Desde Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, anticiparon que próximamente anunciarán nuevos negocios. Hay expectativas positivas en el sector debido a la desregulación y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
La aprobación del capítulo de hidrocarburos y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) de la Ley Bases impulsada por el Gobierno de Javier Milei ha generado optimismo entre las grandes empresas de hidrocarburos operativas en el país. Algunas compañías del sector se preparan para anunciar millonarias inversiones una vez que la normativa sea sancionada en el Congreso.
La primera en expresar su entusiasmo fue Pampa Energía. “Estamos muy positivos respecto a los efectos de esta ley y pronto estaremos comunicando inversiones”, indicaron desde la empresa de Marcelo Mindlin.
Pampa Energía no solo es productora de petróleo y gas, sino también una de las principales generadoras de electricidad del país, con una capacidad instalada superior a los 5.300 MW. Además, Mindlin es accionista en TGS y Transener, empresas dedicadas al transporte de gas y alta tensión, respectivamente.
La empresa cotiza en Wall Street y en la bolsa local, y posee dos plantas petroquímicas. Sus ADR´s iniciaron la jornada con un incremento del 3,87% después de la aprobación de la Ley Bases en el Senado.
Otra empresa que estaba a la expectativa respecto al futuro del proyecto del oficialismo, especialmente en relación al régimen para nuevas inversiones, es YPF. El presidente de la petrolera estatal, Horacio Marín, ha reiterado en los últimos meses en varias ocasiones que sin el RIGI no será viable avanzar en el proyecto con la empresa malaya Petronas para la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) destinada a impulsar la exportación del gas de Vaca Muerta.
Este proyecto se trata de lo que podría ser la mayor obra de infraestructura en la historia argentina, permitiendo, según las proyecciones oficiales, exportaciones anuales totales de aproximadamente USD 30.000 millones a partir de 2031. Marín tiene la intención de que todas las empresas locales se sumen al proyecto.
Otra de las grandes empresas del sector hidrocarburífero expresó su optimismo sobre el avance de los proyectos del oficialismo y anticipó que, una vez que sean sancionados, tienen en agenda proyectos relacionados con la explotación de gas. “Es una señal positiva luego del pago con bono por la deuda de Cammesa. Las empresas necesitan reglas claras para poder comenzar a invertir a gran escala, y desde el exterior hay muchos inversores que estaban esperando buenas noticias del Senado”, afirmaron bajo condición de anonimato.
Los senadores aprobaron esta madrugada el paquete energético de la Ley Bases sin modificaciones, aunque el proyecto regresará a la Cámara de Diputados para su consideración. El apartado de la norma, impulsado por Javier Milei, fue redactado por el equipo del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
Uno de los puntos clave para el oficialismo es la desregulación que promueve un cambio de enfoque desde el actual abastecimiento del mercado interno hacia la maximización de la rentabilidad empresarial, permitiendo la exportación y la fijación libre de precios.
“Si la ley de bases se sanciona, con la gracia de Dios, tendremos un impulso para acelerar el crecimiento de los sectores de gas, petróleo y combustibles líquidos. Ante la inminente aprobación, estamos identificando y comenzando a trabajar en la reglamentación”, declaró esta semana Chirillo ante los principales empresarios del sector reunidos en el Club del Petróleo.
Por otro lado, el RIGI fue aprobado con algunas modificaciones respecto a la versión que había salido de Diputados. Este régimen incluye beneficios fiscales y cambiarios para nuevas inversiones.
Se mantuvo el umbral mínimo para las inversiones en USD 200 millones, aunque se restringió la cantidad de sectores que pueden aplicar, limitándose a foresto-industria, infraestructura, minería, energía, tecnología, turismo, petróleo y gas, y siderurgia. Se agregaron, entre otros aspectos, beneficios para el desarrollo de proveedores locales y cambios en el mecanismo de liquidación de divisas.