Rusia entró en el tercer trimestre en recesión técnica tras caer su PIB un 4,4% entre julio y septiembre, en medio de sanciones sin precedentes por su campaña militar en Ucrania, según los datos preliminares difundidos este miércoles por el Ministerio de Desarrollo Económico.
Entre abril y junio la economía rusa se había contraído un 4,1%, con lo que encadena dos trimestres consecutivos de contracción. Esto ocurre en un contexto donde Rusia tiene que hacer frente a sanciones económicas sin precedentes, un total de 12.739 si se suman las restricciones impuestas por la comunidad internacional, según el portal Castellum.AI, que recoge información actualizada de las medidas de castigo.
El Gobierno ruso afirma que la economía se ha adaptado a buen ritmo a las nuevas circunstancias, a pesar de que los datos económicos indican lo contrario. El Ministerio de Economía calcula que Rusia acabará el año con una contracción del 2,9%, que el año siguiente solo será del 0,8%.
El Banco Central de Rusia (BCR), a su vez, revisó el 28 de octubre sus previsiones macroeconómicas y predijo una recesión de entre un 3,5% y 3% este ejercicio, algo menos profunda que la horquilla del 6% al 4% pronosticada aún en julio.
La entidad monetaria cree que en 2023 Rusia seguirá en recesión con una contracción de entre el 1% y el 4%, si bien espera que la economía vuelva a crecer en el segundo semestre del próximo año.
De esta manera, anticipa que en 2024-2025 el PIB aumentará entre un 1,5% y un 2,5% interanual. El organismo dirigido por Elvira Nabiúllina señaló en su análisis que los indicadores de alta frecuencia apuntan a una dinámica más sólida de la actividad comercial en el tercer trimestre de lo que se esperaba.