ya culminó la fase inicial de la investigación correspondiente y que el incendio se produjo por una falla eléctrica.

Asimismo, reseñó que el incendio se originó como “consecuencia de un accidente eléctrico en el sistema de cableado interno de nuestro almacén, específicamente en el área donde se encontraba almacenada resina PET”.

“Esta condición generó el inicio del fuego, el cual se propagó con rapidez debido a la ubicación posterior del foco del incendio dentro del rack de almacenamiento, lo que dificultó significativamente el acceso directo al origen de las llamas”, agregó en Instagram.

Afianzó que el operador de guardia activó desde las 12:00 am los protocolos de emergencia, tras notificar al Cuerpo de Bomberos del Municipio San Francisco para “brindar apoyo en las labores de contención”.

El personal interno empleó los sistemas de primera respuesta y los extintores portátiles disponibles, aunque la magnitud del incendio requirió la intervención especializada de los bomberos. Los efectivos del Cuerpo de Bomberos del Municipio San Francisco llegaron al sitio y ejecutaron las maniobras de extinción, con el apoyo adicional de otros organismos de respuesta y seguridad.

Primazol compartió material audiovisual captado por sus cámaras de vigilancia. La empresa habilitó un enlace en sus canales oficiales donde el público puede visualizar íntegramente las grabaciones en tiempo real del incidente.