El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha declarado este domingo que Estados Unidos «prefiere» la diplomacia para evitar que Irán adquiera un arma nuclear, mientras que no ha descartado una acción militar.
«Seguimos creyendo que la forma más eficaz de abordar las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear de Irán es a través de la diplomacia. La diplomacia nunca está fuera de la mesa», ha afirmado en una entrevista con la cadena de televisión Al Arabiya.
En este sentido, el secretario de Estado ha reiterado que el «camino preferido» de la Casa Blanca es la diplomacia, a pesar de que «el presidente Biden también ha dejado claro que estamos decididos a que Irán no adquiera un arma nuclear.
Preguntado sobre si Washington baraja una opción militar, Blinken ha respondido que «todo está sobre la mesa», después de que Irán rechazase la oportunidad de volver al acuerdo.
Irán y Rusia firmaron este domingo un acuerdo para conectar sus sistemas bancarios con un sistema similar al de pagos interbancarios SWIFT, del que están excluidas las entidades financieras iraníes y parcialmente las rusas.
Con la firma del acuerdo, 52 bancos iraníes y 106 rusos quedan conectados a través del Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros de Rusia, lo que facilitará las relaciones económicas entre ambos países, dijo el vicegobernador del Banco Central de Irán, Mohsen Karimi.
«Este sistema es inmune a las sanciones ya que está basado en las infraestructuras de ambos países», dijo Karimi, según la agencia iraní Mehr.
El consorcio global SWIFT, líder mundial de servicios seguros de mensajería financiera, excluyó a los bancos iraníes de su sistema tras la reimposición de sanciones económicas por parte de Estados Unidos a Irán en 2018.
Como consecuencia de esa suspensión de servicios, el sistema bancario iraní está desconectado del internacional, lo que dificulta las transacciones bancarias con otros países.
Igualmente, Rusia fue excluida parcialmente del sistema SWIFT el año pasado por su invasión de Ucrania. Con esto, Irán y Rusia mantienen cercanos lazos políticos y ambos países hacen frente a sanciones estadounidenses, según apunta la agencia EFE.
Irán vive bajo las sanciones desde que en 2018 Washington abandonase el pacto nuclear de 2015 y Rusia desde su invasión de Ucrania, lo que también llevó a la Unión Europea a imponer medidas punitivas económicas.
Irán ha anunciado este sábado que ha ejecutado al ciudadano británico-iraní Alireza Akbari, que había sido acusado de espionaje y de trabajar para el MI6, el servicio de Inteligencia de Reino Unido.
El juicio de Akbari se habría llevado a cabo con la presencia de su abogado y la sentencia de muerte se habría dictado sobre la base de «pruebas fundamentadas», según ha informado la agencia Mehr.
«(La sentencia) se ha llevado a cabo por el cargo de corrupción en la tierra y acción extensiva contra la seguridad interna y externa del país a través del espionaje para el aparato de inteligencia del gobierno británico», ha comunicado el portal de noticias oficial de la judicatura iraní, Mizan.
Considerado por Teherán como uno de los «agentes más importantes» del MI6 y todo un «maestro del espionaje», Akbari fue viceministro de Defensa durante el mandato del expresidente iraní Mohammad Mohammad Jatamí (1997-2005).
Tanto Reino Unido como Estados Unidos habían instado a las autoridades iraníes a poner en libertad a Akbari, después de detener su ejecución.
Mohammad Mehdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini han sido ejecutados este sábado en la horca por el gobierno de Irán. Su pecado, haberse sumado a las protestas que se han sucedido en el país persa desde mediados del mes de septiembre.
El primero, de 22 años, era el campeón de karate iraní-kurdo, había ganado varios títulos nacionales y había representado a su país en competiciones internacionales. El segundo, de 20 años, era huérfano y trabajaba como voluntario entrenando a niños.
El Tribunal les acusó de matar a un miembro de la fuerza paramilitar Basij, según ha informado la agencia iraní ‘Mizan’. Los dos jóvenes participaron en los disturbios que se produjeron en la localidad de Karaj, cerca de Teherán, a principios de noviembre.
Durante los mismos, intentaron cortar la autopista Karaj-Qazvin, una de las más importantes de todo el país, y atacaron a agentes de seguridad, según explica esta agencia de noticias.
Según ha determinado el jurado, durante estos incidentes mataron a cuchilladas al basiji Ruhollah Ajamian, delito por el que fueron acusadas un total de 16 personas, de las que cuatro fueron condenadas a muerte.
Los otros dos presos condenados a muerte son Hamid Ghare-Hasalou y Hossein Mohammadi. Karami y Hosseini fueron arrestados el 5 de noviembre y juzgados y condenados a muerte el 5 de diciembre, tras un juicio de menos de una semana, según Amnistía Internacional, que tras conocer la noticia ha vuelto a pedir que se revisen en este tipo de casos asegurando que las garantías legales para los dos condenados fueron nulas.
Las muertes de Karami y Hosseini se suman a las de Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavard a principios de diciembre por su participación en las protestas que sacuden el país desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo.
El Tribunal Supremo de Irán ha confirmado este sábado la pena de muerte impuesta a Mohammed B. por las lesiones causadas a un agente de las fuerzas de seguridad empleando un arma durante las recientes protestas que han sacudido al país.
El portal de noticias jurídicas Misan ha informado este lunes de la sentencia dictada contra Mohammed B. por el delito de moharebé, traducible como «hacer la guerra a Dios», o «hacer la guerra a Dios y al Estado». Además, se le imputa el haber prendido fuego a un edificio público.
Con esta sentencia son ya más de una veintena los condenados a muerte por los disturbios, iniciados tras la muerte el 16 de septiembre de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini tras ser detenida por la conocida como Policía de la Moral por no llevar bien puesto el velo.
El Gobierno de Irán ha negado este lunes que el jugador de fútbol Amir Nasr Azadani haya sido condenado a muerte por participar en las protestas antigubernamentales.
«Falsa noticias sobre la sentencia de muerte de un futbolista iraní», ha indicado la Embajada de Irán en Colombia, después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, instase a Irán a «no matar» a su futbolista.
«Muy bien por Messi, y por el pueblo argentino. Y que Irán no mate el fútbol», escribió Petro en un mensaje a través de su perfil de la red social Twitter. Tras ello, la oficina de la Diplomacia iraní en Colombia ha reaccionado, criticando una «guerra híbrida» en la que continúa «la campaña de ‘fake news'».
“El juicio todavía no se ha llevado a cabo. Por lo tanto, la noticia de pena de muerte es pura mentira”, ha indicado la _Embajada, que ha explicado que Azadani es el quinto acusado en una causa penal por presuntamente pertenecer a un grupo armado que habría matado a tres agentes de policía y agentes de seguridad con armas automáticas.
No obstante, hay que resaltar que, en contraposición, la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) confirmó el pasado martes que el futbolista iraní había sido condenado a muerte por apoyar las protestas.
Una delegación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha llegado este domingo a Teherán para intentar nuevas negociaciones con sus homólogos iraníes y representantes del Ministerio de Exteriores.
Según fuentes de la organización nuclear iraní, existe una «esperanza realista» de que las diferencias pendientes con la agencia nuclear de la ONU se aclaren y resuelvan en Teherán, según la agencia de noticias Tasnim.
En las negociaciones, al OIEA le preocupan principalmente las explicaciones sobre tres emplazamientos de Irán en los que se han encontrado restos de material nuclear que apuntan a actividades clandestinas en el pasado.
Teherán ha negado todas las acusaciones en este sentido, afirmando que sus proyectos nucleares son pacíficos y que el país no persigue un programa secreto de armamento.
Sin embargo, por otro lado, el jefe nuclear iraní, Mohammed Eslami, anunció el sábado que la capacidad de enriquecimiento de uranio del país era mayor que nunca en la historia de la industria nuclear iraní.
Fuertes críticas contra las Naciones Unidas por haber tenido tanto tiempo al régimen islámico como miembro de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer el día miércoles.
Irán fue expulsado este miércoles de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, después de tres meses de protestas desencadenadas tras el asesinato de Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre a manos de la Policía de la Moral por no usar el hijab en la vía pública.
Cientos de personas han muerto y miles han sido arrestadas en las masivas manifestaciones, lo cual finalmente llevó a la condena internacional de los tratamientos de los derechos humanos en Irán, después de años de la dictadura islámica como miembro de esta comisión de la mujer.
El régimen del ayatolá Ali Jamenei acusó el jueves a Estados Unidos de provocar su expulsión, acusándolo también de estar detrás de las protestas, sin darse cuenta del absurdo de que un país con sus leyes retrógradas que imponen sobre las mujeres sea parte de una comisión que aboga por los derechos humanos de ellas.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos elogió el miércoles el “voto exitoso” de las Naciones Unidas para eliminar a Irándel organismo que debería respetar los derechos de las mujeres, calificándolo como una importante muestra de apoyo a las protestas en todo el país.
“La exitosa votación de hoy del Consejo Económico y Social de la ONU para eliminar a Irán de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU envía un mensaje inequívoco de apoyo de todo el mundo al valiente pueblo de Irán”, dijo a periodistas Vedant Patel, portavoz adjunto principal del Departamento de Estado de Estados Unidos.
“Estamos comprometidos a eliminar a Irán de la comisión porque, en pocas palabras, es lo correcto (…). Muestra que estamos con las mujeres en Irán y en todo el mundo”, dijo la semana pasada el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price.
Por su parte, Irán señaló a Estados Unidos, diciendo que la medida fue el resultado de los esfuerzos concertados de su archienemigo y que carecía de “justificación legal”. Esta “acción unilateral” de los Estados Unidos “es un intento de imponer demandas políticas unilaterales e ignorar los procedimientos electorales en las instituciones internacionales“, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, NasserKanani.
“Remover a un miembro legal de la comisión es una herejía política que desacredita a esta organización internacional y también crea un procedimiento unilateral para futuros abusos de las instituciones internacionales“, agregó el portavoz.
Irán había sido elegido para el organismo internacional en abril por un período de cuatro años (2022-2026), y ya había estado en el pasado en otros momentos en la Comisión.
Ahora, fue despojado de su membresía con efecto inmediato. Se necesitaba una mayoría simple para adoptar la medida, que fue aprobada después de que 29 miembros del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) votaron a favor, ocho países, incluidos Rusia y China, votaron en contra y 16 se abstuvieron. Rusia y China advirtieron que la medida sentó “un precedente peligroso”, informó AFP.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, establecida en 1946, es el principal organismo intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Sus 45 miembros son elegidos por períodos de cuatro años por el ECOSOC.
El texto de la resolución se lee que las autoridades iraníes “socavan continuamente y reprimen cada vez más los derechos humanos de las mujeres y las niñas, incluido el derecho a la libertad de expresión y opinión, a menudo con el uso excesivo de la fuerza”.
El jefe del Alto Consejo de Derechos Humanos de Irán, Kazem Gharibabadi, dijo que el motivo de Estados Unidos para apoyar la resolución era proteger sus propios intereses. Estados Unidos “solo persigue sus intereses y objetivos inhumanos y anti-derechos humanos” emitiendo “declaraciones y comentarios falsos e hipócritas” contra Irán, dijo en una publicación en su cuenta oficial de Twitter.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, calificó la votación como “otra señal del creciente consenso internacional sobre Irán y las demandas de rendición de cuentas”. Estados Unidos está trabajando con sus aliados y socios para responsabilizar a Irán “por los abusos que está cometiendo contra su propio pueblo, en particular manifestantes pacíficos, mujeres y niñas, y la violencia que está permitiendo contra el pueblo ucraniano, así como sus acciones desestabilizadoras en toda la región de Medio Oriente”, agregó.
Autoridades iraníes aseguraron para el 3 de diciembre que más de 200 personas habían muerto en los disturbios, incluido personal de seguridad. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos con sede en el extranjero han asegurado que las fuerzas de seguridad del país han acabado con la vida de más de 450 personas.
A su vez, se han dictado 11 condenas a muerte en relación con las protestas, de las cuales dos ya se han llevado a cabo, ambas en las últimas semanas. Los activistas dicen que una docena de otros acusados enfrentan cargos que podrían hacer que también reciban la pena de muerte.
Las autoridades iraníes han ejecutado este lunes al segundo prisionero que ha sido oficialmente condenado por un presunto delito derivado de las protestas que se organizan en distintos puntos del país desde la muerte bajo custodia policial de la joven kurda Mahsa Amini.
El prisionero, identificado como Majidreza Rahnavard, estaba condenado a pena de muerte por presuntamente matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herir a otros cuatro con un arma blanca a finales de noviembre.
Los agentes habrían arrestado al sospechoso el 28 de noviembre, mientras planeaba huir del país. Inmediatamente después del arresto, habría comenzado el proceso de su caso, informa la agencia de noticias semioficial Tasnim.
En la sesión del tribunal, el acusado habría aceptado su autoría en los crímenes, lamentando que ha «afligido a muchas familias».
A finales de la semana pasada, Irán anunció que había ejecutado al primer prisionero, identificado como Mohsen Shekari, condenado por herir «intencionalmente» a un guardia de seguridad con un cuchillo largo y bloquear una calle de la capital
Las autoridades persas informaron que el ajusticiado respondía al nombre de Mohsen Shekari, quien el pasado 29 de noviembre fue declarado culpable del delito de «odio contra Dios» por un Tribunal Revolucionario.
El hombre es el primero de los 11 condenados a muerte por participar en la reciente ola de protestas antigubernamentales que sacuden al país desde mediados de septiembre, y fue ejecutado el día de hoy —ahorcado—.
A Shekari se le señaló de «alborotador», por participar en el bloqueo de una avenida y por herir a un miliciano en medio de las protestas que estallaron en el país musulmán a mediados de septiembre, luego de la muerte, a manos de las autoridades, la joven de Mahsa Amini, por «no utilizar correctamente» el hijab.
Organizaciones de Derechos Humanos han calificado de «espectáculo sin el debido proceso» el juicio donde el hombre fue condenado a la pena capital.
La agencia de noticias Mizan, adscrita al Poder Judicial de Irán, informó que el ejecutado participó en el cierre de una calle en la capital, Teherán, el 25 de septiembre y que atacó con un machete a un integrante de la Fuerza Basij, una agrupación paramilitar que ha sido empleada por las autoridades para sofocar las protestas.
De acuerdo con las autoridades Sheraki confesó durante el juicio haber recibido «pagos» para atacar a agentes policiales.
Con estos elementos, el pasado 1 de noviembre el tribunal declaró culpable al hombre de utilizar un arma «con la intención de matar, causar terror y perturbar el orden y la seguridad de la sociedad» y lo condenó por «odio contra Dios».
La legitimidad del veredicto ha sido cuestionada por instancias internacionales. Mahmood Amiry-Moghaddam, director de Iran Human Rights, con sede en Noruega, calificó de viciado el proceso.
Asimismo, a través de su cuenta de Twitter, el activista advirtió las ejecuciones de manifestantes se volverán rutinarias, a menos que las autoridades de Teherán enfrenten «consecuencias prácticas rápidas a nivel internacional».
Ante esto, Amnistía Internacional afirmó que las sentencias de muerte estaban diseñadas para «reprimir el levantamiento popular» e «infundir miedo entre la población».
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