El presidente de Taiwán anuncia un aumento de USD$ 40.000 millones en el presupuesto de Defensa

El presidente de Taiwán, Lai Ching Te, ha anunciado este martes que, «en respuesta a la creciente presión de Pekín», su Gobierno introducirá un presupuesto suplementario de defensa de USD$ 40.000 millones, comprometiéndose a elevar al 5% del producto interior bruto (PIB) el gasto público en este ámbito, en un mensaje en el que ha ensalzado la «búsqueda de paz mediante la fuerza» de la Administración de Donald Trump en EE. UU.

«En respuesta a la creciente presión de Pekín, se espera que nuestro gasto en defensa, que ya se ha duplicado en los últimos años, alcance el 3,3% del PIB para el próximo año», ha anunciado en una carta abierta publicada por el ‘Washington Post’ en la que se ha comprometido «a elevar este nivel al 5% para 2030, lo que representa la mayor inversión militar sostenida en la historia moderna de Taiwán».

En esta línea, ha asegurado que su Gobierno «introducirá un presupuesto suplementario histórico de defensa de USD$ 40.000 millones» que financiará «importantes adquisiciones de armas a EE. UU.» y «mejorará las capacidades asimétricas» de la isla. «Con ello, buscamos reforzar la disuasión al introducir mayores costes e incertidumbres en la toma de decisiones de Pekín sobre el uso de la fuerza», ha explicado.

«Mi mensaje es claro: la dedicación de Taiwán a la paz y la estabilidad es inquebrantable», ha aseverado en un texto en el que también ha apuntado a inversiones en tecnología e industria defensivas, así como a la colaboración con «países afines». Al hilo, ha señalado que su Gobierno buscará «vínculos de seguridad más estrechos con socios y aliados de confianza». «Trabajando junto con EE. UU. y otras democracias afines, confiamos en que la paz prevalecerá», ha querido subrayar.

Con respecto a Pekín, Lai ha declarado estar «acelerando el desarrollo de T-Dome, un sistema de defensa integrado de múltiples capas diseñado para proteger a Taiwán de los misiles, cohetes, drones y aviones de combate de la República Popular China».

Su estrategia, ha manifestado, pasa por «aumentar los costes de la escalada militar» y, simultáneamente, minimizar el riesgo de desescalada», en aras de que el peligro por un posible conflicto «supere siempre el precio de la paz».

«Garantizaremos que la seguridad y la soberanía de Taiwán se defiendan no solo con retórica, sino también con acciones contundentes y decisivas», ha concluido, no sin antes volver a destacar la estrategia de Washington de «la paz a través de la fuerza».

China acusa a EE. UU. de «violar su soberanía y sus intereses» al aprobar una nueva venta de armas a Taiwán

Las autoridades de China han acusado este viernes a EE. UU. de «violar su soberanía y sus intereses» al aprobar una nueva venta de armas a Taiwán valorada en USD$ 330 millones de dólares, en lo que supone el primer contrato de este tipo desde que el presidente, Donald Trump, iniciara su segundo mandato en enero.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, ha indicado durante una rueda de prensa que esto supone, además, una «clara vulneración del principio de una sola China» por el que se rige el gigante asiático, que considera Taiwán una provincia más bajo su soberanía.

Además, ha acusado a Washington de incumplir lo establecido en las «declaraciones conjuntas chino-estadounidenses», que se remontan a los años 70 y 80 y que jugaron un papel fundamental en el establecimiento de las relaciones bilaterales entre los dos países.

«Esto constituye una violación del Derecho Internacional y manda una señal errónea a las fuerzas separatistas e independentistas taiwanesas», ha señalado, según informaciones recogidas por el diario ‘Global Times’. «China muestra su clara oposición a esta decisión», ha añadido.

Lin ha matizado que esta cuestión es de «vital importancia para los intereses» chinos y es «una línea roja que no debe ser cruzada». «Pedimos a EE. UU. que se adhiera a los principios de una sola China», ha apuntado. «China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su seguridad y su integridad territorial», ha zanjado.

EE. UU. aprueba venta de armas a Taiwán por USD$ 330 millones

Las autoridades de EE. UU. han aprobado la venta a Taiwán de materiales para la fabricación de cazas por un valor de USD$ 330 millones, en lo que supone el primer contrato de este tipo desde que el presidente, Donald Trump, inició su segundo mandato en enero.

El Pentágono ha indicado que esta posible venta «mejorará las capacidades militares de Taiwán para poder hacer frente a las amenazas más inminentes y contar con una preparación suficiente gracias a la presencia de cazas F-16 y C-130», según un comunicado.

Aunque Washington mantiene relaciones diplomáticas formales con Pekín, sigue manteniendo sus lazos con Taiwán, del que es el principal proveedor de armas. Esta postura es a menudo criticada por China, que considera la isla una provincia más bajo su territorio.

Desde la oficina presidencial de Taiwán han dado las gracias a EE. UU. por adoptar esta medida y «seguir adelante con su política para una venta regularizada de armamento a Taiwán, en apoyo a sus capacidades de defensa».

La portavoz de la Presidencia, Karen Kuo, ha indicado que esta relación es de «vital importancia» y contribuye a la «paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico», si bien estas ventas no se materializarán al menos hasta dentro de un mes.

Cabe señalar que la medida llega en pleno aumento de la tensión entre China y Taiwán, un asunto que ha salpicado incluso a Japón, que ya ha amenazado con responder en caso de que la isla sufra una invasión militar.

El Ejército chino, por su parte, sigue realizando misiones y maniobras militares regulares en las inmediaciones, un acto simbólico con el que busca mantener la presión sobre Taipéi.

EE. UU. espera que China cumpla con los acuerdos sobre tierras raras o restaurará los aranceles

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, ha expresado su deseo de que China cumpla con los compromisos adoptados sobre tierras raras o de lo contrario se expondrá a una restauración de los aranceles norteamericanos.

«No queremos romper relaciones con China, pero necesitamos reducir los riesgos. Han demostrado ser un socio poco fiable en muchos ámbitos», ha declarado Bessent en una entrevista con la cadena CNN.

Poco después, y ya en Fox News, Bessent ha avisado que EE. UU. está preparado para aumentar los aranceles a China si el país no cumple su compromiso.

«Los chinos se han apoderado de este mercado y, lamentablemente, en ocasiones han demostrado ser socios comerciales poco de fiar», ha indicado Bessent tras el acuerdo alcanzado el jueves entre los presidentes de ambos países, Donald Trump y Xi Jinping en Busan.

Cabe señalar que, tras la reunión, China anunció que suspendería doce meses el endurecimiento de sus restricciones a la exportación de tierras raras.

«Espero que podamos contar con ellos como socios más fiables «, ha el secretario del Tesoro de EE. UU. De lo contrario, «podríamos volver a plantear la amenaza de aranceles y utilizar muchas otras medidas», ha avisado.

«Vamos a avanzar a toda velocidad durante los próximos uno o dos años, y vamos a librarnos de esta espada que los chinos tienen colgando sobre nosotros, y sobre el mundo entero», ha añadido.

Trump dice que China ya está al tanto de «las consecuencias» si decide invadir Taiwán

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha asegurado que China es perfectamente consciente de las «consecuencias» que seguirían a una posible invasión china de Taiwán, aunque también ha querido restar importancia a la cuestión al asegurar que este tema nunca fue mencionado durante la cumbre bilateral que mantuvo el jueves con su homólogo chino, Xi Jinping.

Cabe señalar que el estatus de Taiwán es un constante punto de fricción entre China y EE. UU. que siempre ha exhibido una postura de neutralidad al mismo tiempo que ha mantenido relaciones públicas con las autoridades taiwanesas, no reconocidas por Pekín.

«Ellos (China) saben lo que pasaría. Él (Xi) sabe lo que pasaría, y ha dicho abiertamente que nunca haría nada mientras yo fuera presidente, porque conocen las consecuencias», ha asegurado durante un extracto de una entrevista con el programa ’60 Minutes’ de la cadena CBS que será emitida esta próxima noche en su integridad.

En cualquier caso, Trump ha indicado que Xi «para sorpresa de los presentes, nunca sacó a relucir la cuestión» durante el encuentro que ambos mantuvieron en Busan, Corea del Sur, porque «entiende la situación muy bien».

La situación ahora en Taiwán es particularmente espinosa porque el Partido Progresista Democrático (DPP, en inglés) del presidente taiwanés, Lai Ching Te, está impulsando en la Asamblea Nacional de Taiwán aprobar un presupuesto extraordinario que contempla un aumento de la partida de defensa hasta el 3,32% del PIB, frente al tradicional 2,5%.

De quedar aprobado el procedimiento, todavía en el aire, y más con la mayoría parlamentaria del Kuomintang, que apuesta por una relación más conciliadora Pekín y se muestra radicalmente contrario a la propuesta, la Administración Trump podría aprobar una venta de armas, en una nueva expresión de su apoyo soterrado a Taiwán.

Este mismo viernes, el Ejército de China aseguró que existe una «tendencia imparable» hacia la reunificación con Taiwán y es necesario que EE. UU. se dé cuenta de ello y deje de «jugar con fuego» para abandonar su apoyo tácito a las aspiraciones independentistas de la isla y se comprometa en firme con su posición pública de neutralidad sobre esta cuestión.

«Por muchas armas que compren», ha respondido este viernes el portavoz militar, el coronel Zhang Xiaogang, «las autoridades del DPP no pueden alterar el equilibrio militar en el Estrecho de Taiwán, ni el inevitable destino que aguarda a su iniciativa para la ‘independencia’ de Taiwán».

The Washington Post: Maduro suplica ayuda militar a Rusia, China e Irán

Caracas. – El líder del cartel del narcotráfico chavista, Nicolás Maduro, habría solicitado ayuda militar, con equipos y repuestos, a naciones aliadas al narcorégimen como Rusia, China e Irán, en un intento de prepararse ante lo que ellos denuncian como una inevitable intervención militar estadounidense.

Así lo reveló el medio estadounidense The Washington Post, al publicar detalles de una carta que habría sido enviada por Maduro a Vladímir Putin pidiendo ayuda.

Según un informe obtenido por el medio estadounidense, el narcotirano habría realizado varias peticiones este mes, las cuales habrían incluido revisiones de radares defensivos, reparaciones de aeronaves militares y, potencialmente, la adquisición de misiles.

“Según los documentos, el gobierno venezolano también está buscando el apoyo de China e Irán para solicitar asistencia militar y equipo que fortalezca las defensas del país”, dice el texto publicado por The Washington Post.

También, los documentos muestran como el ilegítimo ministro chavista de Transporte, Ramón Celestino Velásquez, coordinó recientemente un envío de equipo militar y drones desde Irán durante una visita a ese país.

Velásquez le comunicó a un funcionario iraní que Venezuela necesitaba equipos de detección pasiva, inhibidores de GPS y, casi con seguridad, drones con un alcance de 1.000 kilómetros.

Igualmente, Maduro envió una carta al presidente chino, Xi Jinping, solicitando una mayor cooperación militar entre ambos países para contrarrestar la amenaza que le supone el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe, cuyo objetivo no es otro que desmantelar a la red chavista de narcotráfico liderada por Maduro, y con ello, llevarlo ante la justicia de ese país.

Esta petición exigió al gobierno chino, acelerar la producción de sistemas de detección de radares por parte de empresas chinas, presumiblemente para que Venezuela pueda mejorar sus capacidades.

Sin embargo, los documentos no aclaran cómo respondieron Irán y China. Rusia, se ha limitado a enviar un comunicado diplomático, muy parco, asegurando que respaldará a «Venezuela a defender su integridad territorial» ante amenazas externas.

Mientras, analistas y expertos en temas militares, como es el caso del almirante James Stavridis, ex jefe del Comando Sur, coinciden en apuntar que ni Rusia o China, y mucho menos Irán, movilizarán tropas o medios para involucrarse en una acción directa contra Estados Unidos, por defender a un capo de la droga como lo es Maduro.

El alto oficial estadounidense asegura, que debido a la lejanía, y lo costoso que sería afrontar una campaña militar de esas dimensiones, ninguna de esas tres naciones expondrá a sus fuerzas en el Caribe.

Trump rebaja al 10% los aranceles a China por el fentanilo tras su encuentro con Xi

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado este jueves que ha alcanzado un acuerdo con su homólogo chino, Xi Jinping, con quien se ha reunido en Corea del Sur, por el que reducirá sus aranceles impuestos en represalia por el tráfico de fentanilo del 20% al 10% con carácter inmediato.

«Creo que va a trabajar muy duro para detener las muertes que se están produciendo», ha dicho sobre el mandatario asiático en declaraciones recogidas por la prensa a bordo del avión presidencial de regreso a Washington.

El jefe de la Casa, que ha calificado la reunión de «increíble», ha asegurado que en el marco de estas negociaciones, Pekín se ha comprometido a comprar cantidades «enormes» de soja estadounidense y que «ya no hay más restricciones a las tierras raras» y en este sentido, China ha aceptado suspender durante un año los controles a las exportaciones de estos minerales.

«Creo que hemos tomado un conjunto de medidas excepcionales. Se han tomado muchas decisiones», ha defendido Trump al término de un encuentro que ha durado unos 90 minutos y que ha tenido lugar en la base aérea de Busan, al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Ambos dirigentes han mostrado un tono conciliador antes de la que ha sido la primera reunión presencial desde que el neoyorquino haya iniciado su segundo mandato en enero de este año.

«Creo que vamos a tener una relación fantástica durante mucho tiempo», ha señalado el norteamericano en unas declaraciones en las que ha calificado a Xi como un «negociador muy duro» y un «gran líder de un gran país».

El mandatario chino, por su parte, ha asegurado sentirse «muy emocionado de volver a ver» a Trump y estar «dispuesto a seguir trabajando con» este con el objetivo de «construir una base sólida para las relaciones» entre Pekín y Washington.

Xi ha defendido que «no siempre estamos de acuerdo, y es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando», si bien ha señalado que «ante los vientos, las olas y los desafíos, usted y yo (…) debemos mantener el rumbo correcto y garantizar la navegación estable del gigantesco barco de las relaciones entre China y EE. UU.».

EE. UU. sostiene que los aranceles del 100% contra China están «fuera de la mesa»

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, declaró el pasado domingo, tras algunas cercanías en los últimos días, que esperaría que los aranceles del 100% a los productos chinos estén «fuera de la mesa».

«No voy a adelantarme a los dos líderes que se reunirán en Corea del Sur el jueves, pero puedo decir que tuvimos 2 días muy buenos. Así que esperaría que la amenaza del 100% haya desaparecido, al igual que la amenaza de la imposición inmediata de un régimen mundial de control de exportaciones iniciado por China», dijo a CBS News.

También señaló que la amenaza de Trump de imponer aranceles otorgó al equipo negociador estadounidense una ventaja significativa. «El presidente Trump, para darme a mí y al equipo comercial una posición de fuerza, decidió que sería una buena idea amenazar con un arancel adicional del 100%, y eso nos dio una gran ventaja. El presidente Trump es muy bueno creando apalancamiento para nosotros», subrayó.

Además, afirmó que Pekín realizará compras «sustanciales» de soja estadounidense. Según Bloomberg, esta medida traerá un alivio importante a los agricultores estadounidenses, que atraviesan dificultades financieras después de que China, su principal comprador, cancelara los pedidos esta temporada.

Anteriormente, en respuesta a las amenazas de Trump, Pekín endureció los controles a la exportación de tierras raras y de imanes, materiales críticos para la tecnología y la defensa de EE. UU., y reiteró que «no desea, pero tampoco teme» una guerra comercial.

Bessent anuncia un «acuerdo marco» entre EE. UU. y China para evitar nuevos aranceles

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, ha asegurado este domingo que las negociaciones con China han permitido cerrar un «acuerdo marco» para evitar la imposición de aranceles adicionales del 100% a los productos chinos.

«Creo que hemos alcanzado un marco significativo para que los dos líderes se reúnan el próximo jueves y que se eviten los aranceles», ha afirmado Bessent en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Kuala Lumpur, en Malasia.

Este mismo domingo donde ha llegado a Malasia el presidente de EE. UU., Donald Trump, en su primera escala de una gira diplomática por Asia. Está previsto que Trump se reúna con el presidente chino, Xi Jinping, esta misma semana en Cora del Sur.

También este domingo el representante chino para Comercio Internacional, Li Chenggang, ha confirmado un «consenso preliminar» entre los dos países en el ámbito comercial durante los contactos mantenidos en Malasia, según recogen medios chinos.

Bessent no ha dado detalles del acuerdo alcanzado, pero ha indicado que habrá «algún tipo de aplazamiento» sobre los controles a la exportación de tierras raras anunciados por Pekín.

Cabe señalar que estos minerales que posee China en gran cantidad han sido uno de los motivos principales de las tensiones comerciales entre las dos potencias.

El responsable estadounidense ha explicado que el documento pactado permitirá que Trump y Xi «tengan una reunión muy productiva». «Creo que será fantástico para los ciudadanos estadounidenses, para los agricultores estadounidenses y para nuestro país en general», ha remachado.

China y EE. UU. retoman el diálogo comercial en Malasia para aliviar tensiones antes del encuentro entre Xi y Trump

El viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, han iniciado este sábado conversaciones en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, con el fin de reducir las tensiones entre ambas economías antes de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y de la reunión prevista para el próximo 30 de octubre entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, ha informado la agencia oficial de noticias Xinhua.

He y Bessent se han encargado de negociar la reducción de las medidas de escalada que cada nación ha impuesto recientemente y, según la agencia Bloomberg, han preparado el terreno para el esperado encuentro entre Xi y Trump, que se celebrará el próximo jueves en Corea del Sur.

Esta primera toma de contacto entre ambas delegaciones llega después de que la Casa Blanca confirmase este pasado jueves la fecha de esta reunión de alto nivel, que se celebra con el fin de limar asperezas en el marco de la guerra económica declarada por el magnate norteamericano.

Cabe señalar que, a lo largo del último mes, Trump ha criticado la decisión de Pekín de endurecer los controles sobre los elementos de tierras raras y ha contemplado imponer un arancel elevado a los productos chinos, llegando a cancelar incluso la reunión presencial prevista con Xi, que habría sido la primera desde su regreso a la Casa Blanca.

En caso de no renovarse, la tregua comercial entre ambas potencias expiraría el 10 de noviembre, tras unos meses de relativa estabilidad en los que la relación bilateral entre Pekín y Washington se ha visto alterada por la ampliación de restricciones tecnológicas y la propuesta de gravámenes a buques chinos que llegan a puertos estadounidenses.

China, por su parte, ha respondido a estas acciones con medidas equivalentes y ha anticipado controles más estrictos sobre exportaciones de tierras raras y otros materiales estratégicos.

Además, el Ministerio de Comercio chino ha convocado una reunión excepcional con empresas extranjeras en Pekín, con el propósito de garantizar que sus recientes regulaciones no buscan frenar el comercio habitual.

Trump y Xi han mantenido al menos tres conversaciones telefónicas en lo que va de año, las más recientes en septiembre, pero la última vez que estuvieron cara a cara fue en 2019, durante el primer mandato del republicano, según recuerda Bloomberg.