Oposición a la deriva: crónicas de un espejismo de cambio

Por Roymer Rivas, coordinador local senior de EsLibertad Venezuela y Teórico del Creativismo Filosófico.

Anoche, casi a las 8:30pm, después de seguir todos los acontecimientos del día, decidí desconectarme de las redes y dedicarme a leer hasta que me diera sueño. Ya sabía lo que iba a pasar, porque, aunque nadie es profeta, a veces el futuro como que se transparenta lo suficiente para algunos. Esta mañana me levanto solo para probar que, lamentablemente, tenía razón.

Hoy, 26 de marzo de 2024, una vez más, el chavismo se ríe mientras observa los saltos y marañas que intentó y sigue intentando hacer la “oposición”, que se ha presentado incompetente, cual barco de papel a la deriva en el océano y en medio de una tormenta dirigido por personas que no han demostrado estar a la altura de lo que requiere la situación y, en su condición, ruegan por milagros, creyendo a su vez que tienen las riendas del futuro, cuando en realidad han sido su propio verdugo, enemiga de sí misma. No podía esperarse menos, viniendo de la clase política que pretende gobernar el país.

2012: “Hay un camino; hay una esperanza”

En el año 2012, con Henrique Capriles a la cabeza, y sin reconocer la naturaleza del régimen, miles salieron a las calles a “recuperar el país” en vano, tras la aun dudosa derrota electoral del personaje en contra de la Mortadela Galáctica, que padecía cáncer en aquel entonces. Tras muchos días de confrontación, Capriles sale a pedir que bailen salsa y se encierren en sus casas, pues, “quería evitar más baño de sangre en su nombre” —como lo expresó el año pasado en un documental—. Yo no me atrevo a juzgar esto último, lo que sí juzgo, y con todo el peso, es el hecho de creer que tanto él, como toda la oposición y millones de venezolanos que le siguieron enceguecidos, tuvieron alguna oportunidad de llegar al poder por la vía electoral, después de años de atropellos a la ya frágil democracia del país.

La afirmación no es vacía, desde la derrota del referéndum del 2007, el chavismo buscó por todos los medios llevar a cabo todos los cambios que quería sin necesidad de apelar a la consulta popular, ejemplo de ello: el estado paralelo que representan las “ciudades comunales” hoy día. Dos años después, en 2009, tras dar rienda suelta a la reforma constitucional, logran conseguir que Chávez pueda ser reelegido indefinidamente, rompiendo con el principio de alternabilidad del poder que rige a todas las democracias del mundo[1]. A todo esto se suman los eventos del 2002, la censura de canales de televisión, la expulsión de trabajadores de las empresas estatales que no se alinearan con sus ideales, la desinformación transmitida desde el discurso político que solapaba los grandes casos de corrupción que con los años harían más ruido, la burocratización de todo proceso administrativo, la centralización del poder, entre otras cosas que no son más que elementos que solo agregaban una raya más al tigre que desde el año 1992 se presentó voraz contra la institucionalidad del país.

Es en este escenario que Capriles y seguidores creyeron que podían llegar al poder. Aún recuerdo aquellas vacaciones de 2012, montado en una bicicleta en las calles de Casanay, Sucre, donde vi a menos de tres metros pasar a Capriles montado en un camión, mientras las cornetas sonaban a todo volumen la música que muchos venezolanos recordarán: “Hay un camino; hay una esperanza”.

Tras regresar las vacaciones, y con el anuncio de la derrota de Capriles en octubre de 2012, ese camino se convirtió en protestas y represión gubernamental a muchos estudiantes y demás personas —fueron semanas en las que intenté ir al liceo en medio de todo ello—, para que al final salieran con “cacerolazos”, “bailar salsa”, y “vayan a sus casas”. La cosa siguió, en mayor o menor medida, en 2013 y 2014, con la única diferencia de que con Nicolás Maduro a la cabeza. Esta esperanza, terminó siendo la primera desilusión sentida a nivel nacional —hubo muchas en el pasado, pero está fue diferente, por lo que muchos pensaron que representaban; yo no me incluyo en ese paquete, pues jamás en mi vida he confiado en políticos—.

2015: “Aquí las cosas cambiaron”

Empeñados en ese camino, en el año 2015 dieron “una derrota electoral” al régimen, al obtener la una mayoría en la putrefacta Asamblea Nacional de Venezuela. Muchos celebraron; aún recuerdo cuando millones de venezolanos salieron a guindar la bandera tricolor con 7 estrellas —u 8, según el gusto y/o la que se tuviera en el momento—, y las palabras de Ramos Allup, quien comenzaría a presidir la institución: “Aquí las cosas cambiaron”, a la cual habían precedido en horas anteriores el haber mandado a sacar las fotos de Chávez y la aberración de imagen “renovada” por el chavismo de Simón Bolívar, y a la cual le prosiguieron unas supuestas “clases de derecho” a los presentes diputados que representaban al PSUV —o afines—.

En un escenario donde no impere el autoritarismo, eso podría haberse considerado una victoria, pero este no fue el caso. No pasó mucho tiempo para que, con interpretaciones legales, el régimen desestimará la Asamblea del 2015 dominada por “la oposición”. Van y vienen argumentos de parte y parte, pero, tal como advierte la teoría e ilustra la practica desde hace mucho tiempo, al final es “El Estado” el que impone al “ley”; el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) chavista emite una sentencia de desacato de la AN2015, por lo cual quedan sin efecto cualquier cosa que emitiera la institución; además, para el año 2017 se crea la Asamblea Nacional Constituyente, que terminó por aprobar leyes a gusto del régimen para poder reprimir a todo el que se le opusiera.

Claramente las acciones del régimen son totalmente ilegales, incluso en la misma ley que ellos han creado, pero, sobre todo, son ilegitimas en lo que respecta a las leyes sensatas de la vida, la verdad y el respeto al prójimo. Sin embargo, no podía esperarse otra cosa, de los barbaros no puede esperarse más que un garrotazo, y es triste que muchos enserio creyeran que le podrían hacer contrapeso al régimen desde el poder legislativo. Para lo único que sirvieron esas elecciones del 2015 fue para dos cosas: (i) ¡Oh, sorpresa!, se le ve otra raya al tigre, ¡Vivimos en dictadura! (…); (ii) ver el show sin rumbo ni resultados —más que corrupción— por parte de la “oposición”.

En este escenario, después de toda la crisis de escasez del 2015 y el 2016 —la época del fororo y la yuca— llegan las protestas de 2017, donde el régimen muestra su peor versión. De estas fechas, recuerdo cuando, tras salir de la universidad, pasé en un transporte —que agarré después de caminar mucho, dadas las trancas por las protestas— en frente de la UNEXPO, en Puerto Ordaz, Bolívar, solo para ver cómo los aparatos de represión del régimen arremetían contra los estudiantes y las instalaciones de la universidad. Esto es algo muy representativo, la presencia de estos funcionarios del mal en las instalaciones de muchas universidades del país transmite un mensaje claro: “no nos importa quienes sean, su edad, sexo, religión, etc., vamos contra todo aquel que se revele” —años después comenzarían a disminuir el presupuesto de estas instituciones, más de lo que ya lo hacían; saque usted sus conclusiones—. Luego de esto, era llegar a la zona donde vivía, donde tenia que pasar caminando sí o sí, porque era zona de guerra cantada contra el régimen —en dos oportunidades casi me agarran a mi—. El final fue mucho peor para los venezolanos: estudiantes asesinados, otros fuera del país huyendo del régimen, e inicia la mayor ola de migración de la historia contemporánea.

2019: El corrupto gobierno interino, con Juan Guaidó a la cabeza

Después de la supuesta victoria del 2015 —y es supuesta en la medida en que no representó victoria alguna—, y la constituyente de 2017, en el 2018 se llaman a elecciones y toda la oposición, por considerar que “el régimen no sale con votos”, llama a abstenerse. En este escenario, ¡Oh, sorpresa! Maduro gana las elecciones, pero se juramenta ante el TSJ, dado que la AN2015 seguían “vigente” —solo en el papel—. Aprovechando el vacío, Juan Guaidó es juramentado “presidente interino” en una plaza de Caracas. El acto es apoyado por toda la “oposición” y por la comunidad internacional, con el entonces presidente de EE. UU., Donald Trump, como padrino. Nuevamente, “hay esperanza”.

Empero, lo único que logró el gobierno interino es llenarse de casos de corrupción y con Guaidó saliendo del país e instalándose en el estado de la Florida, EE. UU., sin dar explicación siquiera de cuales fueron las ONGs que se usaron como medio para administrar los fondos de la “ayuda humanitaria”. A todo esto, se suma que la Asamblea Nacional del 2015 pasó al exilio y, desde allí, ha extendido sus funciones —un sin sentido total—. En el camino, millones de venezolanos siguen yéndose al exilio.

2024: “Nadie nos saca de las elecciones”

Después de tanto, la clase política y millones de venezolanos aun tiene “esperanza” de que el gobierno salga con votos. Aun después de todos los quiebres a los distintos diálogos y acuerdos a través de los años —el más reciente: “el acuerdo de Barbados”— la Plataforma Unitaria, junto a María Corina Machado (MCM), trafican esperanza con una sola consigna: “vamos a elecciones libres”. Algunos se excusan diciendo “en Barinas se pudo”, “en el año 2015 se logró”, así que “solo hay que organizarnos, apelar a la organización ciudadana”, pero donde todos ven rayos de luz, yo solo veo a ciegos que no se dan cuenta de su condición y creen “ver” su entorno.

Aquel personaje que durante años dijo que vivíamos en un régimen criminal —que es verdad— y que “dictadura no sale con votos” —que también es verdad—, desde hace un tiempo para acá dio un giro radical al discurso, en lo que yo entiendo la única diferencia es que antes ella no estaba “liderando a la oposición”, y ahora parece ser que sí. MCM ha sido inhabilitada, el “el régimen tendrá que medirse conmigo y aceptar que solo tiene dos opciones, salir por las buenas o por las malas” —parafraseando—, quedó en solo palabras vacías, porque ni el régimen se medirá con ella y tampoco hay presión para que salga “por las malas” en el escenario actual. En un intento de driblar al régimen, la semana pasada MCM postula a la señora Corina Yoris como sustituta, pero una vez más el régimen impide esta inscripción, solamente porque puede hacerlo.

Ahora, mientras escribía estas líneas, el gobierno dio 12 horas de prorroga para que la MUD pueda postular un candidato, puesto que hasta las 11:59pm del 25 no pudieron, dadas las limitaciones del régimen. Al parecer, lo han hecho, luego de que MCM saliera en vivo diciendo que “nuestra candidata es Corina Yoris, no hay nadie más” —tendrá que tragarse sus palabras—. Todavía existe la posibilidad de que alguno de los candidatos ya inscritos sea cambiado, después de unas que otras acciones juguetonas de la “oposición”, por Corina Yoris —tienen hasta 10 días antes de las elecciones—, o habrá que ver si se mantiene el candidato que ha sido postulado por la MUD el día de hoy, pero esto es, a todas luces, irrelevante. Lo realmente digno de ver es cómo el régimen se divierte con ellos, cual gato que juega con un ratón que cree que puede escapar de sus garras.

El escenario en Venezuela que nadie quiere aceptar

Ninguna tiranía en la historia ha entregado el poder con una sonrisa y ninguna revolución se ha logrado con buenos modales. El camino de las elecciones es solo una cortesía del régimen, porque el resultado, sea cual sea, dado el contexto actual, será el mismo: el chavismo seguirá controlando los hilos del poder, adelante o detrás de la cortina. Solo diré lo siguiente, y con tal expresión queda en evidencia la ingenuidad de toda la ola que defiende “ir a elecciones”: aún si el régimen llega a perder unas elecciones, no van a entregar el poder. Es simple. Es más, aún si entregan la banda presidencial, quienes seguirán controlando todas las instituciones y el aparato delincuencial y/o criminal en el país, serán ellos. Ir a elecciones y creer que se gana, o ganar de verdad, es solo crear un espejismo de cambio en una sociedad que hace ver por qué la “esperanza” es mal vista en ciertas áreas de la mitología —por algo es lo último en salir de la caja de pandora, que contenía todos los males de la humanidad—.

Si bien, ha llegado el momento de decir por qué hasta el momento he dicho “oposición”, entre comillas, pues lo cierto es que nos encontramos en un país donde hay personas que se oponen al régimen de Nicolás Maduro, pero que, en esencia, no se oponen a muchos de sus ideales, que es lo que verdaderamente ha sumergido al país en el abismo donde se encuentra —Venezuela no es un país tercermundista ni “subdesarrollado”, sino uno abismomundista y sin desarrollo—. Esta “oposición” no se opone a nada en el fondo, y por ello constituyen el opuesto que el régimen necesita. Aquel que crea que hay gobernabilidad en este escenario, sea quien sea, y que las cosas van a cambiar para bien con estos personajes, no solo es un supino ingenuo, sino que no ha comprendido nada de lo que pasa en su entorno y, por tanto, aprendido algo de ello.

Muchos, con la excusa de hacer algo, no ven que a veces no se trata solo de “hacer”, sino de “qué es lo que se hace”. Estos años solo se han parecido a un atleta que corre en una caminadora sin parar, sin tomar agua ni alimentarse, donde no se llega a ningún lado, más que a la fatiga y las fallas musculares. Este país tendrá una verdadera esperanza de cambio cuando se apelen a las ideas correctas y vengan acompañadas de las acciones correctas y con las herramientas correctas. Esta posiblemente implique unas elecciones —o no—, pero solo como corolario de un gran mecanismo de transición, no una mera improvisación que responde a la supervivencia, sin ninguna garantía de éxito. Es la realidad, y decirlo no es “darse por vencido”.

“Y tú, ¿Qué propones?”

Algunos se ofenden, y en su desesperación comienzan a atacar a quienes no nos dejamos llevar por las masas y seguimos a personajes porque “ese es el hombre” o “esa es la mujer”, y la pregunta con la que creen ganar todo debate es: “Y tú, ¿Qué propones?”. Estos no entienden que el meollo del asunto no es “proponer cosas nuevas”, sino dejar de apelar a aquellas que se han demostrado ineficaces hasta el momento. En principio, podríamos comenzar por dejar de seguir a las masas y comenzar a tener criterio propio, dejando de defender a los políticos como si fuesen mesías y fueses a solucionar nuestros problemas, y mucho más cuando estos son corruptos y han hecho igual daño al país que aquellos que tienen el monopolio de las armas. Empero, aun en un escenario donde no se tengan respuestas a todas las preguntas, la apelación a la ignorancia no es un argumento para invalidad la crítica al superlativo fracaso que ha obtenido la población venezolana en todos estos años.

Aquellos que se fundamentan en las supuestas luces del pasado, a saber, «se ganaron algunas elecciones», no entienden que la misma naturaleza de aquello que somete a Venezuela no repara en «elecciones». Lo que algunos ven como un «ejemplo» y una «prueba» de que se puede derrotar a la tiranía con elecciones, yo solo veo un ejemplo de que, independientemente de ellas, éstos siempre se impondrán por la fuerza. Entonces, ¿Quién de nosotros se acerca más a la realidad? La fe, contrario a lo que piensan muchos, no es ciega, es una «expectativa segura» de lo que vendrá, tiene un fundamento real, lo contrario es solo un absurdo deseo.

También, hay otros que salen diciendo que aquellos que criticamos no somos agentes de cambio en la sociedad y que no hacemos más que burlarnos de “todos los venezolanos”, cuantas falacias en tan cortas expresiones. La burla real es vender unas expectativas que no pueden cumplir, quienes se burlan de verdad son aquellos incapaces de ver más allá de sus narices, a saber, ustedes. Esto no va de cuentas ganas queremos que las cosas cambien, sino de apelar a las acciones correctas, y las elecciones por si solas no lo son. Y es que, no solo es que la clase política no ha estado a la altura de lo que se necesita, sino que la sociedad venezolana misma no lo ha estado. Si bien, esto último no es un reproche, es una mera descripción de los hechos.

No tengo nada más que agregar, voy a sentarme a ver cómo continua el circo armado hasta el 28 de julio del presente año, vislumbrando una nueva ola de migración masiva tras la victoria, de aure o de facto, del régimen que somete a Venezuela… “Venezuela”, un término que ya no significa más que dolor, el recuerdo de que somos seres sin patria, aun dentro del territorio.


[1] Quiero dejar en claro que yo no soy “demócrata”, pues el sistema democrático está lejos de ser el mejor de los sistemas posibles y, de hecho, se le pueden achacar todos los males del país sin ningún tipo de reparo. Para entender mi postura, leer: “Monarquía, democracia y orden natural”, que es la edición nueva de “Democracia, el dios que fracasó”, escrita por Hans-Hermann Hoppe. Si bien, también aclaro que no comparto al 100% la postura de Hoppe, solo resalto la critica que hace a la democracia. En definitiva, tal sistema solo puede llevar al socialismo, cada vez más radical, por más que muchos intenten defender una postura contraria.

En la mira: Maduro es un colombiano que viola la constitución de Venezuela

Por Ricardo Guanipa d’Erizans.

Nicolás Maduro, —como si fuera poco—un narcotraficante fugitivo de la DEA, quien ofrece 15 millones de dólares por su captura, no es venezolano de nacimiento, ya que nació en Cúcuta Colombia, violando los sagrados decretos constitucionales que establecen que para ser presidente de la Republica es mandatario haber nacido en el territorio Nacional.

Son muchas las mentiras de Maduro, no existe ningún documento que revele que estudio educación primaria en Venezuela, tampoco secundaria, el otro mentiroso es Vladimir Villegas, quien asegura que estudio secundaria en el ciclo diversificado de humanidades en Caracas con Nicolás, pero esto absolutamente falso, ya que una testigo de nombre Betty Giusti estudio cuarto y quinto año con Vladimir Villegas y me aseguro que era el único alumno de sexo masculino en el salón de clase, lo único que existe de esa época son una fotos de Maduro en Cuba cuando recibía adoctrinamiento comunista en la isla como agente del MININ, me refiero a comienzos de la década de los ochenta.

Pero ¿Quiénes afirman que Maduro es colombiano? Pues:

El expresidente de Colombia Andrés Pastrana en el pasado afirmó que “ya no existe ninguna duda” acerca de la nacionalidad colombiana de quién encabeza el régimen impuesto en Venezuela. En respaldo a sus aseveraciones, Pastrana presentó el acta de bautismo de Teresa de Jesús Moros Acevedo, madre del titular del Palacio de Miraflores. Publicó el periódico de Miami El Diario de las Américas.

El rotativo además agregó que “En conversación telefónica desde Bogotá con DIARIO LAS AMÉRICAS, Pastrana sostuvo que “la señora Teresa Moros era ciudadana colombiana y, por lo tanto, Nicolás Maduro también es colombiano, no importa donde haya nacido, de acuerdo con el artículo 96, inciso 1 A), de la Constitución Política de Colombia”.

En el documento que da fe del bautismo de la progenitora de Maduro, puede leerse: “En la Parroquia San Antonio de Padua de Cúcuta, Norte de Santander, el diecinueve de octubre de mil novecientos veintinueve [1929], el presbítero bautizó a una niña nacida en el día uno de junio de mil novecientos veintinueve [1929], a quien llamó Teresa de Jesús Moros Acevedo”. Concluye el periódico.

Otra investigación revela que “Los diputados venezolanos Walter Márquez y Abelardo Díaz realizaron una investigación sobre la nacionalidad del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Después de un año de indagaciones, los parlamentarios aseguran que Maduro nació en Bogotá y no en Caracas, situación que lo inhabilitaría para ejercer la presidencia del vecino país. La Señal de la Mañana habló con Márquez acerca de las pruebas que sustentan su hipótesis.

Según el diputado, hay una gran confusión sobre el acta de nacimiento del mandatario venezolano, pues existen al menos cinco versiones diferentes respecto del lugar de su natalicio. Esta situación motivó la investigación de los parlamentarios, en la que testigos que conocieron a la familia de Maduro y al mismo presidente en su infancia insisten en que éste es oriundo de Bogotá.

La misma confusión torna las actas de nacimiento de sus padres y su registro civil de matrimonio. Sin embargo, de acuerdo con los testimonios recogidos por Márquez y Díaz, sumados a sus indagaciones en las notarías de la capital colombiana, el registro de nacimiento de Maduro debió originarse entre las notarías uno a diez de la ciudad, donde hay “hojas mutiladas e índices que desaparecieron, según contó Márquez a Señal Radio Colombia.

De confirmarse el origen colombiano de Nicolás Maduro, el mandatario estaría inhabilitado para ejercer su cargo, debido a que la Constitución de Venezuela exige a su presidente ser venezolano de nacimiento y no contar con más nacionalidades.

Según Márquez, no se ha encontrado el documento que ratifique su denuncia, pero Maduro tampoco ha mostrado ningún título que despeje las dudas y aclare cuál es su verdadero lugar de nacimiento.

Ante lo anteriormente expuesto, lo más vergonzoso es que Maduro siendo extranjero y un narcotraficante fugitivo de la DEA es el comandante en Jefe de las Fuerzas Armas venezolanas, además, maneja el Tribunal Supremo de Justicia, integrado por incompetentes y corruptos abogados, como si fuera su bufete de abogados pero a todo esto hay que sumar que el Consejo Nacional Electoral es una institución que esta al servicio de Maduro y su familia y no de los venezolanos por lo que la salida electoral del 28 de julio se ha negado.

Solo a los venezolanos nos queda organizarnos para derrocar a Maduro como los patriotas derrocaron a Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958 con la diferencia que a Maduro hay que arrestarlo y entregarlo a la DEA para que sea judicializado en EE. UU., donde es acusado de cometer delitos de narcotráfico, lavado de dinero y actividades terroristas.

El Chavismo Filosófico: una respuesta a la grave injuria de Miguel Pérez-Pirela

Por Roymer Rivas, teórico del Creativismo Filosófico, estudiante continuo, libre pensador.

“Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”, dijo en una oportunidad el gran filósofo humanista Michel de Montaigne, y son palabras que, sin duda, se pueden aplicar para mal en Miguel Pérez Pirela. Es claro que todos podemos decir cosas que son poco inteligentes o acertadas, pero el problema real llega cuando se hace fuerte énfasis en el error, haciendo que la estupidez sea tan insistente —como es el caso de este personaje—, al punto de volverse un agravio o infamia para la verdad y sus defensores.

¡Miguel Pérez-Pirela es un imbécil! No se le pueden atribuir otras palabras a alguien que llega diciendo que “el chavismo es una propuesta epistemológica, semántica, estética y una cosmovisión”, intentando dar alguna especie de profundidad filosófica a algo que claramente no lo tiene, usando mal los conceptos, dicho sea de paso, y pasándose toda la historia y Corpus Teórico de la filosofía por el putrefacto tracto digestivo inferior —que constituye una manifestación de su alma entera—. Empero, puesto que al señor le gusta hablar de “filosofía” —o eso vende, porque su ignorancia del asunto es supina—, hablemos en ese lenguaje para refutarlo. Comencemos aclarando conceptos:

Algunos conceptos filosóficos explicados de forma simple

La epistemología se encarga de estudiar el conocimiento, y lo que en ello converge: ¿Qué es el conocimiento? ¿Cuáles son sus diferentes formas? ¿Cómo se adquiere? ¿Cuáles son sus fuentes? ¿Qué papel juegan la experiencia, la razón y la percepción en ello? ¿Cómo podemos saber si algo es verdad? ¿Cuáles son los criterios a evaluar para que el conocimiento pueda ser considerado “verdad”? ¿Qué podemos y no podemos conocer y por qué? Entre otras preguntas que pueden converger allí y que lleva a la necesidad de unir lógica, metafísica, ciencia, historia, etc., en mayor o menor medida, con el fin de que podamos aprehender mejor la realidad. De hecho, los avances científicos se deben a que siempre se ha intentado responder a estas preguntas con algún método que se muestre más acertado —he aquí el método científico, aunque no se escapa de críticas; si bien, que algunos postulados sean cuestionables más bien es bueno, así es la filosofía—.

La estética, por su parte, estudia la naturaleza de la belleza y la percepción de la misma, lo que se ha traducido en un estudio del arte y sus cualidades, pero que no se reduce a ello. De allí que se busquen responder preguntas del tipo: ¿Qué es lo bello? ¿Qué es el arte? ¿Qué distingue lo bello de lo feo? ¿Cuáles son las diferentes formas de lo bello y/o el arte? ¿Qué es la experiencia estética? ¿Cómo se diferencia de las otras experiencias? ¿Qué papel juegan los sentidos en esta experiencia? ¿Es la belleza objetiva o subjetiva? ¿Cómo podemos evaluar la belleza de una cosa o una obra de arte? ¿Por qué es importante el arte? ¿Qué valor tiene para la sociedad y para las personas? Entre otras preguntas. Esto lleva, también, a que se apelen a otros campos de estudio para poder dar respuesta a las preguntas: convergiendo en la epistemología, la ética, la metafísica, historia, psicología, etc.

La semántica, sin embargo, está atada a la lingüística y estudia el significado de los signos lingüísticos —palabras, frases—, es decir, busca comprender cómo se crean los significados en el lenguaje y cómo estos son interpretados por las personas. Por ello, estudia el significado que tienen las palabras en sí mismas —léxico—, el que se crea por la forma en que se combinan las palabras —gramatical—, el que se crea por el contexto en el que se expresan las palabras —contextual—, y el que se crea con intencionalidad de quien expresa el mensaje, que comparte conocimiento o contexto con otros iguales —pragmático—.

Por último, una cosmovisión hace alusión a un modo de ver el mundo. Este término fue acuñado por el filósofo alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911), quien unió los términos alemanes “Welt”, que significa ‘mundo’, y “Anschaues”, que significa ‘ver, observar’, con el cual aludía al conjunto de paradigmas que forman los humanos para explicar el mundo que les rodea —su realidad—. Así, una cosmovisión sería una especie de modelo que muestra o explica la realidad, una forma de “ver” al mundo.

Con esto en mente, podemos pasar al siguiente nivel, donde me limitaré a apelar a la reflexión lógica:

El chavismo, un monstruo anti-epistemológico y anti-estético

Suficiente con dos preguntas:

  1. Si la epistemología tiene que ver con la definición, construcción y descubrimiento del conocimiento, ¿Cómo podría ser una propuesta epistemológica aquello que se dedica a destruir el conocimiento y tergiversar la realidad con un discurso que solo busca controlar la verdad y mantener el poder? El chavismo, al igual que todo movimiento socialista en la historia, no le importa el conocimiento, mucho menos la verdad, y en el camino la destruye —suficiente con ver la persecución a aquellos que intentan transmitir la verdad, la quema de libros varios y la censura absoluta y control de “la verdad oficial” de este tipo de regimenes—.
  2. Si la estética tiene que ver con lo bello, ¿Cómo podría ser una propuesta estética aquello que funge como caldo de cultivo para sacar lo peor de la humanidad, manifestando esa putrefacta corrupción humana en todos los campos donde accionen? Es muy estético ver las calles de Puerto Ordaz, que alguna vez fue la “ciudad más planificada del país”, donde el zamuro se ha convertido en el ave estatal y la basura florece por todos lados; muy estético ver las acciones corruptas a la que empuja todo el sistema que somete al país; muy estético ver los ojos del Comandante Supremo Intergaláctico Optimus Chávez en los edificios y salones de clases; muy estético las instalaciones de cualquier edificio administrativo o cualquier calle del país —en la que no se hayan inyectado millones de dólares, con el fin de sacar unas cuantas tajadas mientras se “arreglan y embellecen” las cosas—; muy estético los repugnantes arreglos de las plazas públicas en Caracas u otros del país; en suma, es de una sublime estética superlativa, al punto de ser extralingüísticamente hermoso, las condiciones en las que se encuentra el país actualmente, a saber, sumergido en la peor crisis política, económica, social, cultural, etc., de su historia.

Nada que agregar, más que la sí epistemológica y estética afirmación: “el venezolano no ha vivido algo más anti-epistemológico —donde entra lo contracientifico— y anti-estético que el sistema que lo somete ahora: el chavismo.”

El Chavismo, una bestia semántica, cuya cosmovisión es ilusoria

En lo único que medianamente acierta Pérez-Pirela es en decir que el chavismo es “una propuesta semántica”, pues, en definitiva, con el conjunto de símbolos y toda la maquinaria propagandística que usa para transmitirla, lo que busca es tergiversar la realidad, siempre con el fin de seguir sometiendo al pueblo venezolano, constituyendo así una “cosmovisión” criminal. Las camisas rojas, el discurso revolucionario, el culto al héroe, la “historia oficial” —que no es la historia real—, entre otras cosas, son todos elementos que convierten al chavismo en un excelente ejemplo del manejo de la semántica para someter a un pueblo a una cosmovisión que les perjudica, sea o no por vía de la violencia —aunque tarde o temprano tienen que acudir a ella cuando su discurso se muestra limitado y mentiroso—. Ahora bien, esto no es nada nuevo, pues toda tiranía en la historia apela a lo mismo para llegar y mantenerse en el poder, de allí que Pérez-Pirela solo tenga “medianamente” la razón, porque la “propuesta semántica” y la cosmovisión no provienen del chavismo, sino desde mucho antes, por lo cual es solo un calco poco original de símbolos e ideas ajenas.

Pérez-Pirela, ser lleno de títulos, pero con poco contenido bueno

Al final, lo expresado por este personaje solo demuestra una de estas tres cosas: (i) el limitado conocimiento que tiene sobre filosofía e historia, acompañado de pocas facultades para pensar con criticismo; (ii) lo vil que puede ser una persona cuando, aún sabiendo la verdad, decide no transmitirla y tergiversarla para beneficiar a unos pocos, con tal de recibir algunos beneficios en el camino; o (iii) una combinación, en mayor o menor medida, de las dos anteriores. En todo caso, no me atrevería yo a emitir un juicio de cuál de estas tres condiciones es peor, pues todas describen a un ser carente de un alma virtuosa, en el sentido aristotélico. A lo sumo, lo único que logra demostrar Pérez-Pirela es que la imbecilidad no escatima entre personas con títulos o sin ellos, pues estos no definen el grado de conocimiento que tenga una persona —he aquí un mundo donde se encuentran doctores con una incultura indignante y personas sin bachillerato con una cultura envidiable—. En este marco, recuerdo las también acertadas palabras que se atribuyen a Franz Kafka, quien dijo —parafraseando— que algunos son tan idiotas que por su misma condición se sienten seguros de sí mismos y de lo que dicen, y Pérez-Pirela se ve muy seguro de lo que dice.

Empero, mi fin no era denigrar al personaje, mucho menos hacer que él cambie de opinión, pues entiendo que su misma condición intelectual es denigrante y que, tal como dijo Goethe, contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano, sino solo describir un hecho y, en el camino, enseñar a quienes lean estas palabras algo de filosofía, en contraposición a los discursos vacíos de estos personajes que se mueven en el mundo político y pasan como camaleones en el académico.

Excurso para los posibles “buscadores de falacias”

Algunos podrían decir: “el autor tiene un lenguaje agresivo e incurre en falacias ad-hominen contra Pérez-Pirela, por lo que su argumento queda invalidado”.

A estos les respondo: no intenté minusvalidar la afirmación de Pérez-Pirela porque la dijo él desde su supina ignorancia, sino que expliqué lo que es realmente cada término que él busca atribuir como “propuesta del chavismo”, y a partir de allí refutarlo o explicarlo como realmente son los hechos y deben entenderse los términos —en aplicación al chavismo—. En este sentido, hago énfasis en que la mera descripción de un hecho no es una falta de respeto —decir la verdad nunca ha sido una falta de respeto— y, por tanto, como es verdad que este personaje no sabe de lo que habla, las palabras usadas que pueden considerarse “contra él”, en realidad son una descripción de su condición existencial, es algo así como decir “el agua quita la sed”, un hecho comprobable de forma empírica, y decirlo es solo una consecuencia de mi compromiso con la verdad. En su lugar, más bien buscaría estudiar más. Y en el lugar de quienes quieren adjudicar una falacia ad-hominen donde no la hay, también buscaría estudiar y comprender bien las falacias lógicas.

La suerte del rayo

Por Leroy Garrett[*].

¿Qué ocurre en el debate público en Venezuela? Todas las teorías habidas y por haber pueden ser lógicas y aceptadas como ciertas, pero en redondeo de conjuntos y agrupando los elementos en matemáticas no algebraicas, el resultado es el mismo: LA DICTADURA TIENE EL SARTÉN POR EL MANGO.

Todo lo que ocurre en la oposición, con la excepción de las actividades que le son posibles hacer a María Corina Machado en su limitada independencia, TODO LO QUE OCURRE ES UN MONTAJE EN ESCENA DEL RÉGIMEN.

Ejemplo de ello es que los inhabilitados ya están habilitados; gallinazos de vuelo precario, pendientes de los reales que saldrán en campaña. Los otros zamuros que tiñen de su color oscuro la esperanza de los venezolanos, están disputándose el bocado, el cadáver de la Machado que no solo aún vive, sino goza de buena salud. A ella debe reconocerse su estoicismo al día de hoy, y hago énfasis en el día de hoy, porque las reputaciones en Venezuela duran muy poco.

Pero si, la señora Machado sigue en campaña y no ha cedido su indiscutible superioridad en las preferencias populares a ninguno en aspiración de hacer metamorfosis del capital político bien ganado por la inhabilitada candidata.

En escritos pasados, dije que, a diferencia de los colaboracionistas de ayer, María Corina viene martillando los abusos oficiales hechos a diario, hacia su persona, sus colaboradores y su campaña a través de proclamas declaradas a los medios.

Lamentablemente, su clamor, una vez hecho, se pierde irremediablemente en el vacío. Los medios subregionales y los internacionales por igual no dedican una reseña a la candidata, ninguna personalidad suramericana se hace eco del acorralamiento político que sufre la Machado.

El mundo está pendiente de Gaza, del arribo de nuevo a considerar la solución de la creación de un Estado Palestino de reconocimiento judío que provoque una convivencia pacífica de una vez por todas.

Otra noticia que acapara metraje y espacio es la campaña presidencial del expresidente Trump, ahora abierto sin filtro a su propuesta fascista y totalitarista, a lo que se suma otro foco de la opinión pública mundial: la guerra Ruso-Ucraniana.

En este escenario, Venezuela en absoluto es reseñada.

María Corina tiene un comité internacional, lo “lidera” un personaje de cuyo nombre no quiero acordarme, el fracaso de los gestores internacionales, al no llevar a los medios globales el drama asfixiante que enfrenta la candidata, con el objetivo de influenciar para que se sepa lo que ocurre, falla en sus metas, falla vergonzosamente.

María Corina, sigue hundiéndose en la arena movediza donde la ha puesto el chavismo, el espectáculo de verla quejarse y no ser escuchada es otro capítulo horroroso de la tragedia de larga duración venezolana.

Ella sin duda paga la atrocidad cometida por el carnaval orgiástico protagonizado por Guaidó y López, pues estos, junto a sus secuaces, demostraron que “todos somos cortados por la misma tijera” —¿A quién le importa reseñar un país de cómplices y testigos?—.

En este marco, es bueno recordar que, en una de sus últimas cartas escritas desde Santa Marta, días antes de fallecer, Bolívar —aunque hoy se discute su real autoría— se despide de su lejana prima y amante francesa Fanny Duvillar, haciendo analogía de su vida en tono pre-póstumo, le dijo “me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío”. ¿Le esperaría a la campaña presidencial de la señora Machado un final similar?

La solución a la situación política de Venezuela no está en elecciones, es imposible donde todo obedece al capricho de la dictadura, el camino de la fuerza es la opción cuando todos los puentes cívicos y participativos han sido dinamitados por la tiranía.


[*] Cuenta de red social “X” del autor: @lerogarrett

En la mira: Celia Flores es la Reina del Cacao en Venezuela

Por Ricardo Guanipa d’Erizans.

Quienes piensan que Cilia Flores solo se dedica solo a atender al narcotraficante de su marido, Nicolás Maduro, haciéndole arepas y café en Miaraflores, están bien pelados, ya que la tía de los dos narcotraficantes lidera la mafia del cacao en toda Venezuela.

Héctor Rodríguez, el pistolero gobernador de Miranda, hecho el soquete, venia manejando el lucrativo negocio en la zona del Guapo hasta que la patrona descubrió el guiso y tomó control del chanchullo achocolatado.

La reina del cacao domina el negocio de producción en toda Venezuela ya que los agricultores están obligados a vender la producción a precio de gallina flaca, para luego, la mafiosa ex-amante chavista lo exporta y revende en Europa para la fabricación de chocolate, evadiendo todas las sanciones en contra de su narcotraficante fugitivo marido.

El Parlamento Europeo desconoce la existencia del cartel del Cacao de Cilia, lo que le facilita hacer negociaciones mil millonarias en el viejo continente sin correr riesgo que sus millonarias cuentas en euros y dólares sean congeladas en los bancos europeos gracias a la participación diligente de sus testaferros.

Maduro prefiere traficar cocaína, oro, diamante, aluminio y petróleo a Europa, triangulando sus operaciones con regímenes forajidos de Rusia, China, Turquía, Bielorrusia, Irán, Siria, Líbano entre otros, pero la Cilia no es tan bruta como Nicolas, aunque sí es más corrupta y ladrona que su costilla de origen colombiano alias Maburro y Toripollo.

Pero la Cilita hecha la loca esta arrasando con el cacao venezolano, de verdad que estos chavistas no tienen escrúpulos, son unos saqueadores de Venezuela, ni los piratas en los tiempos de la colonia fueron tan ladrones como esta casta socialista.

Según el portal de noticias financiera Bloomberg, este es un negocio seguro debido a la alta demanda mundial de cacao en el mundo, previendo, además, un incremento en sus ganancias superior al 4% en la industria para los próximos años, en un marco donde actualmente Latinoamérica maneja un mercado de unos 4 mil millones de dólares anuales.

Pero para respaldar mi denuncia aquí les dejo reporte del régimen del 7 de julio de 2023 y sus planes con el cacao que hoy controla de cleptómana de Celia Flores:

«En el ámbito de la Agenda Económica Bolivariana, el presidente de la Subcomisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo Nacional de la AN, comentó que hay cinco motores productivos que guardan relación con el Proyecto de Ley del Cacao, como el Agroalimentario donde se busca mejorar la producción así como la cantidad de hectáreas que se producen en el territorio venezolano que, actualmente cuenta con alrededor de 20 hectáreas que serán incrementadas a través de la cooperación con otros países para alcanzar 60 mil hectáreas de cacao sembradas para aumentar los niveles de producción, así como su precio y la competitividad en el mercado internacional.

Otro de los motores que se busca fortalecer con el proyecto de Ley, es la economía comunal, puesto que la comuna es la base fundamental y el principal elemento dentro de la visión de país del Gobierno Bolivariano, que busca dejar de lado la dependencia industrial. Es así como la toma de decisiones, las mejoras de las formas de producción, las zonas donde se va a producir cacao, deben ser consultadas con el pueblo, los campesinos, cacaoteros y cacaoteras mediante la organización.

Dentro del Motor Exportador, es de suma importancia la producción de cacao ante la demanda que tiene en el mercado internacional, por lo que se persigue que no solo su semilla y la pasta de cacao sean exportadas, sino también productos terminados para lo cual el Motor Industrial ayudará a trascender de la exportación de materia prima a productos terminados, con el fin de que empresarios, pequeños y medianos productores puedan llevar la calidad de este producto fuera de nuestras fronteras.«

La corta distancia entre amar y prostituirse

Por Anthony Parra, coordinador local de EsLibertad Venezuela.

La mayor cacería de la historia no ha sido de brujas, sino de prostitutas. Las “morales” arbitrarias y despóticas han prolongado el castigo civil a aquello considerado ajeno al comportamiento correcto, del que son vecinos. Este artículo es una defensa del trabajo más antiguo de la historia de la humanidad, el servicio sexual (de mayoría mujeres). Su libertad frente a las supersticiones, divagaciones populares no merece más que un poco de compasión.

¿Por qué se defiende? Porque cada persona toma las decisiones sobre su cuerpo, pues si su vida es un fin, su cuerpo es su propiedad, la libertad es conciencia de sí y de su identidad. ¿Dónde quedan los otros bajo esta definición? En las consecuencias, pues, al reconocer la identidad propia no podría evitar reconocerse los accidentes que nos hacen similares. En este punto versa este artículo, en el que aquellos libres obstruyen el reconocimiento de los accidentes o atributos de otro, el fin de los prostitutos.

Amar se vuelve bajo esos términos una conexión entre los amantes y sus valores —métodos para alcanzar una mejor vida— casi que homogéneos. Sin embargo, lo que se defiende al amar no se defiende frente aquellos que se prostituyen. No solo tienen paralelismos, sino que en muchos sentidos lo único que cambia es la “cultura”, el idioma en el que hablan, o lo que buscan decir.

He de reconocer previo que no admito que la prostitución y el amor sean lo mismo, en todo caso lo que subyace a esta explicación es intentar convencer al lector que prohibir la prostitución no es otra cosa que poner a prueba lo permitido en un intercambio y rechazado en otro como muestra de una imposición de la identidad de unos sobre otros, una limitación de la libertad reconocida.

Bien, dignidad y derecho por arbitrariedad y preferencias personales

Esta imposición de la identidad personal como una muestra del no-reconocimiento de la libertad son, por ejemplo:

  1. Basar el ataque a las personas que se prostituyen en la dignidad de la mujer: esto es obligar a una mujer a tomar decisiones bajo las otras mujeres. La imagen idolatrada de la mujer no tiene por qué dirigir las preferencias y decisiones del resto de mujeres. Cualquier prostituta es independiente, no un medio para otras mujeres.
  • Hablar de la “inmoralidad de prostituirse frente a sus condiciones laborales” no hacen otra cosa que definir qué es el bien para otras personas, es por lo tanto interesado y parcial a sus preferencias; una contradicción, porque, de ser así, es amoral. Si se impone es buscar imponer preferencias. Estar en desacuerdo con la decisión de otro no se sigue de prohibición.

¿Por qué las preferencias de otra persona deberían de someterse a las de otros que ni participan y ni les afecta? Si se observa grotesco decir a una pareja que se imponga a casarse con alguien y se utilice medios como el estado para conseguirlo, ¿Por qué debería ser distinto en la prostitución? Se dice que se abandonaron los matrimonios forzosos del siglo XVI, pues parece que solo se logró eso.

Es necesario tener en cuenta que la prostituta decidió, analizando ventajas y desventajas, ofrecer sus servicios sexuales; si toma una acción frente a otra es por su preferencia se inclina a esa decisión. Es libre de abandonar ese trabajo, como lo hacen los seres humanos al elegir una pareja. Solo ellos, los individuos, son los que actúan. El prostituto no da su cuerpo como un bien, lo ofrece como un servicio, la observación del cuerpo como un bien es acercar la identidad personal con la identidad de otros, es otra muestra del olvido de la libertad de los demás que es en otros casos, reconocida en sí mismos.

El amor cuando es voluntario es legítimo; la prostitución es legítima cuando no se obliga a ejercer, si no se quiere intercambiar no se realiza. En el amor hay acuerdos y límites que, si una parte las viola, puede terminar con la relación o, si es agresión, en casos legales. En la prostitución se hacen acuerdos al intercambiar y límites en las acciones mutuas en base a esos acuerdos, toda agresión puede responderse por la ley.

Se hacen las mismas acciones, pero en otros idiomas.

Entonces, ¿por qué se visualiza dantesca la elección de hacer intercambios sexuales y se admiran los intercambios de vínculos afectivos?

Sin sobrepasar la gran diferencia que va más allá con el amor, y solo analizando el intercambio en cuestión, antes de tener sexo siempre hay que ofrecerle algo al otro. Un altísimo porcentaje de personas, si no todas, que se posicionan en contra del servicio sexual no daría sexo a cualquiera por nada, sin placer, en contra de su voluntad.

El sexo tiene un valor; ergo, lo que molesta es la expresividad del acto o su cuantificación en dinero. Si este es el argumento emocional que subyace, entonces es aquí donde surge la contradicción.

Siempre se paga por sexo

Sí, lo del subtítulo no es una exageración. Aunque las convenciones sociales denigran el servicio sexual por intercambiar dinero por sexo, lo han aprobado de otras formas en la historia, y en el presente también: las familias en que el hombre dirige la economía y la mujer se queda en casa cumpliendo con el sexo; los matrimonios acordados para engendrar un hijo heredero del trono; el chico que paga las cenas, que invierte emocionalmente para tener sexo; y la chica que ofrece su sexo a cambio de su esfuerzo y carisma; el Don Juan zalamero que perfumaba con palabras por intenciones sexuales con doncellas que conocían su pasado libertino; las formas ocultas de mujeres que pagan por sexo a nivel global en el libro editado por John Scott y Victor Minichiello. Distintos tiempos, mismas intenciones. Todos son comerciantes y quieren serlo.

Amar y prostituirse son intercambios voluntarios; en uno se intercambia afecto, consideración y respeto; en otro se intercambia dinero, satisfacción y goce. Al igual que se puede arrepentir una persona de amar a otra, se pueden tener intercambios aceptados entre las partes que intercambian sexo. Emocional o económico, siempre se paga por sexo, sea intencional o no intencional. Siempre que se obtiene sexo como consecuencia de un acto, tuvo que haberse ofrecido algo para que esa acción humana se llevara, ya sea en atractivo, económico y/o emocional. Existe una relación causal.

But all relationships where trade takes place—termina este punto con Walter Block— sex as well as those which do not, are a form of prostitution”.

Abandonar la insensibilidad

Los censuradores de la prostitución y sus actitudes medievalistas de cacería de brujas no muestran más que su intransigencia ante algo que desconocen y que tratan como verdaderos inquisidores. Queda claro que la prostitución es un servicio que en secreto se ha aceptado, solo que en forma de otros actos; que no está en su responsabilidad limitar y que beneficia a toda la sociedad en términos económicos y ofrece oportunidades a un grupo de personas marginadas a nivel laboral como una forma de responder a su situación (aunque en esto no se profundizará en este artículo).

Entonces, ¿Se limitan las oportunidades de un grupo de personas que quieran hacer uso de ellas en su libertad en nombre de… ¿su propia libertad?? Entre la ira y la imposición de la tajante división de terceros que no participan en este mercado, no han hecho otra cosa que denigrar a las mujeres que han ofrecido un servicio a consumidores que, contra todo pronóstico, no dejan de ofrecerlo.

Ante el dañino deseo de esconder la realidad, el miedo a la vergüenza la prostitución no merece más agresión, repudio ni distancia. Merece compasión. Permitir que si las personas no necesitan a las prostitutas puedan dejar de hacerlo, si es que algo así puede llegar a suceder.


Block, W. (2018). Defending the undefendable. Ludwig Von Mises Institute. https://bit.ly/45A12bG (Trabajo original publicado en 1976).

Capella, F. (2006). Ética, economía y prostitución. REVISTA PROCESOS DE MERCADO, 3(2), 245–256. https://doi.org/10.52195/pm.v3i2.343.

(Nota: las ideas expresadas son netamente del autor y no necesariamente representa la posición de ContraPoder 3.0)

Venezuela un Estado deletéreo y criminógeno

¡Perdonen mis lectores! No escribo nada alentador que defina el término de la situación política y económica para los siguientes años; todo lo contrario, después de investigar y analizar desde el punto de vista antropológico, sociológico, económico y criminológico, la crisis que vive el país, les terminaré aguando el resto de los años con las siguientes palabras y les confieso ¡no es mi intención!

Influenciado por el periodista Guillermo Cano Isaza, director del diario “El Espectador”, quien hablaba de “una mafia sin corazón y sin alma que disponía de la vida de los colombianos en beneficio de su negocio”. En unos de sus editoriales “la plaga bíblica“ conseguí uno de sus artículos que me ponen los nervios de punta, cuando él en 1984 visualizó lo que le venía a su país. Y que para mí análisis es lo que estamos viviendo en este momento aciago, del cual me permito citar.

«La ira, es más que justificada y no resulta mala consejera cuando ocurren hechos que ofenden a un pueblo e inmisericordemente destruyen sus valores, lo humillan, lo degradan, lo postran, por obra de los que con vileza cínica lo engañaron al pedir sus votos en busca de un poder político que utilizaron indignamente, con el apoyo de sus cómplices y alcahuetes en empresas privadas y en los directorios de los partidos políticos, para delinquir en todas las formas, robando, estafando, cometiendo fraudes inconcebibles, concusión, sobornos; en suma, la lista completa de los atentados contra la propiedad ajena citados en el Código Penal».

No es sencillo, tomar determinaciones e invitar a usurpar de golpe el Poder y el Gobierno. Hay quienes ofrecen un camino llamado salida democrática, basado en el crimen, odio muerte y destrucción. Esto es producto de la vesania y locura de una sociedad que se está suicidando, que ha sido corrompida y golpeada en su moral y ética por los Gobiernos que han actuado como un “Estado deletéreo y criminógeno”.

El Estado deletéreo y criminógeno, funciona como delito organizado que genera diferentes modelos de negocios dentro del propio Estado y a su vez, los mecanismos para permitir una aparente legalidad y constitucionalidad de tales ilícitos. Existe una mezcla de cleptocracia, corrupción y narcotráfico. Además, considero que éste “Gobierno” ha llevado al “pueblo venezolano” a un axioma de debilidad moral, donde no pueda reclamarle a sus líderes sus faltas morales, porque también las han cometido. Y además justificarlos, como comentarios “ellos roban y dejan robar” o “a mí no me den, pónganme donde haiga”.

Estos “Estados” son controlados por una pequeña élite que está conformada por familias dominantes o pequeños grupos de poder, que se define como un oligarca con poder político y gran poder económico oculto a través de testaferros, o una mezcla de estos. Usan fondos del Estado para pagar coimas a cambio de apoyos incondicionales de políticos, diputados, medios, periodistas, jueces y similares.

Como vemos, Venezuela es uno de los “Estados Deletéreos y Criminógenos”, donde participar en el gobierno, es una oportunidad para desarrollar negocios con aparente marco de legalidad. En la misma medida que el gobierno crea la gran oportunidad de generar dinero de forma muy rápida y muy fácil, a través de la distorsión económica y del control de cambio, hace que todo el mundo quiera hacerlo también. Es en este sentido, que este gobierno es criminógeno, que promueve la criminalidad y la desviación del Poder.Funciona como delito organizado, genera diferentes modelos de negocios con aparente marco de legalidad, dentro del propio Estado y a su vez, los mecanismos para permitir tales ilícitos. En nuestro caso, lo están facilitando porque existe un sistema perverso, que inicia desde los órganos y entes del Estado en todos los niveles de gobierno, pasando por la venia y custodia de funcionarios que resguardan la patria (FANB), policías nacionales, regionales, municipales de investigación y prácticamente el Sistema de Justicia, está desmontado por no existir “Estado de Derecho”; lo que hace imposible que se haga justicia, o por lo menos que se haga justicia en Venezuela, convirtiéndose en la sastrería jurídica del poder ejecutivo y legislativo.
Este tipo de organización criminal, le ha ganado la guerra a las Instituciones que poco funcionan por casos graves de corrupción, la actuación permisiva del Estado y los excesivos controles en todos los campos de la vida pública llevaron a Venezuela a ocupar el último lugar en el índice de percepción de corrupción de transparencia internacional.

En los últimos 20 años, los venezolanos nos hemos adaptado a la eterna diatriba entre chaviztas y opositores, no hay calle, transporte público, o lugar de esparcimiento en donde no encuentres una airada discusión política. Hace unos años atrás, seguro te encontrabas con ese fanático de la revolución que defendía el proceso a capa y espada, seguramente apoyado por otros tantos camaradas que justificaban cuanta locura hicieran desde Miraflores. Hoy otro gallo canta, la realidad es otra, Venezuela es otra.

Hoy en día existe un hecho político que nos interesa como ciudadanos y que debemos identificar, para salir de esta sociedad criminógena y del Estado deletéreo que brinda opresión, miseria y muerte, a través de lo que denomino el “darwinismo social” y el axioma “homo homini lupus est” El hombre es el lobo del hombre.

El chavizmo para jugar a la democracia en sus inicios, tuvo que configurarse su propia oposición, como un traje a la medida, con el visto bueno de su sastrería jurídica (TSJ) y su órgano legislativo pretoriano, a lo que llame en su momento la asamblea perro caliente. Así pues, a través de la infiltración, la corrupción, la amenaza y la selección de perfiles particulares de personas, cuya forma de comprender la política no le era peligrosa, comenzó a configurar una oposición muy útil en los tiempos de conflictos.

Una oposición que siempre tuviese presta a jugar un juego democrático que el régimen controla, una oposición que no jugara coraje, una oposición que relativizara lo moral, una oposición tan pacífica, constitucional y electoral como fuera posible. Una oposición que donde usted ve show, palangrismo, ellos ven campañas napoleónicas. Como son más inteligentes y cultos, ellos ven lo que nosotros no podemos ver. Ellos ven claves ocultas detrás de todo, ellos ven cosas que ni usted ni yo (ciego que somos) podemos ver. Donde usted ve a un grupo de criminales, ellos ven chaviztas originarios y perfectos.
Son unos genios políticos, nunca se equivocan, ellos no ven lo que todos vemos. Para usted que me lee, y que a lo mejor está pensando que eso no debería ser así, le dejo claro que esa oposición, perfectamente configurada, es en última instancia una garantía de impunidad para que los personeros de la coalición dominante, salgan ilesos de su responsabilidad frente al momento histórico más oscuro, tenebroso y mortal que ha vivido la historia republicana de Venezuela.Una oposición que usted les hace preguntas, que ellos no contestan, pero no porque vayan a quedar mal, sino porque no pierden el tiempo en responderlas. ¡Eso sí, cuando vienen elecciones hasta bailan!

Necesitamos unos líderes serios, con coraje, honestos. Para establecer un cambio de sistema político, de la forma de hacer política y de los actores políticos que aparecen en cuanta olla podrida se destapa. Que sea divisionista con los políticos que realicen negocios turbios y corruptos. Que sea radical con el corrupto y el que se preste a colaborar con la coalición dominante.La sociedad venezolana necesita una opción política, para desplegarse a través de una representación que pueda llegar al poder y hacerla realidad para todos nosotros. Que se sea un agente generador de prosperidad, paz y bienestar a la población.

Sólo los hijos de la era acabarán con este régimen, y costará por lo menos dos generaciones en resolver la situación de una sociedad criminógena y un Estado deletéreo.

La cultura del “dinero fácil” se impuso en demasiados frentes limpios de nuestro país, y no hablo ¡ya! de un Narco-Estado, sino del maridaje oprobioso del dinero y la política, dentro del marco deletéreo del gobierno, de los directorios de partidos políticos y agrego ahora “los bufetes de abogados del país”; en lo que es, hasta ahora, la cumbre del clientelismo destructor. Una corrupción monstruosa, que denuncio con claridad espantable y con singular valor civil, que marca también un estruendoso contraste con el encubrimiento, la pasividad y el sometimiento de sus inmediatos antecesores, durante cuyos períodos ocurrieron muchos de los hechos aterradores, que ahora enfurecen a los ciudadanos y que me permito decir con claridad que se robaron a Venezuela.
Estoy comenzando a creer, que no ha nacido el líder que entienda la desgracia de Venezuela, no pierda el tiempo en politiquería y se dedique a formar un movimiento transformador de liberación, que se lleve por los cachos al Estado criminógeno de Maduro y su gente, además de sus cómplices de la oposición.
Si no logramos exigir eso, seguiremos siendo una sociedad de mendigos. Con el eterno retorno de los mismos.


(Nota: las ideas expresadas son netamente del autor y no necesariamente representa la posición de ContraPoder 3.0)

Paralelismos: la Venezuela cubana

Por Leroy Garrett[*].

Tal vez la desgracia y vergüenza más dolorosa de estos tiempos venezolanos, es que nada de lo ocurrido es original, todo obedece a un libreto manchado de sangre y fecalidades de cómo una camarilla comunista cubana ha aniquilado a su pueblo y al nuestro.

El castrismo: entra a La Habana victorioso de ser el vencedor en la guerra a Batista, pero esa guerra tuvo el apoyo del Departamento de Estado Americano, la sociedad cubana en todos sus estratos y la caridad y apoyo de toda la América hispana.

El chavismo: legitima su fracaso militar con una lluvia de votos protesta —quienes así protestaron no lo volverían a hacer— el apoyo del Departamento de Estado Americano, en la persona de su embajador Maisto (Chávez dice una cosa y hace otra) y al placer de los sectores económicos nacionales, la banca española, y un organismo regional cuya tarea es la insurrección en el subcontinente: el muy mencionado Foro de São Paulo.

Rápidamente el castrismo comienza su sangrienta consolidación, pulveriza a los opositores partidistas entre ellos “los auténticos”, acaba con el ejército profesional principalmente a fusilamientos, también purga en su propia versión de la noche de los cuchillos largos a los emergentes opositores internos, entre ellos los emblemáticos Huber Matos a quien se buscó podrir en la cárcel dejándole en libertad tras décadas de martirio, Camilo Cienfuegos quien desapareció en su avión luego de arrestar a Matos y que compartía la visión de una revolución cubana no marxista, el frente guerrillero del Escambray y sus intentos de frenar a Castro que terminaron con la falta de decisión de Kennedy y el fiasco de playa Girón y ya no tan recientemente a los hermanos Ochoa leales en extinguir elefantes en África por el marfil y traficar con droga hasta que Fidel los consideró un problema. Tal como hizo Tiberio con Sejano a su debido momento.

El chavismo tempranamente prendió su propia máquina de moler carne, opositores, sindicatos, petroleros, maestros y empleados públicos, periódicos y canales de televisión, torturas y cientos de muertos en protestas y en las mazmorras diseñadas a la cubana, incluye en su lista de agraviados con distinguida crueldad miembros de las Fuerzas Armadas.

El último punto de convergencia es lo que ocurre a cada dictadura cuando cumplen 20 años en el poder cada una. Y es la liberación masiva de sus cárceles, malandro preso está en contra del gobierno, Fidel abre y deja salir por el puerto de Mariel a ciento de miles de criminales e indeseables y con ello se ahorra su manutención y evita la alteración a la paz pública que tanto necesitan las dictaduras para perseverar en el tiempo.

El chavismo es un pacto de poder entre criminales, las megabandas que asombran y provocan por primera vez la militarización de Nueva York , es un producto de exportación chavista, armados y entrenados en el “eje” Caracas-La Habana, estos grupos fueron los encargados de imponer terror en las calles de Venezuela, un toque de queda no declarado por años eficientemente imponiendo las vías del hampa sobre vidas y propiedades.

La salida de esta clase de alta factura criminal hacia los Estados Unidos, aunque en paralelo también posee las mismas razones económicas y políticas del éxodo cubano del 80, está migración venezolana, tiene otras particularidades que le han hecho una formidable afrenta al gigante del norte, tener de tres mil a ocho mil dólares disponibles para la travesía no posible pero tampoco imposible para el lado mayoritario de la gran masa desposeída, arruinada y hambrienta de venezolanos, pero sin duda los que tienen la posibilidad económica de tomar una de las travesías más peligrosas del mundo son los adeptos al régimen.

Ellos tienen viaticos, particulares tatuajes a nivel del cuello, usan el cabello rapado y visten como raperos, hablan una lengua casi ininteligible y la violencia forma parte de su idiosincrasia. Los venezolanos del siglo 21 de Chávez. Esos “inmigrantes” al dejarlos ir y darles la misión que jodan al norte, le quitan al chavismo un formidable adversario más radica hacia el mal que ellos mismos. Ya son ciento de miles los que han atravesado la frontera entre México y Estados Unidos, se habla de una colaboración izquierdista donde López Obrador tendría una activa participación. ¿A quien sorprende?

Todo ayuda a consolidar a la dictadura, nada evidencia cambio, ni siquiera quien nos juran el cambio se lo creen. Vivimos una historia que nunca nos debió pertenecer, ¡Que poco originales hemos permitido ser!

Hace unos días atrás Cuba ha advertido a organismos internacionales y al sistema de naciones unidas que está al borde de la hambruna y una crisis humanitaria sin precedentes. La generosa ubre láctea venezolana se secó.

Eso fue lo que el chavismo eligió para nosotros, ese destino ha sido consentido por los traidores colaboracionistas, permitidos por aquellos exiliados con poder económico que poco le importa el destino del país donde se enriquecieron. ¿Quienes somos? O mejor dicho si nadie es capaz de arriesgar una locha por el porvenir de su tierra, quienes seremos?


[*] Cuenta de red social “X” del autor: @lerogarrett

En la mira: Maduro prepara otro golpe de Estado en Venezuela

Por Ricardo Guanipa d’Erizans.

El narcotraficante fugitivo Nicolás Maduro —recuerde que la DEA ofrece 15 millones de dólares de recompensa por su captura— esta preparando un golpe de Estado con el apoyo de los partidos miembros de la mesa de unidad encabezada por el gánster socialista Henry Ramos Allup.

Maduro se prepara para sacer de la contienda electoral a María Corina Machado que le derrotaría en unas elecciones con mas del 70% de los votos, incluso, contando con los votos robados por el cleptómano presidente del CNE Elvis Amoroso.

El capo fugitivo de Nicolás cuenta con todo el respaldo del alto mando militar, Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía, Cuerpos Policiales y jueces para dar el golpe de Estado inhabilitando a la señora Machado, la única política decente dentro de la oposición.

El mafioso de Ramos Allup, en complicidad con su camarada Maduro, se preparan para nombrar al corrupto de Manuel Rosales como candidato, un sinvergüenza que vendió su triunfo ante Chávez en el 2006 por 60 millones de dólares que le depositaron en Suiza a través de un ente financiero en Miami que manejaba las cuentas de PDVSA bajo las ordenes de Rafael Ramírez, primo hermano del temido terrorista Carlos Ramírez alias el Chacal.

¿A que juega la MUD y Maduro con ese golpe de Estado? Perpetuar y legitimar a Maduro poniendo a un oponente a dedo repudiado por los venezolanos que solo alimentaria una gran abstención facilitándole el camino a la cleptocracia chavista.

Los venezolanos que estamos en el exterior estamos contra reloj para alcanzar una alianza con la comunidad internacional que se identifican con la oposición legitima dentro y fuera del país, y no esa oposición de jineteros políticos que encabeza Ramos Allup, para lograr que sean ampliadas las sanciones en contra del Cartel del narcotráfico que gobierna Venezuela.

Igualmente, convencer a los países de la región que si María Corina Machado no es la candidata opositora desconocer la elección del 28 de julio y ampliar las sanciones a los partidos políticos de oposición y a sus lideres que trabajan a favor del régimen, evitando que se restituya el sistema democrático, porque están igual o más podridos que los propios chavistas, comenzando por Acción Democrática y seguido por el Movimiento al Socialismo, COPEI, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, quienes son parte del problema y no de la solución —y quedo demostrado cuando los venezolanos no elegimos a ninguno de sus candidatos en las primarias, sino a la señora Machado, que acaparo más del 90% de los votos—.

En ese sentido, llegó la hora de señalar a los bandidos opositores oficialista que apoyen la inhabilitación de Machado para imponer a un fariseo pagado por el capo de Maduro, que se preste a participar en el fraude del 28 de julio y reconocer el triunfo fraudulento de Nicolás, que no sería otra cosa que un vulgar Golpe de Estado del régimen y sus lacayos.

Por eso los venezolanos debemos tener bien claro que si Machado no participa tampoco habrá elecciones, ¿Hasta cuando los chavistas pretenden seguir faltándole el respeto a los venezolanos? ¿Qué piensa Maduro, que el pueblo es eunuco? ¿Qué ya no existe un pueblo aguerrido y luchador? ¿Que los últimos venezolanos valientes fueron aquellos que enfrentaron la feroz dictadura de Pérez Jiménez? Pues los chavistas están muy equivocados y están subestimando la gallardía criolla, pero cuando ese pueblo se levante va a arrasar en contra de los usurpadores que han oprimido y humillado a los venezolanos por más de 25 años.

Desde ya hay que trabajar para lograr que se amplíen las sanciones e incluso proponer una intervención militar internacional, e incluir en la lista nombres de lideres opositores serviles al régimen que obstaculizan poner fin a la dictadura chavista, y no esperar al día 29 de julio cuando ya el mal estará hecho.

Con María Corina, elecciones; sin María Corina, dile «NO» a la farsa electoral.

El efecto negativo de aumentar los impuestos a los ricos

Por Valentina Gómez, economista y coordinadora local de EsLibertad Venezuela.

En el complejo escenario de la política fiscal, el debate en torno al aumento de impuestos a los ricos ha sido una constante a lo largo de los años. Aunque la intención puede ser la de promover la equidad y financiar programas sociales, la realidad muestra que los resultados de estas medidas no son tan positivos como se anticipa. De manera sorprendente, esta propuesta persiste en las agendas de numerosos presidentes y líderes gubernamentales, a pesar de las potenciales repercusiones negativas que puede tener sobre la economía y la inversión.

En teoría, aumentar los impuestos a los ricos puede parecer una medida justa y necesaria para reducir las desigualdades económicas. Sin embargo, en la práctica, actúa como un desincentivo para los empresarios. Ejemplos históricos como los altos impuestos en Estados Unidos en la década de 1950, Suecia en la década de 1990 y Francia en la década de 2010, muestran cómo tales medidas pueden frenar la iniciativa empresarial y la inversión, afectando el crecimiento económico y la movilidad social.

Es esencial recordar que este tipo de medidas son un intercambio basado en coerción, en los intercambios basados en coerción sólo se beneficia una de las partes que participa en la transacción o acuerdo debido a que se logran gracias a presiones externas o fuerzas de la parte con mayor ventaja, en lugar de ser una elección voluntaria y libre. Por esa razón actúa como desincentivo a nivel empresarial. Los empresarios no obtienen beneficios equitativos de los impuestos que pagan por lo cual es menos probable que estén dispuestos a invertir tiempo, recursos o esfuerzo en esa relación o acuerdo. Son los menos beneficiados de los programas sociales como: Cupones para comprar alimentos, asistencia económica, servicios de apoyo familiar, entre otros.

Un caso de estudio es el del empresario y director ejecutivo Louis B. Mayer en 1951, quien pudo eludir el pago de un 91% de impuestos y en su lugar pagar solo el 25%. Este hecho resalta una realidad: siempre hay formas de pagar menos impuestos. Sin embargo, esta práctica tiene consecuencias negativas, ya que el dinero que se ahorra podría estar circulando en la economía, generando empleo y promoviendo el crecimiento económico.

Los empresarios no evaden impuestos por simple egoísmo, sino que lo hacen para sobrevivir en un mercado competitivo. En entornos empresariales intensos, algunos reducen costos, incluidos los impuestos, para mantenerse a la par o superar a la competencia. Esta situación puede llevar a la evasión fiscal. Además, cuando perciben que la carga tributaria es excesiva y no reciben beneficios proporcionales de los servicios públicos, como lo comentamos anteriormente, lo que aumenta es el incentivo a evadir impuestos.

En conclusión, la relación entre los empresarios y el pago de impuestos es compleja y abarca motivaciones económicas, competencia en el mercado y percepciones sobre la equidad fiscal. La evasión de impuestos no solo busca beneficios personales, sino también garantizar la supervivencia empresarial. Aunque algunos empresarios encuentren formas legales de reducir sus impuestos, este comportamiento tiene implicaciones negativas para la sociedad en general, ya que afecta el financiamiento de servicios públicos esenciales y el bienestar social. En última instancia, encontrar un equilibrio entre la equidad fiscal y la sostenibilidad empresarial sigue siendo un desafío que requiere una cuidadosa consideración de las políticas fiscales y la transparencia en su aplicación.

El debate sobre el aumento de impuestos a los más ricos es un tema complejo que abarca tanto consideraciones económicas como sociales. Si bien puede haber motivaciones legítimas detrás de tales medidas, como la búsqueda de equidad fiscal y el financiamiento de programas sociales, la realidad muestra que su implementación puede tener consecuencias no deseadas. Desde una perspectiva empresarial, los altos impuestos pueden actuar como un desincentivo para la inversión y la iniciativa empresarial, llevando a estrategias de minimización de impuestos y evasión fiscal. Sin embargo, este comportamiento también tiene implicaciones negativas para la sociedad en general, ya que puede socavar el financiamiento de servicios públicos esenciales y el bienestar social.

Encontrar un equilibrio entre la equidad fiscal y la sostenibilidad empresarial es un desafío continuo que requiere una cuidadosa consideración de las políticas fiscales y la transparencia en su aplicación. Es esencial trabajar hacia un sistema que fomente un entorno empresarial saludable mientras garantiza que todos los ciudadanos contribuyan de manera justa al bienestar colectivo. En este sentido, la colaboración entre el sector público y privado, junto con un compromiso renovado con la integridad y la responsabilidad, puede allanar el camino hacia una sociedad más equitativa y próspera para todos.