De Derecha Diario
El recrudecimiento de las regulaciones laborales hacen cada vez más difícil la contratación de personas en el mercado formal. La economía española registra el peor dinamismo de la eurozona.
A pesar de los resultados positivos cosechados por la reforma laboral del año 2012, el Gobierno socialista de Pedro Sanchez decidió dar marcha atrás con la flexibilización regulatoria.
Entre otras modificaciones, la reforma laboral eliminó los límites a la ultra-actividad de convenios colectivos vencidos, promueve las negociaciones centralizadas e inflexibles, limitó contratos temporales con modalidades flexibles, y endureció los requisitos para los contratos de aprendizaje.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) del país confirmó que la tasa de desocupación abierta aumentó al 12,67% de la población activa al término del tercer trimestre del año, según la serie desestacionalizada del indicador. Se observa un ligero aumento con respecto al 12,6% de desempleo registrado sobre la serie mensual del indicador en julio.
Las estadísticas de desempleo en España representan casi el doble de lo que se registra para el promedio de la Unión Europea, que cayó al 6% al término del mes de agosto. La mayor parte de las economías europeas con plena ocupación se destacan por sus parámetros regulatorios flexibles en relación al mercado laboral.
España encuentra un nuevo piso para la tasa de desempleo, que aún se encuentra 4 puntos porcentuales por encima de los valores mínimos correspondientes al año 2007, antes de la crisis financiera e inmobiliaria.
La desocupación alcanzó a un total de 2.980.200 personas al cabo del tercer trimestre del año, marcando un aumento de 60.800 en comparación al nivel que había durante el trimestre anterior.
El aumento del paro fue incluso mayor si se tiene en consideración a todas aquellas personas menores de 25 años, ya que se registró un alza de hasta 71.500 personas sobre este grupo. Por otra parte, un total de 42.100 personas de entre 25 y 54 años cayeron en la desocupación en el tercer trimestre del 2022.
El principal factor de dinamismo para el crecimiento del empleo no fue el sector privado como hubiera sido esperable en una economía dinámica, sino que fue el Estado español. El sector público incorporó 52.300 nuevas plazas laborales en el tercer trimestre.