La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, ha esbozado este miércoles la hoja de ruta de los «cien días de apaciguamiento» que prometió el presidente, Emmanuel Macron, para calmar las tensiones derivadas de la reforma de las pensiones, con medidas en el ámbito laboral, educativo o sanitario pero no en inmigración, ya que el texto sobre este tema queda relegado a otoño por falta de apoyos.
Macron anunció tras la promulgación de la polémica reforma de las pensiones que introduciría iniciativas en distintos ámbitos, con el 14 de julio como fecha límite. Se trata de «soluciones concretas» para acercar posturas con diversos sectores, en palabras de Borne, que ha prometido acciones que «cambiarán la vida» a los franceses.
La primera ministra tampoco ha dado detalles, alegando que la redacción exacta de cada propuesta dependerá de futuras negociaciones, pero en el ámbito laboral ha esbozado una refundación del servicio público de empleo y ha abogado por un «nuevo pacto por la vida en el trabajo», para repartir beneficios o favorecer la empleabilidad de los mayores.
También ha planteado a nivel económico mantener los esfuerzos para contener el alza de los precios de la electricidad o una ley de «industria verde» que verá la luz a mediados de mayo, mientras que el Gobierno quiere tomar medidas en el entorno digital para evitar estafas y limitar el acceso de menores de edad a contenido pornográfico.
Las propuestas adelantadas por Borne incluyen guiños a la derecha, por ejemplo para combatir la inseguridad, pero la reforma que en teoría está llamada a cambiar la política migratoria de Francia tendrá que esperar. «No hay mayoría para votar el texto», ha admitido la primera ministra.
Los partidos que respaldan directamente a Macron no tienen mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, como quedó de manifiesto en el caso de la reforma de las pensiones, y Los Republicanos, el partido de la derecha tradicional, no ha secundado por ahora el plan propuesto por el Ejecutivo en materia de inmigración.
Borne ha subrayado que «la lucha contra la inmigración ilegal es una prioridad del Gobierno», pero habida cuenta de que «no es momento de lanzar un debate sobre un tema que podría dividir al país», se trabaja ya como otoño como momento aproximado para avanzar en este tema. Macron ya avanzó en una reciente entrevista que quiere «un único texto» que reúna todos los cambios.