Google ha revelado la ubicación de emplazamientos militares de Ucrania en su última actualización, pero se apresuró a eliminar toda la información, escribió el domingo en su cuenta de Telegram el jefe del Centro para la Lucha contra la Desinformación del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Andréi Kovalenko.
De acuerdo con Kovalenko, Google ha mostrado imágenes en los mapas que indicaban la ubicación actualizada de instalaciones militares ucranianas, aunque sin especificar de qué emplazamientos o sistemas se trata.
En este marco, informó que Kiev enseguida intentó ponerse en contacto con el gigante tecnológico para «solucionarlo rápido», pero sus empleados tenían el fin de semana. «Los rusos ya están difundiendo activamente estas imágenes. ¿Qué le pasa a este mundo?», se preguntó el político.
Según Kovalenko, solamente después de la reacción del público, los representantes de Google se pusieron en contacto con funcionarios ucranianos y les informaron que ya están trabajando para solucionar el problema vinculado a la divulgación de dichas imágenes.
«En el futuro, también hablaremos sobre cómo solucionar rápidamente cualquier problema», añadió.
A su vez, un portavoz del gigante tecnológico informó a Politico que, Google Maps, «al igual que otras aplicaciones de mapas», utiliza imágenes satelitales que provienen de una variedad de proveedores, incluidas «fuentes públicas, gubernamentales y comerciales».
«Podemos confirmar que estamos en contacto con funcionarios ucranianos para revisar las solicitudes conforme a nuestras políticas globales y la ley local», aseveró.
Aparentemente, la propagación de fotografías se debió a la actualización de Google Maps, una herramienta de navegación que proporciona a los usuarios imágenes satelitales, fotografías aéreas y fotografías panorámicas de calles.
El monto de la multa que Google tiene que pagar a 17 canales de televisión rusos por haber bloqueado sus cuentas en YouTube ha ascendido a dos sextillones de rublos, o sea, una cifra con 36 ceros, informó este martes RBC con referencia a una fuente familiarizada con el proceso judicial contra el gigante tecnológico estadounidense.
Cabe señalar que esta cifra se trata de alrededor de 20.600 quintillones de dólares, una suma que sigue aumentando constantemente, ya que se trata de una multa progresiva.
La sanción fue impuesta a la compañía por haberse negado a cumplir una decisión judicial anterior que ordenó desbloquear en YouTube, propiedad de Google, una serie de los canales asociados con los medios de comunicación rusos financiados por el Estado o pagar una multa en caso de incumplimiento.
Google tenía que ejecutar dicha decisión judicial en un período de nueve meses. Al acabar el plazo, a la compañía le impusieron una multa por incumplimiento de 100.000 rublos diarios —equivalente a USD$ 1.030 al cambio actual—. Con ello, el monto se duplica cada semana hasta que se cumpla el dictamen, sin un límite del monto total.
En 2020, YouTube bloqueó las cuentas del canal de televisión Tsargrad TV y de la agencia federal de noticias RIA después de que EE. UU. impusiera sanciones a sus propietarios.
Luego, en 2022, después de que Rusia lanzó la operación especial militar en Ucrania, la firma comenzó a bloquear el acceso a los canales asociados con los medios de comunicación rusos financiados por el Estado.
Entre los afectados se encontraron Sputnik, NTV, Zvezda, Rossiya 1 y Rossiya 24, así como RT y varios otros medios importantes rusos, a los que Google debe compensar por el bloqueo en YouTube, según las autoridades.
No obstante, la persona jurídica de Google en Rusia en junio de 2022 se declaró en quiebra y se reconoció su bancarrota en un juzgado ruso en noviembre del año siguiente.
Ante la quiebra de Google en Rusia, su administrador concursal está tratando de conseguir que la multa sea pagada por otra entidad jurídica extranjera de la empresa estadounidense, Google Ireland Limited.
Por su parte, los medios rusos se dirigieron a los tribunales de Turquía, Hungría, España, Sudáfrica y otros países con las peticiones de reconocer y hacer cumplir las decisiones judiciales tomadas contra Google en Rusia.
Como resultado, en junio pasado, el Tribunal Superior de Sudáfrica decidió confiscar los activos de Google en ese país por no haber ejecutado el fallo de un tribunal de Moscú que ordenó desbloquear la cuenta en YouTube del canal de televisión ruso Spas.
A día de hoy, los activos de Google en Sudáfrica permanecen congelados y ni la corporación ni el demandante pueden utilizarlos. De acuerdo con Bloomberg, la decisión del tribunal sudafricano está siendo impugnada por Google en un tribunal en California (EE. UU.).
Pero no es la única demanda que el gigante tecnológico presentó en juzgados occidentales. Así, a finales de agosto de 2024, el gigante tecnológico demandó a los canales de televisión RT, Tsargrad y Spas, ante cortes de EE. UU. y el Reino Unido, buscando que los jueces prohíban a los medios rusos iniciar procedimientos judiciales fuera de Rusia.
«Hay mucho en juego» en estas batallas judiciales, ya que si los medios de comunicación rusos logran que se cumpla la sentencia original que impuso la cuantiosa multa a Google, esta «amenaza con superar» el valor de mercado de Alphabet Inc., casa matriz de Google, destaca la agencia. Aunque en realidad, ya lo superó con creces.
Con una enorme muestra privada que ha conseguido a lo largo de los años, el doctor de Harvard, Robert Epstein, está monitoreando el sesgo de Google en sus resultados de búsqueda hace años y finalmente publicó resultados preliminares de su masivo estudio.
Si bien la atención se ha centrado en la censura y el sesgo hacia la izquierda de quienes manejan plataformas como Twitter y Facebook, el peor culpable de todos ha sido, desde el boom de internet hace casi dos décadas, sin lugar a dudas: Google.
Esto lo ha confirmado el investigador Dr. Robert Epstein, que lejos de ser un científico de extrema derecha conspiranoica es un demócrata californiano con un doctorado en Harvard, que descubrió la manipulación de Google y no pudo callarse.
Epstein eligió el prestigioso medio New York Post para publicar una parte de su investigación, donde se muestra que Google tiene el poder de cambiar laopinión de miles de usuarios, especialmente durante contiendas electorales.
Según el estudio, Google tiene tres puntos focales donde influencian las masas: los resultados de las búsquedas a través de Google.com, las sugerencias de YouTube, y las noticias que muestra en la selección de “lo más importante del día”, que incluso tiene una sección dedicada en los teléfonos Android.
El Dr. Epstein, asegura que por lo menos 6 millones de personas “indecisas” fueron convencidas de votar por Joe Biden en las elecciones del 2020 solamente por Google con esta metodología.
“Los algoritmos sesgados impulsaron resultados de búsqueda hacia enlaces positivos para Biden y enlaces negativos para Trump“, argumenta en su análisis.
Captura de datos
El Dr. Epstein ha desarrollado una forma de capturar los datos de los usuarios reales sin necesidad de acceder a las bases de datos de Google. Consiguió 7.566 votantes registrados en los 50 estados, que le han dado permiso para monitorear y registrar cada una de sus interacciones con Google, una metodología altamente efectiva que ha sido usada por ejemplo por Nielsen para monitorear el rating en televisión.
La muestra de 7.566 personas tiene una enorme potencia para predecir resultados, y un error menor al 5%. Sin embargo, en su informe asegura que los resultados son preliminares y que está en búsqueda de hasta 25.000 votantes que accedan a ser parte del estudio, lo que bajaría el error a menos del 2%.
Los resultados preliminares del proyecto de Epstein, indican que la operación psicológica masiva de Google empieza con los jóvenes a través de YouTube, donde les muestran videos con mensajes para que vayan a votar, mientras que a las personas mayores les muestran videos con el mensaje opuesto. Históricamente, los jóvenes votan demócratas y los más grandes votan republicano.
A su vez, se comprobó en el estudio que a los jóvenes, Google llegó a directamente ponerles en la página principal de inicio un mensaje sobre la camáña Get Out To Vote, con un enlace directo al grupo político que intenta lograr que la gente vaya a votar en las elecciones. Mientras que a los más grandes, les ponían mensajes de tráfico pesado, mal clima, o demás artilugios para desincentivar el voto.
En otro ejemplo, el Dr. Epstein mostró que las sugerencias “A continuación“de YouTube sobre el próximo video a mirar, que por default se reproducen solas, estaban sesgadas hacia fuentes de izquierda y a favor de Biden el 76% de las veces para usuarios de más de 30 años.
Pero en el mismo análisis para los menores de 30 años, los datos de los últimos tres meses antes de las elecciones muestran que el porcentaje de videos sugeridos en YouTube que provienen de fuentes de izquierda o a favor de Biden fueron del 96%.
Cabe aclarar que, según el mismo estudio, solo el 38% de los canales de YouTube de noticias con más de 100.000 suscriptores pertenecen a esta categoría de izquierda o a favor de Biden. El resto son centristas o conservadores.
Evidentemente, YouTube sesga salvajemente su contenido a favor del punto de vista minoritario pero que ellos quieren impulsar. “Así de agresivos son con nuestros hijos”, dijo esta semana. “Porque se creen dioses. Y nadie nunca los ha intentado frenar, nunca”.
Luego, la manipulación se extiende a las recomendaciones para leer noticias en la página de Google después de cualquier búsqueda, que también es accesible en todos los teléfonos Android desplazando hacia la izquierda en la pantalla de inicio. Allí, el estudio encontró que hasta el 89% de las noticias que se muestran pertenecen a medios de izquierda o que favorecen a Biden.
Este número sube hasta el 98% si se descarta a Fox News, un medio considerado de derecha pero que tuvo un giro en contra de Trump en las semanas previas a la elección del 2020.
Por último, el golpe de gracia llega de los resultados de la búsqueda. El Dr. Epstein pudo comprobar que efectivamente los medios más masivos y con más visitas aparecen consistentemente entre los principales resultados de cualquier búsqueda en Google.com, algo que contribuye a su masificación pero que es esperable porque la empresa de California busca priorizar los sitios con más visitas para poder ubicar más publicidades.
Sin embargo, notó que los medios centristas o de derecha tenían un 66% más de probabilidad de no aparecer entre las primeras páginas de resultados cuando se reduce este universo de sitios a los más masivos. Si no se hace dicho ajuste, el sesgo llega al 99%, pero es esperable ya que los medios de izquierda o a favor de Biden suelen ser muy masivos en Estados Unidos, como la CNN o CNBC.
Por último, Google parece quitarle prioridad a los medios centristas o de derecha incluso en la sección de publicidades pagas, reduciendo en un 38% la aparición de este tipo de sitios de noticias en la sección “Sponsored”, que aparece arriba de los resultados en cualquier búsqueda.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado este martes una demanda contra el gigante tecnológico Google por monopolio en el sector publicitario, por lo que ha reclamado al Tribunal del Distrito Este de Virginia que obligue a la empresa a escindir parte de su negocio de publicidad.
La demanda está liderada por el Departamento de Justicia, aunque a la acción judicial se han sumado los Estados de Virgina, California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Tennesse.
Los fiscales de estos Estados han acusado a Google de quedarse con «al menos» el 30% de las campañas que pautan los anunciantes en los sitios webs de los editores a través de su tecnología publicitaria.
En este sentido, Estados Unidos ha pedido a la Justicia que, «cómo mínimo» obligue a Google a vender Google Ad Manager, incluyendo su servidor publicitario, la gama de herramientas Double Click y la plataforma de compraventa de anuncios AdX. Se trata de la segunda demanda que el Departamento de Justicia presenta contra Google.
En 2020, el organismo ya empezó un proceso judicial contra la tecnológica alegando que había incurrido en prácticas monopolísticas para dominar el sector de las búsquedas en Internet, así como la publicidad en dichas búsquedas.
Alphabet, la matriz de Google, suprimirá alrededor de 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo, cifra próxima al 6% de la plantilla, para abordar el debilitamiento de las condiciones económicas.
De este modo, el gigante de Mountain View (Estados Unidos) se suma a la ola de despidos masivos en el sector tecnológico estadounidense ante las peores condiciones de la economía y el aumento de los costes.
«Hemos decidido reducir nuestra plantilla en aproximadamente 12.000 puestos», ha comunicado Pichai, afirmando que la empresa ya ha contactado por correo electrónico con los empleados afectados en Estados Unidos. Mientras que, en otros países, «este proceso llevará más tiempo debido a las leyes y prácticas locales».
La unidad de Alphabet Google (GOOGL.O) debe eliminar los datos de los resultados de búsqueda en línea si los usuarios pueden demostrar que son inexactos, dijo el jueves el máximo tribunal europeo.
Los defensores de la libertad de expresión y los partidarios del derecho a la intimidad se han enfrentado en los últimos años por el «derecho al olvido» de las personas en línea, lo que significa que deberían poder eliminar sus rastros digitales de Internet.
El caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se refería a dos ejecutivos de un grupo de empresas de inversión que habían pedido a Google que eliminara los resultados de búsqueda que vinculaban sus nombres a determinados artículos en los que se criticaba el modelo de inversión del grupo.
También querían que Google eliminara sus fotos en miniatura de los resultados de búsqueda. La empresa rechazó las peticiones alegando que no sabía si la información de los artículos era exacta o no.
Posteriormente, un tribunal alemán pidió asesoramiento al TJUE sobre el equilibrio entre el derecho al olvido y el derecho a la libertad de expresión e información.
«El operador de un motor de búsqueda debe suprimir la referencia a la información encontrada en el contenido referenciado cuando la persona que solicita la supresión de la referencia demuestre que dicha información es manifiestamente inexacta», dijo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El Tribunal General de la Unión Europea confirmó este miércoles la multa histórica que Bruselas impuso a Google en 2018 por obligar a instalar su motor de búsqueda y su navegador en los dispositivos Android, aunque redujo la cuantía de la sanción en unos 200 millones de euros.
Según la sentencia, que aún se puede recurrir, Google deberá pagar 4.125 millones de euros, en vez de los 4.343 millones propuestos por la Comisión Europea, por haber impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos Android que le permitieron afianzar su posición dominante en el mercado.
En un comunicado publicado este miércoles en la página web del Tribunal de Justicia de la Unión europea (TJUE), se confirma la imposición de la multa. En ella se dice que:
«El Tribunal General confirma en gran parte la decisión de la Comisión que declaró que Google había impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos móviles Android y a los operadores de redes móviles con el propósito de consolidar la posición dominante de su motor de búsqueda”.
Es de señalar que esta es la mayor sanción económica jamás impuesta en Europa por parte de una autoridad de la competencia.
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