La UE critica que Putin sigue en «el lenguaje de la guerra», pese a los esfuerzos de EE. UU.

La Unión Europea (UE) ha criticado este miércoles que Rusia sigue sin estar interesada en parar la guerra en Ucrania, recalcando que el presidente ruso, Vladímir Putin, sigue manejando «el lenguaje de la guerra» pese a los esfuerzos del presidente de EE. UU., Donald Trump, para lograr un alto el fuego.

«Ucrania quiere la paz, Europa quiere la paz, EE. UU. quiere la paz, y por eso damos la bienvenida a la iniciativa del presidente Trump para alcanzar finalmente este objetivo. Pero lo que vemos por parte de Rusia es un lenguaje de la guerra», ha afirmado la portavoz de Exteriores de la UE, Anitta Hipper, en rueda de prensa desde Bruselas.

En este sentido, ha recordado los últimos ataques rusos contra civiles en Ucrania que ha dejado al menos seis personas, entre ellas dos niños en bombardeos en la región de Kiev.

«Putin ha elegido como objetivos a los niños. Ha atacado una guardería, de nuevo, matando vidas inocentes», ha denunciado la portavoz, que ha subrayado que la UE seguirá apoyando militar y financieramente a Ucrania para garantizar la fortaleza de Kiev antes y después de un potencial proceso de paz.

Cabe señalar que estas declaraciones llegan en plenas dudas sobre el encuentro entre Trump y Putin, anunciado en un primer momento en Budapest, pero que la Casa Blanca ha enfriado, a la vista de la falta de voluntad de Rusia para mover su posición maximalista en el conflicto.

Por su lado, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha señalado que el país sigue con los preparativos de la «cumbre de paz» entre los líderes EE. UU. y Rusia, asumiendo que aunque la «fecha es todavía incierta» el encuentro se celebre en Budapest.

Hungría prosigue con los preparativos de la cumbre entre Putin y Trump pese a las dudas de EE. UU.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha afirmado que los preparativos de la «cumbre de paz» entre los presidentes de EE. UU., Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, «continúan», pese a las dudas expresadas en las últimas horas desde Washington.

El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, está de hecho en EE. UU. y en los últimos días tanto el jefe de Gobierno como el principal responsable de la diplomacia han intensificado sus contactos con Washington y Moscú en calidad de mediadores.

«La fecha es todavía incierta», ha asumido Orbán, que ha vuelto a plantear Budapest como sede de la cita presidencial «cuando llegue el momento» y haya acuerdo entre las partes. «La elección de Budapest no es casualidad. Hungría es un país de paz», ha esgrimido el primer ministro en redes sociales, un día antes de que el país conmemore su día nacional.

Por su parte, Szijjarto ha publicado un mensaje con el que ha buscado salir al paso de «la ola de filtraciones, falsas noticias y declaraciones» que dan por muerta la cumbre, ya que según él desde el mismo momento en que se anunció estaba claro que «muchos harían todo lo posible para evitar que tuviese lugar».

El Gobierno húngaro carga contra una supuesta «élite política guerrerista» y apunta a Bruselas. Orbán ha afeado en reiteradas ocasiones a la Comisión Europea que no asuma la doctrina de Trump y apueste por las sanciones y, según Szijjarto, «la misma historia se repite antes de prácticamente todos los Consejos Europeos».

Si bien, destaca que el optimismo de Hungría choca con los recelos expresados públicamente tanto por Rusia como por EE. UU.. El lunes, la Casa Blanca ya advirtió de que la reunión entre Trump y Putin no se celebraría pronto y, en declaraciones a los medios, el mandatario norteamericano se mostró esquivo.

Aunque no confirmó de manera directa los retrasos, al ser interrogado sobre los efectos de una cancelación en la potencial entrega de misiles Tomahawk a Ucrania, declaró: «No quiero perder el tiempo».

Cabe señalar que estos misiles son una de las principales peticiones armamentísticas del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que precisamente viajó la semana pasada a la Casa Blanca.

Trump realizará la semana que viene una visita oficial de tres días a Japón

El presidente de EE. UU., Donald Trump, realizará la semana que viene una visita oficial de tres días a Japón, desde el 27 hasta el 29 de octubre, según ha confirmado este miércoles el Gobierno de Japón, un viaje en el que se reunirá con la nueva primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien fue confirmada el martes en el cargo.

«El honorable Donald J. Trump, presidente de EE. UU., realizará una visita oficial a Japón desde el 27 al 29 de octubre», ha dicho el Ministerio de Exteriores japonés en un comunicado.

Asimismo, ha afirmado que «la visita de Trump ofrece una oportunidad ideal para los dos países para reforzar aún más la alianza entre Japón y EE. UU.», en la que será el cuarto desplazamiento oficial de Trump como presidente de EE. UU. La primera de ellas tuvo lugar en junio de 2019, durante su primer mandato.

La visita de Trump a Japón se enmarcará en una gira por Asia de la que por ahora no ha trascendido la agenda. El propio Trump dijo el lunes que planea ir a Malasia, a Japón y «a un par más de países». «Haremos una pequeña gira», dijo ante periodistas durante una comparecencia en la Casa Blanca.

El ministro de Exteriores malasio, Mohamad Hasán, afirmó la semana pasada que Trump visitaría el país el 26 de octubre para estar presente en la firma del «acuerdo de paz» entre Tailandia y Camboya, tras el alto el fuego alcanzado a finales de julio, en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean), que se celebrará en Kuala Lumpur.

Absuelven de la condena a doce años al expresidente Uribe por supuesto soborno de testigos y fraude procesal

El Tribunal Superior de Bogotá ha absuelto este martes al expresidente colombiano Álvaro Uribe de los delitos de soborno de testigos y fraude procesal, tumbando así la condena a doce años de arresto domiciliario impuesta hace menos de tres meses en primera instancia, en el marco de un caso que se remonta a 2012.

El juez Manuel Antonio Merchán ha declarado inocente a Uribe y ha cargado contra el primer fallo, alegando que presentaba deficiencias estructurales en la valoración de las pruebas, así como errores metodológicos y falta de rigor lógico en el análisis de testimonios y documentos.

Según ha considerado, la jueza Sandra Heredia —que condenó en Uribe— basó su decisión en apreciaciones subjetivas y evidenció el «sesgo» contra el expresidente. Así, ha subrayado que la decisión de primera instancia utilizó premisas vagas, genéricas y sesgadas.

Primero, Merchán ha afirmado que «no se acreditó» que Uribe «hubiera instigado el delito de soborno en actuación penal», por lo que ha anunciado que la sala revocaba la condena impuesta y le absolvía del delito de soborno. Posteriormente, ha concluido que la condena por fraude procesal carecía de sustento probatorio y jurídico, absolviéndole también de este cargo.

No obstante, el asunto está lejos de quedar cerrado. Las partes pueden todavía presentar alegaciones al Tribunal Supremo, que contará con cinco años de plazo para decidir el futuro del caso.

Reino Unido envía tropas a Israel para ayudar a «supervisar» el alto el fuego en Gaza

Reino Unido ha enviado tropas a Israel para ayudar a los esfuerzos internacionales de «supervisar» el frágil alto el fuego en la Franja de Gaza, accediendo así a una solicitud de la Administración de Donald Trump, que ha elaborado el plan para el futuro del enclave que ha recibido el visto bueno de gran parte de la comunidad internacional.

El ministro de Defensa británico, John Healey, ha anunciado este lunes por la noche el despliegue de un «pequeño número» de uniformados, que incluye a un comandante de alto rango, si bien hace apenas diez días, la jefa de la diplomacia, Yvette Cooper, declaró que Reino Unido no tenía intención de enviar soldados a Gaza.

«Podemos contribuir a la supervisión del alto el fuego, pero es probable que otros lo lideren. En respuesta a la solicitud estadounidense, hemos asignado a un militar de dos estrellas de primer nivel al mando civil y militar como subcomandante. Por tanto, desempeñaremos un papel fundamental», ha dicho durante un evento en Londres, según declaraciones recogidas por ‘The Guardian’.

Así, ha asegurado que «aportarán su experiencia y habilidades especializadas en la medida de lo posible», y sin asumir un papel protagonista: «Haremos lo que nos corresponde», ha concluido después de que un portavoz de su oficina señalara que el grupo de militares británicos busca garantizar que Londres esté «integrado» en los planes de Washington para la «estabilidad» de Gaza «tras el conflicto».

Cabe señalar que el comandante trabajará como adjunto en el centro de coordinación cívico-militar liderado por Estados Unidos en Israel. También se espera que incluya tropas de países de la región, como Qatar y Egipto —ambos mediadores entre Israel y Hamás—, así como Turquía o Emiratos Árabes Unidos (EAU).

Mark Rutte viaja a EE. UU. para abordar con Trump las negociaciones respecto a Ucrania

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha iniciado este martes una visita a EE. UU. para abordar con el presidente estadounidense, Donald Trump, las negociaciones respecto de la invasión rusa de Ucrania, a pesar de que los planes para una segunda cumbre —con vistas a un «fin» del conflicto— entre Trump y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se han estancado.

Rutte estará en Washington durante la jornada del martes y del miércoles y allí se reunirá con Trump. «Estará en EE. UU. para abordar diversos aspectos relacionados con el apoyo de la OTAN a Ucrania y los esfuerzos liderados por EE. UU. para lograr una paz duradera», ha señalado un portavoz de la OTAN en declaraciones a Europa Press.

El anuncio del viaje de Rutte llega después de que la Administración de Trump confirmara que las esperanzas del estadounidense de reunirse en un futuro cercano con Putin habían quedado en el aire, aclarando que «no hay planes» para una cumbre entre los dos «en el futuro inmediato», si bien el propio Trump había adelantado recientemente la posibilidad de un encuentro «en unas dos semanas».

Según dijo la semana pasada, Trump, durante una llamada con Putin, habían pactado reunirse en la capital húngara, Budapest, para «poner fin» a la guerra. Su conversación telefónica tuvo lugar en la víspera de la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la Casa Blanca, de donde se fue sin los misiles Tomahawk con los que cree poder cambiar el rumbo del conflicto.

La Casa Blanca confirma que no habrá una reunión pronto entre Donald Trump y Vladimir Putin

La Casa Blanca ha confirmado este martes que no se prevé que se celebre en las próximas semanas la reunión entre los presidentes de EE. UU., Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, después de que en las últimas horas el Kremlin ya rebajara expectativas afirmando que «se necesita una preparación seria».

La noticia ha sido confirmada por un funcionario de la Casa Blanca a la agencia Bloomberg y llega un día después de que los responsables de la diplomacia rusa y estadounidense, Sergei Lavrov y Marco Rubio, respectivamente, destacaran la «constructiva» conversación que mantuvieron sobre los preparativos de la reunión.

Los comunicados de Washington y Moscú sobre esa conversación fueron más comedidos que un Donald Trump que, tras hablar con Putin por teléfono hace una semana, se aventuró a afirmar que se volvería a ver con él «en unas dos semanas», mientras que Rubio y Lavrov lo harían «muy pronto».

Trump y Putin pactaron reunirse en Budapest para «poner fin» a la guerra, en vísperas de la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la Casa Blanca este pasado viernes, de donde se fue sin los misiles Tomahawk con los que cree que puede cambiar el rumbo del conflicto.

Cabe señalar que la reunión de Budapest sería la segunda entre los dos líderes desde que Trump regresara a la Casa Blanca con la promesa de acabar con la guerra en 24 horas, después de la cumbre de agosto, en Anchorage —Alaska—, sin que saliera de ella ningún tipo de compromiso para poner fin a la guerra.

Los expresidentes colombianos Uribe y Pastrana instan a Petro a aclarar su relación con Maduro

Los expresidentes de Colombia, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana han emitido este lunes una declaración conjunta instando al actual mandatario, Gustavo Petro, a dar una «definición clara» de su relación con el genocida dictador de Venezuela, Nicolás Maduro.

«Demandamos del señor presidente Petro la definición clara de su relación con el jefe del Cartel de Los Soles, Nicolás Maduro Moros, así como una explicación del llamado Pacto de La Picota y la consecuente coincidencia de las posteriores conversaciones llamadas Paz Total con grupos de las organizaciones criminales del narcotráfico disfrazadas con estatus político», reza la misiva.

Los exdirigentes han aludido así al nombre de un centro penitenciario de Bogotá, La Picota, en el que el ex alto comisionado para la Paz Danilo Rueda y el hermano menor de Petro, Juan Fernando Petro Urrego, se vieron con varios presos, coincidiendo con el período de campaña electoral.

Asimismo, han vinculado esos encuentros con la denominada ley de ‘paz total’ que ha permitido al Gobierno colombiano dialogar con grupos armados desde finales de 2022.

Pastrana y Uribe han justificado su declaración alegando un «sentido patriótico y profunda preocupación» en plena crisis diplomática entre Colombia y EE. UU., vinculando la petición de explicaciones a Petro detallada en el texto con la acusación planteada por el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, quien ha definido al mandatario colombiano como «líder del narcotráfico».

Cabe señalar que la declaración de los dos exgobernantes ha llegado en el marco de la suspensión de la ayuda a Colombia decretada por Trump este domingo, una asistencia que ha tachado de «estafa a largo plazo» en unas declaraciones en las que ha llegado a amenazar incluso con una intervención directa si Petro no cierra de inmediato las zonas de producción de droga en el país latinoamericano.

El Senado de EE. UU. rechaza otra vez la ley de financiación que reabriría el Gobierno

El bloque demócrata del Senado de EE. UU. ha vuelto a impedir este lunes la aprobación de una propuesta de ley de financiación que permitiría la reapertura del Gobierno, que, en cambio, encadena así su tercera semana de cierre ante una Cámara Alta enrocada en la falta de acuerdo entre las dos bancadas, marcada por las ya once ocasiones en las que se rechaza la norma.

Con 50 votos a favor y 43 en contra, los republicanos se han vuelto a quedar por debajo del mínimo de 60 apoyos requeridos para aprobar la medida pese al continuado apoyo de la senadora demócrata por Nevada Catherine Cortez Masto y el independiente por Maine Angus King, aunque en esta ocasión les ha faltado el también demócrata John Fetterman (Pensilvania), que no ha participado en la votación.

En cambio, el senador republicano por Kentucky Rand Paul se ha posicionado de nuevo en contra de la medida, al igual que el resto de la bancada demócrata, cuya postura «sigue siendo la misma», según las palabras de su líder, Chuck Schumer, recogidas por el portal The Hill. Su grupo ha insistido en la inclusión de una prórroga de los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA) —que expiran a finales de año— como condición necesaria para la aprobación de la reapertura del Gobierno.

«Nuestro país se enfrenta a una catástrofe sanitaria y los republicanos pasarán esta semana de vacaciones o celebrando mítines en la Casa Blanca», ha declarado en alusión a la suspensión de sesiones de la Cámara de Representantes y al almuerzo planeado por el presidente del país, Donald Trump, con el grupo republicano del Senado. «Los empleados del gobierno deben trabajar sin cobrar, pero los republicanos de la Cámara cobran sin trabajar», ha apostillado.

En cambio, el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, ha achacado a la oposición haber tratado de convertir en «la crisis de los republicanos» el programa ObamaCare, «creado por los demócratas», así como los subsidios para los que «eligieron la fecha de expiración».

«Los demócratas son los únicos responsables del abismo de los créditos fiscales de ObamaCare, y sin embargo, intentan culpar de este desastre a los republicanos mientras, al mismo tiempo, les piden que los rescaten», ha argumentado, lamentando una situación que ha calificado como «realmente irónica».

Ante el estancamiento de las posiciones en el Senado, el cierre del Gobierno se encuentra en su tercera semana y es ya el segundo más largo de la historia de EE. UU., sólo por detrás del récord de 35 días entre 2018 y 2019, protagonizado por la solicitud de Trump de fondos para el muro en la frontera con México durante su primer mandato en la Casa Blanca. Con todo, se espera que el Senado vuelva a votar sobre el proyecto de ley de financiación provisional este miércoles.

El presidente electo de Bolivia anuncia el restablecimiento de relaciones diplomáticas con EE. UU.

El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, ha anunciado este lunes su intención de restablecer las relaciones diplomáticas con EE. UU., después de 17 años de ruptura marcados por los gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS).

«Esa relación [con EE. UU.] se va a retomar y las condiciones de relacionamiento entre naciones pasan por una cooperación de lucha contra aquello que consideramos no es parte de la legalidad», ha explicado durante su primera conferencia de prensa tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebrada este domingo.

Cuando asuma el gobierno, Paz buscará posicionar al país ante el mundo tras 20 años de «absoluto fracaso» de gestión del MAS. «Creo que vamos a tener una relación fluida y compromisos de cooperación y de trabajo conjunto para ambas naciones y de beneficio para ambas naciones», añadió.

El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, felicitó en la noche del domingo a Paz y ofreció una nueva etapa de cooperación bilateral basada en intereses estratégicos compartidos. También han felicitado a Paz mandatarios de países como Perú, Brasil, Argentina, Paraguay o Chile.