Caracas. – Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular, afirmó este viernes que, de darse una pequeña oportunidad, regresaría a Venezuela sin pensarlo. No obstante, en redes le rogaron que no lo hiciera, no por temor al narcorégimen, sino por el rechazo que hay contra su figura.
En una entrevista que concedió a la agencia española EFE, López afirmó: «En cuanto haya una ventanita yo regreso», aunque evitó responder si volvería para buscar presidir un nuevo gobierno.
No obstante, los usuarios de las plataformas digitales ven con desconfianza el anuncio del dirigente en el «exilio»; unos creen que se podría prestar para sabotear la campaña de María Corina Machado, intentando dividir, y otros creen que, de retornar al país, lo haría por haber ya negociado con la tiranía madurista.
También, piensan que su intención sería revivir su imagen política, totalmente deshecha, al ofrecerse como otro candidato para las elecciones presidenciales.
López aseguró que «vive, sueña y ama» su país (lo lleva tatuado en una pierna), al extremo de que volvería allí «al minuto siguiente» de darse un escenario distinto e, incluso, «antes de que se pueda dar un cambio político y tomando los riesgos que sea necesario tomar».
Asimismo, afirmó que su prioridad es llegar a un escenario de democracia en Venezuela, en el cual espera «se abrirán o no alternativas, pero sentiré que este esfuerzo en el que llevo la mitad de mi vida ha merecido la pena».
Sin embargo, el «feedback» de los internautas, lejos de aupar sus intenciones, las rechazan. No ven con buenos ojos, que ante la posibilidad de un verdadero cambio político tras la caída del narco chavismo, López intente nuevamente surgir como figura política.
«Sí lo anuncia es porque ya negocio su regreso. Como todo traidor irá por la cabeza de @MariaCorinaYA para quitarle el poco «liderazgo». No le vasto con ser la mano que movió la marioneta del gobierno interino», indicó una cuenta.
«Ah ok. El chavismo está llamando refuerzos. Los cadáveres políticos reviven para continuar el show de la simulación «opositora», fue otro mensaje que le dedicaron.
El repudio hacia su imagen es evidente, tal como lo refleja esta respuesta: «Ajá y más o menos para que regresa…. Quédese dónde está que aquí no hace falta….ya sus cinco minutos de fama terminaron hace años».
También, la desconfianza hacia sus intenciones es evidente: «Ahhhhh listo.. otro «candidato». No hace falta ser un letrado para saber lo que se viene».