La principal asesora del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para temas de política interior, Susan Rice, abandonará el cargo a finales de mayo, tras una etapa en la primera línea durante la que, en palabras del propio mandatario, la antigua embajadora ante Naciones Unidas ha hecho «historia».
Durante años, Rice ha sido «sinónimo de política exterior», como ha recordado Biden. De hecho, su nombre ha sido un habitual en las quinielas para ocupar el Departamento de Estado, pero el actual inquilino de la Casa Blanca optó por incluirla dentro de su equipo para cuestiones de índole interna.
En un comunicado, Biden le ha atribuido medidas en el ámbito sanitario, educativo o armamentístico, así como otras para revertir las «dañinas políticas migratorias» heredadas de la Administración de Donald Trump.
«La lista sigue y nada de eso habría sido posible sin Susan», ha destacado el presidente, que ha agradecido públicamente a Rice «su servicio, sus consejos y su amistad».
La salida de la asesora de la Casa Blanca, sobre lo que no han trascendido motivos, no será inmediata. Fuentes de la Presidencia han adelantado que el 26 de mayo será su último día en el cargo, según la cadena CBS.